Evangelio de Marcos y su Historia Biblíca

Evangelio de Marcos, hoy podrá conocer todo sobre esta hermosa historia que nos deja una enseñanza edificante, acompáñenos a descubrir todo sobre el evangelio de Marcos en este artículo.

EVANGELIO DE MARCOS

¿Quién era Marcos?

Marcos, simplemente así se le conoce en principio a Marcos un hombre humilde que decidió que la palabra de Dios se lleva sin necesidad de que la persona que evangeliza sea reconocida por lo que hace, una demostración de humildad y entrega como pocas. ¿Cómo podemos conocer de alguien que no quería ser reconocido?, no hablaba de su persona en ninguna de las notas que escribió, por lo que se hace muy difícil saber de su vida.

Lo poco que se sabe sobre Marcos el evangelista es a través de uno de los documentos de la antigüedad, en los que algunos de ellos entregan algún tipo de información sobre Marcos, entre los que destaca un escrito de Eusebio que data del siglo IV, para la época en la que Constantino era el emperador de Roma, en este escrito se puede identificar una cita del siglo II, que retoma una certeza de un documento extraviado en el que se un Anciano se refiere a Marco.

En esta cita se escribe textualmente “Marcos, que fue intérprete de Pedro, escribió con exactitud, aunque sin orden, todo lo que recordaba de lo que el Señor dijo e hizo”. Podemos en este escrito reconocer su presencia en la época reseñada y el trabajo que realizaba, lo describen con un hombre que era fiel en su escritura, más sin embargo, no llevaba un orden de la misma, por lo que es reconocido como un escribiente desordenado.

La nota encontrada nombra directamente a Marco, lo que permite identificarlo como una persona conocida y el objeto de generar la misma busca definitivamente enaltecer el trabajo realizado por Marcos, el cual al parecer no era valorado, precisamente por el supuesto desorden con el que lo realizaba.

EVANGELIO DE MARCOS 2

Del mismo texto también podemos rescatar el hecho de que Marcos es reconocido la confiabilidad de lo escrito y la manera en que fue dicho por Jesús, así como el hecho que la información transcrita fue recibida de Pedro.

Se presume que Marcos era un hombre de carácter firme, decidido y nada conforme, tiene que haber sido un hombre inteligente y muy osado. De donde deducimos estas características, pues que fue Marcos quien creó un formato para dejar por escrito de manera pedagógica la praxis del Galileo.

La fuerza de carácter se puede reconocer en sus escritos donde no temía decir las cosas tal las observaba como por ejemplo en Marcos capítulo 16 versículo 8 “Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque les había tomado temblor y espanto; ni decían nada a nadie, porque tenían miedo”, como podemos ver no temía expresar de manera exacta la actitud incluso cobarde de los discípulos.  Marcos tuvo un impacto importante en la iglesia primitiva, pero siempre fue una persona que prefería pasar desapercibida.

Marcos desarrolló una vida cristiana en Alejandría, en Egipto, donde desarrolló el primer obispado, creó una escuela cristiana y tuvo una vida muy apegada a las leyes, evangelizó hasta su ultimo día, falleció como un mártir un 25 de abril entre los años 64 y 68, existe duda del año exacto. Marcos llevó a Egipto el cristianismo en la época del emperador Nerón.

EVANGELIO DE MARCOS 2

Su muerte es referida en los Hechos de San Marcos, un escrito que data del siglo IV, en donde cuentan como Marcos fue torturado, con cuerdas fue amarrado y halado por las calles de la ciudad de Alejandría, en oportuidades cayó y no se detuvieron por lo que fue arrastrado y luego de ello fue encarcelado y al día siguiente volvieron hacer lo mismo, pero el cuerpo de Marcos no resistió tanto maltrato y falleció.

Inicios de Marcos

Como podemos identificar Marcos es el autor del Evangelio que es identificado con su nombre, también en su trabajo de escribiente de las palabras y acciones de Jesús, ayudó a los apóstoles Pedro y Pablo. Se dice que era hijo de una mujer que tenía mucha influencia de nombre María y aparentemente nació en Jerusalén, antes de recibir su nombre cristiano, Marcos era llamado Juan, ese era su nombre de origen judío.

Su nombre aparece por primera vez en el Libro de Hechos capítulo 13 en los versículo 5 y 13, en donde señalan que Marcos aún se llama Juan y era solo un ayudante, en el versículo 13, hacen mención  del retorno de Juan a Jerusalén. Podemos entonces resaltar que en Hechos se indica el principio de Juan en el cristianismo, posteriormente en el libro de 2 Timoteo capítulo 4 versículo 11, se hace mención ya de Marcos con su nombre romano.

Cuando emplazan a Pedro por hablar con hombres incircuncidados se genera por parte de Pedro todo una explicación, que se encuentran detallada en el libro de Hechos capítulo 11, en donde Pedro hace referencia nuevamente de Juan, quien fue bautizado en agua, pero que los demás serían bautizados por el Espíritu Santo.

EVANGELIO DE MARCOS

La evangelización tomaba fuerza y cada vez más en las ciudades más y más familias se convertían al cristianismo, se comienza formar una gran fuerza que fue vista como contraproducente a las normas del imperio, porque los cristianos solo adoraban a un Dios y esto iba en contra de las reglas de inclinarse ante el emperador y creer en los dioses romanos.

