La vida pública de Jesús es un filme que se encarga de contar los años que Jesús se dedicó a predicar la palabra de Dios Padre, hacer milagros, sanando y enseñando a todos como alcanzar la salvación. Te invitamos a conocer los detalles de este filme aquí.
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La vida pública de Jesús
La vida pública de Jesús es una película del año 1980, fue también lanzada en varios países bajo el nombre de «Jesús». La misma fue dirigida por los cineastas John Krish y Peter Sykes y protagonizada por Brian Deacon quien realizó el papel de Jesús de Nazaret. Esta película cuenta la vida de Jesús desde su nacimiento y terminando con su ascensión al cielo.
Para realizar la película fue seleccionado El Evangelio de San Lucas de la Santa Biblia, con base en la palabra santa se edificó la trama de la vida pública de Jesús y los diálogos que forman parte importante del mensaje del la película.
Realizar esta película ameritó una inversión de tiempo y mucho estudio, la selección de las locaciones, las actrices y actores que darían vida a cada uno de los personajes que formaron parte de la vida de Jesús, llevó aproximadamente cinco años de cuidadosa preparación.
Argumento
La película comienza con una narración que explica que la historia está fundamentada en el Evangelio de Lucas, de la misma forma en que este fue narrado por Lucas a Teófilo. En aquel tiempo, cuando el poder de Roma se encontraba en manos del emperador Augusto y el rey Herodes el Grande, un ángel llamado Gabriel visitó a María, una joven virgen que se encontraba comprometida para desposarse. Este ángel le dice que ella dará a luz a Jesús, el Hijo de Dios.
Luego de que María pregunta todas sus inquietudes y el ángel se las responde, ella acepta con toda humildad la noticia. Decide entonces María visitar a su prima Isabel, quien se encontraba milagrosamente embarazada de quien se convertiría en Juan el Bautista. Al llegar María a casa de Isabel esta le dice que ella es la mujer más bendecida y que su hijo es bendito.
Estando María embarazada los romanos deciden realizar un censo a toda la población, pero las personas debían censarse en la ciudad que los vio nacer. Es así que José debe viajar a su ciudad natal Belén y debe hacerlo en compañía de María porque ella era su esposa. El viaje promueve el nacimiento de Jesús, es así que nace en un humilde pesebre en Belén.
José y María tenían la tradición de ir todos los años a celebrar las Pascuas a Jerusalén. Teniendo ya Jesús 12 años de edad, deciden, como todos los años, viajar a Jerusalén, pero este viaje sería distinto a los demás porque Jesús sin que sus padres se percatarán que se quedó en Jerusalén, mientras ellos ya tenían al menos tres días de viaje de regreso se percataron de su ausencia.
Llenos de angustia se regresan a Jerusalén y consiguen a Jesús rodeado por los líderes religiosos y maestros, quienes estaban impresionados por la educación, palabras e interpretación de la palabra de Dios que, ha su corta edad, profesaba Jesús. Cuando María pregunta por su paradero, Jesús le dice que él estaba en la casa de su Padre.
Años después durante el reinado del emperador Tiberio y el rey Herodes Antipas, Juan el Bautista inicia su ministerio de predicación. Él realiza el bautismo de Jesús en el río Jordán y se hace presente el Espíritu Santo, quien desciende sobre Jesús en forma de paloma.
Luego se presentan diferentes situaciones en las cuales Jesús es persistentemente tentado por Satanás en el desierto, pero Jesús resiste cada una de las pruebas interpuestas por el diablo. Luego comienza entonces la vida de Jesús predicando que él es el Mesías, ese que Isaías profetizó escapando por muy poco de una multitud enardecida que quería asesinarlo.
Jesús comienza el reclutamiento de los discípulos, entre ellos Pedro, Santiago y Juan, mientras viajaba a Capernaum. Comienzan a mostrarse algunos de los milagros, uno de ellos cuando resucita a la hija de Jairo. En la trama se muestra como Jesús logra reclutar a los doce apóstoles entre sus discípulos, incluyendo a Mateo y a Judas Iscariote.
Dentro de los personajes que acompañan a Jesús en la trama no podían quedar por fuera algunas de la mujeres importantes en su vida, como lo fueron sus seguidoras: María Magdalena, Joanna y Susanna. En la película se desarrollan varias de las enseñanzas y mensajes de Jesús, así como sus famosas parábolas, como la del fariseo y el recaudador de impuestos, la parábola del sembrador, la regla de oro, las bienaventuranzas, y amar a tu enemigo.
