En Mesoamérica se tiene registro de muchas culturas, ya sean los mayas o en defecto los Aztecas, pero la más antigua es la Olmeca, cuyos registros al culto datan desde hace más de 3000 años, sorprendente, ¿verdad?, ¿Quieres saber cuáles eran los dioses olmecas? Este artículo seguro te encantará.
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Origen de los dioses Olmecas
La cultura Olmeca, es la madre de todas las culturas de Mesoamérica, además es una de las más antiguas que poblaron y estuvieron en el continente americano. Incluso es una de las culturas más antiguas en todo el mundo, ya que hay evidencia de sus acciones que se registran desde hace más de 3000 años.
Lo más sorprendente de esta cultura son las cabezas colosales que tallaban en piedra, generalmente es honor a sus gobernantes o en defecto a los dioses olmecas a la cual se veneraba con mucha devoción.
Estas esculturas se encuentran hoy en día en México, en los estados de Chiapas, Oaxaca, Tabasco o Veracruz, lo más sorprendente de los Olmecas es la forma en la cual trasladaron estas cabezas, ya que las encontradas en la actualidad pesan hasta 40 toneladas, muchas de ellas han debido ser transportadas cuesta arriba, con unas distancias de 100 km o más.
El origen de los dioses olmecas está muy relacionado con las deidades mayas o en defecto los aztecas, compartiendo infinidad de similitudes entre sus panteones, aunque claro no hay escritos que narren información respecto al origen de la vida en esta cultura.
Características del pueblo Olmeca
Teniendo en cuenta el gran esfuerzo físico que requería movilizar las esculturas de un lugar a otro los estudios dictan que los Olmecas eran primeramente una sociedad extremadamente organizada.
Con una capacidad nata para reconocer el terreno y, por ende, preparar vías de transporte sin peligro, ya sea de depredadores o tribus rivales. Una civilización con una calidad de artesanos e ingenieros sin parangón, tanto así que este tipo de estructuras sigue sorprendiendo a los historiadores al día de hoy.
A su vez eran un pueblo bien alimentado, ya que la fortaleza física de sus hombres para realizar la ardua labor de transporte es un hecho que consume una gran cantidad de energía. Al ser un pueblo de Mesoamérica, exactamente en México, es un hecho que el maíz estaba en su dieta principal, en compañía de otro tipo de cereales, ya sea arroz, cebada, trigo o sorgo.
Aunque los Olmecas no era un grupo enfocado exclusivamente a la agricultura, sino su alimentación era mixta, existían cazadores, pescadores y recolectores de frutos silvestres. Dando a entender así que tenían una dieta balanceada, la misma era consumida en gran cantidad para poder obtener la fuerza necesaria a la hora de mostrar tributo a sus reyes.
Hechos acreditados a los olmecas
Debido a su antigüedad, los olmecas se le acreditan el desarrollo del calendario, escritura y epigrafía, dando así entender que los vocablos utilizados por otras culturas en realidad son variaciones del olmeca. Cosas como el juego de la pelota, simbolismo religioso al jade, culto a la serpiente emplumada, dios jaguar y muchas similitudes entre los cultos mesoamericanos es de origen olmeca
Su calidad artística es la más llamativa, poseyendo un gran dominio de la escultura, talla, para muchos expertos ninguna civilización precolombina se acerca a la perfección que poseían. Además de poseer un gran talento para la pintura rupestre.
El arte olmeca es naturalista, con una iconografía religiosa, con criaturas antropomórficas fantasiosas, pero estilizadas, claro está tendían a hacerlo de tamaño colosal. Los materiales más utilizados eran la arcilla, piedra de basalto, andesita y por supuesto la madera, aunque el arte menor era hecho utilizando el jade y otras piedras verdes, incluso la obsidiana.
La economía Olmeca se basaba en la comercialización de productos agrícolas a través del método del trueque, ya sea entre ellos mismos o con pueblos vecinos, sobretodo adoraban de realizar intercambios con los nómadas, debido a que la lejanía entre tribus traía mayor variedad de productos.
La mercancía a intercambiar principalmente era el maíz, frijol, calabaza, cacao y los cereales cultivados en la zona, carne de pescado, tortuga, venado y el perro también era usado como mercancía.
