En ocasiones la mujer es atropellada y humillada por actitudes erradas del hombre, quien, en su infancia, tal vez, no recibió la educación adecuada para tratar con respeto a la mujer, sigamos leyendo para ver cuál es la manera de dar el lugar correcto al ser humano que da luz a otro: la Mujer.
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El respeto a la mujer en la vida cotidiana
La mujer es una de las figuras más importantes en la familia, fue creada por Dios; no para ser inferior ni superior al hombre, es una cuestión de equilibrio ambos deben ejercer funciones en beneficio del hogar, cada uno debe ser un apoyo incondicional para el otro, sin perjudicar su bienestar. Veamos los factores que pueden intervenir en este caso:
La cultura y el trato a la mujer
Generalmente la mujer desde su niñez debe ser obediente a su padre, lo que crea el patrón de obedecer al hombre. Cuando esta crece y toma la decisión de unirse en matrimonio este patrón se ve reflejado en la obediencia que le da a su esposo.
La cultura ha enseñado a que la mujer debe estar en casa y cumplir con las tareas del hogar, de esta forma la mujer da apoyo al hombre quien debe estar en el trabajo para sustentar la familia, en muchos casos esta costumbre ha sido enfatizada de manera errónea denominando a la mujer como la sirvienta del hogar.
En la actualidad muchos hogares se ven afectados por la situación economía que agobian muchos países y el modelo se ve afectado originando que la mujer también deba salir de casa y trabajar para ayudar con el sustento del hogar, en algunos casos no hay la justicia de que ambos compartan los deberes de casa, si no, que la mujer debe trabajar y por encima de esto también cumplen con los oficios.
También se da el caso en que no hay necesidad en el hogar y la mujer se quiere sentir útil y ser parte de una actividad remunerada. No hay ningún problema con esto la mujer como el hombre son libres de tomar decisiones y actuar siempre y cuando no se perjudique la fluidez del matrimonio.
Que dice la biblia con respecto a la mujer al hombre:
«Porque el varón no ha de cubrir la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios: más la mujer es gloria del varón. Porque el varón no es de la mujer, sino la mujer del varón. Porque tampoco el varón fue criado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón.
Por lo cual, la mujer debe tener señal de potestad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. Más ni el varón sin la mujer, ni la mujer sin el varón, en el Señor. Porque como la mujer es del varón, así también el varón es por la mujer: empero todo de Dios».
(Corintios 11:7-12)
Escape de la percepción de mujer sirvienta
Hoy día la mujer tiene acceso a la educación que uno de los instrumentos que le permiten desenvolverse en el ámbito laboral siendo profesional, lo que le ha permitido ocupar cargos importantes al igual que el hombre. Aunque hay áreas que aun consideran a la mujer como un segundo lugar, sin embrago, la mujer con sus habilidades y empeño ha ido conquistando lugares para ejercer su libertad e igualdad.
Se debe acabar con el pensamiento de que la dignidad de la mujer y niños está dada por su debilidad. Que una mujer trabaje no le quita dignidad.
La iglesia en la celebración de la liturgia del matrimonio hace referencia a la mujer como la “fiel compañera de igual dignidad” y por medio de los cursillos prematrimoniales se hacen ver a los futuros esposos; ambos como cabezas del hogar, teniendo en cuando las virtudes de cada uno para fomentar la armonía y estabilidad del matrimonio.
¿Cómo se considera a la mujer?
La mujer es juzgada muchas veces por su apariencia física y en muchas ocasiones no le dan la oportunidad de dar a conocer sus habilidades, inteligencia y desempeño. Es conveniente tener en cuenta los que menciona la biblia al respecto.
“Que el adorno de ustedes no consista en cosas externas, como peinados exagerados, joyas de oro o vestidos lujosos, sino en lo íntimo del corazón, en la belleza incorruptible de un espíritu suave y tranquilo. Esta belleza vale mucho delante de Dios”.
