Los dioses Mayas son las deidades a la cual se le creyó con sumo fervor y devoción hasta la época de la colonización, el origen de la misma data desde hace más de 3000 años y la región en la cual predominaba es mesoamérica, es decir México, Guatemala, Honduras y países adyacentes. En este artículo aprenderás más sobre este tema.
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Historia de los dioses mayas
Como toda cultura americana anterior a la conquista es entendible que su información no sea tan vasta como se desee, debido a que los españoles quemaron gran parte de los escritos aunque al día de hoy solo se mantienen tres de ellos, como principal fuente de información.
Estos son el Hilam Balam que cuenta en detalle cómo era la vida de los mayas antes de la llegada de los españoles , Las Crónicas de Chacxulubchen y el más importante el Popol Vuh que habla del origen de la creación.
Los dioses mayas hacen surgir el mar primordial, valles, montañas, crean plantas, animales dando como resultado la tierra tal cual como la conocemos.
Claro está el mundo era vacío y por ello las deidades pensaron en crear criaturas para que ls veneren y hagan ofrendas.
El primer intento fue con animales, además de las aves y peces, pero al fijarse que no poseen la capacidad de hablar no funcionó. Tras ello probaron con crear criaturas de barro, todo parecía bien, cumplía las expectativas de ellos pero una vez empezó a llover los mismos se disolvieron.
El tercer intento fueron hombres de madera, el problema recayó en que fueron soberbios, se negaron a venerar a sus creadores y el resultado fue su destrucción, mandaron un huracán, los animales atentaron en su contra y sus construcciones empezaran a ceder con facilidad, lo único que quedó del hombre de madera fueron los monos como descendientes.
De último, finalmente probaron con el maíz, fue efectivo, el humano como se le conoce cumplía con sus obligaciones, eran agradecidos, rendían tributo y eran capaces de ver todo, incluso tiempo y espacio, así que optaron por limitarle la visión, satisfechos con el resultado esa sería la gente que poblaría la tierra y honraría a las deidades.
Características de los dioses mayas
La principal característica de los dioses mayas y su jerarquización viene gracias al Popol Vuh, ya que hablamos de la creación, en el proceso de poblar la tierra de seguidores no todos los dioses trabajaron al mismo tiempo sino fueron intentando en grupo.
Los tres primeros dioses creadores.
Estos fueron los que realizaron el intento con el hombre de barro, aunque se dieron cuenta que fracasaron una vez empezó a llover ya que el mismo era frágil y se disolvió.
Kukulkan: Su imagen es la de una serpiente emplumada, se podría considerar como uno de los más conocidos en general, en la cultura Azteca se le es conocido como Quezatcoalt, se le relaciona con el agua y el viento.
El significado de su imagen, la serpiente aliada está fuertemente identificada con la fertilidad y los movimientos telúricos, muchos rituales se hacían en su honor, en lo que se destacaban baños y múltiples sacrificios. Además de que posee un templo propio en Yucatán, México.
El principal rival de Kukulkan es Tezcatlipoca, un guerrero feroz, dios de la oscuridad y del cielo nocturno. Otro a destacar es Huitzilopochtli, el ruiseñor divino, que era el dios Maya de la guerra, representaba las fuerzas del mal.
Hurakán:
Aquel que solo tenía una pierna o el cojo era uno de los nombres comunes que tenía, dios del viento, de la tormenta, del fuego, esta deidad fue el encargado de exterminar a los humanos de madera cuando los mismos demostraron desobediencia.
Tras ello vivió en una nube, llevaba agua a las costas limpiando el terreno de los desastres ocasionados y así volverlo a intentar con la creación de otros humanos. Debido a su nombre, se denominó el fenómeno natural «Huracán.»
Su forma es imponente, una divinidad a temer, alto y con una gran cola de serpiente, de aspecto similar a un reptil y en su testa poseía una gran corona, además de siempre cargar una antorcha encendida.
Muy adorado porque enviaba la lluvia para así los cultivos no muriesen, aunque las fuertes tormentas la relacionaban como un castigo de su parte. Un dios considerado sabio, benevolente y que dejaba en claro su posición que se debía respetar a la naturaleza.
Tepeu:
El dios del cielo, uno de los más sabios y poderosos y el último participante en el primer intento de creación de los humanos según el Popol Vuh, además participó en el segundo intento de creación, esta vez usando la madera.