Para facilitar al comercio las tribus se aliaban y creaban rutas con el fin de obtener materia prima de gran valor, ya sea el jade, cristal de roca, obsidiana, magnetita, piedras preciosas y oro, esto lo usaban para crear máscaras, figuras, ornamentos y espejos.
Religión Olmeca
Destacando que los Olmecas son la cultura madre de la maya y la azteca, es normal tener una religión politeísta, es decir se veneraban una gran cantidad de dioses.
Las deidades estaban relacionadas con la agricultura, específicamente a un fruto o cereal en concreto, además otros elementos que se podían ver en el ambiente, ya sea el sol, la luna, el agua, los volcanes, animales, entre otros.
Respecto a los animales, hay muchos que son considerados deidades, tenemos a los sapos, caimanes, roedores y reptiles, pero era común ver una amalgama de fauna diversa, uniendo el cuerpo de unos con la cabeza de otros. Aunque los estudios han expresado que la religión era un tanto abstracta, siendo incapaces de descifrar el significado de sus ofrendas.
El centro del culto Olmeca es el Jaguar, representando en casi toda iconografía, dentro sus características se destaca un gran tamaño, colmillos y labios pronunciados, siendo así la figura más poderosa para esta religión.
Además de ser una religión politeísta, se dice que también es dinástica, todos los gobernantes se relacionan directamente con los dioses, retratándoles como seres con poderes sobrenaturales, descendientes directos de las divinidades.
Teniendo en cuenta la visión que los olmecas tenían de sus gobernantes, se entiende por qué se les mostraba honor con los monumentos de cabezas colosales, al estar al mismo nivel de los dioses, las ofrendas tenían que ser de un calibre igual.
Debido a la falta de información y complejidad, es difícil de descifrar los estatutos de los dioses olmecas, también hechos como la forma de legitimar a los gobernantes, si existían desigualdades sociales, qué fuerzas sobrenaturales consideraban y simbología que usaban para identificarse uno de los otros es una total incógnita.
Principales dioses olmecas
La religión olmeca tenía un panteón muy extenso, adorando así a muchos dioses, ya sean representando a algún animal o en defecto un fenómeno natural, entre los principales dioses olmecas tenemos:
Dios Jaguar
El Dios Jaguar, en algunas tribus se le daba el nombre de Ek Balam, esto en español tendría un significado similar a «Estrella Negra» o «Jaguar negro.» Relacionado con el sol nocturno o la noche, muchas culturas dicen que el Jaguar es capaz de ir al mundo de los muertos a placer.
Para los aztecas al igual que los mayas el nombre a dar a esta deidad es Tzeclipocla. En toda cultura mesoamericana el jaguar era el animal más poderoso. Las razones es porque el felino poseía una fuerza y una agilidad sorprendentes, su don a la hora de cazar sin igual entre los depredadores de la zona, sumado a su gran sigilo.
El jaguar es tan importante para el olmeca, eso se refleja de forma simple por los múltiples títulos que se le otorga, ya sea dios de la noche, de la oscuridad, de la tierra, guardián de los viajeros nocturnos, otras tribus le dan el título del dios del sol.
Los olmecas se consideraban una raza de personas distintas, hijos del jaguar, ya que está el mito que una mujer en algún momento copuló con el felino, teniendo hijos como resultado. Reflejándose a sí mismo como semidioses y esto se comprueba con las pinturas rupestres olmecas, la cual ellos mismos se retrasan con rasgos felinos.
Toda obra artística olmeca encontrada para la fecha tiene alguna relación con los jaguares, ya sea retratando rasgos felinos, la principal prueba de esto son las cabezas colosales repartidas en la región de Veracruz.
Otro elemento que simboliza al jaguar es la lluvia, sin ella los cultivos no crecen, los olmecas decían que cuando un felino estaba cerca de la siembra era clara señal que llovería y la cosecha sería buena.
Datos interesantes
Los guerreros más fuertes era retratados como felinos, sus armas poseían picos que se referían a los grandes dientes que poseía el animal, la fortaleza física que poseían era una bendición del animal, inclusive rugían como uno a la hora de combatir.
El dios jaguar era común representarlo con rasgos de hombre, de sapo, cocodrilo y por supuesto de felino, teniendo muchos templos en toda la región, a la cual se le hacía ofrenda de comida, armas, cerámica, joyas y figuras antropomorfas y zoomorfas.