Y tal como no deberíamos juzgar un libro tan solo por sus tapas, tampoco deberíamos juzgar a las personas simplemente por su sexo. (1 Pedro 3:3, 4, Versión Popular)
La mujer ha sufrido perjuicios por apariencia física, esta debe cumplir con patrones para gustar a un hombre, no debe ser así, cada mujer tiene su virtud natural y este debe ser visto con ojos de amor haciendo referencia al refrán español que expresa lo siguiente: “Una mujer hermosa gusta a los ojos; una mujer buena gusta al corazón. Si aquella es una joya, esta es un tesoro”.
Diferencia de responsabilidades
A pesar de la igualdad en dignidad de la mujer y el hombre estos desempeñan diferentes funciones que va encaminadas en el bienestar del matrimonio para cumplir con el objetivo principal: la formación de una familia digna en apoyo mutuo.
Cuando el matrimonio es bendecido con un hijo, las funciones de la mujer y el hombre se ven notablemente diferenciadas, debido, a que la mujer en un principio debe ejercer funciones indispensables para su bebe.
En este momento las funciones del hombre como la mujer debe ser encaminadas para el bienestar de su hijo y es muy importante el apoyo entre ellos. Relacionado a esto te puede interesar leer nuestro artículo sobre los deberes, responsabilidades y obligaciones de los padres.
El respeto en el hogar
Una queja muy común de muchas mujeres, específicamente de las esposas y madres que ejercen fuera de casa, es que los esposos o conyugues no consideran la faena del hogar como un trabajo a parte y, por ende, no toman la iniciativa de apoyar a efectuarla.
Aunque no sea de agrado a muchos esposos o conyugues de diversas culturas, debería ejecutarse un plan de actividades justo y equilibrado con respecto a las tareas del hogar, más en el caso de que la esposa también trabaje fuera de casa. Por supuesto, al dividir las actividades también deben temarse en cuenta los trabajos que realiza el hombre, que realiza con eventualidad, tales como; el lavado del carro, plomería, mantenimiento de algún área etc.
De alguna manera, esta sugerencia de apoyar en las actividades del hogar está en sintonía con el consejo que del apóstol Pedro a los esposos de morar con sus esposas “de acuerdo con conocimiento”. (1 Pedro 3:7.), esto quiere decir, que el esposo no debería ser únicamente alguien impersonal e insensible que habita bajo el mismo techo. Debe respetar la inteligencia, habilidades y experiencia de su mujer.
También debe comprender sus necesidades como mujer, esposa y madre, que no contempla solamente en que él se beneficie del pan y lleve un salario a casa; hoy día existen son más las mujeres que también lo hacen. El esposo debe comprender las necesidades físicas, psicológicas, sexuales emocionales, y, sobre todo, espirituales de su mujer.
Hay mucha más responsabilidad en el caso del marido que busca regir su vida bajo los principios cristianos, ya que esto implica seguir e imitar el ejemplo de Jesucristo cuando dijo:
“Yo los refrescaré. […] Soy de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para sus almas”. (Mateo 11:28, 29.) ¡Qué reto para los maridos y padres cristianos! Estos deberían preguntarse: “¿Soy un refrigerio para mi esposa, o soy represivo con ella? ¿Soy amable y abordable, o tiendo a ser un tirano, un déspota o un dictador?
¿Manifiesto ‘cariño fraternal’ cuando estoy en las reuniones cristianas y, sin embargo, soy insoportable en casa?”. En la congregación cristiana no debería haber ningún marido que tuviese dos caras. (1 Pedro 3:8, 9.)
No hay justificación para el mal trato de la mujer sea el esposo cristiano o no. El respeto adecuado para la esposa no contempla la humillación y represión, por supuesto la mujer también debe expresar respeto reciproco a su marido (Efesios 5:33; 1 Pedro 3:1, 2.)
La doctora Susan Forward afirma lo mencionado anteriormente: “Una relación saludable se fundamenta en el respeto mutuo”. De esta manera, ambos cónyuges tienen la responsabilidad del éxito del hogar.
Después complementa su afirmación: «Requiere interés, honestidad y sensibilidad para con los sentimientos y las necesidades de la pareja, así como también dar valor a las cosas que hacen que los dos sean tan únicos y especiales. Las parejas que se aman siempre buscan la manera de enfrentar las diferencias que hay entre sí; de crecer juntos y aprender de cada experiencia».
