Un tema muy controversial y discutido por diferentes intelectuales y científicos del mundo, se trata del hecho de saber si existe el infierno. Son muchas las teorías que se pueden encontrar al respecto. Sin embargo, en la Biblia es posible encontrarse en diferentes partes de la misma, información crucial sobre esta inquietud. Seguro que te sorprenderás al ver, las revelaciones de la Biblia sobre el infierno. Continúa leyendo y aprenderás mucho sobre este tema.
Indice De Contenido
- 1 El Infierno ¿Existe realmente?
- 2 ¿Existe el infierno realmente? Yo no creo en el infierno
- 3 También por maldad se niega si existe el infierno
- 4 Creo que existe el infierno, pero no en que sea eterno
- 5 Las palabras de Jesús sobre si existe el infierno
- 6 ¿Cómo se puede aceptar que Dios siendo tan bueno haya creado el infierno?
- 7 El Concepto que tiene la Iglesia Católica sobre el infierno resulta necio
- 8 Algunas Doctrinas más sobre el infierno
- 9 ¿Cómo puede ser que solo baste un pecado mortal para condenarse?
- 10 Dicen los negadores que si existe el infierno
- 11 Otras objeciones más
- 12 Lo que sabemos de la condenación o no de las almas
- 13 Conclusiones prácticas
- 14 Se requieren tres cosas para librase del infierno
El Infierno ¿Existe realmente?
Éste, resulta ser una de las interrogantes que más altera las emociones de cualquier ser humanos. Siendo que en base a todo lo que se nos ha indicado, resulta ser el peor de los lugares donde pueda llegar un alma, luego de abandonar su cuerpo. Vamos entonces a explorar acerca de este tan candente tema y a analizar algunas reflexiones acerca mismo. Y si existe el infierno según la Biblia.
Importancia de creer que existe el infierno
Para muchos, el hecho de creer en el infierno resulta de mucha importancia. Debido a solamente el temor que se sienta hacia él, es aquello que hace que sea posible para muchas almas descarriadas, el hecho de regresar hacia el buen camino.
Así es que al pensar si existe el infierno, es posible. Debido a que el hombre solamente por dos razones es capaz de evitar el pecado, siendo las mismas bien por el amor que sienta hacia Dios, o por el miedo a ir al infierno.
Resulta pues claro, que aquel que por ningún motivo evita lo que es el pecado, por ende es debido a que no ama a Dios. Esto se deduce dado a que de amar a Dios, su proceder en ningún momento es el de ocasionarle ofensa alguna. Por lo tanto, el amor a Dios lo va a llevar siempre a caminar por el buen camino.
Luego entonces, no hay otra forma más que infundir el temor al infierno, con la finalidad de hacerlo que regrese hacia Dios. Y por lo cual de no creer en el infierno, no se encontrará con nada que lo haga salir del estado de pecado. Y por ende nadie lo podrá librar de su eterna perdición.
La vuelta hacia Dios
Muchas de ellas se encontraban padeciendo de alguna enfermedad muy grave, y justamente por el miedo a que quedaran condenados, llamaron a que les asistiera un sacerdote. Siendo que con ello, se logró su reconciliación con Dios. Y de esa manera comenzó una vida nueva para todos ellos.
Sea entonces este dogma bendito, pues mediante el mismo, aquellas almas que se encuentran apartadas de Dios, a través de la creencia en el infierno, le son abiertas las puertas hacia el camino que los llevará hasta cielo.
Considerando entonces lo que antecede, es por lo cual claramente podemos ver, que todos aquellos que deciden apartarse el pecado mediante el Amor a Dios, y cumpliendo con los mandamientos principales, tal como el de amar al prójimo como a sí mismo. Están pues en la obligación de ayudar a todos aquellos que se encuentran en malos caminos.
Esto a fin de que regresen al camino hacia Dios. Dando así cumplimiento a la misión encomendada de convertirse en apóstoles de Dios, y de sus enseñanzas. Así como también, haciendo salir de su error a todos aquellos que se encuentran por malos caminos y que vuelvan al camino que Dios ha trazado para todos sus hijos.
¿Existe el infierno realmente? Yo no creo en el infierno
Se tiene demasiada ignorancia con relación al infierno. Siendo aun peor, que son muchas las ideas equivocadas, y que se encuentra fuera de la razón, que no es extraño que algunas personas, procedan a no aceptarlas y que cuando se les planea la genuina doctrina católica, tiendan a rechazarla, y posteriormente hagan la afirmación de que no creen en el infierno.
Luego entonces en cuanto a si existe el infierno, mediante esa actitud, se puede entonces explicar de los que han de caer en el error de no hacer más ocupación en cuanto a lo que es el infierno. Por lo cual ya no piensan más en el mismo, y mucho menos que toleren escuchar hablar sobre él.
Siendo que además de que dicha actitud que se puede considerar como irracional, se visualiza mucho más absurda al momento en el cual se llenan de azoro. Y tienen la pretensión de hacer el fundamento en cuanto a que no creen si existe el infierno.
No creen que existe el infierno
Esto es debido a que no tienen la creencia en el infierno, dado a que no pueden darle aceptación a que existan en ese lugar, diablos que sean rojos y que tengan una figura similar a la humana. Además de que su aspecto sea con cuernos y cola. Y su olor sea el de azufre, y para complementarlo se encuentren en sus manos con un tridente.
Luego entonces sin detenerse en las consideraciones hacia tales aseveraciones. Ni tampoco a someter a discusión por ahora, las penas que son consideradas para estas aseveraciones, y si las hay o no en el infierno. Cuando se hace la atención solamente a la idea que es substancia, en cuanto a este lugar, que se trata pues de un suplicio sumamente terrible, y que ni se puede concebir.
Además de que será de forma eterna el padecimiento que pueden tener, luego de que mueran aquellas personas que en la vida hayan obrado mal, y de paso que antes de su muerte no se hayan arrepentido.
Considerar más seriamente si existe el infierno
Es muy fácil poder observar que se tata esto de algo muy espantoso. Siendo tan tremendo, que se hace necesario en realidad, darle una consideración algo más seria al asunto de si existe el infierno.
Siendo el caso de que si en algún momento, alguien que fuera digno de creerle nos hiciera la advertencia, de que existe algún peligro el cual es tremendo. Y que procediéramos a correr, sería una necedad el hecho de no salir corriendo y que le fuera dado el crédito a quien ha realizado la advertencia.
Luego entonces no solo la Iglesia católica, que se considera como una de las instituciones más serias y poderosas del planeta. Sino que también el resto de las religiones, hacen pues la advertencia en relación al peligro tan inminente y severo que significa el eterno infierno. Así es que entonces ¿Cómo es posible que no se les preste pues una atención muy cuidadosa?
Siendo que más todavía, en el caso de hacer una profunda reflexión en cuanto a los hombres que han sido más sabios en el mundo, tales como son por ejemplo, entre mucho otros:
- San Agustín
- Newton
- Kepler
- Miguel Ángel
- Cristóbal Colón
- Volta
- Edison
- Pasteur
- Marconi
- Nixon
- De Gaulle
Han tenido la creencia de que sí existe el infierno, además de que han creído y siguen creyendo en el mismo, una cantidad de eminentes filósofos. Siendo los mismos que se encargan de escudriñar y profundizar todo lo que es objeto de estudio.
A la hora de la muerte se retractaron
Teniendo en cuenta que aquellos que pretendieron en todo momento, hacer la negación del infierno, a la hora de morir se retractaron y procedieron a reconocer su error. No se puede entonces decir menos como algunos lo han pretendido, del hecho de la aceptación en cuanto a que si existe el infierno.
Siendo el caso que, se puede encontrar equivocado aquel que no lo ha aceptado. Además de que entonces resultaría absurdo el hecho, de que se permanezca impasible o tal vez indiferente, ante lo que es un peligro inminente que pudiera ser tan tremendo, como el que se cierne sobre todos.
Por lo tanto, resulta necesario hacer las indagaciones, en cuanto a las razones que se deben tener. A fin de que hombres de tanta sapiencia, hayan podido creer en que sí existe el infierno.
Asimismo, si luego de realizado un estudio profundo, se llegara a la conclusión de que no hay realmente infierno. Entonces se logre seguir viviendo en base a sus tendencias.
Pero que si contrariamente, la conclusión a la que se llega es de que al menos se tiene la probabilidad de que exista, resulta entonces indudable que es necesario hacer el trabajo sin descansar, a fin de lograr la liberación del mismo.
También por maldad se niega si existe el infierno
Asimismo, resulta bueno hacer el señalamiento de que no solo por la ignorancia es negado el infierno. Sino que también se puede tratar de que sea por maldad.
Siendo el caso de que, efectivamente de la misma manera en la cual, de poderlo hacer, los ladrones procederían a destruir las cárceles. Asimismo, aquellos que se encuentran practicando la maldad, también tienen la creencia de que el infierno se considera como incompatible, con lo que son sus inmoralidades.
Puesto que en todo momento, se encuentran en la disposición de hacer tanto lo posible como lo imposible. A fin de ellos mismos hacerse la persuasión de que no existe ese tal infierno. Siendo el caso que muy en lo íntimo se encuentran sintiendo que, si de verdad existiera, ellos estarían destinados a parar allá.
Por lo tanto, su hacer es tal como el los cobardes, los cuales hacen lo más fuerte que se pueda su canto, durante la noche negra. A fin de aturdirse y de no sentir tanto, el miedo que los invade.
Luego entonces, con el fin de infundirse más valor aún, tratan de hacer la persuasión hacia los demás de que no existe el infierno. Y es más, proceden a burlarse de aquellos que tienen la creencia en él. Por lo cual, en el caso de ser escritores, entonces lo escriben en sus obras escritas, las cuales pueden ser más o menos de tipos científicas y también filosóficas.