Es por ello, que el cristianismo comienza a ser perseguido, al poner preso a Pedro por órdenes de Herodes, la persecución cobro la vida de Jacob quien era hermano de Juan y como fue bien recibido por los judíos, apresaron a Pedro. La iglesia oraba por Pedro a Dios y fueron escuchados, cuando Pedro fue liberado de la cárcel fue hasta la casa de la madre de Marcos, donde estaban varios hermanos orando por él.

En los versículos finales se muestra cuando Bernabé primo de Juan y Saulo se llevan a Juan quien es llamado Marcos a Antioquía, para que sirviera de acompañante en el primero de los viajes misioneros que haría el apóstol Pablo. Como podemos ver los comienzos de Marcos en la vida del cristianismo  estuvo muy marcada por acontecimientos y señales que lo dejaban duda de la existencia de Dios.

Porque la elección de Marcos para acompañar en el primer viaje misionero de Juan, en realidad no se conoce ya que o se encuentra expresa en las escrituras, sin embargo, suponemos que se debe, primero a su relación parental con Bernabé quien era ampliamente reconocido por los apóstoles y segundo por la capacidad de Marcos, para servir como apoyo o asistente, así como el dominio que tenía sobre el idioma de la época que era el griego.

EVANGELIO DE MARCOS

Sin embargo, en algún momento del viaje Marcos tuvo que regresar a Jerusalén, abandonando al grupo con el cual venía trabajando, esta deserción, no fue bien recibida por el apóstol Pablo, su retornó a Jerusalén aparece reflejado en Hechos capítulo 13 versículo 13, sin embargo, no se indica la razón. La molestia de Pablo se ve reflejada al momento de realizar su segundo viaje misionero, el cual se realizó tres años más tarde, no obstante, cuando se propuso a Juan para que lo acompañará de nuevo, Pablo rechazó la oferta.

A pesar del rechazo de Pablo, Bernabé lo llevó consigo por lo que Marcos no se detuvo en su labor como misionero y Dios tiene sus maneras de corregir y transformar los corazones de las personas, de hacerlos más humildes.

A pesar del rechazo recibido por Pablo para que formara parte de su grupo en su segundo viaje misionero, fue Marcos quien estuvo con Pablo cando lo apresaron la primera vez, se encuentra este momento reseñado en Colosenses capítulo 4 versículo 10 y más claramente expreso lo reconoce como su colaborador en Filemón capítulo 1 versículo 24.  Las escrituras no nos permiten realmente saber en qué momento surgió el perdón de Pablo hacia Marco.

En referencia a su relación con Pedro la misma podemos encontrarla reflejada en 1 Pedro capitulo 5 versículo 13, en la cual se señala que ambos se encuentran en Babilonia “La iglesia que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, y Marcos mi hijo, os saludan”.

Evangelio de Marcos

Ahora que ya conoces de Juan quien se llamó luego Marcos y cuáles fueron sus inicios en la vida como evangelizador, vamos a conocer sobre el evangelio y trataremos de ser concretos pero profundos en la palabra escrita por este humilde hombre de Dios. Como ya hemos visto Marcos es nombrado en varias oportunidades en los Hechos de los Apóstoles, como ya hemos reseñado anteriormente, en ellos se cuenta sobre los encuentros de Marcos y los apóstoles e incluso su participación en los primeros viajes misioneros.

Existen evidencias y es aceptado que Marcos fue el creador del primer obispado en Alejandría, en Egipto en donde estableció una iglesia y también fundó una escuela, siete diáconos y tres presbíteros, también se le atribuyen una serie de milagros. Como podemos ver Marcos desarrollo una vida en Cristo en la que demostró entrega, compromiso y mucha pasión.

Existen documentos que afirman que el Segundo Evangelio fue escrito por Marcos, este en principio joven que acompañó a Pedro a Roma, en donde también hizo contacto con Pablo. Marcos es reconocido por la fidelidad de su escritura con las enseñanzas. Cuando se realiza la comparación del evangelio de Marcos, con el escrito por Mateos o Lucas, existe una gran diferencia, en el evangelio de Marcos no se hace referencia a la vida de Jesús antes de su comunión.

Se dice que la razón de ello se debe a que Marcos, utilizó para escribir el evangelio los límites utilizados en las enseñanzas de la iglesia primitiva. Siendo este el fundamento, en realidad los apóstoles y evangelizadores de la iglesia primitiva hacían énfasis en la palabra de Jesús y sus obras, no en lo que le había sucedido.

EVANGELIO DE MARCOS

El evangelio de Marcos además cuenta con detalles que el mismo Marcos recordaba de las predicaciones en las que había acompañado a Pedro.  El evangelio de Marcos se encuentra conformado en dos bloques uno que se desarrolla en Galilea y el segundo en Judea y Jerusalén.

En el evangelio de Marcos se muestra con claridad la obra de Jesús, cuáles fueron sus enseñanzas, luego la parte en la que se muestra la negación de Jesús de a cumplir con las exigencias de las personas que lo según, por lo que comienza a perder la popularidad y luego su muerte en la cruz, pero Marcos no profundiza en la muerte, realmente lo que considera importante .

