Discipulado: significado y características

Discipulado, le invitamos a conocer lo que significa, cual es su importancia, cuáles son sus características, descubra y comprenda todo sobre el Discipulado, aquí.

DISCIPULADO

¿Qué es Discipulado?

Es posible que haya escuchado en varias oportunidades la palabra discípulo, la cual puede ser utilizada en diferentes contextos, no necesariamente en el religioso, sin embargo, en la Biblia un discípulo es esa persona que sigue la vida y enseñanza de otro. El discipulado cristiano es un concepto que tiene su origen en Jesucristo, cuando eligió a las primeras personas para que se convirtieran en sus seguidores.

Un discipulado es un elegido que se encuentra convencido de dar seguimiento a una doctrina, un movimiento una escuela o a un individuo. En nuestro caso particular nos referiremos a esos discípulos que siguen la vida cristiana, esos que con el ejemplo de los primeros discípulos que siguieron a Jesús durante su permanencia en la tierra, quieren continuar su camino y sus enseñanzas hoy en día.

Podemos reconocer como el principio del discipulado, el momento en el que Jesús fue bautizado por San Juan Bautista,  específicamente en el momento en que Juan declara que Jesús es el Cordero de Dios, dos de los que se encontraban allí presente decidieron seguir a Jesús, convirtiéndose en ese momento en los primeros discípulos de la religión cristiana.

La historia cuenta que fue Andrés y Juan, luego Andrés le hablo a su hermano Simón y Jesús lo llamó Pedro y de esta manera se inicia el movimiento. En muy poco tiempo Jesús logró reunir a sus doce discípulos y a través de ellos su palabra y sus enseñanzas fueron llevadas a todas partes, son los discípulos los llamados a crecer en la palabra y llevar a Cristo en ella.

DISCIPULADO

Con el sacrificio de Dios en la Cruz luego de su muerte, vino la resurrección, pero antes de que Jesús ascendiera a los cielos, se hizo presente ante sus discipulados en varias oportunidades, realizó el llamado de sus discípulos y esto es lo que se conoce como la Gran Comisión.

En la Gran Comisión Jesús le dice al discipulado que él tiene toda potestad tanto en la tierra como en los cielos, por lo que les da la misión de crear discípulos en todas las partes del mundo conocido.  Estos discípulos debían ser bautizados en nombre de la Santísima Trinidad, como sabemos en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Este pasaje de la historia de la vida e inicio de lo que conocemos como iglesia primitiva, podemos encontrarlo reseñado en el Libro de Mateo capítulo 28, versículos del 18 al 20. Como podemos imaginar el discipulado creció cuando los apóstoles se reunieron en Jerusalén, para ese momento solo eran 11, porque Judas en una demostración de arrepentimiento por haber entregado a Jesús, se había quitado la vida.

Pedro fue quién tomó la iniciativa para definir la manera en como seleccionarían a discípulo que faltaba y fue elegido Matías, ahora el discipulado de Jesús, serían los mensajeros de su palabra y obra. El día de la celebración de Pentecostés, el Espíritu Santo bajo y moró en cada uno de ellos, la señal que les permitió reconocer que era el momento de hacer crecer el discipulado.

DISCIPULADO

Podemos entonces encontrar en Libro de Marcos capitulo 16, versículo 15 el mandato a la evangelización: “ Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”, sin embargo, en la evangelización solo debemos creer, bautizarnos y ser salvos.

Por su parte en el libro de Mateos en el capítulo 28 versículo 19 y 20 el mandato es hacer discípulos en todas las naciones y bautizarlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, para que sean salvos, pero enseñándoles que guarden todas las cosas que Jesús nos ha mandado y el estará entre nosotros todos los días y hasta el fin del mundo.

Los apóstoles presentaban a Jesús como siervo, como rey, como hombre perfecto y como Dios. Por lo tanto, la gran comisión no solo es evangelizar para hacer salvos, sino de esos que son evangelizado hacer discípulos. En el mundo hay personas que ven a Cristo como un siervo salvador y para ellos creer y estar salvos es suficiente, pero aquellos que lo reconocen como un Rey, son los que deciden servirle, para ser discípulo se tienen ciertas condiciones y una de ellas es la manera en como reconocemos a Cristo.

Con base en esa primera cualidad se realiza el reconocimiento del discipulado y a diferencia de los que son evangelizados a quienes se les da la información para que crean en la palabra y sean salvos, a los discípulos se les da formación para que formen el carácter, el cual comienza por negarse a sí mismo, tomar su cruz personal cada día y seguir a Jesús.

Los discipulados son esas personas que están dispuestas a trabajar cada aspecto de su vida, que deba ser corregido para parecerse cada vez más a su maestro, es por ello que la primera condición de querer ser diferente, está el hecho de estar dispuesto a negarse a sí mismo para poder ser más parecido a Cristo y para ello, se debe recorrer un camino.