Suponen que nadie cree que si existe el infierno
Siendo el caso que proceden a repetirlo a los cuatro vientos, y además en toda clase de tonos. Por lo cual, gracias a dicho concierto tan ruidoso, terminan por creer que entonces ya nadie tiene la creencia de si existe el infierno. Y que consecuentemente, entonces ellos tampoco tienen como derecho el de creer en el mismo.
Así fue el caso de casi la totalidad de los jefes, de lo que se conoce como la incredulidad Volteriana, ocurrida en el siglo XVIII. Siendo que se había establecido de una forma tan clara como que 2 más tres son 5. Que no existía ningún Dios, a lo que se sumaba que tampoco existía ni paraíso y por supuesto que ni infierno.
Siendo el caso de que se encontraban de una forma plena muy seguros, de que habían logrado también ellos “un concepto exacto y racional del universo”.
Pero, sin embargo, se encuentra allí la historia mostrando que todos ellos primero unos y luego otros, a la hora de su muerte muy sobrecogidos. Y llenos de un pánico espantoso, procedieron a retractarse, y se confesaron pidiendo perdón tanto a los hombres, como por supuesto a Dios.
Es bueno señalar que Diderot, el cual era uno de ellos, se refería en sus escritos acerca de la muerte de D’Alembert diciendo: “si yo no hubiera estado con él, hubiera dado la zambullida con tantos otros”.
Aquellos que lo niegan creen en él a la hora de la muerte
Siendo el caso que los que producen más alto el grito contra el infierno, tienen la creencia en él y frecuentemente, tanto en él como también en nosotros, cuando llegue el momento de morir. Se ha de caer la máscara para dejar ver, lo que realmente hay debajo de la misma.
Por todos es conocido la manera como Voltaire cuando le llegó la hora de morir, hubo de insistir una cantidad de veces, a fin de que le fuera llevado un cura desde San Sulpicio. Siendo que los masones que eran sus grandes amigos, le cumplieron el servicio de que no fuera posible la llegada del mismo hasta el moribundo viejo.
Motivo por el cual el mismo expiró, en un profundo estado de rabia y de desesperación. Por lo tanto, la corrupción de corazón, así como de las costumbres, aun más que lo relacionado con el entendimiento. Es lo que hace que sea negado el hecho de que existe el infierno.
Es así que entonces, cuando la cobardía se apodera de las personas, y no le deja abandonar todo aquello que se pudiera considerar como una mala vida, lo cual es el camino directo hacia el infierno. Siempre se encuentra en la disposición de poder decir, aun cuando no sea creíble, que el infierno no existe.
Un amor culpable
Luego entonces, allí es posible observar a un hombre el cual tiene tanto su corazón, como también la imaginación al igual que los sentidos. Y también las costumbres que realiza cada día, dominados y absorbidos por lo que se puede llamar como un amor que es culpable.
Siendo que procede a entregarse completamente a él, y además le procura sacrificio “id a hablarle del infierno” encontrareis a un sordo: y si en ciertas ocasiones, mediante a los gritos que se puedan oír procedentes la pasión. O tal vez de la conciencia o quizás de la fe, que se hagan escuchar. De una manera inmediata se les impondrá el silencio, para no querer oír la verdad.
Ni siquiera por fuera y tampoco por dentro de él. Por lo cual ir a hablarles del infierno a los jóvenes que son libertinos, y que su vida la pasan en deshonestidades y también en francachelas. Dará como resultado que los mismos van a brindar unas diabólicas carcajadas, puesto que ellos no desean que haya ningún infierno.
Prefieren la muerte o el infierno
Y ni decir de los que son avaros y de los usureros. Así como también de los malos ricos, cuanta cantidad de irresistibles argumentos son encontrados dentro de sus cajas fuertes, en contra de que existe el infierno.
Siendo el caso de que, si se les pide que devuelvan todo aquello que fue mal adquirido, que entreguen su oro y también sus billetes, de seguro que prefieren la muerte o quizás el infierno. Si es que de verdad existe. De igual forma ocurre, cuando se trata de otra pasión cualquiera que sea violenta, dentro de las que están, entre otras:
- El odio
- La pasión violenta
- La venganza
- Ambición
- Exaltaciones del orgullo
Puesto que, en ningún momento, ellos desean escuchar hablar del infierno, a fin de hacer la negación en cuanto a su existencia, entonces inclusive colocan en juego todo aquello cuanto poseen.
Los verdaderos cristianos
Acaso que ¿Se quiere convencer a los que están corrompidos de lo relacionado con la existencia del infierno? Bueno entonces será necesario el hecho de hacerles vivir de una forma que no tengan razón por la cual tenerle miedo. Así es que hay que mirar a los verdaderos cristianos, los cuales son:
- Castos
- Con recta conciencia
- Delicadez
- Files a todos sus deberes
Será que en alguna oportunidad ¿se les acerca a la cabeza el hecho de tener alguna duda sobre si existe el infierno? Pues no, las dudas más bien ocurren más que de lo relacionado con la inteligencia, sobre aquellas que son procedentes de corazón, a excepción de unas excepciones muy raras.
Siendo que las mismas se deben más bien al orgullo y también a la media ciencia. Por lo tanto, lo que basta es que un hombre viva medianamente una vida correcta. A fin de que en ningún momento tenga que experimentar, la necesidad de tener algún dilema en cuanto a la existencia del infierno.
Creo que existe el infierno, pero no en que sea eterno
El hecho de creer en el infierno, pero que el mismo no sea eterno, se aplica a que sea creído en el purgatorio, más no en el infierno. Puesto que lo que de manera principal se puede distinguir el uno del otro, se refiere a la eternidad correspondiente a las penas.
No es de extrañarse que se encuentren personas, las cuales aceptan el purgatorio, pero no son capaces de aceptar el infierno. Puesto que resulta más fácil, el hecho de llevar la razón hacia el descubrimiento de la necesidad, que corresponde a la existencia del purgatorio como tal. Que la que corresponde al infierno.
Sin embargo, debido a una de esas tan frecuentes anomalías que se presentan en los herejes, en la inmensa mayoría de aquellas sectas de tipo protestantes. Si hacen la admisión de que existe el infierno, pero se encargan de negar la correspondiente al purgatorio.
Es dicho pues, que resulta de mayor accesibilidad a la razón el hecho de que exista el purgatorio. Siendo de hecho la existencia correspondiente a un castigo que se produzca en la otra vida, para aquellos que son malvados. Está impuesta en la razón de aquellos que han aceptado la existencia de Dios, así como también su justicia.
La ley de Dios grabada en el corazón
Igual que sucede con, lo relacionado a la responsabilidad atinente a los actos correspondientes al hombre. De cierto es que se trata de una realidad de que Dios, ha hecho la grabación en el corazón de cada hombre, de aquello que es conocido como la voz de la conciencia. Y donde no solo es enseñado como lo que es bueno moralmente, sino que es así con lo que también es malo.
Asimismo, resulta relevante que es necesario que se haga el bien y por sobre todo que sea evitado el mal. Siendo que además resultan ser un hecho el caso de que en distintas ocasiones y con una diversidad de maneras, le sea revelado al hombre desde Dios lo que corresponde a su ley.
Por lo cual le ha sido dado el conocimiento de lo el hombre debe hacer. Al igual que también todo aquello que es necesario que evite. Y por tal motivo, le ha impuesto su ley. Luego entonces si es justo Dios, es necesario que de manera forzosa le otorgue el premio a aquellos que guardan su ley.
Al igual que ha propinarle el debido castigo al que no la cumpla. Puesto que, si es de otra manera, se consideraría como un legislador de cartón.
La felicidad en esta de vida de los que infringen la ley de Dios
Es de resaltar, que de una forma frecuente vemos que aquellos que infringen la ley de Dios, resultan ser felices en esta vida. Y que contrariamente muchas son las veces en las cuales, quienes si se encuentran cumpliendo la ley de Dios son personas desgraciadas.
Luego entonces, es impuesta la razón de que el hecho que posterior a esta vida van a ser castigados los malvados, los cuales no recibieron el debido castigo. Mientras que aquellos que no fueron felices en esta vida, lo serán ampliamente, puesto que serán premiados en la otra vida.
Sin embargo, el hecho de que sea eterno este castigo, resulta ser una verdad la cual no es alcanzada con la misma facilidad por la razón. Además de que las pruebas que son proporcionadas mediante los teólogos, resultan ser de un orden sumamente elevado.
A fin de que no puedan ser captadas de una manera fácil, quienes no se hayan preparado adecuadamente en el área filosófica. Es por tal razón que no se ha desarrollado el tema tan extenso, y solamente se hacen los enunciados que siguen.
El infierno es necesariamente eterno
- Debido a la misma naturaleza de la eternidad
- A causa de la falta de gracia de quienes están condenados
- Debido a lo perverso de quienes son condenados
Es de resaltar que en la cuestión XCIX, de Santo Tomás de Aquino en el 5to tomo de su obra titulada como “Suma Teológica”. Es discutido lo que se refiere, a la duración de las penas que se corresponden al infierno. Y se hace la demostración de que las mismas tienen que ser eternas. Siendo que en una síntesis que es planteada por él, se resume en cuatro razones:
1°.- En cuanto al pecado mortal, el mismo tiene contenido de alguna manera una infinita malicia. Tal que como se quiera mediante el mismo es depreciado Dios. Siendo que Él es bueno infinitamente, por lo cual se merece que sea castigado con una pena que sea eterna, en relación a lo que es su duración.