La Biblia también da muy buen consejo a los maridos en Efesios 5:28: “Los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa, a sí mismo se ama”.
El conveniente tener en cuenta que el respeto no debe ser exigido, se gana. En el matrimonio el esposo y la esposa deben ganarse el respeto actuando de manera prudente y considerada, uno con el otro.
Comportamiento respetuoso del hombre hacia la mujer
- De un buen trato a las mujeres con respeto y dignidad; no debe sentirse intimidado por el comportamiento de una mujer segura de sí misma
- Mantenga un margen de respeto con las mujeres, sobre todo si no es su esposa, de esta manera, si la tiene, la estará respetando
- Evite los comentarios subidos de tono y las miradas inapropiadas con otras mujeres que no sea su esposa. Relacionado a esto te invitamos a leer nuestro artículo ¿Qué dice la biblia sobre el adulterio?
- No menosprecie el trabajo de su esposa
- Sea comunicativo con su esposa
- Sea expresivo con el aprecio que siente por el trabajo de su esposa
- Ayude a su esposa con las actividades del hogar, estas tareas no van a rebajar su dignidad, todo lo contrario, lo hará un esposo más caballeroso y comprensivo
- Comprenda las necesidades y pensamientos de su esposa.
- Su esposa es su primera responsabilidad y ella necesita su apoyo, tome el tiempo para escucharla
- Fomente la comunicación en el hogar
- Sea amable con su esposa
Comportamiento respetuoso de la mujer hacia el hombre
- Alimente y conserve su amor propio, debe darse valor para poder valorar a su alrededor
- No se compare de manera injusta con su esposo
- Defina los límites para conductas y comentarios aceptables
- Sean considerada con la labor de su esposo
- En un desacuerdo, busque encontrar la mejor solución
- Respete a su esposo en cuanto a la vestimenta, sea prudente no use ropa de manera provocativa
Fomentar el respeto a las mujeres en los adolescentes
Cada día surgen noticias con respecto a la violencia de género, en muchas oportunidades, las víctimas son mujeres bastante jóvenes. Que implican maltrato verbal y físico, abusos sexuales, violaciones en conjunto, incluso asesinatos.
Es importante educar a los jóvenes, fomentar la igualdad y el respeto a las mujeres, sobre todo a educar para evitar la violencia de género. La equidad es uno de los derechos fundamentales de la infancia y también el instrumento para buscar minimizar la violencia en el mundo y la sociedad del futuro.
Los padres, profesores, y ciudadanos en general, tienen la responsabilidad de fomentar el respeto hacia las mujeres en los niños y jóvenes para de esta manera prevenir las agresiones hacia ellas.
Explica el doctor de la Universidad de Valencia y miembro de la Academia de Psicología Francisco Santolaya: “La violencia de género es una problemática a nivel mundial que se debe corregir desde edades muy tempranas ya que los patrones tóxicos y nocivos se interiorizan muy rápido en la pubertad. Se debería empezar a corregir e instruir la importancia del respeto a los niños en la escuela porque ya a los 16 años los roles están interiorizados y se dificulta restaurarlos”
El papel de la familia
Antes de la adolescencia, los padres deben enseñar a sus hijos a respetar a las mujeres y ser aliados y fomentar el apoyo contra este tipo de violencia. Con la unión de todos podremos ayudar a que se minimice y desaparezca en lo posible este acto tan desagradable. Relacionado a esto te invitamos a leer nuestro artículo el Poder de los valores en los jóvenes en la actualidad.
A mejor escuela para fomentar el respeto hacia la mujer es el hogar:
- Se debe dar a las hijas la misma oportunidad de crecimiento que a los hijos varones.
- Los hermanos no deben ser objeto de servicio a sus hermanos
- Los hijos varones también deben participar en el cumplimiento de las actividades del hogar
- Debe fomentarse el respecto y fidelidad en los hijos hacia las novias
El respeto en el trabajo
En la actualidad existen leyes que incluyen a la mujer como trabajadora y contemplan como debe ser su trato respetando sus derechos de igualdad, sin embrago, en ocasiones de alguna manera la mujer es afecta, ya sea, por comentarios o acciones de compañeros o jefes.