Proceso del Discipulado

El Discipulado es mucho más que ser tan solo un creyente, un discipulado lleva un proceso de preparación, porque está relacionado con ser un seguidor, para ello se debe tomar la decisión y luego de ello debe convertirse en un verdadero discípulo. La fidelidad de los apóstoles que lograron crecer y modelarse para ser como Cristo es un ejemplo de ello.

Para el beneficio de todos, al ellos entender su rol de mensajero de Cristo, nos legaron las escrituras en evangelios y epístolas que sirven para guiarnos. Cada uno de los que decidieron ser discípulos y fueron aceptados, porque como ya hemos comentado, se deben tener cualidades para serlo, escribieron cartas que conforman ahora el Nuevo Testamento, por lo que nuestro camino al discipulado fue allanado con el trabajo de ellos.

Dentro de este proceso para ser un discipulado, debemos estar cocientes que debemos despojarnos de nosotros mismos para poder conocer mejor a Jesús, ya que la Gracia de Dios es necesaria que este en nuestro corazón.

DISCIPULADO

Para ello es necesario estudiar con detenimiento la palabra de Dios, para poder reconocer cuales son las cualidades de nosotros que debemos mejorar. La oración debe ser nuestra herramienta fundamental, para solicitar la ayuda necesaria y la sabiduría para identificar los cambios que debemos hacer.

Para el estudio de la palabra se puede pasar a formar parte de un grupo que enseñe la palabra, también buscar personas que se encuentren en el mismo camino del discipulado, lo que ayuda en la comprensión del mensaje. Es importante que todo lo que se vaya aprendiendo sea compartido, no solo para evangelizar, sino también para identificar nuevos discípulos.

No obstante, si leemos con atención los testimonios que se encuentran en las Escrituras, podemos identificar en ellas un idea muy clara de lo que debemos realizar para hacernos discípulos. Nos daremos cuenta que para ser discipulado debemos sentir que tenemos la necesidad de responder el llamado de Dios, reconocemos a Jesús como nuestro rey y deseamos servirle.

Debemos sentir en nuestro corazón la necesidad de conocer la palabra de Dios, tenemos que estar dispuestos a separarnos de lo que somos y que nos hace diferentes a Jesús, por ello debemos saber que tenemos que romper con los estándares del mundo. Es necesario el compromiso y la disciplina, así como el deseo de buscar y motivar a otros discípulos.

Cómo identificar el discipulado

En las escrituras podemos encontrar las características para reconocer al discipulado, podemos reconocer el origen del mismo, a través de Juan Bautista, quien previo a la llegada de Jesús preparaba a las personas para su venida. También podemos reconocer el discipulado en la obra de Jesús, en la medida que va conformando a ese grupo de hombres, que se convirtieron en sus seguidores y conocemos como los doce apóstoles.

En el Libro de Hechos en la conformación de la iglesia primitiva y especialmente en el mandato de Jesús al solicitar que se hicieran discípulos. El crecimiento y expansión de la iglesia es una muestra aún viva del discipulado. El discipulado no se encuentra definido en las escrituras, se reconoce en las acciones, el discipulado puede ser asumido  por la iglesia como un todo y también puede ser asumido de manera individual.

El objetivo del discipulado nunca se queda en lo sencillo o individual, tampoco en las relaciones para hacer el bien espiritual de una comunidad, todo esto es un trabajo mayor pero todo dependerá de los que Dios quiera. Pero todo coadyuva en el discipulado, porque la iglesia a través de las escrituras, de las oraciones, de la diversidad de dones promueve el crecimiento como discípulo. La relación individual del discipulado, siempre debe formar parte de la gran obra de hacer discípulos de la iglesia.

Por lo tanto, podemos identificar en las escrituras que el discipulado es una acción intencional y deliberada, no es un llamado es un sentimiento que tiene un propósito. ¿Por qué debe ser guiado? porque se necesita credibilidad y motivación, el guía debe sustentar el crecimiento del discípulo en la palabra de Dios. El discipulado implica relacionarse y amarse creciendo en la palabra y en la obra de Jesús.

Cómo hacernos discipulados

Cuando ya se ha identificado que tenemos las condiciones y el deseo para ser un discipulado y comprendemos que ser un discípulo es consentir que seremos un seguidor, que aceptamos ayudar  en la difusión de las doctrinas de Jesús, entonces comienza nuestro crecimiento, a través del proceso que describimos anteriormente.

Iniciamos el proceso de  crecer en el Señor Jesucristo, el  Espíritu Santo tiene cabida en nuestros corazones, es él quien nos ayudará a superar las pruebas, a eliminar cada obstáculo que los aleja de hacerse cada día más parecidos a Jesús.

Este proceso implica que se debe revisar cada parte de nosotros, identificar y analizar nuestras acciones, nuestros pensamientos, nuestras palabras, cada uno de estos aspectos tan nuestros debemos compararlos con la palabra de Dios y ver cuánto de nosotros debemos ir modificando y desechando para crecer en Cristo.