2.- En relación a la culpabilidad o también a la malicia, la misma ha de permanecer para siempre y no es posible que se remita. Sin que se haya tenido la gracia. La cual se es posible que se dé luego de que ocurra la muerte.
3.- Aquel que comete pecado de manera mortal, tiene una forma interpretativa en relación a la voluntad, de que para siempre permanezca en el pecado. Tal como quiera que se ha colocado en un estado, de que no es posible que salga, sin el favor divino. Y además se antepone a la criatura, mediante la causa de amar el pecado, cometido a Dios.
4.- Si nos ubicamos en este mundo, a lo que son los delitos en contra del rey o en contra de la patria, se les hace el señalamiento de un especial castigo, siendo de manera relativa eternos.
Condenado al destierro eternamente
Luego entonces, tal como ha sido notado por San Agustín, aquel que procede a atentar en contra de la patria, resulta que es separado de la sociedad. Lo mismo ocurre pues en relación al castigo que es eterno. Siendo el caso que si un desterrado, tuviera la oportunidad de vivir eternamente. Estaría entonces eternamente condenado al destierro.
Luego entonces, a dichas pruebas se puede también añadir otro razonamiento, el cual es el siguiente:
Motivado a la muerte, lo relativo a la voluntad del hombre es fijado en el bien o en el mal. Luego entonces Dios, no puede conceder lo que es el perdón, a menos que se produzca el arrepentimiento. Es por tal razón que tenemos tantas veces en esta vida la oportunidad de arrepentirnos.
Así mismo, hay que fijarse en lo que es el mal de aquellos que son réprobos, y que además no se pueden arrepentir. Puesto que fue elegido por ellos el mal, y pues no pueden ser perdonados por Dios. Así es que como castigo, se les proporciona debido a la duración que tuvo la existencia del mal, lo que es el castigo eterno.
Luego entonces, siendo que se produce el enunciado tal como lo hemos dicho. Este tipo de pruebas de tipo filosóficas, procedamos entonces a realizar la presentación correspondiente a 2 pruebas, relacionadas al sentido común.
Siendo que una será, haciendo la prueba de que lo relativo a lo eterno que corresponde a las penas de infierno, no resulta contrario a lo que es la razón. Y la otra se refiere, a la eternidad que tienen los tormentos correspondientes al infierno.
Aceptación de la eternidad del infierno
Se puede considerar en cuanto si existe el infierno, que una prueba en cuanto a si el infierno es eterno, no se puede considerar como contraria a la razón.
Puesto que, de así serlo, no se hubiese aceptado por todos los pueblos, durante todos los tiempos. Teniendo en cuenta hasta los más sabios y eminentes hombres que ha habido en el planeta le dieron su aceptación a este hecho.
Asimismo, se puede tener como prueba, de que son eternos los tormentos que se ejecutan en el infierno, en base a lo que fue enseñado por el Maestro Jesús en relación a este tema. Lo cual no dejan en ningún momento lugar a dudas.
Se puede decir que, una prueba de que existe el tormento eterno no se considera para nada contrario a la razón. Siendo que todos los pueblos en todos los tiempos, han creído que, se constituye como una verdad la cual es en todo momento de sentido común.
Así es que aquella persona, que rechace el hecho de admitir una de las más grandes de las verdades universales, no va a tener entonces, como justamente se ha dicho el sentido común. Siendo el caso que es requerido efectivamente, el hecho de estar loco. A fin de imaginarse de que sea posible tener la razón, en contra de todo el mundo.
En todos los tiempos han creído que existe el infierno
Ahora bien, en el transcurso del tiempo y a partir del principio del mundo, hasta llegar a nuestros días, todos los pueblos que se encuentran en la tierra, si han creído en lo que es el infierno. Teniendo en cuenta que esto ha sido mediante una serie de nombres distintos, bajo las formas más o menos alteradas.
Siendo que en todos los casos, han procedido a proclamar la creencia en una serie de tremendos castigos que no tienen fin. Y que en los cuales aparece siembre lo que es el fuego, a fin de que sea usado como castigo de los malvados luego de ocurrida su muerte.
Tampoco se ha de dudar que, a partir de la antigüedad tan lejana, dicha creencia existía en el pueblo hebreo. Siendo que, en los libros santos de este pueblo, se encontraba escrita la creencia de lo que se refiere al tormento eterno. Teniendo en cuenta que esto ha sido inclusive, hasta con el mismo nombre de Infierno, contando todas sus letras.
Consignado hace 3.500 años
Es posible igualmente observar como, desde hace más ya de 3.500 años, Moises dejó consignado en los que fueron los libros primeros de la Biblia, tal como se puede citar el ejemplo del libro de los números, en su capítulo XVI, donde es posible leer que los tres levitas de nombres:
- Coré
- Dathán
- Abirón
Los cuales habían levantado blasfemia, en contra de Dios. Y además se habían levantado en rebelión en contra de Moisés, terminaron siendo tragados por el infierno. Según el versículo 33:
“Cubiertos de tierra bajaron vivos al infierno”.
De igual manera en Deuteronomio, es dicho por el Señor mediante la boca de Moisés: “Mi furor se ha encendido como un fuego grande, que los abrazará hasta el abismo del infierno» (Deut. XXXII, 22).
Asimismo, en el libro de Job, de igual forma está escrito por Moisés, que aquellos que son impíos y que se encuentran además rebosantes de bienes, le dicen a Dios: «No tenemos necesidades de Ti, no queremos tu ley, ¿para qué servirte y rogarte? caen repentinamente en el infierno«.
Igualmente, unos mil años antes de que ocurriera la era cristiana, aun cuando no se había comenzado a escribir acerca de la historia griega, ni tampoco de la romana. David y Salomón, frecuentemente hablan de que existe el infierno como verdad bastante grande, y conocida además por todos, así como también de todos reconocida.
Es posible también encontrarse en el libro de los Salmos, que David dice cuando habla acerca de los pecadores “que serán arrojados al infierno”, y “que los impíos serán confundidos y precipitados en el infierno”. Y habla después “de los dolores del infierno”.
También Salomón habló de que si existe el infierno
Luego entonces al referirse Salomón a lo que eran dichos de los impíos, los cuales deseaban seducir y también hacer que se perdieran los justos, dice: “Devorémoslos vivos como lo hace el infierno«.
Asimismo, en su libro famoso acerca de la sabiduría, en el cual de una manera admirable logra pintar la desesperación en cuanto a los condenados, y procede a añadir: «He aquí lo que dicen en el infierno los que han pecado, pues la esperanza del impío se desvanece como el humo en el viento.»
De la misma manera es posible encontrarse con una serie de testimonios, muy semejantes en casi la totalidad de los libros, correspondientes al Antiguo Testamento.
Siendo de forma especial el denominado Eclesiastés. También en el de Isaías, al igual que el de Daniel. Y también el del resto de los profetas, hasta llegar al que fuera el precursor del Mesías.
El mismo era el reconocido San Juan Bautista, el cual de igual forma, habla hacia el pueblo de Jerusalén de lo que es el fuego eterno del infierno, tal como de una verdad la cual resulta conocida por todos y de la que jamás nadie lo ha puesto en duda. «He aquí que llega Cristo, dice, Él cernirá su grano; recogerá el trigo (los elegidos) en su granero y quemará la paja (los pecadores) en el fuego inextinguible«.
De un infierno que es de fuego y tinieblas
Cabe señalar, que no solo el pueblo tan religioso como el hebreo, sino también la antigüedad pagana. Siendo tanto la griega como también la latina, nos han hablado de igual manera del infierno, de un infierno el cual es de fuego y también de tinieblas, el cual le ha sido dado por nombre el de “el tártaro”.
Asimismo, es que de Platón se puede encontrar una cita procedente de Sócrates, el cual había sido su maestro, la cual indica: «Los impíos que han despreciado las santas leyes, son precipitados en el tártaro para no salir de él jamás y para sufrir ahí tormentos horribles y eternos»
De igual forma también nos indica: «deben aceptarse como ciertas las tradiciones antiguas y sagradas. que enseñan que, después de esta vida, el alma será juzgada y castigada severamente, si ella no ha vivido como conviene»
Otras tres importantes personas, que nos hicieron referencia en cuanto a las mismas tradiciones, las cuales son perdidas en la noche de los tiempos fueron Aristóteles, Séneca y Cicerón. Al igual que tanto Homero como también Virgilio, han procedido a revestirlo, a través de los colores correspondientes a poesías las cuales se han inmortalizado.
Siendo el caso que, aquel que le haya dado lectura a lo que fue el relato correspondiente al descendimiento de “Eneo a los infiernos”. Se podrá haber percatado que ha sido mediante el nombre de “Tártaro”, y de “Plutón”. Así como de otros, que nos hemos encontrado con una gran cantidad de verdades.
Verdades primitivas
Las mismas son primitivas, y se encuentran ciertamente desfiguradas, pero que conservan mediante el paganismo: “los suplicios de los malvados son ahí eternos”. Al igual que uno de los mismos se nos presenta, fijado en el infierno “eternamente”.
Siendo los mismos durante todos los tiempos, hasta que se llega a los modernos, en los cuales nos encontramos con la creencia de que el infierno que se encuentra en todos los pueblos, desde aquellos que son los indios salvajes de origen americano, a los negros oriundos de África y también de Oceanía.
Al igual que, lo que se relaciona con el paganismo de la India y de Persia, todavía guarda una serie de vestigios, los cuales son patentes del mismo. Y llegando al cisma y el protestantismo, hasta encontrarnos con el mahometismo, se cuenta entre sus dogmas con lo relacionado a que si existe el infierno, es decir a la existencia del infierno.
