La Parábola del grano de mostaza, según Mateo tiene por lo menos tres interpretaciones, no obstante quizás la más significativa de ellas, es la que se relaciona con la fe. Pues esta aunque sea poca, es capaz de transformar al hombre, de forma similar a la célebre frase sobre que la fe aun tan pequeña como una semilla de mostaza, tiene la fuerza para mover enormes montañas.
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Parábolas del grano de mostaza y de la levadura
La parábola del grano de mostaza se relaciona sin con la fe, pues una vez que se tiene un poquito de fe, y se prueba su eficacia, esta se expande, es decir, como si tuvieras fe como un granito de mostaza, donde el único requisito, es creer, a modo de simbolizar la fertilidad de la tierra. Evidenciado en el Nuevo Testamento, en el aparte correspondiente a los sagrados Evangelios de:
- Mateo (13:31-32).
- Marcos (4:30-32).
- Lucas (13:18-19).
Breve descripción
La parábola del grano de mostaza, que un hombre aceptó y plantó en sus tierras, aun siendo la más diminuta de las semillas, al desarrollarse y tomar todo su esplendor, resalta por ser la más grande de todo el huerto, provee alimento y sustenta a los pájaros y sus crías.
Según Mateo 13:31-33
De forma similar, la parábola del grano de mostaza, hace alusión al reino que priva en los cielos como un diminuto grano otorgado al hombre para que obtenga de ella lo mejor, siendo decisión de este donde plantarla, es decir, el libre albedrío.
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