También muestran ese importante episodio de la vida pública de Jesús en la que aplaca una tormenta en el mar cuando viajaba con sus discípulos a través del Mar de Galilea. El exorcismo que realiza sobre el hombre que estaba poseído por el demonio y al que todos temían. La multiplicación de los panes en Betsaida, donde alimentó a más de 5000 personas. Otro de los eventos que se muestran en el filme es la transfiguración que sufre Jesús.
Este es el inicio de la ira de los fariseos y los maestros religiosos. Otro de los episodios que se muestra en la trama es cuando Jesús se hace amigo del recaudador de impuestos Zaqueo y lo convence de pagarle a las personas que ha extorsionado. Mientras realiza la predicación de la parábola del buen samaritano, Jesús se hace amigo de una niña pequeña y le dice a sus discípulos que no prohíban que los niños se acerquen a él.
La parte culmen de la película es desarrollada en el Jardín de Getsemaní, donde se evidencia la traición de Judas y la negación de Pedro, la cual realiza tres veces antes de que cante el gallo. Jesús es llevado ante los líderes religiosos quienes lo condenan, luego Poncio Pilato lava sus manos se exonera él y exonera a Jesús, y lo envía a Herodes, pero los líderes y la multitud exigen la muerte de Jesús. Se muestra la liberación de Barrabás y condena a Jesús a la crucifixión.
Como podemos observar el argumento de la película selecciona la vida de Jesús desde su concepción como hijo de Dios en el vientre de María, pero hace énfasis en la vida pública de Jesús, sus momentos de predicación y milagros, todos llevados como enseñanzas y ejemplos. No deja ninguno de los grandes momentos de la vida pública de Jesús sin reseñar.
Lanzamiento
La película promocionada y financiada por Warner Bros tuvo su estreno en Estados Unidos, para ello, se realizó un trabajo intenso con las iglesias católicas y cristianas, y la promoción ante estas comunidades estuvo a cargo del mismo Paul Eshleman.
La película fue vista en las salas de cine por cuatro millones de espectadores a finales del año 1980 y durante el año 1981, sin embargo, a pesar de haber sido una película popular en las masas de creyentes cristianos, no tuvo la aceptación ni el interés esperado por el público en general, habrían visto la película de Jesús a finales de 1980 y 1981.
Sin embargo, aunque la película era popular entre el público cristiano, no logró atraer al público general, por lo que resultó ser una película que generó la misma cantidad de espectadores pero en pérdidas 4 millones USD. No obstante, se ha realizado un relanzamiento en diferentes idiomas que ha permitido que la película sea vista por más de 11 millones de personas, llegando a los lugares más recónditos del mundo.
A continuación desarrollamos para ustedes episodios importantes de la película en cuya lectura conocerán parte de la trama, pero lo más importante que deseamos entregarles es cada uno de los mensajes que son emitidos durante la película, La vida pública de Jesús.
El Camino del Jordán
Como es sabido por todos los primeros treinta años de Jesús los dedicó a vivir una vida humana sencilla, rodeado de su familia, una vida de trabajo en donde aprendió el oficio de su padre. Luego al cumplir sus treinta años de edad inicia el camino para ejecutar la misión encomendada por el Dios Padre.
Es en el momento cuando inicia su camino del Jordán, que la vida de Jesús se hace verdaderamente pública, comienza hacer reconocido por todos, los que los seguían y quienes disentían de su palabra. Era imposible que su vida no fuera pública ya que tenía capacidades que ningún ser humano poseía, él era el hijo de Dios.
Llegado entonces el momento de anunciar la existencia y probar que el Reino de Dios puede ser para cada una de las personas que habitan la Tierra, comienza su recorrido dando a todos las pistas para que luego de esta vida pudiéramos ser merecedores de la salvación en la vida eterna. Te invitamos entonces a través de este hermoso filme a conocer en detalle todo lo que sucedió en la vida de Jesús durante esos tres años.
Ha llegado la hora
Podríamos incluso pensar que los treinta años anteriores a iniciar su recorrido tomando el camino del Jordán Jesús solo se había dedicado a tener una vida común como la de cualquier otro humano, en realidad esto no fue así, Jesús se preparaba para poder hacer frente a la responsabilidad que le había sido encomendada.
Jesús vivió sus primeros treinta años de vida en un ambiente pleno de amor. El hogar en donde creció estaba bañado de calor y amor por todos los rincones, no podía ser diferente ya que sus padres lo amaban, ellos sabían y reconocían en su hijo al Hijo de Dios. Todos en casa servían por amor.
Su padre adoptivo José pasó de hombre joven a ser un hombre maduro que veía como crecía en espiritualidad y amor su hijo, y fue así hasta el día de su muerte, Jesús lo acompañó con María hasta su último suspiro. Jesús continuó su vida con el consuelo de estar con María, la esposa virgen y el niño convertido ya en hombre.