Luego entonces de esa forma, resulta incontestable el hecho de que dicha creencia resulta ser universal, y que ha sido así reconocido por los filósofos. Inclusive los que son más escépticos, tales como por ejemplo entre los cuales se encuentran Bayle.
Y también el hermano relacionado con el volterianismo y la impiedad, quien fuera de origen Ingles Bolingbroke, el cual formalmente indica: «la doctrina de un estado futuro, de recompensa y de castigos es plenamente universal. Ella se pierde en las tinieblas de la antigüedad, precede todo lo que sabemos de cierto«.
Existe el infierno desde todos los tiempos
Por lo tanto, si ha sido pues durante todos los tiempos, y por todos los pueblos tanto conocido, como también reconocido que si existe el infierno. Si lo relativo a este dogma, que se pudiera considerar como admirable, se encuentra formando una parte de lo que es el tesoro de las verdades universales.
De las cuales se considera como una de las más grandes, y que además son la constitución de la luz correspondiente a la humanidad, no se puede entonces creer que ningún hombre el cual sea sensato.
Y que además tenga sentido común, le pueda poner en duda. Hablando mediante la locura de la ignorancia orgullosa y además estúpida de que: «la creencia en la existencia de un tormento eterno es contraria a la razón, yo no creo en la eternidad del infierno«.
El mejor argumento de la eternidad de las penas del Infierno
Tal como se ha dicho, se tienen una gran cantidad de consideraciones, que han sido presentadas por los teólogos. A fin de que de una manera racional sea establecido el hecho de que las penas del infierno resultan ser infinitas.
Sin embargo, de seguro que el argumento que puede ser considerado como el más sencillo, y con una más grande terminación, es el que se presenta en las enseñanzas del Señor Jesús con relación a si existe el infierno. Y todo lo relacionado con este tema.
Así es que si nos es enseñado por el Señor Jesús, que si existe el infierno. Entonces todo aquel que tenga su creencia arraigada en Él, también debe creer que si existe el infierno. Aun cuando le parezca o no bien lo que se refiere a esta doctrina.
Siendo el caso que estos es vistos, no por muy pocos cristianos, los cuales ignoran muchas cosas, y que tienen la pretensión de no creer en el infierno. Es por tal razón que no resulta raro el hecho de escucharlos querer buscar alguna disculpa sobre su negación indicando algunas falsedades tales como puede ser: “tan no existe el infierno, que Cristo nunca nos habló de ello”.
Recurren a la mala fe
Luego entonces, al momento de hacerles la prueba de que eso que dicen no es cierto, que Jesús en múltiples ocasiones sí habló de que existe el infierno, y de una manera bien determinante. Entonces recurren a lo que es el expediente de la mala fe.
Y pretenden decir que su temática estaba más bien referida a él en una manera figurada, es decir, metafóricamente. Siendo que también alegan que nos estaba hablando de él, para que debido a que tenía un ardiente deseo de que nos apartáramos del mal, nos sintiéramos amedrentados con algo, que no existe realmente.
Es posible que aquellas personas, que no tengan el conocimiento verdadero de lo que Jesús era y de la grandeza de su existencia, puedan equivocarse y tener esas ideas. Siendo el caso de que mienta a fin de lograr un falso objetivo, luego entonces había que considerar si no existe el infierno realmente. ¿Cuál sería el sentido y empeño, de apartar a todos aquellos que son malos del pecado?
Luego entonces se evidencia que la mala fe y también la ignorancia, de aquellos que niegan que el existe el infierno. Realmente no están empapados de lo que es la doctrina católica, la cual se expuso a través de San Pablo, donde se encontraba expuesto que no se deben hacer cosas malas a fin de que resulten cosas buenas.
Las palabras de Jesús sobre si existe el infierno
Es así pues que la mejor forma de que sean refutadas las afirmaciones de que Cristo no habló en ningún momento del infierno. O la que indica que lo hizo de una manera figurada o metafórica, resulta que es presentada en una serie de distintos textos, en los cuales se hace constancia de aquellas palabras que fueron pronunciadas por el Maestro Jesús, en relación a si existe el infierno.
Puesto que, así como algunas doctrinas como la de su real presencia en la eucaristía. Y también de la supremacía de san Pedro, el Maestro Jesús también habla con mucha claridad, de que si existe el infierno.
Inclusive más que de ninguna otra cosa habla en reiteradas oportunidades. Es así como dentro de muchas otras se pueden mencionar de los Evangelios, un número de citas en donde el Amado Maestro Jesús, expone justamente acerca de este tema sobre si existe el infierno. Siendo las mismas:
De acuerdo a Mateo XVIII 8-9 nos indicó Jesús
“Que si tu mano o tu pie te es ocasión de escándalo, arrójalos lejos de ti. Pues más te vale entrar en la vida eterna manco o cojo, que con dos manos, o dos pies ser precipitado al fuego eterno. Y si tu ojo es para ti ocasión de escándalo sácalo y tíralo lejos de ti: mejor te es entrar en la vida eterna con un solo ojo, que tener los dos y ser arrojado al fuego del infierno”.
De Mateo XIII 40 – 43
“Al fin del mundo enviará el Hijo del Hombre a sus Ángeles, y quitarán de su reino a todos los escandalosos y a cuantos obran, la maldad y los arrojará en el horno del fuego: allí será el llanto y el crujir de dientes”.
Mateo XXV-41
Luego de que Jesús realizara la explicación de cómo sería el día del juicio, donde serán juzgados los vivos y los muertos dice: “al mismo tiempo dirá a los que están a la izquierda; apartaos de mí malditos: id al fuego eterno y añade: y éstos irán al suplicio eterno”
Según Mateo IX – 42-43
“Si tu mano te escandaliza, córtala; mejor es para ti llegar a la vida con solo una mano que con las dos, arder en el infierno, en un fuego inextinguible, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Que si tu pie te escandaliza, córtatelo; es mucho mejor llegar a la vida eterna con un solo pie, que no con los dos ser arrojado al infierno a un fuego que no consume, donde el gusano no muere ni el fuego se apaga.
Y si tu ojo te escandaliza, arráncalo; mejor es para ti entrar en la Gloria con un solo ojo que con los dos ser arrojado en el infierno, donde el gusano no muere ni el fuego se extingue”.
De acuerdo a Mateo X-26
“Y no temáis a los que solamente pueden mataros en el cuerpo, si no pueden mataros «el alma» temed únicamente a quien puede arrojarnos en cuerpo y alma en el infierno”.
Según Lucas XVI – 22-24
“Murió también el rico y fue sepultado en el infierno. Y abriendo los ojos estando en los tormentos, vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro en su seno. Y exclamó diciendo: «Padre Abraham ten misericordia de mí, y manda a Lázaro que con la punta de un dedo mojado en agua venga a refrescar mi lengua, pues estoy abrasado en estas llamas”.
Mateo V – 22
“Yo os digo que el que se enoje con su hermano será reo de Juicio… y el que te diga «raca» (un gran insulto) será reo del fuego del infierno”.
Mateo VIII:11-12
“Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; más los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”.
Según Mateo 22:11-13
“Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció. Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”.
Luego entonces, son varias las citas que expresan que si existe el infierno, de acuerdo a las palabras dichas por Jesús, a través de los evangelios de sus apóstoles. Así es que ahora ¿Qué se puede objetar en cuanto a la buena fe sobre esto? Teniendo en cuenta que el Amado Maestro Jesús, habló en unos términos que fueron bastante claros. ¿Es posible creer que se trata de una forma figurada todo lo anterior?
Siendo el caso que no ha sido tan así, que es posible ver que los que fueron encargados por el Maestro Jesús, El Salvador de todos, para transmitir el mensaje fueron sus apóstoles.
Teniendo en cuenta que estos de una manera incesante, se encuentran hablando acerca de lo que es el fuego y las llamas eternas, de una manera tal, que se está bastante lejos de una forma honrada. A que pueda esto parecer como que ellos fueron capaces de entender todas las prédicas, de una manera figurada.
Con la finalidad de no hacer la cita sino de ciertas de sus palabras, es que se puede recordar por ejemplo, que el Apóstol San Pedro dice: “los malvados compartirán el castigo de los malos ángeles, que el Señor ha precipitado en las profundidades del infierno, en los suplicios del tártaro».
San Pablo y otros
Asimismo, san Pablo le escribe a quienes eran cristianos en Tesalónica, y les procede a hablar acerca del último juicio, siendo que indica que el Hijo de Dios: «sacará venganza de las flamas del fuego de los impíos, que no han querido reconocer a Dios y que no obedecieron el Evangelio de N. S. Jesucristo; tendrán que sufrir las penas eternas lejos del rostro de Dios».
De la misma manera fue como San Juan, hace la referencia que confirma que existe el infierno, mediante lo que son sus fuegos eternos, haciendo la referencia a quien es mencionado como el Anticristo. Y es conocido como el falso profeta, y es así como indica: «serán arrojados vivos en el abismo abrasado de fuego y de azufre, para ser ahí atormentados día y noche por los siglos de los siglos«.
Finalmente, el Apóstol San Judas, procede a hablarnos de igual manera acerca del infierno, haciendo ver la muestra de los demonios. Y también de aquellos que se han condenado al mismo, de la siguiente manera: “encadenados por la eternidad en las tinieblas y sufriendo las penas del fuego eterno«.
Apocalipsis 14 10-11
De acuerdo al Apocalipsis es posible también, observar las veces en las cuales se menciona que si existe el infierno, tal como por ejemplo:
“Él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre”.
Apocalipsis 20:9-10
“Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió.
Luego el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos”.
Asimismo, es posible encontrar en la Biblia una serie de textos en los cuales, se hace la mención correspondiente a si existe el infierno.