Tepeu envió al Murciélago de Camazotz y las aves de Cotzbalam, Tecumbalam y Xocotcovach para así ayudar a Hurakán a erradicar al hombre de madera.
Además participó en el último intento, creando al humano con el maíz, el fue el que dio la idea de usar este cereal, el amarillo para la carne y el blanco para los huesos, los resultados fueron de agrado de todas las deidades.
Además les dio la sabiduría y los dotes para así poder sobrevivir en su día a día, ya sea cazar, construir, talar madera y tallar piedras.
Los siete segundos dioses creadores.
Aquí nuevamente participaron Kukulkán, Hurakán y Tepeu, pero se le unieron otros cuatro dioses, en esta ocasión las deidades crearon el hombre de madera que fue soberbio y mal agradecido, poco después lo exterminó.
Alom:
Una de las múltiples deidades femeninas que creían los mayas, no poseía rasgos de ningún animal, sino se le retrata como una mujer en totalidad, conocida como la diosa pobladora.
A la hora del tercer intento fue ella quien descubrió la utilidad del maíz para así crean a los fieles creyentes que tanto deseaban los dioses mayas.
Esta deidad se encargó de poblar gran parte del territorio, junto su pareja Qaholom aquel que engendraba los hijos.
Bitol:
Participó en el segundo intento y posterior en el tercero a la hora de crear vida humana, es el dios del cielo estuvo presente a la hora de darle forma a los objetos materiales, es decir, las herramientas, los cuencos, chozas, pirámides y diferentes estructuras fueron idea suya.
Generalmente se le representa como un hombre, con rasgos esqueléticos y cargando una vasija, con una corona con forma de serpiente.
Qaholom: Su nombre significa padre, los mayas normalmente le apodaban «El Gran Padre», el fue el encargado de la población de la vasta tierra en compañía de Alom.
Se le describe como un hombre, erguido, firme, solemne que siempre acompaña a Alom, dentro del panteón maya tenía muchos seguidores por la función que desempeñaba, además de múltiples templos en su honor.
Tzakol: También escrito como Tzacol, es uno de los dioses mayas, su jurisdicción recaía sobre el cielo al igual que Bitol, poco se nombra en los escritos mayas pero su figura se le representa como una tortuga, esto debido a varias vasijas y recipientes hallados en expediciones.
En el Popol Vuh apenas se le menciona como participante en el segundo intento, viendo el fracaso del humano de madera, optó por no participar en pruebas futuras.
Los últimos dioses creadores
Estos fueron los que lograron fundar la humanidad a partir del maíz, obteniendo el ansiado éxito donde otros dioses mayas fracasaron y así otorgar a sus hermanos creyentes que le rindan tributo. Dioses como Bitol, Kukulkán, Tepeu y Alom participaron nuevamente, otros nuevos como Xlitan, Akaime, Ajtzak, Ixpiyacoc y Chirakata Ixminasune estuvieron presentes.
Ixmukané: Diosa dueña del maíz, abuela de Hun-Hunahpú e Ixbalanqué. Después de la destrucción de los hombres de madera los animales buscaron a la anciana deidad, le ofrecieron el maíz como tributo para que le diera buen uso.
La capacidad de Ixmukané con las manos eran sin igual y por ello fue capaz de moldear a un hombre con una mazorca de maíz amarillo. La criatura inerte, fue presentada a los otros dioses mayas, optaron por darle vida y así comenzó la humanidad.
Este hombre era de un alma y corazón puro, ¿la razón? venía de una ofrenda, además era capaz de amar, la única debilidad que se le veía es que carecía del conocimiento para hablar y reproducirse.
Las diosas mayas se encargaron de orientarlo por el mundo, le enseñaron a amar sus raíces, ser agradecido con aquellos que le otorgaron vida, gracias a esto el maíz se volvió uno de los símbolos más importantes.
Los mayas con el cereal preparaban bebidas, alimentos, con las hojas hacían sus prendas y así sobrevivir al frío, logrado el objetivo, los dioses tenían a un ser para poblar la tierra y que diese las gracias ante sus superiores.
Hun-Hunahpú:
Es el dios de la fertilidad, del juego de la pelota, además hijo de Ixipiyacoc dios contador de los días y los adivinos e Ixmukané diosa del maíz. En el Popul Vuh cuenta que ayudó a su madre a la hora de crear los humanos, pero su historia destaca cuando va al Xibalbá, el inframundo en la mitología Maya.
