Guerra Espiritual ¿qué es y que dice la Biblia?

La Guerra Espiritual, le invitamos a conocer que significa, en donde se desarrolla, cual es la importancia, como podemos librar la Guerra Espiritual y mucho más, aquí.

GUERRA ESPIRITUAL

¿Qué es la Guerra Espiritual?

En el Universo debe existir un equilibrio y es por ello que ante la misericordia y el amor de Dios se contrapone la maldad y la rebelión del ángel caído, que busca contrarrestar la presencia divina de Dios en nuestras vidas. Por lo tanto, nos encontramos en presencia de una guerra espiritual, que no se encuentra a simple vista, pero es una guerra que Dios todopoderoso libra contra Satanás que se encuentra en rebelión y buscando discípulos.

Ahora que ponemos en contexto de que se trata la Guerra Espiritual, podemos identificar que en realidad no se encuentra a la vista, pero es absolutamente real. En la Biblia podemos encontrar como se libra la Guerra Espiritual en diversos lugares, sin embargo, nos hablan directamente de ella en Efesios 6:12, «Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.».

Como podemos reconocer en las palabras de Pablo, existe una guerra contra un ejército espiritual de maldad y debemos por lo tanto estar muy atentos y protegernos para poder salir airosos de cada una de las batallas, que debemos enfrentar en esta Guerra Espiritual.

No podemos omitir la existencia de una guerra espiritual, es una gran equivocación no darnos por enterados, es nuestra responsabilidad estar atentos y darle su verdadero significado, no podemos subestimar al enemigo y tampoco podemos sobreestimarlo y culparlo de todo, para librarnos nosotros de responsabilidades.

Debemos ser honesto y reconocer que en oportunidades hemos podido formar parte de esa legión que se enfrenta a Dios y para que no vuelva a ocurrir, debemos protegernos, debemos usar la armadura y las armas, que nos permitan defendernos del ataque espiritual. Es posible que se pregunten de que armadura y armas estamos comentado, en Efesio capitulo 6, versículos del 16 al 18, lo detallan con claridad:

  «Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de la justicia; y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobretodo tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu…». Como podemos ver nuestra armadura se compone de verdad, justicia, evangelio y fe y nuestras armas el yelmo de la salvación, la espada del Espíritu y la oración.

Que dice la Biblia

En la Biblia, podremos encontrar muchos ejemplos de cómo las armas son utilizadas para defender la palabra de Dios, también de cómo la armadura realmente nos protege cuando nos enfrentamos, a las diversas entidades y formas como se presenta el mal.  No podemos subestimar la guerra por el hecho de no verla ante nuestros ojos, pero si en realidad ponemos atención, podemos reconocerla y el enemigo es fuerte, por lo que no podemos subestimarlo.

GUERRA ESPIRITUAL

Tampoco debemos subestimar la guerra por ser una guerra espiritual. En la Biblia encontramos evidencia de cómo Cristo liberó a personas que se encontraban presas de demonios que hacían su vida miserable, pero también encontramos testimonios de cómo los cristianos eran llamados a luchar en batallas contra sus propios demonios o pecados.

Con base en estas evidencias debemos entonces, encontrar el equilibrio que nos permita reconocer al enemigo y ganar las batallas que debamos enfrentar.  En las escrituras encontramos en Efesios capitulo  6 versículo del 10 al 12 como se declara que debemos utilizar la armadura de Dios, que debemos fortalecernos en Dios, para poder defendernos de todas la intenciones del mal en hacernos daño, pero también en hacernos parte de su plan.

Debemos estar atentos, porque sin darnos cuenta y por andar descuidados ante esta guerra espiritual, podemos ser utilizados como instrumentos del mal. Estamos enfrentando ejércitos de maldad, tenemos que estar atentos para librar las batallas que son promovidas por los gobernadores de las tinieblas. No debemos temer, porque estamos fortalecidos por el poder de Dios, nos encontramos protegidos por la armadura, por lo que estamos preparados para luchar contra esas legiones de maldad.

Muy claramente en Efesios capitulo 6 versículos del 13 al 18 se describe de que está compuesta esa armadura que nos permite enfrentar a la legión del mal en esta guerra espiritual, contamos con un cinturón de la verdad, nos cubre una coraza de justicia, llevamos el evangelio de la paz, un escudo de fe, un yelmo de salvación, la espada del Espíritu y la oración.

Es propicio entonces decir Dios conmigo quien contra mí, el solo leer de lo que se compone la armadura y cuáles son nuestras armas, nos brinda la seguridad de poder salir airosos de las batallas. Debemos ser capaces de reconocer la verdad y al estar convencidos de ella y creer, solo tenemos que declararla. Por el sacrificio en la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo  fuimos declarados justos, por lo tanto, nuestras acciones tienen ese origen de justicia, a nivel espiritual.

Cuando proclamamos  el Evangelio de la paz, fortalecemos la presencia de Dios y debemos ser fuertes sin importar quien lo niegue, nuestra fe debe ser fuerte, porque encontraremos oposición, nos harán dudar, caer en incertidumbre, pero debemos siempre confiar en Dios.

No importa cuán fuerte sea la batalla nosotros estamos salvos y mantenernos en fe nos da seguridad y confianza en la batalla, así que ya desde el principio tenemos una gran ventaja ante estos espíritus. Nuestra oración es otra de nuestras fortalezas, la misma se debe fundamentar en el poder y voluntad del Espíritu Santo, que sea él quien guie nuestras palabras.