Luego entonces de toda una cantidad de enseñanzas, las cuales son bastante claras, es posible observar que no se puede negar si existe el infierno o no, sin que se haga entonces la negación a Cristo.
Por lo cual la iglesia católica, se encarga de hacer la presentación de la eternidad correspondiente a las penas y también del fuego del infierno. Tal como si fuera un dogma, el cual a partir de los tiempos apostólicos, procedió a consignar en el Credo en estos términos: “Creo en la vida perdurable”.
Habrá vida eterna para buenos y malos en diferentes lugares
Lo mismo indica que se cree entonces en otra vida, la cual ha de ser inmortal además de eterna. Siendo que los buenos serán inmortales y también eternos. Lo cual habrá de vivirse en lo más hermoso del Paraíso.
De igual manera que para los malos, también habrá de ser eterna e inmortal, pero en lo que son los castigos del infierno, tal como se explica de una manera bien expuestas en lo que se conoció como el Credo de San Atanasio, antes de que arribara el año 429. Y que nos dice, acerca de la llegada de Jesucristo el día que se celebre el Juicio lo siguiente:
«… a cuya llegada todos los hombres tienen que resucitar con sus cuerpos y dar cuenta de sus propios hechos. Y los que obraron bien irán a la vida eterna, pero los que obraron mal, al fuego eterno. Esta es la fe católica en la que el que no creyere fiel y firmemente no podrá salvarse».
Luego entonces, si ésta se trata de la fe católica, creer en la existencia que tiene el infierno tal y como fue enseñado por la iglesia católica se trata de fe. Y es así que aquel que niega dicho dogma, entonces no se puede tener por católico, debido a que con ese hecho como tal, se encuentra incurriendo en excomunión y además se considera entonces como un hereje.
¿Cómo se puede aceptar que Dios siendo tan bueno haya creado el infierno?
Es el caso que dicha objeción, también es posible que se presente mediante algunas otras formas, tales como por ejemplo “Dios es demasiado bueno para condenarme”.
Así es que procedamos entonces a refutar tal aseveración, para luego también hacerlo con las objeciones más comunes y usuales que se presentan en ese mismo tenor. Y que además, ponen en contra el infierno aquellos que se encuentran buscando diferentes pretextos para negar su existencia.
En relación a los que juzgan que el hecho de si existe el infierno resulta incompatible con la bondad que Dios manifiesta, es debido a que su concepto es enteramente equivocado en relación a lo que es la bondad.
Dado a que basta con que se tenga de la misma un verdadero concepto, a fin de que de forma precisa y debido a que el Dios es bueno infinitamente, debía de haber creado el infierno.
Efectivamente, aquellos que proceden a ver como incompatible la creación del infierno con lo que es la bondad de Dios, tienen un concepto de la bondad el cual está equivocado. Tienen pues la creencia, de que la misma consiste en pasar todas las cosas.
Por lo que su credo es que la bondad, es como la que prodiga una madre que es consentidora, de todo lo que el niño mimado realiza. Así sea que dichas actitudes, sean malas y perjudiciales hasta para el mismo niño.
Siendo el caso que en ocasiones hasta lo disculpa y le aplaude. En lugar de que tal como debería ser si ella es realmente buena, tendría que reprenderlo y castigarlo, debido a su mala actitud.
La verdadera bondad pide justicia
Luego entonces, se debe decir que la bondad verdadera es aquella que ante todo ha de pedir la justicia, lo que significa el hecho de darle a cada quien de acuerdo a sus obras. Siendo esto al bueno el premio, y al que es malo el castigo y el premio y castigo. Lo cual debería ser de manera proporcional, a lo que ha sido la bondad o la maldad correspondientes a sus obras.
Es por tal razón que Dios, el cual es de una manera infinitamente justo, le ha de dar como un castigo a una obra, en la cual la maldad se haya salido de cualquier límite, lo que corresponde entonces a un castigo el cual será eterno.
En cuanto a la bondad de Dios, se tiene que es infinita su misericordia, y que la misma se hace manifiesta, no por expensas de lo que significa esa justicia infinita.
Sino por el hecho de que es perdonado el pecador, que manifiesta su voluntad de arrepentimiento, todas las veces que el mismo se arrepiente. Siendo así inclusive si la falta es de suma gravedad. Teniendo en cuenta pues, que a fin de que pagaran por todos estos pecadores, se procedió a convertir en carne, y de esa manera fue como sufrió los tormentos de la más grande atrocidad.
Se hace presente para advertir que existe el infierno
Asimismo, entonces se hizo presente en el mundo con la finalidad de advertirnos acerca de la existencia del infierno. Y también a enseñarnos lo que debería hacer con la finalidad de que nos podamos librar del mismo.
Igualmente, consagró la institución de la Iglesia, con la finalidad de que de manera continua, procediera a recordarnos lo que son sus enseñanzas. Así es que entonces ¿qué más sería posible que hiciera por el hombre en lo relacionado a tan infinita bondad?
Luego pues si a pesar de esta situación, no es apreciado por el hombre entonces, las enseñanzas que nos dejó. Y tampoco es capaz de manifestar su arrepentimiento acerca de sus pecados. Si el hombre se niega a aceptar el perdón que es brindado por Dios. Será que ¿Va a perdonar al hombre a la fuerza?
Siendo esto, brindarle el perdón a aquellos que no han reconocido sus faltas, a los que no dan muestras de arrepentimiento de las mismas. inclusive a aquellos que no tienen el interés de ser perdonados.
Se trata de injusticia
Entonces no se trata pues de bondad, sino que es injusticia, inclusive más aún se trata de estupidez la cual es impropia del todo, correspondiente a un ser el cual es racional, tal como lo es el hombre, resulta entonces más bien absurdo en todo sentido el hecho de suponerla procedente de Dios.
Siendo el caso que, acerca de este tema también se suelen poner sentimentales aquellos que se encargan de negar, que existe el infierno y que presentan además esta otra objeción
Luego entonces, si un padre el cual es humano y además resulta ser tan imperfecto, no castigaría jamás con la pena de muerte a un hijo, ¿Luego cómo será posible que vaya a aceptarse entonces que Dios nos condene al infierno?
¿Y es que el mismo es aquel que representa la infinita bondad, la perfección infinita, y que nos brinda amor infinitamente? ¿Acaso no es mucho más de lo que pudiera amarnos nuestro propio padre?, entonces ¿es capaz de castigarnos con un eterno infierno, el cual resultaría en muchas ocasiones mucho peor que la muerte?
El hecho de ver que se presenta inconsistencia en relación a esta objeción, no resulta pues nada difícil. Siendo que solamente basta con que sea considerado, con algo de lógica y también con detenimiento.
El castigo máximo
Efectivamente, las penas que han sido aducidas no se corresponden. Debido a que el padre no procede a tener el derecho de ejercer un castigo, dado a la mala conducta que procede de un hijo, con lo que fue la muerte y Dios. Mientras que tiene toda la clase de derecho, sobre aquellas que son sus criaturas.
Luego entonces, el castigo que es dado por un padre a su hijo ha de llegar al máximo, en el caso de que la falta que halla cometido de esa forma lo amerite.
Es necesario por ejemplo imaginarse, como un ejemplo el hecho de que un hijo que aun cuando se le han dado todos los consejos, al igual que las reconvenciones y los castigos por parte de su padre. Resultare que sigue manteniendo conductas que son impropias y se comporta:
- Desobediente
- Irrespetuoso
- Borracho
- Trasnochador
- Fornicario
- Criminal
Y que encima de todo eso su grado de maldad llega a tal punto de cometer abuso sobre su propia hermanita de 7 años, siendo que le ocasione la muerte. Tal como se puede observar en las noticias de los diarios en sus planas rojas.
Luego entonces estos son hechos conocidos por su padre, el cual procede a recriminarle. Y en lugar de darle su hijo muestras de que se encuentra arrepentido, más bien le opone resistencia al padre enfrentándolo, abofeteándolo e insultándolo.
Surge pues entonces una interrogante ante todo este caso ¿No se hace forzoso el hecho de que dicho padre, aún a pesar de que sea el más bueno del mundo, y que sienta todo el más grande amor que se puede sentir por un hijo, lo corra de su casa? Al igual que también lo desherede y lo insulte.
Lo que hace Dios con el pecador
Es pues precisamente esto, lo que es hecho por Dios con aquellos que son pecadores y no se arrepienten. Siendo precisamente con aquel, que aun cuando está en conocimiento de que Dios se hizo hombre. Y que además dio su vida por él, y que ha hecho todo por él, procede a despreciarle al Él y a su ley.
Además, vive en la corrupción, y le ofende y procede pues a no aceptar el castigo que se le imputa, burlándose inclusive de Dios. Cuando se le suma que a la hora de su muerte reniega de Él. Siendo que en ningún momento, muestra arrepentimiento y se muere estando en inmerso en su pecado.
Luego entonces Dios, semejando al padre humano le aparta y lo manda pues al fuego eterno. Siendo esta una sentencia tremenda, la cual no solo refleja la justicia de Dios en su esplendor, sino que también muestra la bondad infinita, puesto que es manifiesta para aquellos que fueron afectados con tanta maldad.
De igual manera, aquellos que niegan que existe el infierno, tienen la pretensión de esgrimir en contra del Señor Dios, algunas otras objeciones que se pueden catalogar en el mismo tenor. Siendo posible refutar entre otras tantas, la de que si Dios sabe con anticipación quienes son los que han de ser condenados ¿por qué entonces los crea?
La libertad de elegir la manera de actuar
Ha de señalarse que Dios hace la creación de todos los hombres, para lo que realmente es su eterna bienaventuranza. Y además le otorga los medios que son necesarios a fin de que los logre alcanzar. Siendo que son libres de hacer el aprovechamiento de esos medios, o por el contrario desaprovechar dicha oportunidad.