Hun-Hunahpú como buen dios de la pelota, en compañía de su hermano Vucub Hunahpú, además de sus hijos Hun Batz y Hun Chouen estaban todos los días jugando.
El ruido que ocasionaban molestó a los señores del Xibalbá, Hun Came y Vucub Came, estos invitaron a los hermanos Hunahpú a jugar al inframundo, el resultado fue que los engañaron, por irrumpir la paz fueron torturados y sacrificados, el sitio en que los restos fueron enterrados creció un árbol de calabazas cuyo único dos frutos era el cráneo de los hermanos.
Ixquic, hija de uno de los Xibalbá un día por curiosidad probó el fruto de ese árbol, tomando así la cabeza de Hun-Hunahpú este escupió la mano de la fémina, sin saber quedaría embarazada de dioses gemelos, Hunahpú e Ixbalanqué.
Estos son los dioses mayas que participaron en la creación, siguen habiendo más, esta cultura es muy extensa y rica en contenido.
Los dioses mayas más aterradores.
Los mayas son conocidos debido a que en su época poseían una tecnología y arquitectura sin igual, además de un conocimiento avanzado en astrología, pero a su vez en la religión era usada como método de control, algunas deidades se usaban para generar miedo en la población cómo:
Buluc Chabtan: Dios de la guerra, destrucción y sacrificios humanos representado con una línea gruesa o una punta negra alrededor de sus ojos, que baja hacia su mejilla, compañero de Yum Kimil, dios de la muerte.
Los dos se le veían juntos a la hora de realizar quema de casas y así asar a sus enemigos en totalidad, disfrutaba de usar su lanza y apuñalar a sus adversarios en lotes para darles una muerte súbita.
¿Por qué se le relaciona con el sacrificio humano? En el calendario Maya, había un día en concreto que se le decía Manik, se simboliza con una mano en posición de agarrar, generalmente significaba tomar algo y ofrecerlo a los dioses normalmente usaba un venado y así ofrecerlo al dios del sol.
Pero cuando no se cazaba animales, tomaban personas, se les obligaba a huir, para luego ser apresados y ofrecidos en sacrificio a Buluc Chabtan para calmar su ira.
Chac Bolay:
El dios Jaguar, de igual manera relacionado con el señor de la muerte, Yum Cimil, según los mayas él era el patrón del día Akbal, que representa la oscuridad, este era el séptimo día en el calendario.
Según los mayas el dios jaguar y el dios del sol eran la misma entidad, tomaba la forma del felino para así viajar en la oscuridad y en el inframundo. Se caracteriza por presentar una cabeza de jaguar, con un mechón de cabello a medio lado, dientes incisivos por fuera y su cuerpo lleno de manchas que simboliza el cielo nocturno y las estrellas.
La importancia del Jaguar en la cultura maya recae en la destreza, fuerza y fiereza del animal a la hora de cazar, representaba a varias divinidades y era alabado como el señor de la fauna. Las creencias dicen que el jaguar domina las fuerzas cósmicas del día y de la noche, por ello era un felino nocturno y crepuscular, además de un símbolo sagrado.
El felino también representa lo que está en el cosmos, simboliza la vida, la fertilidad, es común ver muchas edificaciones con referencias al susodicho.
Yum Kimil:
Uno de los dioses mayas más importantes, es el dios de la muerte, aquel controla todo el infierno, con una apariencia muy singular, su imagen simula la de un cadáver en estado de putrefacción, calvo, con el vientre inflamado, rostro esquelético, cuerpo delgado y piel lleno de manchas.
Aunque con el paso del tiempo se le fue relacionando con algunos animales, entre lo que destaca el búho, perro y el jaguar, ya que para los mayas esos eran símbolos de autoridad. Yum Kimil, señor del inframundo, responsable de la muerte de los enfermos, no porque los dejaba perecer sino que los arrastraba al Xibalbá y allí los asesinaba sin piedad.
De los dioses mayas era el más poderosos, que entre sus prendas resaltaba pieles o partes del cuerpo de animales o en defecto el metal, ya sea cobre, hierro y raramente oro. Su olor era desagradable, el mismo salía de sus fosas nasales y muchas aldeas lo conocían como «El dios de la flatulencia.»