Resumen del Evangelio

El Evangelio de Marcos se encuentra organizado en siete secciones en las que son descritas la vida y obra de Jesucristo. En el primer capítulo se realiza una cita de Isaías, quien como sabemos fue el profeta del Antiguo Testamento, también se hace una cita de Juan el Bautista, quien anuncia la venida del Mesías. Otro aspecto relevante es el bautismo y la tentación de Jesús.

En la sección dos  se describe el llamado de Jesús a Simón que luego llamó Pedro, así como el llamado de su hermano Andrés, para que fueran sus apóstoles. Este llamado ocurre en una de las demostraciones de grandeza de Jesús, los invitamos a leer Boga Mar adentro.  Se habla sobre los milagros de Jesús. La sección tres nos cuenta sobre el retiro de Galilea de Jesús y Sus discípulos y el milagro de la multiplicación de los panes, también el milagro de Jesús caminando sobre el agua la transfiguración y otros.

EVANGELIO DE MARCOS

En la última parte de este tercera sección Jesús predice su muerte y resurrección. En la sección cuatro, nos cuenta sobre la ida de Jesús a Capernaum y sus predicas. También la ida de Jesús a Judea, por su parte en la sección cinco, conocemos sobre varios temas, nos cuenta sobre el milagro de restauración de la visión de un ciego y nuevamente Jesús predice su muerte y resurrección.

La entrada a Jerusalén sobre un pollino. El evangelio de Marcos habla de las lecciones, las parábolas y advertencias que Jesús hace a la gente. La sección seis es la Cena del Señor, su arresto, enjuiciado y crucificado en la cruz. La última sección la número siete se relata la resurrección de Jesucristo de la tumba.

Evangelio de Marcos por Capítulos

Iniciaremos la lectura del evangelio de Marcos desde el capitulo 1 hasta el capítulo 16 con cada uno de sus versículos, es momento de ponerse cómodos y disfrutar de esta bella enseñanza que nos llega de la mano de Marcos. Inicia el evangelio de Marcos señalando que es el Principio del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios, sin quitar crédito a los autores indica tal como está escrito en Isaías el profeta: Aquí envío a mi mensajero delante de tu cara y el prepara tu camino, escuchará la voz del que clama en el desierto. Prepara el camino del Señor, endereza sus sendas.

Juan se encontraba bautizando en el desierto, al mismo tiempo que lo hacía en su prédica invitaba al arrepentimiento, para obtener el perdón de pecados. Las personas salían de todas partes de Judea, también todos los de Jerusalén; y eran bautizados por Juan en el río Jordán, ellos confesaban sus pecados. Juan el Bautista estaba vestido de pelo de camello, tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos, se alimentaba de langostas y miel silvestre.

EVANGELIO DE MARCOS

En la prédica de Juan decía, viene tras de mí, alguien mucho más poderoso que yo, alguien de quien no soy digno, ni inclinado a sus pies para desatar la correa de su calzado. Yo los he bautizado con agua, pero él el que viene tras de mí los bautizará con el Espíritu Santo.

En esos días Jesús vino de Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el río Jordán y al momento de sumergirlo cuando subía de las aguas, se abrieron los cielos y el Espíritu Santo en forma de paloma descendió sobre él.  Este hermoso pasaje se encuentra referido en el evangelio de Marcos capítulo 1 versículos del 1 al 10.

Al momento que bajaba el Espíritu Santo sobre él, emergió una voz de los cielos que declaró: «Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia». Después de ello, el Espíritu le impulsó al desierto y estuvo en el desierto cuarenta días, fueron días difíciles llenos de tentaciones, Satanás trataba de convencerlo, estaban también las fieras; y los ángeles le servían.

Pero en ese momento pusieron preso a Juan y Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, repetía el tiempo que debía pasar ya pasó y el reino de Dios se encuentra más cerca, por favor arrepiéntanse y crezcan en el evangelio. Luego un día caminando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, quienes echaban sus redes en el mar, ambos eran pescadores. Jesús los llamó y les dijo “Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres”.

EVANGELIO DE MARCOS

Se produce uno de los milagros más hermosos y luego de no haber pescado nada durante la noche, las barcas casi se hundieron de tantos peces. Simón cayó hincado a sus pies y diciendo que era un pecador y dejando luego sus redes, le siguió.

En su camino más adelante, vio a Jacobo y a Juan quienes eran los hijos de Zebedeo, también vio ellos en la barca, quienes estaban reparando las redes y también los llamó y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los otros trabajadores de la semana, le siguieron. Marcos capítulo 1 versículos del 11 al 20.

Jesús y sus discípulos quienes le seguían a todas partes entraron en Capernaum y entraron en la sinagoga, en donde siempre los evangelizaba. Los que asistían a escuchar se admiraban de su doctrina, porque Jesús enseñaba como quien tiene autoridad y no lo hacía como los escribas.

Pero entre los asistentes se encontraba un hombre que poseía un espíritu inmundo, que dio grito diciendo: “Ah! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios”, pero Jesús sabía que era un poseso y le reprendió, diciéndole ¡Cállate, y sal de él! Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él.