Luego entonces en el caso de que no los aprovechan, por lo cual se pierden, son solamente ellos los culpables de su propio comportamiento.
Son muy sabias y poderosas las razones por las cuales Dios, tolera el mal que es realizado por quienes practican la maldad en este mundo. Debido a que ellos son los causantes, de una gran cantidad de merecimientos muy grandes para aquellos que son buenos. Los cuales resultan ser escandalizados y además perseguidos por aquellos que son malos.
Luego en el caso de que Dios no tolerara el mal, entonces le quitaría a los buenos la oportunidad de que merezcan, por la causa de los malos, lo que se refiere a una injusticia que es manifiesta.
Siendo el caso que Él, es capaz de darle a los malos la oportunidad plena para que procedan a arrepentirse, más en el caso de que ellos no lo hagan y aprovechen esa oportunidad, pues ya no es culpa de Dios, sino que se trata de su propia culpa y decisión.
Como se ha podido observar, en estas cuestiones tal como en muchas otras, que corresponden al orden espiritual, se encuentran encerradas una cantidad de dificultades, mensajes e información.
Siendo que de las mismas, es requerido dedicar tiempo y también amplio estudio. Con el fin de poder sondear. Y no es de una manera fácil, como se puede a primera vista ver, para aquellos que no han ampliado sus estudios acerca de la religión.
El Concepto que tiene la Iglesia Católica sobre el infierno resulta necio
El hecho de entregar el horror del infierno, a aquellos los cuales no tienen ideas que sean bien claras en cuanto a la excelencia que tiene Dios. A fin de que se puedan dar cuenta, de lo que es la tremenda desgracia que significa el hecho de perderlos, lo cual es la principal causa del sufrimiento del infierno. Resulta ser, resulta simplemente algo imposible.
Es por tal razón que una cantidad de autores, así como también de predicadores, en lo que es su anhelo en cuanto a llegar a las multitudes. Lo que resulta ser una idea de lo que son los castigos horrendos del infierno. Entonces recurren a lo que son las representaciones de tipo material, a la espera de que las mismas logren llevarles a las concepciones más elevadas.
Luego entonces comienzan a hablar de una forma figurada. Donde se plantea que aun cuando las intenciones son excelentes en la mayor parte de las veces, terminan siendo más bien una cantidad de cuentos que son fantásticos. Y que en ocasiones llegan a ser hasta grotescas.
Siendo el caso que es muy mala la interpretación del vulgo, cuando son muchas las veces que se origina una mala impresión, de aquellas personas que son cultas, y que tienen un buen sentido.
Los cuales creen, en aquello que ha sido expuesto por la real doctrina de la santa Iglesia Católica. Y al momento de no tener de dicha divina institución, el concepto correcto que se merece, entonces la llegan a juzgar hasta de necia.
Lejos de la doctrina católica sobre el infierno
Sin embargo, lo que dichos predicadores o autores se encuentran diciendo de una manera material y figurada. Se encuentra sumamente lejos, muy lejos, de que se compare con lo que verdaderamente es la auténtica doctrina católica acerca del infierno.
Siendo aquella que se encuentra condensada, en las palabras que fueron dichas por el Amado Maestro Jesús, y a las cuales ya se les ha hecho mención en Mateo 7:23 “Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”.
Es necesario destacar, que al profundizar en las palabras que son dichas por el Señor Jesús, es posible pues obtener en profundidad, lo que es la doctrina auténtica de la Iglesia Católica sobre lo que es el infierno. Y del destino de quienes practican la maldad.
Siendo el caso que se pueden escribir muchos libros, de los cuales efectivamente han sido escritos, donde se habla al respecto. Y que se puede solamente glosar, de una manera breve algunos de dichos escritos. Uno de los que mayor importancia reviste en cuanto a los predicadores de la maldad, lo encontramos precisamente en:
Mateo 7:16-23
“Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos? Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. Un árbol bueno no puede dar fruto malo, y un árbol malo no puede dar fruto bueno. Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego. Así que por sus frutos los conocerán”.
“No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos. Sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, e hicimos muchos milagros?” Entonces les diré claramente: “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!”
Aléjense de mí
Este se puede considerar, como el peor y principal sufrimiento perteneciente al infierno. Y el cual es sin duda, la separación o pérdida de Dios. Siendo que esta pena se considera por los teólogos, como la pena de daño, debido a que se dice en latín damnum.
Es de señalarse pues, que aquel que vive la vida en estado de gracia en esta vida, donde se procede a cultivar el amor de Dios, se pudiera lejanamente dar una idea, de lo que puede significar tal pena. No siendo así para aquel que se encuentra viviendo en estado de pecado.
Y que además, esté apartado de un Dios del cual no tiene conocimiento, y que de paso no ama. De aquel del cual ni siquiera se ocupa. Ni tampoco lo toma para nada en consideración.
Pero que, de forma inmediata luego de la muerte. Cuando se abren los ojos del alma hacia la otra vida, ve el empedernido pecador, lo que resulta el soberano bien que significa la sociedad que representa Dios. Se puede dar cuenta de que, solamente es en ella donde es posible encontrar el alma plena de felicidad.
La felicidad de Dios no es humana
Siendo ésta una desconocida felicidad en la tierra. Puesto que no es una felicidad humana, sino que más bien se trata de una felicidad que procede de Dios. Y luego es posible entonces, verla como una felicidad que es inefable. Así como también resulta ser infinita. La cual lamentablemente ha perdido, y más terrible es aún que será para siempre, es decir, eternamente.
Se puede señalar, que aquellos que han sentido la pena de que por cometer alguna torpeza. O por haber descuidado o perdido una oportunidad de realizar un gran negocio. Al igual que también, han perdido la oportunidad de salvarle la vida a algún ser querido.
Así como también el hecho de haber perdido la oportunidad, de contraer matrimonio con alguien a quien amaba de una manera profunda. Será tal vez capaz de hacerse una idea, de la pena tan grande e infinita que pueden sentir aquellos que se encuentran condenados.
Siendo allí cuando proceden a darse cuenta, de que por aquello lo cual no valía la pena, ni siquiera tenía algún valor real. Perdieron entonces todo, perdieron la maravillosa felicidad de Dios eternamente.
Hacedores de maldad
Cuando se cae en la maldición de Dios, aquello que se conoce como la inteligencia, que se trata de la facultad del alma la cual procede a atormentar en la desgracia. Es la que hace que sea descubierta. Es lo que se refiere a la magnitud de la desdicha del malvado. Puesto que se encuentra reprobado por Dios.
Luego entonces, el sentimiento que se produce por esa otra facultad que posee el alma, la cual de una manera irremisible lleva al hombre a amar. A que ame a lo santo si es que se trata de un ser bueno. Y también a amar lo que es malo en el caso de que sea un malvado. Pero que de cualquier forma se trata de amar.
Es pues aquello que, habrá de ser maldecido por Dios en el réprobo, el cual se encuentra condenado a las penas del infierno. Siendo el caso que ya no podrá amar a nada. Solamente estará en capacidad de odiar y de ser odiado.
Inclusive, teniendo en cuenta al mismísimo Cristo, el cual con su mayor compasión y amor le brindó amor al que hacía el mal. Siendo esto en el transcurso del tiempo en el cual se encontraba en esta vida, y tuvo la oportunidad de arrepentirse.
Siendo el caso de que le entregó todo su más indestructible amor, llegando al grado de que siendo Dios, se hizo hombre por él. Fue capaz de morir por él, y hacerse pan por el hombre. Luego entonces ya dejó de amar a ese que siendo réprobo murió en el pecado.
Así es que resulta verdaderamente terrible, el concebir que sea condenado a una pena tan grande como la de haber dejado de ser amado por Cristo. De que Dios le haya dejado de amar.
El hecho de ir al Fuego Eterno
Sin duda alguna, que el hecho de sufrir tan grandes penas como las que anteceden de tipo espiritual. También habrá de sufrir el réprobo, de una pena la cual ha sido mencionada por los teólogos como de sentido. Esto se debe a que es producida, mediante agentes que resultan ser sensibles, tal como lo es el fuego.
Es el caso que dicha pena, la cual existe ya en aquellas almas que se encuentran separadas de sus cuerpos, tal como sucede en los Ángeles caídos. Luego del día del juicio, cuando el alma se una nuevamente al cuerpo, será cuando va a alcanzar toda su intensidad.
Así es que la pena de sentido, consiste en muchas cosas, pero de manera principal se trata del tormento correspondiente al fuego. Y resulta que esto no se puede negar, debido a que claramente fue indicado por el Maestro Jesús: “Id al fuego eterno”, con todas sus letras.
Surge pues la interrogante de ¿cómo será este fuego? Siendo el caso de que a este respecto no ha sido definido aun nada por la Iglesia. Pero se encuentra pues fuera de cualquier duda, el hecho de que no se trata de que sea un fuego de tipo metafórico.
Puesto que han sido a este respecto, tan claras y determinantes las palabras reiteradas por el Amado Maestro Jesús. Que en ningún momento es posible que se acomoden a una metafórica interpretación. Por lo cual se trata de que es un fuego el cual es real. Aun cuando de seguro, no habrá de ser aquel que vemos en esta vida.
El fuego terrestre y el del infierno son diferentes
Esto se debe a que el fuego que arde en el infierno, se encarga de quemar a las almas. Mientras que el terrestre, aun cuando hay algunos comentarios sutiles de algunos comentaristas de la Biblia, no se encarga de quemar el alma. Mucho menos si se encuentra separada del cuerpo.