Ella madre como ninguna se encargaba de poner ese toque maternal en todos los rincones del hogar, no había nada que hiciera en donde no se sintiera que estaba realizado con todo el amor de madre posible. Es por ello, que María es reconocida no solo por su maternidad virginal, sino por ser la madre más madre de todas las madres.
José en un acto de amor colocó su taller en el mismo lugar en donde Jesús santificó el trabajo de los hombres. Con este hermoso detalle se nos muestra un mensaje que debemos reconocer y llevar con nosotros siempre, que es el hecho de enaltecer el trabajo realizado con las manos y la mente, este es elevado a un nivel de vocación de santidad y redención que complementa el acto creador de cada esfuerzo realizado con el sudor de nuestra frente.
El filme está lleno de detalles y mensajes hermosos como este, en donde podemos reconocer con esta escena el sudor que proviene desde Adán y el que se torna salvador; aunque el trabajo cueste, es siempre un acto de amor.
Cuando Jesús decide que es momento de dejar Nazaret, está consciente que al dejar su amada casa quedan innumerables momentos y horas de oración, que involucran actos de verdadero amor con sus padres, José y María. Su vida plácida y tranquila en la que cualquier solicitud estaba acompañada de un “por favor”, es e hermoso lugar en el que todos obedecen a todos.
Dejaría la seguridad de su hogar, esa que le brindaba el descanso reparador cuando el cuerpo lo pedía. Todo ello y más dejaría Jesús al salir de Nazaret, para entrar en un mundo desconocido, un mundo en el que probablemente no encontraría ese amor encarnado en la tierra, reflejo de la vida del Eterno.
Pero incluso la incertidumbre de no saber con qué se encontrará no lo detiene en la decisión y camina convencido, pues su amor espiritual ha madurado en ese hogar lleno de amor y enseñanzas y al tomar la decisión dice: «¿No sabéis que debo dedicarme a las cosas de mi Padre?». En este momento comenzaría la vida pública de Jesús.
Jesús siendo un desconocido para muchos inicia su camino al Jordán, dejando a tras a su tierra natal Nazaret y con ella todos sus recuerdos, amigos y vivencias. Es definitivamente guiado por una energía celestial superior el Espíritu Santo, inicia decidido de cumplir la misión y por supuesto consciente que tiene delante de él un reto enorme, que solo puede ser logrado con mucho amor, debe redimir los pecados y culpas de toda la humanidad.
Él sabía que el precio al cual debe comprar la vida de los hombres es muy alto, sin embargo, esto no lo detiene y camina decidido. En su recorrido desde Nazaret al Jordán va mostrando y demostrando su inmenso amor por el mundo entero.
En el filme se intenta en todo momento de mostrar la humanidad hermosa, sutil, amorosa de Jesús, en cada paso que da, a cada ciudad que visita se va abriendo camino anunciando a todos los que lo escuchan la buena nueva.
Se hacen intentos enormes utilizando diálogos, escenas y más para mostrar como la mente y el corazón de Jesús se abren a todos, como a través de sus mensajes y parábolas Jesús quiere mostrar a todos que ha llegado el momento de dar paso a un mundo de luz y dejar ese mundo de tinieblas.
El camino
Las locaciones seleccionadas permiten vivir el recorrido realizado por Jesús, comienza descendiendo por la feroz llanura de Esdrelón, acercándose desde Samaria al río Jordán. Desde el Jordán con un andar silencioso se dirige al sitio en donde se encuentra Juan, cerca de Judea, quien está en búsqueda del nuevo profeta que clama en el desierto.
Recordemos que Juan tiene en su nacimiento y concepción signos de la intervención de Dios, ya que Juan fue concebido por una madre estéril, quien tiene la Gracia y Gloria de concebir en su vientre a Juan por obra de Dios.
El llamado a la conversión para seguir el camino de Dios se hacer un clamor y muchos escuchan este llamado, sin ni siquiera conocer y saber quién se encuentra entre ellos, caminan hacia las aguas, compartiendo este momento y este espacio con ese hombre joven que ha decidido llevar todos nuestros pecados sobre sus hombros.
Camina Jesús enseñando al mundo que se puede cambiar el desierto en paraíso si todos logran amar como él a Dios, si todos se convierten y renuevan su fe. Es Dios comenzando a caminar entre los hombres, así ha comenzado la vida pública de Jesús.
Juan Bautista
Juan Bautista comenzó a predicar un poco antes de que comenzará la vida pública de Jesús. Cuando Jesús llega al Jordán, Juan ya se encontraba allí y era conocido como Juan el Bautista, su nombre surge de la acción que había tomado Juan como una responsabilidad, que era la de bautizar con agua, en señal de purificación de los pecados, para poder estar preparados para recibir la llegada del Mesías.