Los ritos a Yum Kimil eran por diversos motivos, se ofrecían sacrificios para calmar su ira y cuidar a los más débiles pero también para suplicar su bendición, pedían su poder antes de ir a las batallas o guerras.
Zipacná:
Normalmente llamado demonio junto su hermano Cabrakán, arrogante violento, era descrito con la forma de un caimán gigante, decía que él era el creador de las montañas.
Se le considera una deidad vengativa, debido a que se relata que un día yacía en tranquilidad en una playa, observó unos hombres tratar de construir una choza, los mismos no podían cargar con la madera, eran cuatrocientos en total, Zipacná soberbio para demostrar su fortaleza se ofreció a ayudarles.
Sin complejidad cargó la madera y los hombres sorprendidos pensaron que alguien así debía de estar muerto, por ende planearon asesinarle.
Lo convencieron para cavar un agujero inmenso y allí dejar caer ese tronco para formar un poste, la deidad lo hizo, pero cavó un túnel secreto si algún problema ocurría, los hombres dejaron caer el tronco y Zipacná fingió su muerte, sollozando y agonizando de dolor.
Allí estuvo tres días, mientras ellos construían su hogar y en la noche apareció cuando todos estaban ebrios y derrumbó el lecho, asegurándose de matar a todos ellos sin dejar sobrevivientes.
Claro está eso no terminó allí, Hunahpú e Ixbalanqué, los gemelos divinos solicitaron venganza sobre Zipacná, una mañana se encontraron con la deidad hambrienta, buscaba cangrejos para comer y los hermanos le dijeron donde había.
El caimán no captó el truco viendo el crustáceo entró al mismo para devorarlo, posterior fue encerrado dentro de él, para asegurar que jamás escape una montaña quedó encima de Zipacná.
Camazotz:
Es un vampiro en la mitología mesoamericana, es el dios murciélago de los aztecas, de los mayas y además el primera figura relacionada con vampiros en el continente. Se le representa como un murciélago o en defecto como un hombre con cabeza de dicho animal, siempre con un cuchillo en mano especial para sacrificios.
Adorado como un dios, dueño de los misterios, de la vida, de la muerte, poseía el poder de curar cualquier enfermedad pero también cortar el hilo de la vida que une el cuerpo con el alma. Se dice que el poder de Camazotz era tan amplio que con el simple hecho de verlo podría ocasionar tu muerte. Sus ofrendas siempre eran decapitaciones.
En el Popol Vuh participa como uno de los dioses encargados de erradicar a los hombres de madera, además estuvo relacionado con los hermanos Hunahpú e Ixbalanqué, ya que los mismos tuvieron que pasar una noche en los dominios de la deidad, cuando el alba se aproximaba Hunahpú fue decapitado por él su hermano lloró desconsoladamente, aunque logró recuperar la cabeza usando una calabaza de reemplazo.
Estos eran los dioses que los mayas más temían, por su poder, su sed de sangre, pero todavía hay otras leyendas interesantes.
Otros dioses mayas relevantes
En una cultura tan extensa, con un panteón que supera la cantidad de 30 divinidades hay mucho material a elegir, en esta parte hablaremos de aquellos que son de vital importancia pero no relacionados directamente el Popol Vuh.
Hunab Ku:
La mayor de todas las deidades, padre de todos, dentro de los dioses era reconocido como el más poderoso, el verdadero, único dios de la creación, debido a él se hizo el universo y salen todas las demás deidades.
Considerado el corazón que coordinaba todo el universo, fuente de energía que conecta a todo ser vivo y transmitía la información de todo, los mayas creían que este dios se manifestaba a través del sonido, la luz, la energía, pensamiento, amor.
Encargado de la formación de los planetas, de los soles, las estrellas, todo ser vivo capaz de sentir, pensar. Los mayas desarrollaron un sistema de comunicaciones uno en concreto era el Hunab Ku 21, que se enfocaba en la consciencia y debía de ser realizado a diario.
Constaba de cuatro fases, una llamada estándar cósmico enfocado al tiempo, las segunda armonía cósmica que es lo relacionado a la vida, la tercera fase tenía por nombre cubo cósmico que se definida por los sentidos y la que falta se llamaba esfera última que es todo lo relacionado a la mente. Gracias a esto se le rendía tributo a Hunab Ku.