Esto debido, a que el fuego de la tierra procede a consumir todo aquello que toca. Mientras que el fuego correspondiente al infierno, no consume ni el alma ni tampoco al cuerpo. Esto en relación al que se encuentra resucitado de aquel que es réprobo.
Siendo que nuestros mismos cuerpos al resucitar, van a tener facultades las cuales no van a concordar con lo que es el fuego terrenal. Teniendo en cuenta que resulta de fe, el tener la creencia que los réprobos van a tener en el infierno, los mismos sufrimientos. Aun cuando serán de mayor intensidad, que los que son producidos en esta vida, pues son producto de la vida terrenal.
Luego entonces, el hecho de que no tengamos muy claro la comprensión de como se pueden producir dichos sufrimientos. No se puede considerar como una razón para que se deje de creer que si existen. Puesto que una cosa resulta ser, el hecho de que se conozca con claridad la verdad acerca de algo. Y otra resulta ser que sea comprendida.
El fuego no es la única pena
De la misma manera, resulta necesario el hecho de resaltar, que no se trata de la única pena que sea sensible a los condenados, el fuego. Sino que además se tienen otras más. Las cuales se encuentran en las escrituras Sagradas llamadas de una manera metafórica como:
- El agua
- El hielo
- Gusano que no muere
- Las inmundicias
- El lago del azufre
Así como también se tienen otras las cuales no son metafóricas, tales como son, entre otras:
- La compañía execrable de Satanás y los otros demonios
- Compartir con los criminales y depravados causándoles tormento
- Privación de todo aquello que es bueno
- Privación de la libertad
- De la variedad
- De la mudanza
- No poder ver la luz
- No tener reposo
- Permanecer insatisfecho permanentemente
- Falta completa de todo bien
Algunas Doctrinas más sobre el infierno
Sin duda alguna que son muchas las teorías, y las doctrinas que se tienen acerca de lo que es el infierno y de si existe el infierno. Siendo con son muchos los autores que se han dedicado al tema. Al igual que los apóstoles dentro de las sagradas escrituras. Veamos algunas de las que se pueden citar.
Desigualdad de las penas del infierno
Luego entonces estamos en conocimiento que es cierto, que si lo que son las penas de los condenados resultan ser iguales, en cuanto a que las mismas son eternas, también son desiguales en relación a la su intensidad. Tal como de una forma muy clara es expresado por San Pablo en Rom. 11-6 donde indica “Dios dará a cada quien según sus obras”.
Por lo tanto, se debe entender, que existen una cantidad de grados distintos de tormentos. Siendo posible que sea de acuerdo la pena, a lo que fue el número y la gravedad de las faltas. Luego se habrán de encontrar allí, una cantidad de pecadores. Los cuales pasen a sufrir quizás más de mil veces lo que otros.
Luego entonces resulta no adecuado, el que se diga que cuando se encuentra alguien en pecado mortal, ya no es necesario el hecho de cuidarse a fin de que se multipliquen las faltas. Debido a que se ha de tener en cuenta que cada pecado mortal que no haya sido perdonado en esta vida. Debe tener entonces su correspondiente suplicio eterno en la otra vida.
Sitio del Infierno
Es de hacer notar que hasta ahora no se ha definido por la iglesia, si el infierno se trata de algún lugar. O de si simplemente se trata de un estado desgraciado en el cual se instalan aquellos que se encuentran condenados. Sin embargo, en su más general sentir, se tiene que el infierno se puede considerar en ambas cosas a la vez.
Luego entonces ¿Dónde se encuentra? En realidad, se puede considerar ese asunto como lo de menos. Siendo el caso que durante anteriores siglos, cuando no se creía que la tierra era redonda, entonces se tenía la común creencia entre los teólogos, de que la ubicación del infierno estaba en la parte de debajo de la misma.
Posteriormente, otros pasaron a pensar que se encontraba más bien en su interior. Más como ya se dijo, en realidad esa ubicación se encuentra bastante lejana de ser definida.
¿Cómo puede ser que solo baste un pecado mortal para condenarse?
Sin duda alguna que no es de extrañar, que aquellas personas que viven alejadas de Dios piensen de esa manera. Puesto que se encuentran ignorantes de saber, cuales son las condiciones que se requieren. A fin de que un pecado se pueda considerar como mortal. Luego entonces, tampoco conocen por lo tanto lo que significa la malicia correspondiente al pecado mortal.
Siendo pues considerado como un pecado mortal, aquello que es una grave ofensa, la cual es hecha a Dios, de una manera voluntaria y de forma consciente.
Luego entonces, aquel que procede a darse cuenta de esto, no es capaz de poner en duda que solamente baste con un pecado mortal. A fin de condenarse, puesto que ¿cómo va a ser perdonado por Dios, aquel que de forma voluntaria, y además a sabiendas muy bien de lo que está haciendo, proceda a cometer la ofensa?
Luego entonces cabe señalar, que en el caso de que se arrepienta, será Dios mediante su infinita bondad el que lo perdonara. Más sin embargo, en caso de que no lo haga y proceda a renegar de Dios, llegando a morir en su pecado, sin duda que habrá de parar en el infierno.
Teniendo en cuenta que además de lo que es el pecado mortal, ha de suponer o que requiera. A fin de ser cometido seguro que prevalece un estado donde hay un alejamiento de Dios, es decir, una enemistad con Él.
Y aun cuando no se llegara a cometer dicho pecado mortal. Aquella persona que lo pudiera cometer con su intención, ha de merecer que surja la separación eterna de Dios, es decir, parar en el infierno.
El que está en gracia de Dios no comete pecado grave
Luego entonces, resulta absurda la suposición de que alguien que de forma habitual viva enemistado con Dios, estando en estado de gracia, vaya a cometer un pecado mortal de una forma inesperada.
Puesto que, si cae en pecado grave, no habrá de ser de una forma voluntaria, dado a que su actuación pudiera ser mediante la ofuscación. La cual se podría dar, por sentir atractivo de los bienes materiales. Pero es posible que de cierta manera en contra de su voluntad.
Y que luego de que lo cometiera, terminara profundamente arrepentido de su propia actitud. Realmente es posible decir que, de manera habitual, quien se encuentra en estado de gracia va a sentirse arrepentido, ya antes de que cometa algún pecado grave. Lo cual también le puede ocurrir cuando lo esté cometiendo. O de igual forma luego de haberlo hecho.
Es así que a fin de que cometa un pecado mortal, y que procedieran a perseverar en su pecado, es requerido entonces una gran perversidad de alma. Por lo que entonces siendo este el caso, si ha de merecer de forma plena el infierno.
Luego entonces, debido a que el hombre se considera como un ser libre, es posible que, dándole un mal uso a su libertad, sea capaz de negar aquello que se considera como evidente. Siendo esto hasta la existencia de Dios.
Nunca se podrá negar la muerte
Pero se tiene algo que resulta que no podrá negar jamás. Por más que se encuentre cegado, y esto se trata de la Muerte. Teniendo en cuenta que bajo ningún concepto, ha de poder encontrarse completamente cierto de que no exista alguna otra vida. Siendo quizás un necio aquel, que se encuentra viviendo como si no existiera esta realidad.
Luego entonces, se hace necesario tener una idea bastante clara, y es la de que Dios nos hizo nuestra creación a fin de que seamos felices eternamente. Siendo que nos brinda su ayuda, a través de la redención y bajo su gracia. A que alcancemos el cielo.
Siendo el caso que produce la recompensa “al ciento por uno”, de todas aquellas buenas obras que sean nuestras. Por lo que resulta claro, que no es él quien nos envía al infierno, sino que somos nosotros, los que mediante la utilización del libre albedrío.
Al momento de hacer la elección que sea entre el bien y el mal, procedemos a decidir lo que ha de ser el destino eterno. Teniendo en cuenta que el mismo no ha de ser más que la consecuencia de tipo lógica, en cuanto a la conducta que en esta vida se procede a llevar.
Dicen los negadores que si existe el infierno
Cómo ha de ser justo, que debido a un pecado que se produce por un instante, sea castigado con los tormentos durante una eternidad. Luego entonces se considera que es requerido que dicho pecado, se tome como mortal y que se muera sin que se arrepienta del mismo.
Así es que el hecho de caer en pecado mortal, y que no se produzca el arrepentimiento. Va a revelar que el alma del pecador, esta entonces con Dios en un estado de enemistad completa. Y que es merecedor del infierno.
Siendo que se puede juzgar de la misma manera, a quien hace la solicitud de un empleo el cual es vitalicio. Y que sea requerido que para obtenerlo sea necesario el hecho de pasar por un examen breve.
Se diría entonces ¡cómo va a ser justo esto! ¡que yo sea privado de este empleo para toda la vida!, ¡solamente porque no haya sabido como contestar algunas preguntas! No fue pues el tiempo durante el cual estuvo realizando el examen, lo que le deja privado del empleo. Sino más bien fue su ineptitud para desempeñarse en dicho empleo.
Otras objeciones más
Sin duda alguna que, el tiempo no alcanzaría en el caso de que se quisiera refutar todas aquellas objeciones. Las cuales son hechos a la existencia del infierno, por sus negadores. Sin embargo, se pueden refutar al menos algunas.
¿No sería posible que Dios perdonara el alma, luego de que esté suficientemente expiado el pecado?
Sin duda alguna que Dios le otorgaría el perdón al alma, en el caso de que ella se arrepintiese. Luego entonces es mucho el tiempo concedido por Dios, durante esta vida, a fin de que el mismo se arrepienta. Luego entonces es fijada la muerte del alma, en el estado en el que se encuentra. Tal como es dicho por el evangelio “hacia el lado que el árbol cayere ahí quedará”.