Este momento se encuentra reseñado en las palabras sagradas y de allí es tomada la escena, ya que la palabra dice: «He aquí que yo envío a mi mensajero, para que te preceda y prepare tu camino”. Jesús mientras caminaba hacia su encuentro realizaba peticiones al Señor Padre. Voz del que clama en el desierto: “Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas«.
Juan aparece en el desierto con un traje de piel de camello y cinturón de cuero en la cintura. Predicaba que el bautismo era para obtener el perdón de los pecados. Les decía a las personas que se acercaban desde Judea y Jerusalén, que después de él, vendría alguien más poderoso.
Les decía que ni siquiera él era digno de arrodillarse ante él y por ello debían prepararse y limpiar sus pecados para poder recibirlo. Las personas confesaban ante Juan sus pecados y él los bautizaba en agua, haciéndoles saber que cuando llegará el Mesías los bautizaría en el Espíritu Santo.
El origen de Juan
Todos conocían el origen de Juan, él era el hijo de Zacarías quien se desempeñaba como sacerdote del Templo y su madre era Isabel. Cuando Isabel queda embarazada de Juan ambos tanto Zacarías como ella ya eran ancianos. Se presentaron situaciones que hacían dudar a las personas sobre la suerte de Juan, primero ellos eran muy ancianos como para criar a un niño y también en muy extrañas circunstancias Zacarías había perdido la voz cuando realizaba el culto del Templo.
Las personas que habían presenciado este momento comentaban entre ellos: ¿Cuál será la suerte de ese niño? Cuando Zacarías, recupera la voz da a conocer una profecía respecto a Juan que dice: había pronunciado unas palabras proféticas en las que decía del niño:
«Y tú, niño pequeño, serás conocido como profeta del Altísimo, ya que irás delante del Señor para ir preparando sus caminos, serás tú quien dará a su pueblo la ciencia de la salvación para que todos puedan redimir sus pecados, por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, seremos entonces visitados por una luz que vendrá de las alturas, esta hermosa luz iluminará a los que se encuentran en las tinieblas y la sombra de muerte por el camino de la paz«.
Estas palabras dichas por Zacarías eran una prueba de las palabras que había referido el arcángel Gabriel: «y él caminará delante de él con el espíritu y poder de Elías para atraer los corazones de los padres hacia los hijos, y los rebeldes a la sabiduría de los justos para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto» (Lc).
El aspecto de Juan
Juan el Bautista tenía una imagen coherente con su palabra, su aspecto era el de una persona que vivía en la austeridad. Las personas se le acercaban sin importar si eran fariseo, publicanos esto no importaba igualmente el los recibió y les profería las penitencias que les correspondía según sus pecados. Estas personas reconocían en Juan una persona con elevada coherencia, lo que los atraía, mientras que los hipócritas decían que exageraba en su aspecto.
La atención estaba en él
Juan siempre les decía, a las personas que se acercaban a él para escuchar su palabra o para pedir perdón por sus pecados, que él los bautizaba con agua, pero que vendría uno más poderoso que él, ante el cual no tenía la dignidad ni de soltar los cordones que atan sus sandalias.
Este ser supremo los bautizaría con el Espíritu Santo y fuego. Estas palabras creaban en las personas que las escuchaban tal inquietud y expectación que los discípulos se mantenían siempre atentos, esperando el gran momento.
Juan respondía utilizando las palabras del profeta Isaías quien había anunciado la llegada de un precursor mesiánico: «Yo soy la voz del que pide en el desierto: enderezad el camino del Señor«.
Esto no respondía las inquietudes de los fariseos, ellos querían conocer el significado de su bautismo de agua, a lo que Juan respondía con las mismas palabras que decía a todos los que a él se acercaban: «Yo bautizo con agua; en medio de ustedes está el al que no conocen, el que viene detrás de mí, ese ante el que yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia«.
La voz y la Palabra
Juan es la voz y Jesús es la Palabra. Jesús continúa su camino hacia Juan y con su voz llenará de luz el mundo entero. Los que realmente escuchen la voz de Juan, estarán sin lugar a dudas más cerca de conocer la palabra que los salvará.
Jesús camina con toda seguridad junto a los otros el va a cambiar el mundo aquellos días, en su andar es rodeado de otros peregrinos, hombres de buena voluntad. Jesús continua en silencio, aún no es el momento de dar a conocer la palabra definitiva del Padre, ese Verbo de vida, es demasiado lo que se revelará el próximo día.