Además de la figura del hombre dios jaguar, existe la del niño dios jaguar, ésta es normalmente más pequeña que la primera, hecha totalmente de jade, ya que el color verde simboliza el corazón, a esta deidad se le atribuyen los conceptos de la vida y la muerte, el renacimiento, el origen del mundo y el mito de la creación del hombre.
La serpiente emplumada
Cuando se nombra a la serpiente emplumada referente a los dioses olmecas, su relación directa es con Queaztcoalt, uno de los dioses mayas más importantes y adorados, inclusive se le considera como la divinidad personal del panteón azteca.
Los mayas sin embargo le llaman Kukulkán, pero todas las pruebas indican que en las religiones mesoamericanas la figura de la serpiente emplumada es la misma. Quezatcoalt es el dios de la vida, de la luz, de la fertilidad, de la civilización, del conocimiento, además de señor de los vientos y regidor del oeste.
La figura de la serpiente emplumada generalmente posee rastros de diferentes especies animales, ya sean cocodrilos, insectos, varias aves y por supuesto serpientes. Esto da como resultado que la deidad sea una mezcla de lo terrenal y celestial, responsable de todos los movimientos telúricos que ocurrían, relacionado con el viento, el agua, inclusive la fertilidad.
Al ser una figura tan popular entre los dioses olmecas muchos rituales eran hechos en su honor, entre lo que se destacan baños, sacrificios y construcción de templos, uno de los más importantes para la fecha el que yace en Yucatán, México.
La relación entre la serpiente emplumada y el jaguar varía mucho entre las religiones, ya que si se le da nombre, Quezatcoal era el principal rival de Tezcatlipoca, el dios jaguar, de la oscuridad, eran opuestos, pero la unión de ellos daba armonía según algunos mitos.
Dios del Maíz
Cuando hablamos del dios del Maíz, mencionamos a una deidad representada en muchas culturas mesoamericanas, ya que este cereal era la principal dieta de los pueblos en la región. Muchas veces retratado como un animal, otras como un humano, a veces como la mezcla de ambos, en el caso de la cultura olmeca, este no posee una descripción exacta sobre su género sexual.
Hay esculturas que lo reflejan como mujer, otros como un hombre, en algunas se le da el nombre de Centeotl, esto significa dios de los granos. El origen del dios del maíz sólo se narra en la mitología azteca, siendo hijo de Piltzintechuhtli y Tlazoltéotl, nació como una criatura débil, pequeña, enclenque.
Los padres optaron por resguardarlo bajo tierra, sin saber que del cuerpo del niño saldrían diferentes alimentos, principalmente el maíz. Pasó su vida enterrado hasta que falleció, en el lugar donde yació durante todo este tiempo floreció, salió a tierra, su cabello era de algodón, de sus orejas salían arroz, de las uñas el maíz.
De los dedos de los pies salió el camote, de su boca el trigo, simplemente cada parte de su cuerpo daba un fruto distinto, ayudando a combatir el hambre que poseían las personas.
Tan agradecidos estaban de la bendición, que empezaron a rendirle homenaje tales como rituales, sacrificios, uno de los más destacados era el de una fémina cual se desollaba y la piel de los muslos la usaban para crear una máscara al sacerdote de Cintéolt. Este sacrificio ocurría siempre que la mazorca del maíz aparecía en el tiempo de siembra, la mazorca simboliza el corazón del dios.
Dios Dragón
Dentro de la mitología olmeca, el dios dragón, era conocido de igual forma como Monstruo de la tierra, una de las deidades más antiguas de todos los dioses olmecas.
Es común verlo representado en platos, códices, esculturas talladas en piedra, madera o jade, se le retrata como un animal terrestre, con partes de ave, jaguar y serpiente, aunque también como una criatura antropomórfica con detalles de los animales antes mencionados.
Ahora entre las características principales de su apariencia está sus cejas en forma de fuego, con una cruz en el ojo en vez de pupilas, era imposible confundir al Dios Dragón.
Poseía nariz abultada, lengua bífida como los reptiles, los guerreros le mostraban tributo, entregándole armas hechas de jade, siendo estos arcos, flechas y hachas. Las leyendas decían que el Dios Dragón tenía la capacidad de formar nubes, cada vez que exhalaba aire las creaba, aunque si estaba molesto era posible que saliese fuego de sus fauces.