Todos los que estaban en su presencia se asombraron, era tal su impacto que se preguntaban que doctrina era es que incluso los espíritus inmundos la obedecían. De manera inmediata el nombre de Jesús se difundió por la provincia alrededor de Galilea, salieron de la sinagoga y fueron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan. La madre de la esposa de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella, entonces él se acercó y la tomó de la mano y la levantó, la fiebre cesó y al momento ella los atendía.

EVANGELIO DE MARCOS

Cuando llegó la noche, comenzaron a llevarle a todos los enfermos y poseídos, la ciudad entera se agolpaba en la puerta. Claro que sanó a muchos y sacó fuera a los demonios, a los demonios no los dejaba hablar porque le conocían. Marcos capítulo 2 versículos del 21 al 34. Marcos nos deja conocer de los milagros de Jesús y su creciente popularidad.

Para finalizar el capítulo 1 presentamos a continuación los versículos 35 al 45, luego de descansar muy poco Jesús se levantó muy temprano y aún estando oscuro, salió y se fue a un lugar solitario y se puso a orar, pero Simón y otros que lo acompañaban lo fueron a buscar y le dijeron todos te buscan.

Pero Jesús les dijo vamos a otros lugares vecinos, para predicar en ellos también, porque para esto he venido. Predicaba en las sinagogas de toda Galilea, y echaba fuera los demonios. Uno de los milagros relatados es la limpieza del leproso, quien se acercó a Jesús y de rodilla en sus pies le dijo “si quieres puedes limpiarme”. Jesús, tuvo misericordia de él, le tocó, y le dijo: “Quiero, sé limpio”.

Al instante la lepra se fue del hombre, luego de limpiarlo le dijo al hombre que no dijera nada, solo que fuera y se mostrará ante el sacerdote y ofreciera por su purificación, lo que Moisés mandó para testimonio de ellos. Pero el hombre no hizo silencio y comenzó a contarle a todos lo que había hecho Jesús por él, por lo que Jesús no podía entrar libremente a la ciudad y se quedaba en las afueras de la ciudad, en los lugares desiertos, pero las personas iban igual a él de todas partes.

Capitulo 2

El capítulo 2 del evangelio de Marcos inicia con el regreso de Jesús a la ciudad de Capernaum habían pasado ya algunos días fuera de la ciudad y llegó de nuevo a la casa, la noticia se corrió por toda la ciudad, Jesús estaba de nuevo en la ciudad. De manera inmediata la gente comenzó a agolparse en las afueras, no cabían más pero igualmente Jesús les predicaba la palabra de Dios.

Entonces llegaron varios hombres cargando en una camilla a un hombre que no podía caminar, pero era tal la multitud que se encontraba frente a ellos, que no podían pasar. Decidieron entonces levantar parte del techo y bajar a el hombre con todo y camilla  hasta Jesús, esto hizo que Jesús reconociera en ellos su fe y dijo al paralítico, todos tus pecados son perdonados.

Alrededor de Jesús y dentro de la multitud se encontraban algunos escribas, los cuales reflexionaban en sus corazones con los mensajes de Jesús, sin embargo, osaron juzgarlo porque la manera en la que hablaba Jesús la consideraban como una blasfemia: ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?, pero Jesús reconoció su duda y preguntó porque dudaban de esa manera en sus corazones y entonces le preguntó ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?

Y entonces para mostrarles que el Hijo de Dios si tenía el poder en la tierra para perdonar los errores y pecados, le dijo al paralítico: “Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Entonces el paralítico se levantó en seguida y de manera obediente tomó su camilla y caminando salió delante de todos. La gente quedó asombrada y glorificaron a Dios, todos dijeron que nunca habían visto nada igual. Esta es la historia que nos cuenta el evangelio de Marcos en el capítulo 2 versículos del 1 al 12.

EVANGELIO DE MARCOS

Jesús se encontraba caminando por el mar y la gente se acercaba y él les enseñaba. Cuando iba caminando vio a Leví quien era hijo de Alfeo, quien se encontraba trabajando en el banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme y sin decir nada se levantó y le siguió.

Luego Jesús se encontraba sentado en la mesa de la casa Leví y muchas personas entre las que se encontraban los llamados publicanos como eran conocidos los cobradores de impuestos, así como los pecadores, estaban  compartiendo la mesa con Jesús, también se encontraban sus discípulos; porque habían muchos que le habían seguido.

Los escribas y los fariseos que también se encontraban entre las personas que lo habían seguido, cuando vieron que Jesús comía con los publicanos y con los pecadores, se dirigieron a los discípulos preguntándoles ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores?. Jesús escuchó la inquietud de los fariseos y les dijo “Las personas que se encuentran sanas no tienen la necesidad de que los atienda un médico, son solo los enfermos quienes necesitan de él, no he venido a llamar a justos, sino a pecadores”.

No hay duda de lo preciso de este maravilloso mensaje, ante el cual los fariseos no hicieron más que guardar silencio. En uno de los días que Jesús se mantenía en la ciudad, los discípulos de Juan y también de los fariseos se encontraban realizando un ayuno, las personas se acercaron a Jesús y les preguntaron, por qué no ayunaban sus discípulos, si los de Juan y los fariseo se encontraban en ayuno?.