El bautismo de Jesús
En esta historia que cuenta la Vida Pública de Jesús, se incluye por supuesto el momento en el que Jesús llega al Jordán para ser bautizado por Juan. Su andar pausado pero seguro lo hace mezclarse con un grupo de peregrinos que vienen de Galilea, Momento cumbre de la escena cuando Jesús se coloca frente a Juan quien lo reconoce de manera inmediata, y comienza un breve diálogo, lleno de humildad: «Soy yo quien necesita ser bautizado por ti, ¿cómo vienes tú a mí?»
Cumplir con la justicia
Juan el Bautista no lo conocía como Mesías y portador del bautismo de fuego y del Espíritu Santo, pero si le conoce como pariente, esto es lo que había escuchado de boca de su madre Isabel y también de su padre Zacarías. Juan sabía que Jesús es justo, que no tenía ningún pecado en Él, que amorosamente rezaba, que ama a Dios y que ama a su padres.
Es posible que Juan conociera más sobre Jesús, pero no lo sabe todo. Cumpliendo Jesús toda justicia, desciende a las aguas ante Juan. Siendo Jesús inocente de todo pecado al descender a las aguas asume todos los pecados de los hombres. Esta decisión le costará dolor, sangre y sudor, será la demostración más grande jamás vista, será crucificado y dará su vida por la de todos.
¿Qué sucede cuando se sumerge Jesús
¿Cuál es el significado que tiene justo ese momento en que Jesús entra en las aguas y Juan el Bautista moja y sumerge su cabeza en esas aguas?, en ellas se encuentran todos los pecados de los hombres, esta agua habían limpiado el cuerpo, y este es el símbolo de limpieza de las almas que se arrepienten de todos sus pecados ante Dios.
Al ser sumergido Jesús en estas aguas, las mismas son santificadas, lo que hace que se renueven, serán entonces ahora aguas vivas que se convierten en uno de los signos que nos permitirá llegar hasta la vida eterna.
Dios se manifiesta
Otra escena de la película que es realmente especial es cuando al salir Jesús del agua se sucede el gran acontecimiento: La Gran manifestación de Dios, inmediatamente después de ser Jesús bautizado por Juan el Bautista y salir del agua se abrieron los Cielos se hizo presente el Espíritu de Dios que descendió desde los cielos en forma de paloma sobre él.
Y se escucha una voz grave pero llena de amor que dice: Este es mi Hijo, el amado, en quien me he complacido. Esta escena es la presentación de Jesús como el Mesías, la presentación de su propio Padre, nuestro Creador Dios.
Este paraje de la película es verdaderamente hermoso porque es el reconocimiento del Padre quien le dio la vida y el amor incondicional del Hijo que ama a su Padre y le obedece sin juicios, aceptando incluso descender a las aguas como hombre sabiéndose Dios. Y por supuesto el reconocimiento de un Padre complacido que le ama con amor total y reconoce en su Hijo a todos los hombres saliendo del pecado, por lo que también los ama a ellos en el Hijo.
El Espíritu
Jesús entonces es proclamado por el Espíritu como Cristo, es el rey del reino del Padre puede actuar ante los hombres con plena libertad y el Espíritu lo impulsará y encenderá en fuego divino. Entonces reconocemos en la paloma al Espíritu, esta escena simboliza la unión de la nueva tierra y la paz divina, es definitivamente el símbolo de amor de una alianza entre los hombres que decidan vivir guiado por el amor de Dios.
Las tentaciones del desierto
Inicia entonces el camino de Jesús como el ungido Cristo y es guiado por el Espíritu al desierto, donde reza, se preocupa y sufre la tentación de Satanás. Las tentaciones se dan durante cuarenta días y cuarenta noches de oración y ayuno.
El silencio
Jesús se enfrenta a un gran combate en el desierto y debe asumir su vocación de Mesías, pero con plenitud humana. Esta experiencia es vivida por Jesús con una espiritualidad extrema. El silencio es la manera que encuentra para hacer expandir su espíritu y establecer una relación cercana con Dios. El ayuno es otra forma practicada de purificación.
El demonio
La oscuridad, la maldad es personificada por el demonio, él es un ser vivo inteligente, pero pervertido y con capacidad para hacer que otros sean como él. Él demonio es un ángel que se rebela en contra de Dios. En sus múltiples formas de tentar no podía evitar tratar de ganar al Hijo de Dios.
El demonio tenía que buscar la manera de conocer quién era realmente Jesús, todo con el propósito de demostrar al hombre que no era posible que un hombre pudiera amar más allá del amor propio. Él es padre de la mentira y de la maldad intentará disuadir a Jesús de su misión. Su presencia es fundamental en la vida de los hombres, es la manera en cómo pueden entender la diferencia entre el bien y el mal.