Itzamná:
Primer hijo de Hunab Ku, conocido como el dios de la sabiduría, dios del cielo, la noche y el día, considerado como el espíritu universal de la vida, razón por el cual animal el caos para que exista la creación. Te invitamos a ver el siguiente video:
Al inicio fue un sacerdote, fundador de la ciudad de Chichén Itzá, dedicado exclusivamente para compartir su conocimiento, además que inventó los primeros caracteres que posterior fueron usados como letras por los mayas.
Siempre fue tratado como alguien benevolente, nunca se asoció con el mal, la destrucción, muerte o desastre, su esposa fue la diosa maya de la luna, el amor y la gestación llamada Ixchel, de este romance salieron trece hijos, dos de ellos fueron dioses creadores.
Se le grafica como un anciano, pero al ser un dios omnipresente puede tomar la forma que desea, aunque es común retratarlo como un ave o un cocodrilo.
Itzamná es importante ya que al ser el dios de la sabiduría enseñó muchas formas de vivir, dentro de sus doctrinas está la de existir con propósito, aceptar a los demás sin importar las diferencias y encontrar un camino con amor y sin odio.
La madre virgen y los gemelos dioses.
Cuando leemos el título, seguro pasará por tu cabeza, ¿quiénes son? Dentro de la mitología maya, Ixquic es una de las figuras con mayor importancia, debido a que fue la madre de los grandes gemelos Hunahpú e Ixbalanqué que lograron múltiples hazañas con valor y determinación.
Ixquic: La hija más joven de Cuchumaquic, señor del inframundo, cuenta la historia que tras haber escuchado del dios Hun-Hunahpú aquel que fue transformado en árbol, con curiosidad de acercó de forma clandestina al sitio y así probar el fruto que podría ofrecer.
Quiso alimentarse y sólo vio calaveras sin vida excepto una en especial que era el del dios de la pelota, este escupió saliva en la palma de su mano y posterior quedó embarazada.
Su padre furioso al enterarse del embarazo la sentenció a muerte por deshonra, debido a que la mujer no tenía derecho a disponer de su virginidad. Ixquic logró huir y dio a luz a los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué, quienes en un futuro derrotaron a los señores de la muerte y se convirtieron en dios del sol y la luna respectivamente.
Ixquic es relevante dentro de los dioses mayas debido a que demuestra la evolución femenina, su nombre significa sangre de mujer. Su función quitando la de procrear a los gemelos es representar la unión del inframundo con el mundo exterior
El caso de Ixquic el árbol no es un símbolo de sabiduría como en otras culturas sino de fertilización, la princesa del Xibalbá ascendió desde debajo de la tierra hasta su superficie, como si la germinación se tratase.
Hunahpú e Ixbalanque:
Hijos de Ixquic y Hun-Hunahpú, dos grandes guerreros que se hicieron su nombre debido a sus heroicas hazañas, en la que destaca vengar a su padre en el inframundo y enfrentarse a Zipacná y Camatotz.
Aunque claro al inicio no fue todo tan sencillo, según los mayas cuando una mujer da luz a gemelos se consideraban una bendición o un castigo, ya que podrían convertirse en una deidad buena o en defecto sembrar el mal sin control, por ende siempre se sacrificaba a uno para evitar desgracias.
En el caso de este dúo, los dos nacieron con el sentimiento del odio arraigado al alma, a fin de cuentas su origen viene de ello, su padre ansió venganza y de alguna forma u otra la iban a lograr.
Los gemelos eran astutos, valientes, tenaces y cuando crecieron planificaron su venganza contra Hun Camé y Vucub Camé, los asesinos de su padre y de su tío, los engatusaron de la misma forma que hicieron con su progenitor y les causaron muerte.
Respecto a los demás señores del inframundo, se encargaron de quitarle sus poderes oscuros, evitando que atenten contra la integridad del indefenso, esto permitió que sean venerados por el pueblo.
Los hermanos fueron elevados a la categoría de una alta divinidad gracias a sus logros y aventuras, pasaron a ser reconocidos como dioses del tiempo. Jamás fue necesario sacrificar a uno como bien dice la profecía, ya que siempre obraron en el buen sendero. Ixbalanqué fue nombrado como Dios del Sol y en el caso de Hunahpú se le dio el título de Dios de la Luna.
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