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Jesús para todo tenía una sabia respuesta y les dijo: “¿Acaso pueden los que están de bodas ayunar mientras está con ellos el esposo?” mientras el esposo se encuentre con la novia, no pueden ayunar, pero ya llegarán los días en que el esposo no se encuentre y entonces en esos días ayunarán.

También les contestó utilizando las siguientes parábolas: Nadie puede remendar un vestido viejo, colocándole un pedazo de tela nueva, porque la tela nueva se encogerá y halará de la tela vieja, abriendo un hueco más grande al vestido viejo. Tampoco nadie coloca vino nuevo en alforjas de cuero viejas, de hacerlo el vino nuevo romperá los odres y se perderá el vino viejo y los odres también se perderán, por ello el vino nuevo en odres nuevo se debe colocar.

Un día caminando por los sembradíos, los discípulos de Jesús comenzaron a cosechar espigas del sembradío. Y los Fariseos que siempre estaban observando le dijeron que ¿por qué hacían en el día de reposo lo que no estaba permitido?.

A lo que Jesús respondió haciéndoles una pregunta a los fariseos, ¿Ustedes nunca leyeron lo que hizo David cuando sintió hambre? David y los que andaban con él, entraron a la casa de Dios, cuando Abiatar era sumo sacerdote y se comieron los panes de la proposición, sí David tomó los panes de la ofrenda.

Estos panes no son lícitos comerlos, solo pueden comerlos los sacerdotes y aún siendo ilícito dio de comer a los que con él andaban. Debemos comprender que el día de reposo fue hecho por causa del hombre  y no el hombre por causa del día de reposo, por lo tanto, el Hijo del Hombre es Señor, aún en el día de reposo.

EVANGELIO DE MARCOS

Capítulo 3

En el capítulo 3 del evangelio de Marcos se nos cuenta sobre el retorno de Jesús a la sinagoga en donde se encontró con un hombre que tenía una de sus manos paralizada. En la sinagoga se encontraban otras personas que solo querían ver si Jesús lo sanaba, pero era día de descanso, por tal motivo usarían esa evidencia de falta a la ley para acusarlo.

Pero Jesús se acercó al hombre y le dijo que se pusiera de pie y se colocará en medio de todos, cuando el hombre estuvo en el medio les pregunto a todos los presentes “¿Qué nos permite la Ley hacer en día sábado? ¿Hacer el bien o hacer el mal? ¿Salvar una vida o asesinar?, sin embargo, nadie de los presentes contestó.

Esta actitud molesto mucho a Jesús, quien con una mirada recorrió los ojos de cada uno y sintió pena por lo ciego que se encontraban, así que le dijo al hombre que extendiera su mano y el hombre así lo hizo, entonces  Jesús sano la mano enferma.

Los fariseos ni siquiera esperaron y fueron a reunirse con los partidarios de Herodes, para buscar la manera de eliminar a Jesús. Jesús se fue con sus discípulos a orillas del lago y como era la costumbre lo seguía la multitud, ya había personas de Galilea, de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán y de las tierras de Tiro y de Sidón. Era mucha la gente que venía a escuchar lo que Jesús tenía que decir.

Jesús ya había solicitado a sus discípulos que tuviese una barca colocada en un sitio para evitar que la gente lo atropellase, porque el fervor de quienes lo seguían era tanto que en oportunidades podían hacerle daño, porque todos querían ser curados, todos querían escucharlo, todos necesitaban de su presencia. Aquellas personas que estaban poseídas por los espíritus impuros, cuando lo veían caían en sus pies y gritaban: “Tú eres el Hijo de Dios”.

Pero Jesús no quería que dijeran quien era y los hacía callar y los reprendía, esos espíritus sabían quién era, pero él no quería que lo dieran a conocer.  También en el evangelio de Marcos se nos deja saber de cuando  Jesús subió al monte y llamó solo a los que él quiso para que se reunieran con él, fue en ese lugar en donde instituyó a los Doce Apóstoles, para que se mantuvieran con él y para  enviarlos a predicar, a quienes también les dio poder para echar demonios.

Les dio nombre a cada uno de ellos, a Simón lo llamó Pedro, a Santiago y a Juan, ha ellos les decia  Boanerges y a este grupo lo conformaban Bartolomé, Andrés, Felipe, Mateo, Tomás, Santiago, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, quién después lo traicionó.

En el evangelio de Marcos en este capítulo tres nos habla también del pecado contra el Espíritu Santo, cuando regresa a casa, llegó de nuevo tanta gente que ni siquiera podían comer. Al enterarse sus parientes de todo lo anterior, fueron a buscarlo para llevárselo, porque les habían dicho que Jesús se había vuelto loco.

Ya existía una confabulación contra Jesús y unos escribas que habían venido de Jerusalén decían que se encontraba poseído por  Satanás, que era el jefe de los demonios y por ellos con su ayuda lograba expulsar a los demonios de las personas.