Haciendo referencia: ¿Han de ver los hombres a las mujeres como una amenaza a su ego masculino? En su libro Feminism Without Illusions, Elizabeth FoxGenovese escribió: “A decir verdad, muchas mujeres de hoy quieren lo mismo que muchos hombres: ganarse bien la vida, llevar una vida remuneradora y progresar en el mundo sin crear demasiados problemas”.
¿Debería interpretarse tal deseo o ambición como una amenaza contra los hombres? Elizabeth Fox-Genovese también dijo: “¿Por qué no reconocer que, a pesar de todos los cambios que ha experimentado nuestro mundo o pueda experimentar en el futuro, la diferencia entre hombre y mujer siempre existirá y se puede aprender a disfrutar de ella?”.
Los cristianos que están al cargo o superintendentes están profundamente obligados a respetar la dignidad de las mujeres que laboran con ellos y tener presente que una mujer en matrimonio solo tiene a un hombre como su “cabeza” en sentido bíblico: su marido. Puede que otros hombres estén en puestos de superintendencia y sean respetados por ello; pero en el sentido bíblico, el “cabeza” de la mujer es únicamente su marido, ningún otro hombre. (Efesios 5:22-24.)
Las conversaciones o comentarios en el área de trabajo deben ser con temas edificantes y productivos. Cuando los hombres buscar tener conversaciones con doble sentido o intensiones sexuales, de esta manera, faltan al respeto a las mujeres, y perjudican su propia reputación.
Citando las palabras de Pablo en la Biblia:
“Que la fornicación y la inmundicia de toda clase, o la avidez, ni siquiera se mencionen entre ustedes, tal como es propio de personas santas; tampoco comportamiento vergonzoso, ni habla necia, ni bromear obsceno, cosas que no son decorosas, sino, más bien, el dar gracias” (Efesios 5:3, 4.).
En ocasiones cambian a las mujeres del área de trabajo si antes consultar, esta es otra manera de faltarle el respeto. También se puede dar, que no se da la oportunidad de trabajo a una mujer por su apariencia física, es importante recordar que lo que importa es su desempeño y habilidades.
Otras consideraciones para los jóvenes
El lenguaje forma parte de las actitudes machistas. Los hombres no deber referirse a las mujeres por alguna parte de su cuerpo, esta también es una manera de faltarle el respeto. Vivimos en una sociedad donde generalmente se refieren a las chichas por tener un buen trasero, es importante evitar estos comentarios ya que estos pueden incitar a la violencia
Muchos apoyan la idea de que las mujeres se pueden vestir de manera provocativa, sin embargo, debe haber un límite en esta vestimenta, ya que la mujer como tal también debe darse su puesto y mantener su dignidad y reputación
Es importante que los jóvenes e incluso los adultos, sepan que la mujer no le pertenece o viceversa, ambos son compañeros y tienen el derecho a la libertad, poder expresarse y realizar actividades que lo fortalezca siempre y cuando estas no afecte la integridad del otro. Controlar la vida de otra persona también se considera violencia de género, evitemos este comportamiento
Hoy día es muy común que las jóvenes participen en fiestas y en ocasiones pierdan la prudencia, llegando a un estado en el que no pueden controlar su comportamiento. Los hombres deben estar consciente de ello y no abusar del estado de la chica.
Es importante para los padres pedir ayuda si descubren que sus hijos tienen problemas de este calibre. Es común que ellos no sean conscientes de lo que esta pasando y requieren conversar con un profesional para variar y mejorar su comportamiento. Admitir sus actitudes, acciones y pensamientos en voz alta se considera como el primer paso para poder cambiar de actitud.
Frases de respeto a la mujer
«Cuando se franquea cierto límite de respeto al varón, la mujer puede llegar a decir a su marido cosas increíbles» Jules Renard.
«Entre un hombre y una mujer la amistad es tan solo una pasarela que conduce al amor» Javier Minuesa.
«El que ha conocido solo a su mujer y la ha amado, sabe más de mujeres que el que ha conocido mil» León Tolstoi.