El diablo tienta a Jesús
Mientras cumplía el silencio y el ayuno de cuarenta días con sus cuarenta noches, Jesús sintió hambre, en ese momento de cruda debilidad humana el diablo lo tienta diciéndole: Si eres Hijo de Dios, has que estas piedras se conviertan en panes y Jesús respondió: Escrito está: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que procede de la boca de Dios.
De esta manera comenzó Jesús a enfrentar las tentaciones del diablo cada vez que intentaba hiciera su voluntad. Lo hizo en la ciudad Santa estando Jesús en el Pináculo del Templo, mostró también a Jesús todos los reinos y su Gloria ofreciéndolos todos si Jesús se postraba para adorarle. Pero Jesús siempre respondía con la palabra de Dios a cada una de sus tentaciones: Apártate Satanás, pues escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a Él sólo darás culto.
El momento adecuado
Satanás siempre elegirá el momento más adecuado para tentarle, siempre tendrá la paciencia para esperar cuando más débil te sientas, cuando la humanidad reclame lo necesario para continuar, lo hizo con Jesús, justo cuando sintió hambre y su humanidad se encontraba comprometida por la entrega extrema en la que se encontraba para acercarse a Dios, el demonio lo tentó.
El sentido de las tentaciones
Podemos entonces fortalecer nuestro enfrentamiento a las tentaciones por todas son asertivas en las soluciones, recordemos que el espíritu está sobre la materia y por o tanto debe regirla. La humildad nos permite mantener la confianza en Dios y el poder es para servirle a Dios y nuestros prójimos.
La primera tentación
Las tentaciones del diablo que intentaron quebrantar a Jesús tienen un mensaje más profundo que el simple hecho de provocar que Jesús como Hijo de Dios utilizara su poder para saciar su hambre. Jesús tiene cuerpo por tanto, surgen en las necesidades sensitivas y afectivas.
El pan es el alimento para la vida y el comerlo también conlleva un placer o satisfacción en la función natural. Es en este momento en que debemos identificar donde está incidiendo la tentación y transformar el gozo natural en amor propio, es allí donde radica la tentación y donde podemos equivocarnos.
Vivir el amor
Cuando Jesús responde en la primera tentación que: «No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que procede de la boca de Dios«, Jesús tiene la sabiduría de identificar lo malo en una propuesta que no tiene implícito algo que no sea realmente legítimo, como es el hecho de saciar el hambre. Jesús reconoce que la tentación es quebrantar su decisión de vivir un amor que vaya más allá del amor propio y de la satisfacción que pueden producir las cosas buenas.
Es claro que en su respuesta se encuentra también un mensaje que va mucho más allá que la negativa ante a la tentación interpuesta por el demonio, él está sometido a un amor superior. Jesús es moderado por naturaleza, el amor al Padre y a los hombres se encuentra por encima de las otras cosas buenas y santificantes.
Su misión coloca el placer de los sentidos en un lugar que le permite reconocer y enseñarnos que estos no lo son todo. Nos enseña en su respuesta que el amor sensitivo y el afectivo nos son malos, pero existe el amor espiritual, el cual debemos tener siempre presente. Cuando anteponemos a las tentaciones este amor espiritual logramos superar las atracciones de lo sensitivo y afectivo.
La segunda tentación
La segunda tentación es mucho más complicada de identificar ya que el diablo hace uso de la palabra sagrada salmo 91: «Si eres Hijo de Dios, arrójate abajo. Pues escrito está: Dará órdenes acerca de ti a sus ángeles, para que te lleven en sus manos, no sea que tropiece tu pie contra alguna piedra«. Le está diciendo que salve a la humanidad, el diablo sabe que el tiene el poder para hacerlo si así lo desea.
Esta tentación busca que Jesús haga gala de poder y deje impresionados a los hombres ante semejante demostración de poder sobrenatural de salvar a la humanidad. Era también el momento ideal para tentar a Jesús por segunda vez, porque la gente en ese momento creía en el Mesías y que anunciaría la salvación de Israel desde el pináculo del templo.
El diablo le sugiere la veneración, pero le oculta la vanidad con lo que abandonaría el camino de humildad. Si Jesús hubiera caído en la tentación hubiera perdido demostrar el amor verdadero que fue el mostrado en la cruz.
Tentar a Dios
Es tan inmenso el poder que puede tener la maldad, que en ocasión puede llegar a tentar al mismo Dios, no por el hecho de convertir a Dios en un pecador, lo que por origen es imposible, sino tentarlo sobre el hecho de que los hombres respondan a las tentaciones interpuestas por el diablo, al punto que el mismo Dios decida cambiar su proyecto de salvación.
Cuando Jesús es tentado por el diablo para que tome un camino diferente de menos dolor y menos sacrificio proponiéndole una salvación sobrenatural. Pero sabiamente elige la sabiduría del amor del Padre y rechaza el triunfo humano. No tentar a Dios es confiar en su misericordia.