Pero Jesús les dijo que se acercaran y empezó a explicarles a través de ejemplos sencillos, ¿Cómo puede Satanás echar a Satanás? Si una nación se encuentra con luchas internas, no es posible que esa nación se mantenga en pie, igual pasa con una familia en la que se produzcan divisiones internas, esa familia tampoco podrá mantenerse unida. Es igual con Satanás, si él lucha contra sí mismo y está dividido, no puede subsistir, por lo que encontrará muy pronto su fin.

En realidad nadie puede entrar en la casa del Fuerte y llevarse sus cosas, tienen que amarrarlo primero, esa es la manera en que podrían saquear su casa. A los hombres se les perdonaran todas las mentiras y pecados contra Dios, sin importar los muchos que sean, pero el que calumnie al Espíritu Santo, no tendrá jamás perdón, porque ese pecado permanecerá en él.

Está poseído por un espíritu malo, ese es su pecado. El capítulo 3 del evangelio de Marcos nos habla de la verdadera familia de Jesús, cuando dice entonces llegaron su madre y sus hermanos, quienes se quedaron afuera y lo mandaron a llamar.

Pero como era la costumbre Jesús se encontraba rodeado de mucha gente, así que el hicieron llegar su recado, “Tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y preguntan por ti” y el les contestó que quiénes eran su madre y sus hermanos? Y con esa mirada que los recorría a todos quienes los escuchaban dijo: “Estos son mi madre y mis hermanos” porque todo el que hace la voluntad de Dios es hermano mío y hermana y madre.

Capítulo 4

Continua el evangelio de Marcos dejándonos saber sobre las maravillosas enseñanzas de Jesús y sus milagros, en el capítulo 4 Marcos nos cuenta sobre otra de la predicaciones realizadas por Jesús a orillas del lago, pero había tanta gente que para poder dirigirse a todos ellos, tuvo que subirse en una barca y sentarse en ella a una distancia un poco apartada de la orilla, mientras que la gente se quedaba en la orilla. Jesús les enseñaba utilizando parábolas y ejemplos: “Escuchen esto: El sembrador salió a sembrar y mientras iba sembrando parte de la semilla cayó en el camino y algunos pájaros que andaban cerca se alimentaron de ellas.

Otra parte de las semillas cayó entre piedras, y a pesar que había poca tierra, las semillas germinaron rápido, porque no era muy profunda la tierra donde cayeron. Pero cuando el sol las tocó, los brotes se secaron, no tenían raíces profundas. Otras de las semillas cayeron entre los espinos y estos crecieron y las sofocaron, por lo que no pudieron tener frutos.

Pero otras de esas semillas cayeron en tierra fértil y brotaron, se desarrollaron y produjeron muchas más de ellas, Jesús agregó “El que tenga oídos para oír, que escuche”. La gente se retiró y los que se quedaron se acercaron a Jesús junto con los doce apóstoles y preguntaron por el significado de las parábolas. Jesús con la serenidad de siempre les contesto: “A ustedes les fue entregado el misterio del Reino de Dios, a las personas que están fuera solo escuchan de parábolas y por más que miran, no ven, por más que oyen, no entienden; para que no se conviertan y perdonen sus pecados.

Si no entienden esta parábola ¿Cómo entenderán las demás?, lo que el sembrador siembra es la Palabra de Dios, por lo tanto, los que se encuentran a los largo del camino, son aquellas personas que escuchan la palabra. De esos que la reciben, viene el demonio y se lleva la palabra sembrada en ellos, otros la reciben como un terreno lleno de piedras, es decir, que apenas la reciben la aceptan con alegría, pero se queda en ellos y no dura mucho tiempo, en lo que Dios les pone una prueba caen.

Otros la reciben como entre espinos; la escuchan pero las preocupaciones, el amor por lo material, las falsas promesas ahogan la Palabra. Para otros se ha sembrado en tierra buena, estas personas la reciben y dan fruto, unos el treinta por uno, otros el sesenta y otros el ciento por cien.

De lo hermoso del evangelio de Marcos es la claridad y fidelidad con la que está escrito y es por ello, que podemos recibir su hermoso mensaje. En este cuarto capítulo también nos habla de la parábola de la lámpara y de la medida, lean con detenimiento: ¿Cuándo llega la luz, la colocamos bajo la cama o más bien la colocaremos sobre el candelero?, no hay nada oculto, no hay cosa secreta que no sea descubierta, si algo ha sido ocultado, será sacado a la luz, el que tenga oídos que oiga.

También les dijo Jesús, presten atención a lo que escuchan. Con la misma vara que midan serán medidos y se les dará mucho más todavía. Deben saber que aquel que produce se le dará más, pero el que no produce hasta lo que tiene se les quitará.

Otra de las parábolas que nos da a conocer el evangelio de Marcos es el de la semilla que crece por sí sola, Jesús dijo: Un hombre deja caer y esparce la semilla en la tierra y sin importar si el hombre duerme o está despierto, sin importar si es de noche o de día, la semilla brotará, crecerá, sin que el hombre sepa cómo. La tierra dará su fruto por sí misma, comenzará siendo la hierba, luego la espiga, esa espiga se llenará de granos. Cuando el grano está maduro, se usará la hoz porque llegó el tiempo de la cosecha.