Así es que cuando fue dicho por Cristo “Apartaos de mí malditos, id al fuego eterno”, se puede probar que el fuego se considera como eterno. Mas no significa que deban padecer eternamente en el mismo.
Es así como también es posible decir acerca de un alpinista, que el hecho de que vaya hacia los volcanes en sus nieves eternas. No tiene como significado que él se vaya a quedar eternamente en las mismas.
Así es que son ingeniosos, aquellos que se han convertido en enemigos de la eternidad que corresponde al infierno. Sin embargo, solamente basta con hacer la consideración sobre aquellos textos correspondientes a los Evangelios. Esto con algún poco de detenimiento, con el fin de que sean desmontadas sus argucias.
“E irán estos al eterno suplicio”
Es por ello que, a fin de ver que dicha interpretación resulta ser ampliamente falsa. Solo basta con que sea leído el párrafo completo, desde donde se tomó la cita. Siendo el cual va a finalizar diciendo según Mateo 25 : 46: «e irán estos al eterno suplicio«.
De igual forma se tienen muchos otros textos bíblicos, los cuales no dejan lugar a dudas, en relación a dicho respecto. Siendo que las Sagradas Escrituras de la misma forma, hablan sobre lo que puede ser el tiempo de duración. Correspondiente a las penas relacionadas con los condenados. Así como también de la gloria de los justos. Y es el caso que a nadie se le ocurrió de hecho, colocar en tela de duda lo que corresponde a la eternidad de la Gloria.
Se tiene entonces pues, que el motivo de que se haga en el caso de la duración de las penas en el infierno, se trata de aquellos que, mediante lo torcido de su voluntad, también tuercen la rectitud del criterio.
Lo que sabemos de la condenación o no de las almas
En cuanto a si existe el infierno, se tiene como doctrina de la Iglesia Católica, que no es posible encontrarse completamente seguros. En relación a si al ver morir una persona en pecado, la misma se vaya hacia el infierno.
Puesto que de cierto se sabe que, todo aquel que llega a la hora de su muerte en pecado mortal. Y sin que se haya arrepentido, de una manera irremisible se va hacia el infierno.
Más, sin embargo, no resulta fácil el hecho de saber si aquel que pecó gravemente, lo haya realizado de una manera plena de conocimiento. Y además con una libertad plena. Tal como es requerido a fin de tomarlo como un pecado mortal. Lo cual se consolida cuando es:
- Grave
- Consciente
- Libremente
Así como tampoco es posible saber, si ha sido tocado por la gracia de Dios el pecador, a la hora de presentarse su muerte. Siendo que pudiera en aquel supremo momento, haberse vuelto hacia Dios con su alma arrepentida.
Luego entonces es posible obtener de todo lo anterior dos cosas que son:
1.- Que no es posible hacer la negación de las oraciones, así como los sufragios, y los sacrificios. Al igual que las buenas obras en general, por cualquier alma de alguien, que estemos pensando que se encuentre en el infierno.
2.- De igual forma que no resulta posible ni siquiera, el tener una idea de la cantidad de aquellos que se encuentran condenados. Siendo el caso que hay personas, que aun cuando se creen justas proceden a mandar a todo el mundo hacia el infierno. Así como también, hay otras personas que aun cuando se creen caritativas, por el contrario, lo mandan al cielo.
Se declaran las almas que están en el paraíso
Es el caso que la Iglesia católica cuando procede a la canonización de un Santo, hace la definición de que su alma ha entrado desde ya al Paraíso. Siendo el caso que en ningún momento ha sido declarado, acerca de las que se encuentran en el infierno. Salvo en el caso del alma de Judas, y eso fue debido a que el Amado Maestro Jesús, según Mateo 26:24 indicó sobre él: “más le valiera no haber nacido”
Así es que, aun cuando es cierto que no podemos saber certeramente quienes se encuentran en el infierno. Si es posible saber de forma plena, quienes son los que pueden ir rumbo al mismo.
Siendo el caso que en términos generales, estamos en cuenta de que van rumbo al infierno. Aquellos que no tienen preocupación por salir de lo que es el estado de pecado. Los que no lo aborrecen, y que no cuidan el hecho de encontrarse siempre en un estado de gracia. Dentro de los que se pueden mencionar:
En primer lugar, se encuentran camino al infierno, aquellos que no creen que existe el infierno. Debido a que, al no creer en el mismo, no se van a preocupar por hacer alguna cosa para evitarlo. Luego entonces, cómo será posible que se puedan librar del mismo.
De igual manera aquellos, que son causantes de escándalo. De forma principal en el caso que tengan algún tipo de autoridad. Y que proceden a abusar de la misma, a fin de arrastrar a los que se encuentran subordinados a ellos y arrastrarlos hacia el mal.
Les roban la fe a quienes ignoran la religión
Bien sea esto mediante la violencia, la seducción o si abusan de ellos debido a sus dones intelectuales. Procediéndoles a arrancar la fe a esas pobres gentes, que son ignorantes en muchos aspectos, y sobre todo en la religión.
Siendo el caso que este tipo de corruptores públicos, le es aplicado el certero anatema del Maestro Jesús que dice: “Ay de vosotros que recorréis la tierra y los mares, para hacer un prosélito. Y cuando lo habéis ganado, hacéis de él un hijo del infierno, dos veces peor que vosotros mismos”.
Se puede decir que se encuentran en esta aseveración, entre muchos otros:
- Protestantes
- Teósofos
- Testigos de Jehová
- Espiritistas
- Propagandistas de la vida impersonal
- Masones, los cuales muestran un celo digno de la mejor causa, a fin de propagar sus errores.
- Profesores de ateísmo y herejía
- Escritores sin fe y sin conciencia
- Sectarios de la francmasonería
- Los egoístas, orgullosos y malos ricos que mediante la maldad hacen sus fortunas desde el sufrimiento de los demás
- Los avaros
Conclusiones prácticas
De todo lo que se ha expuesto es preciso que se tomen algunas conclusiones de tipo prácticas, de acuerdo a la Iglesia católica. Con el fin de ser librados de las pailas del infierno, dentro de las cuales entre otras se encuentran:
Tener el convencimiento pleno, que de acuerdo a la Iglesia católica existe el infierno. Por lo cual debe ser tomado en cuenta, lo que corresponde a los tormentos terribles que se sufren allí. Por lo cual, se requiere la formación de un propósito para trabajar. Sin que se descanse para librarse del mismo.
Aquel no se logre convencer de que existe el infierno, de acuerdo a la iglesia católica. Así sea por las dudas que haga el trabajo de librarse del mismo. Siendo que será necesario la práctica de algunos sacrificios. Los cuales valdrán la pena, puesto que los mismos traerán el camino rumbo a la felicidad, que desea el Padre Dios para todos sus hijos, los cuales siguen su camino.
Se requieren tres cosas para librase del infierno
Son tres cosas fundamentales, las cuales se necesitan con la finalidad de quedar libre de cometer pecado que conduzca al infierno. Siendo las mismas las siguientes:
1.- El hecho de salir del estado de pecado
2.- Salir huyendo de las ocasiones que se presenten de pecado
3.- Vivir una vida que se considere cristiana seriamente
El hecho de salir del estado de pecado
En primer lugar, en base a la iglesia católica, lo primero que debe hacerse a fin de que sea evitado el infierno, es de hecho salir del estado de pecado. Siendo que para tal fin, es conocido que existe el sacramento de la confesión. La misma que ha de ser sincera sobre los pecados cometidos. Teniendo además el firme propósito de realizar la corrección de los mismos en lo adelante.
Es posible que todo esto signifique, que se han de realizar grandes sacrificios. Sin embargo, resulta necesario que se tenga en cuenta, que de nada le sirve al hombre ganarse el mundo completo, si termina perdiendo su alma.
Por lo tanto, lo que recomienda la iglesia católica, es confesarse prontamente. Más aún en el caso de que se encuentre la persona en pecado. Y hacerlo prontamente, puesto que hay muchos que mueren de forma repentina. Sin que les de oportunidad de prepararse ante Dios.
Salir huyendo de las ocasiones que se presenten de pecado
De acuerdo a un sabio proverbio, aquel que no huye del peligro perece en él. Siendo el caso que no se trata solamente del hecho de no permanecer en lo que es el estado de pecado mortal. Sino del hecho de que no se vuelva a caer en el mismo.
Teniendo en cuenta que para tal fin, solamente existe un medio el cual es evitar aquellas ocasiones de sean de caída. Por sobre todo las que mediante las experiencias tristes, nos haya demostrado algún tipo de peligro.
Así que, con el fin de evitar cualquier tipo de ocasión, donde se pueda cometer pecado. Será necesario de acuerdo a la iglesia católica, esforzarse a fin de que sea evitado en camino ancho de la perdición. Así como también seguir por la vereda que es angosta, más es la que conduce hacia la puerta estrecha del cielo.
Vivir una vida que se considere cristiana seriamente
De acuerdo a la iglesia católica, aquel que se quiera encontrar seguro de evitar lo que es el infierno, no tienen que contentarse con que evite el pecado mortal. Así como tampoco con evite las ocasiones que se le presenten de cometerlo.
Sino que más bien, realice todo el esfuerzo por llevar una buena vida. Que sean seriamente cristiana, santa y completamente llena de todo lo que nos fue enseñado por el Amado Maestro Jesús, mientras se encontraba predicando la palabra en esta tierra.
Con el fin de que continúes aprendiendo más acerca de la vida espiritual. O que quieras establecer comunicación con el Padre Dios y liberarte de la culpa, el dolor o la pena. Nada mejor que la lectura que te llene el alma de fe y conocimiento, es por lo que te invito a visitar a continuación:
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