Era un ser al cual se le mostraba mucho culto, hay templos, estatuas, figuras en su honor, pero no se tiene la certeza si en realidad era tratado como un dios, sino que las ofrendas fueron realizadas para no desatar su furia.
Dios de la lluvia
A pesar que al Dios Jaguar se le atribuye ser también el dios de la lluvia, los olmecas tenían otra figura o mejor dicho varias a la cual mostraban tributo por alguna hecho en concreto.
Tláloc es el dios de la lluvia, apodado así por los aztecas conocido por su capacidad para controlar el agua a placer, así llevar el líquido vital a todas las aldeas. También era el encargado de regar los cultivos de maíz y otros cereales, cuando la cosecha era exitosa tras una fuerte sequía se hacía una gran fiesta en honor.
Tláloc era el rey de los fenómenos atmosféricos, su poder era tal que la mejor forma de agradecimiento era con grandes animales y seres humanos, si la deidad llegaba a estar en descontento esto ponía en juego la agricultura.
Tláloc también se le asignó la potestad del trueno y del relámpago, se le retrata como un jaguar, poseía dientes del felino, ojos saltones, múltiples adornos de distintas tonalidades, ya sea negro, verde o amarillo y un cetro con forma de serpiente.
Su mujer era la diosa Chalchiutlicue, que era la deidad del agua y del amor, esta unión dio como resultado muchos hijos, creándose así un poblado llamado Tlaloca, cual el gentilicio de su gente eran tlalocas, palabra con un significado en el español similar a la nube.
El reino del dios de la lluvia era un mundo debajo del agua llamado Tlalocan, todos los espíritus de los humanos que morían por culpa del agua o el trueno iban hasta dicho reino. Allí en forma de disculpa se les permitía habitar, llenos de abundancia, de comodidades, no faltaba el maíz, la carne o frutos.
Hombre de la cosecha
Los dioses olmecas tienen muchas deidades, al ser una religión politeísta, significa que el venerar a varias deidades era algo muy común.
Pero la información que se tiene de la cultura olmeca es muy corta, está íntimamente relacionada con la maya o en defecto la azteca, pero la figura del hombre de la cosecha sólo se narra en esta mitología.
Esta deidad representaba la fertilidad, la siembra, dentro de los olmecas es una figura célebre ya que una de las características que le hacen resaltar es la hendidura en su frente, esto significa divinidad.
El origen de este dios es muy noble, ya que nació como un hombre común y la gran parte de su vida fue así, siendo irrelevante, llevando su día a día sin novedades hasta que decide tomar una decisión.
Era época de sequía, la cosecha fue un fracaso y su aldea moría de hambre, él sin pensarlo se ofreció antes los dioses en sacrificio, un gesto que sorprende a sus allegados y los dioses lo categorizan como algo heroico.
El nombre del hombre de la cosecha era Homshuk y el método en el cual se sacrificó fue con la crucifixión. Tras su muerte los ríos secos volvieron a tener agua, el pasto creció, salía maíz de todos lados, el ganado apareció nuevamente y su tribu pudo alimentarse.
Su sacrificio fue tan importante que se transmitió de aldea a aldea y fue empezado a venerarse como un dios, cada vez que era época de cosecha se festejaba por su acto heroico.
El Dios Bandido
Cuando escuchas este nombre, es muy común relacionarlo con ladrones, robo, hurto, pero en el caso de esta deidad no es así, las múltiples culturas mesoamericanas castigaban de forma muy severa a los criminales.
En el caso del dios bandido, su nombre viene dado porque llevaba una delgada banda cubriendo todo su rostro, era el dios de los artistas, de los artesanos, de todo aquel que hiciese monumentos, era una inspiración para los olmecas.
Se le retrata como todo dios de esta cultura con una figura antropomorfa, cabeza plana, ojos rasgados, como si fuese una almendra, un iris grande y redondo, una boca con colmillos apuntando hacia abajo.
Es una deidad enigmática, ya que poca información se tiene, incluso no se tienen registros de alguna obra hecha por él personalmente, pero si hay muchos dibujos y pinturas en su honor.
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