Uno de los pasajes más conocidos del evangelio de Marcos es el de grano de mostaza, Jesús dijo también: “¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué lo podríamos comparar?, es parecido a una semilla de mostaza; cuando la vemos es la más pequeña de todas las semillas, pero una vez sembrada, crece y se hace la planta más grande del huerto y sus ramas se hacen tan grandes y fuertes que las aves del cielo buscan refugio bajo su sombra. Jesús utilizaba muchas parábolas para anunciar la Palabra, él las adaptaba a la capacidad de la gente, no les decía nada sin usar parábolas, sin embargo, a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.

Concluye este capítulo del evangelio de Marcos con el milagro de Jesús calmando la tempestad, luego de todo lo enseñado ya en horas de la tarde de ese mismo día, Jesús le dice a sus discípulos para cruzar el lago hasta la otra orilla. Se despidieron de la gente y lo llevaron en la barca en que estaba, no estaban solos otras barcas lo acompañaban, de la nada comenzó un gran temporal y las olas golpeaban con fuerza a las barcas y estaban haciendo agua.

Mientras esto pasaba Jesús dormía y los hombres lo despertaron y le dijeron Maestro, ¿no le importa que nos hundamos?, entonces Jesús se  despertó y se enfrentó con el viento y dijo al mar: “Cállate, cálmate”. De inmediato se hizo la calma y les dijo a los hombres ¿Por qué temen? ¿Todavía no tienen fe?, pero los hombres estaban aún muy asustados y se preguntaban “¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?”

Capitulo 5

En este capítulo del evangelio de Marcos nos cuenta sobre los milagros y obra de Jesús en el otro lado de la orilla del lago en la región de los gerasenos, Jesús descendió de la barca y de manera inmediata llegó un hombre hasta él, el cual había salido de entre los sepulcros, pues estaba poseído por un espíritu malo. Este hombre vivía entre los sepulcros porque nadie podía sujetarlo ni siquiera con cadenas, en las oportunidades que lograban sujetarlo con grillos y cadenas, el hombre las rompía.

Era tan dañino el espíritu que de día y de noche gritaba y se hacía daños con piedras. Pero cuando vio a Jesús se hincó de rodillas a sus pies y gritando le decía “No te metas conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo! Te ruego que no me atormentes”. Jesús le pidió al espíritu malo que saliera de ese hombre y cuando le pregunto por su nombre dijo que se llamaba Multitud, porque eran muchos. Se encontraba una gran manada de cerdos comiendo al pie del cerro y los espíritus le rogaron que los dejara entrar en los cerdos. Y Jesús se lo permitió.

Todos los espíritus impuros salieron del hombre y entraron en los cerdos, pero la manada de cerdos se arrojó desde el acantilado y todos murieron ahogados en el lago. Los cuidadores de los cerdos salieron corriendo del lugar y fueron a contar lo sucedido a la ciudad, también por el campo, así que toda la gente fue a ver lo que había sucedido. Cuando se acercaron a Jesús, pudieron ver al hombre poseído quien se encontraba en su sano juicio, por lo que todos se asustaron.

Los testigos les contaron lo que había sucedido con el hombre y los cerdos y las personas le pedían a Jesús que se alejara de sus tierras. Jesús sube de nuevo a la barca y el hombre a quien liberó de los demonios, le pidió permiso para acompañarlo, pero Jesús le dijo que no, le dijo que regresará con los suyos y contará lo que el Señor había hecho por él. Así lo hizo a todos en la región de la Decápolis les contaba lo que Jesús hizo y todos quedaban admirados.

Otro de los pasajes que son reseñados en este capítulo del evangelio de Marcos es la resucitación de la hija de Jairo. Jesús retornó a la otra orilla del lago y la gente lo esperaba. Cuando la gente comenzó a rodearlo llegó Jairo quien era un oficial de la Sinagoga, quién se postró a los pies de Jesús y le suplicó para que colocará sus manos sobre su hija que se encontraba agonizando.

Jesús se fue con Jairo pero la cantidad de gente lo oprimía y no le permitía avanzar lo rápido que quería. En el trayecto había una mujer que padecía un derrame de sangre desde hacía doce años, la pobre mujer había sufrido mucho en consecuencia de esta enfermedad, como había oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto.

Ella estaba convencida que si lograba aunque sea tocar la ropa de Jesús se curaría. Así pasó al momento de tocar su ropa cesó su hemorragia. Pero Jesús sintió que un poder había salido de él, se detuvo y dio la vuelta y preguntó: “¿Quién me ha tocado la ropa?”, los discípulos le dijeron, cómo preguntaba quién le había tocado la ropa, entre toda esa gente que lo oprimía, pero Jesús continuaba buscando entre la gente quién le había tocado.

Entonces la mujer, que sabía muy bien lo que le había pasado, llena de temor se postró ante él y asumió ser ella, pero Jesús le dijo: “tu fe te ha salvado, ve en paz y queda sana de tu enfermedad”. Mientras Jesús hablaba con la mujer, llegaron unos hombres a informarle a Jairo que su hija había muerto ¿Para qué molestar ya al Maestro?, pero Jesús se hizo el que no escucho y le dijo a Jairo “No temas, solo ten fe”.

Jesús no dejó que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan el hermano de Santiago, al llegar a la casa de Jairo, encontró una escena de dolor, unos lloraban y otros gritaban. Jesús entró y les dijo que la niña solo estaba dormida, que no había razón para toda esa situación, pero se burlaban de él.