Es muy importante tener en cuenta que las batallas que debamos librar ante esta guerra espiritual, exigirá de nuestra honestidad, amor y entrega, no podemos utilizar el nombre de Jesús como si se tratara de una palabra con poderes mágicos. En él se encuentra el poder para combatirlos, no podemos darles la oportunidad de que hablen con nosotros, el  Señor es quien los reprende.

Si los enfrentamos sin estar convencidos de la palabra y el poder de Dios, la batalla ya está perdida. Además no podemos enfrentarlos con parte de la armadura y parte de las armas, las batallas se libran con toda la armadura puesta y todas las armas y como no sabemos cuándo seremos atacados, debemos estar siempre preparados y envestidos para librar la guerra espiritual.

También podemos encontrar en la palabras escritas en Hechos capitulo 19 versículos del 13 al 16, Judas capitulo 1 versículo 9; Génesis capitulo 3 versículos del 1 al 7; Santiago capitulo 4 versículo 7; Salmo capitulo 62 versículo 2, en todos ellos encontraremos referencia a las guerras espirituales, como las han enfrentado, siendo el común la protección y fortaleza en Dios.

Como reconocer la Guerra Espiritual

Es de suma importancia que seamos conscientes de la Guerra Espiritual que libra Dios Nuestro Señor contra el mal, podemos reconocerla en los efectos que se generan en nuestras vidas. Cuando somos capaces de reconocer que nuestra relación se está deteriorando, que nuestra estabilidad emocional se debilita ante la tentación, cuando nos sentimos tan agotados que no somos capaces de agradecer y orar.

Tambien cuando el orgullo se antepone al perdón, cuando el miedo nos paraliza, cuando el odio se encuentra en nuestras palabras, cuando la discordia forma parte de la vida. Podemos continuar nombrando efectos, todo lo que a claras luces ante los ojos de Dios, no se encuentra bien en el mundo, es la evidencia de la presencia del mal.

GUERRA ESPIRITUAL

Pueden identificar que en el listado de consecuencias que genera la guerra espiritual que se libra en este momento y desde hace siglos,  no existe una lucha contra la carne y la sangre, en realidad se trata de una guerra contra la oscuridad, contra fuerzas espirituales, tal cual lo señala la Biblia.

Como podemos ver, estamos y somos propensos a dejarnos llevar por sentimientos y acciones que alimental el mal y si bien podemos confiar que Dios es el ganador de la guerra espiritual, nosotros estamos llamados a librar las batallas que se nos presentan en nuestra vida. No podemos dejar que todas las batallas sean enfrentadas por Dios, cuando somos nosotros los responsables de combatirlas y mostrar a nuestro Señor victorioso ante mal, a través de nuestras acciones.

Es por ello, que se hace necesario orar para pedir a Dios que nos permita reconocer el mal y poder ver cuáles son los recursos espirituales que utiliza para combatirlo, con las armas que Dios nos ha proveído. La guerra espiritual solo podemos ganarla fortaleciéndonos en el espíritu, en la fe.

El mal tiene una de las armas más poderosas, el engaño, pero nosotros podemos combatirla con la verdad, pero debemos tener la capacidad de reconocer la verdad, creer en ella y defenderla. Las tentaciones que se presentan ante usted, en momentos de debilidad, no son una casualidad y deben ser capaces de reconocer el engaño al que están siendo sometidos.

Un ejemplo muy sencillo pero más común de lo que se cree, es cuando estamos un poco distanciados de nuestra pareja y conocemos a alguien que nos hace sentir cómodos, que es amable, que ofrece cubrir las ausencias que sentimos.

Si no somos capaces de identificar la trampa,  la mentira, pues con facilidad podemos caer en el pecado de la infidelidad, pero si pedimos ayuda y protección de Dios, seremos capaces de ver el engaño e iremos a casa y hablaremos con nuestra pareja y le haremos saber qué sentimos y porque estamos un poco alejados y entre los dos podrán reconstruir el amor que los unió, entonces podrá usted decir que ha ganado una batalla en la guerra espiritual. Al ganar cada batalla, ganamos oportunidades de experimentar una vida eterna y abundante en Cristo.

Debemos ser capaces de reconocer nuestras debilidades y trabajar en ellas para hacernos fuertes, para ello debemos hacer uso de la oración. También debemos estar atentos en nuestras fortalezas, siempre buscará esos dos aspectos para atacarnos.  Siendo la oración una de las armas que tenemos para librar las batallas, no podemos dejarla de lado, recordemos que debemos utilizar toda nuestra armadura y todas nuestras armas, al enemigo no podemos subestimarlo.

Como orar

Conocemos de que se compone nuestra armadura y conocemos cuáles son nuestras armas, una de ellas es la oración, a través de la oración podemos fortalecernos para enfrentar la guerra espiritual. Sabemos que la oración es la manera en la que podemos hablar con Dios, es a él a quien vamos a pedir enfrente al mal, nosotros estamos protegidos y en capacidad de identificarlo, pero es Dios quien puede derrotarlo.

Por ello al momento de orar debemos ser completamente honestos y derramar nuestro corazón hacia Nuestro Padre Salvador, debemos ser francos, el conoce nuestras inquietudes y desavenencias, pero quiere escucharlas de nosotros. La oración que vamos a dirigir a Dios debe ser sincera, a través de ella estaremos cercanos al Señor y su protección no nos faltará.

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