La tercera tentación
«De nuevo lo llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria, y le dijo: Todas estas cosas te daré si postrándote me adoras«. El diablo le mostro a Jesús la posibilidad de crear un reino de paz, amor y justicia, hecho a su medida en el cual con todo su poder el puede organizar un reino de justicia desde lo religioso, este reino un reino de Dios que impere entre los hombres.
Tendría Jesús la posibilidad de crear leyes, la economía, la ciencia, la educación, el arte, todo para dirigir al hombre bajo la Ley de Dios. Que astuto mostrarle a Jesús todos los reinos humanos desde los más primitivos hasta los más grandes y ostentosos de poder China, Babilonia, Grecia, Roma y más, todos los mostro en el esplendor de sus mejores épocas.
Con lo que el demonio no contaba era con la sabiduría de Cristo, quien entendió claramente desde el principio que el reino de Dios no se puede crear desde el exterior, el reino de Dios debe estar crearse y crecer en el interior de las personas para que se pueda entonces instaurar en el exterior. El Plan de Dios es instaurarse en los hombres desde el amor, no imponerse y esto fue entendido por Jesús y por ello pudo también soportar esta tercera tentación.
La respuesta de Jesús
En la respuesta que da Jesús a la oferta del demonio no hay cabida para la duda, es un respuesta definitiva, le pidió que se apartará, le dijo que ya era suficiente de tanta insidia. En su respuesta acude a la Palabra de su Padre, a su sabiduría “Dios sabe más, el reino será realidad en los que quieran”.
Jesús estaba consciente que el hombre podía fallar, equivocarse o simplemente no estar interesado en formar parte del reino de Dios, pero también sabía que ellos siempre contarían con la misericordia de su Padre y la de él mismo. El reino de Dios sería construido en cada uno de los corazones de quien quisiera seguirlo, se haría presente en cada una de las acciones que estos harían, además esto lo haría infinitamente grande, sería un reino que abarcaría al mundo entero.
El hombre es libre por naturaleza esto debemos reconocerlo de esa manera, pero cuando hablamos de una vida espiritual en libertad no hay otra posibilidad de construirla que no sea con base en el amor. Para la construcción del reino de Dios en la Tierra debemos entonces actuar desde el amor, para que sea un reino lleno de justicia. Cuando lo pensamos de este modo podemos identificar inmediatamente el engaño del demonio, quería a través de la tentación suprimir el amor genuino de la creación.
Había ganado Jesús la primera batalla de muchas, porque la tentación estaría presente siempre por el resto de su vida. Este triunfo inicial ante las tentaciones de demonio nos enseñan a tener siempre presente la gloria Dios presente en la vida amorosa del hombre, no en el orgullo o en la soberbia de quien quiere ser admirado, porque como bien lo dijo Dios “Al Señor tu Dios adorarás y a Él sólo darás culto«.
El anuncio del Reino de Dios
En la vida pública de Jesús, el anuncio del Reino de Dios forma parte viva de la evangelización de Jesús. En cada una de las escenas que cuentan la Vida Pública de Jesús se anuncia el reino de Dios como una novedad, pero también como una buena noticia.
La aceptación del mensaje de Jesús
Cuando se inicia la vida pública de Jesús a través del evangelio, este tiene una aceptación impresionante de manera inmediata. Todas aquellas personas que se acercaban a Jesús y escuchaban sus palabras se sentían atraídas y aceptaban su mensaje. Lo más impresionante es que si sus palabras eran llevadas a otras personas que no lo habían oído a él directamente, también quedaban convencidos.
Es posible que se pregunten qué era eso que predicaba Jesús que tenía tanta aceptación, pues es nada menos que el Reino de Dios. En la palabra sagrada escrita por los evangelistas, se señala con todo aseveración que las personas creyeron en Jesús y fue alabado y adorado por miles. Cuando Jesús llegó a Galilea lo hizo predicando el Evangelio de Dios: a viva voz decía que el tiempo se ha cumplido y está cerca el Reino de Dios.
Juan el Bautista había preparado el camino para su llegada, en la que decía que estaba por llegar el Reino de Dios, por ello limpiaba de pecados a los hombres que se acercaban a él. Resulta que el momento del que tanto había hablado Juan estaba muy cerca y era el mismo Jesús estaba allí para traer el Reino de Dios de la mano.
Una dimensión religiosa
La presencia de Jesús en Israel siempre ha tenido una connotación religiosa, desde la monarquía de David, la cual subsistiría eternamente porque así lo prometió Dios. Desde entonces la esperanza del pueblo de Israel está unida a la estirpe de David.