Para ello, se debe estudiar la palabra todos los días, encontrar la enseñanza para realizar el cambio, se debe orar para internalizar y se debe ser obediente de la palabra, para poder lograr el cambio. No podemos olvidar que ser discipulado, no solo implica el cambio individual, sino la búsqueda de discípulos que se encuentre en el camino de Dios o quieran iniciarse en él, para que se conviertan en nuestros seguidores y de esta manera impulsar el crecimiento del discipulado.

Características del Discipulado

Las características del Discipulado se encuentran claramente señaladas en las escrituras, sin embargo, para hacer su búsqueda más sencilla, a continuación vamos a señalar los libros capítulos y versículos en los que pueden encontrar las características del discipulado, comenzaremos por Marcos capitulo 8 desde el versículo 34 al 38, en el mismo se indica con toda claridad que los discípulos deben estar apartados del mundo, porque el Señor debe ocupar el primer lugar en nuestras vida. Una de las características entonces que podemos identificar es que no se puede ser egocéntrico.

En 1 Samuel capitulo 28 versículo 18, nos indican sobre la importancia de la obediencia, siendo esta la prueba de la fe en Dios, tal como lo fue en Jesús quien obedeció a su Padre hasta la muerte. Esta es otra característica del discipulado, ser obediente. Esta obediencia dará sus frutos, el cual será nacido desde el Espíritu Santo, este será el cambio más notorio y será el resultado de nuestra permanencia en Cristo.

Cuando el cambio se produce desde el interior de los que deciden ser discípulos, se reflejara sin esfuerzo en el exterior.  Siendo esta otra de las características del discipulado el cambio interior. El amor es una de las características del discipulado que se nos indica en Juan capítulo 13 versículos 34 y 35, se les pide a los discípulos que hagan como lo hizo Jesús amarse unos a los otros.

Este amor que se debe profesar es a través de las acciones no de los sentimientos, deben los discípulos ser capaces de ver a los demás y quererlos como superiores y velar por el interés de sus necesidades. No es una obligación amarlos, es una acción que surge de manera natural. Podemos encontrar en las escrituras cada una de las cualidades al leer Filipenses capitulo 2 versículos 3 y 4.

Y por supuesto que no podemos dejar de nombrar a Mateo capítulo 28 versículos del 18 al 20, no se trata de evangelizar, en realidad el discipulado se trata de formar y hacer más discípulos, seremos testimonio de los cambios que se han generado en nuestra vida y ofreceremos a otros nuestras vivencias, para servir de motivación y podamos crecer en el discipulado.

Si bien se habla de cualidades para ser discípulos, es bueno hacer saber que todos estamos en la capacidad de serlo y el llamado de Jesús, es que el pueblo que en él cree se convierta en discípulo, solo debemos ser motivadores y estimular que las personas reconozcan al Rey y quieran servirle.

Cómo guiar

Cuando nuestra propia transformación en Cristo ha permitido el cambio en los principios, valores, visión de la vida y metas, estamos preparados para compartir el anhelo de servir al Señor. Si estamos entonces preparados para formar a los nuevos discípulos debemos organizarnos, al encontrar a esas nuevas personas con deseo de discipular, debemos empezar a organizar reuniones de manera frecuente, que les permitan compartir las inquietudes y el conocimiento de la palabra y obra de Dios.

Para cada reunión se debe organizar que conocimiento se va a compartir con sus discípulos, es recomendable seleccionar un tema, permita que el espíritu santo lo guie. Antes de desarrollar el tema seleccionado, debe iniciar orando con su grupo de discípulos. Trate de que los encuentros se sientan cercanos, familiares no como una clase, le recomendamos reunirse alrededor de una mesa. Manténgase atento a las inquietudes de sus discípulos, hágales preguntas para promover la conversación.

Háganse siempre saber lo importante que son cada uno en las reuniones y cuando alguien falta por causas ajenas a su voluntad, háganle saber que los extrañaron. Desarrollar una relación personal con sus discípulos los hará sentir más cómodos, es bueno realizar actividades sociales juntos. Es de mucha ayuda durante la formación compartir con los discípulos las necesidades espirituales y los problemas personales, todos los tenemos y es normal.

Compartir la palabra de Dios, los principios bíblicos le permitirá desarrollarse y crecer en Cristo, al escuchar pueden guiar de manera más asertiva las inquietudes de los discípulos. Es importante hacerles saber que deben crecer a los interno y para ello deben dejarse guiar por el Espíritu y no únicamente por usted, se debe promover la inquietud de conocer y crecer en lo espiritual, no temer a la sabiduría de discernir, la oración traerá claridad.

Sea usted el vehículo de la palabra de Dios y recuerde que el discípulo debe buscar al Señor para que le revele su palabra. Es usted un modelo, si está capacitado por el señor, el espíritu santo guía la palabra, no necesita nada más, solo debe compartir con toda libertad la vida de Cristo que usted ya tiene.

Esperamos haber ayudado a entender sobre el discipulado y como pueden iniciar el camino es esta hermosa misión. Si este artículo ha sido de su agrado le invitamos a continuar la lectura de los enlaces que le recomendamos a continuación:

(Visited 964 times, 1 visits today)

Deja un comentario