La espera
La espera por la llegada del Mesías y con él, el Reino de Dios siempre ha llenado de gozo y jubilo a quien tiene esperanza. La palabra antes de Cristo escrita por Zacarías dice: «Salta de júbilo, hija de Sión; alégrate, hija de Jerusalén. He aquí que tu rey viene a ti; él es justo y victorioso….”
La buena nueva
Estamos llamados a convertirnos, debemos cambiar nuestra mente, debemos limpiar nuestros corazones para poder tener espacio para que more en nosotros el Reino de Dios. Esta predica es anunciada por Jesús en todas partes donde llegaba, era su evangelio, era el mejor de las noticias, el Reino de Dios estaba cerca ya faltaba poco.
Incluso no era ni siquiera importante dar detalles de que se trataba el reino de Dios, en la vida pública de Jesús, cuando el inicia su evangelio, lo realmente importante es entregar esta noticia de esperanza que por tanto tiempo había esperado el pueblo de Israel y cada uno de los hombres que creen en Dios. La aceptación de la mayoría de las personas que escuchaban el mensaje de Jesús es una buena señal para que se instaure el Reino de Dios en la Tierra.
¿Cuándo empieza la vida pública de Jesús?
La verdadera vida pública de Jesús se inicia a sus treinta años cuando decide dirigirse al Jordán, esta vida pública de Jesús solo duró tres años. A pesar de ser poco tiempo, los logros, el mensaje y la enseñanza de Jesús fueron extraordinarios y sin precedentes. Como podemos ver el resumen de la película, así como la reseña de los mensajes y análisis que se han realizado sobre la vida pública de Jesús, permite hacer un resumen de los aspectos y momentos más relevantes de la vida pública de Jesús.
No podemos iniciar sin nombrar en primer lugar el momento del bautismo de Jesús en el río Jordán realizado por Juan el Bautista, ese momento en que es ungido en el Espíritu Santo y presentado como Hijo de Dios. Es la primera manifestación de la Santísima Trinidad.
Como hemos indicado otro de los sucesos importantes en la vida pública de Jesús ocurrió en Caná de Galilea lugar donde Jesús realizó su primer milagro. Como quizás conocerán este episodio de la vida pública de Jesús, María y Jesús se encontraban en una boda y repentinamente se acabó el vino. La madre de Jesús le dijo a Jesús: No tienen vino, Jesús mandó a los sirvientes que llenaran de agua seis tinajas de piedra y las convirtió en vino bueno.
Este fue su primer milagro, fue una manera sencilla de manifestar su gloria y sus discípulos creyeron en Él. Este fue el primero de muchos milagros, Jesús curo a leprosos, hizo ver a los ciegos, resucito muertos, hizo hablar a los mudos, calmó la tormenta en el mar, realizó exorcismos para expulsar a los demonios y perdonar los pecados. Sólo Dios puede hacer milagros porque es todopoderoso.
En la vida pública de Jesús es ampliamente reconocido el Evangelio o la Buena Noticia, repetía sin cansarse que Dios era su Padre, pero también insistía que era también nuestro Padre, por lo tanto, somos hermanos. Predicaba con parábolas para hacer que las personas entendieran su mensaje y además con la historia siempre lo recordarán, fue una manera muy innovadora de llevar su mensaje y aún permanecen vigentes.
Jesús con la finalidad de fortalecer la fe de sus Apóstoles se transfiguró y esto lo hizo porque ellos tenían que ser fuertes y tener mucha confianza en él, se acercaba el momento de la Pasión de Cristo. Así que tomó a Pedro, a Santiago y a Juan y los llevó a un monte alto y allí frente a ellos se transfiguró, su rostro se puso resplandeciente como el sol y sus vestidos blancos como la luz.
Estando Jesús con su Apóstoles en la fiesta de la Pascua realizó la Última Cena. Tomó en sus santas manos una toalla, echó agua en un plato hondo y lavo los pies de sus discípulos, dando el ejemplo de cómo debemos ayudar y servir los unos a los otros.
Preguntas de los catecismos
Existen varias preguntas en los catecismos asociadas a la vida pública de Jesús y las cuales daremos su respuesta en este artículo. La primera es precisamente ¿A qué llamamos vida pública de Jesús?. Pues los cristianos llamamos vida pública de Jesús esos 3 años en los que Jesús predicó el mensaje del Reino de Dios, hasta el momento de su partida hacia la Gloria eterna.
Por último la tercera pregunta es ¿En qué se resume la vida de Jesús?. Es tanto lo que hizo pero podemos resumir que la vida pública de Jesús la dedicó a obedecer la voluntad del Padre, para poder cumplir su misión que era la redención de la humanidad.
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