Jesús los hizo salir a todos, le pidió solo a su tres discípulos, al padre y a la madre para entrar donde estaba la niña. Tomó a la niña de la mano y dijo “Talitá kumi», que significa Niña, te lo digo, ¡levántate!, la niña que tenía 12 años se levantó al instante y empezó a caminar». Todos quedaron impresionados, pero Jesús  les pidió que no lo contaran a nadie y que solo le dieran algo de comer a la niña.

Capitulo 6

Continúa el evangelio de Marcos dejándonos saber del recorrido de Jesús y los milagros que realizaba en su trayecto por las ciudades. Jesús regresó a su tierra y sus discípulos lo acompañaron. El día sábado Jesús se puso a enseñar en la sinagoga y mucha gente lo escuchaba, pero no salía de su asombro, porque no sabían de donde provenía tanta sabiduría, como era posible que pudiera realizar esos milagros, si solo era un carpintero, el hijo de María; es un hermano de Santiago, de Joset, de Judas y Simón.

Cuando veían a su alrededor como no veían a sus hermanas, la gente se escandalizaba y no lo reconocían. Jesús les dijo: “Si hay un lugar donde un profeta es despreciado, es en su tierra, entre sus parientes y en su propia familia”, de allí viene el dicho de que nadie es profeta en su tierra. Jesús no pudo hacer ningún milagro, solo sanó a unos cuantos enfermos a quién le impuso las manos. La gente de su propia tierra se negaba a creer.

En este capítulo del evangelio de Marcos encontramos el envío de los apóstoles a evangelizar. Jesús caminaba todos los pueblos de los alrededores y enseñaba sin descanso. Un día llamó a los doce apóstoles y comenzó a enviarlos en grupo de dos a evangelizar, para ellos les dio poder sobre los espíritus impuros. Les dio las pautas de cómo debía ser esos viajes misioneros, les ordenó que no llevaran nada para el camino, solo podía llevar un bastón.

Debían vestirse con calzado corriente y un solo manto. Les indicó que se quedarán en la primera casa en las que le dieran alojamiento, hasta que se fueran del lugar. Les dijo que si llegaban a un lugar en donde no eran bien recibidos y tampoco eran escuchados, no podían alejarse de allí, sin haber sacudido el polvo de sus pies: con esto darán testimonio contra ellos. Entonces salieron a predicar, para invitar a la conversión, en su recorrido expulsaban a muchos espíritus malos y sanaban enfermos, a quienes ungían  con aceite.

El evangelio de Marcos nos deja saber sobre la muerte de Juan Bautista a causa del rey Herodes, quien oyó hablar de Jesús, ya que su nombre se había hecho famoso. Algunas personas decían que Juan el Bautista, había resucitado de entre los muertos y por eso tenía  poderes milagrosos. Otros decían: “Es Elías” y otros “Es un profeta como los antiguos profetas”. Herodes, pensaba debe ser Juan, al que le hice cortar la cabeza, que ha resucitado.

Es cierto que Herodes había dado la orden de apresar a Juan y lo mando a encerrar en la cárcel, por la situación que se presento por Herodías, quien era mujer de su hermano Filipo, con la que Herodes se había casado. Juan le decía que no estaba permitido tener a la mujer de tu hermano. Por esta razón Herodías odiaba a Juan y deseaba verlo muerto, pero no podía. La razón era que Herodes reconocía que Juan era un hombre justo y santo y sentía respeto por él.

Sin embargo, Herodías tuvo una oportunidad cuando Herodes, el día de su cumpleaños, ofreció un banquete al que invito a personajes de Galilea, a nobles y oficiales. Esa noche la hija de Herodías, realizó un hermoso baile que gustó mucho a los invitados y al rey Herodes, por lo que el rey le dijo a la muchacha que pidiera lo que quisiera y él se lo daría, haciéndole un juramento.

La muchacha le pregunto a su madre y esta le dijo que pidiera la cabeza de Juan el Bautista, ella inmediatamente fue donde el rey y le dijo que quería la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja. Al rey no le gusto la solicitud, pero había jurado delante de todos y no podía negarse a cumplir, así que le ordenó a un verdugo que le trajera la cabeza de Juan. Luego, trayéndola en una bandeja, se la entregó a la muchacha y ésta a su vez la entregó a su madre. La noticia llegó a sus discípulos quienes fueron a buscar el cuerpo de Juan para enterrarlo.

Luego de este lamentable momento el evangelio de Marcos nos deja saber del regreso de los apóstoles, quienes volvieron a donde estaba Jesús, al reunirse con él le contaron sobre sus experiencias y todo los que habían hecho y enseñado. Jesús les invito a un lugar  que estaba retirado y les dijo para que descansarán un poco, porque era tanta la gente que iban y venían, la atención hacía las personas era tanta que no quedaba tiempo ni para comer.

Es así que se fueron solos en una barca a un lugar despoblado, pero la gente se percató de que se iban y muchos de ellos llegaron caminado hasta donde iban, incluso hubo personas que llegaron antes que ellos. Cuando llegó Jesús y sus apóstoles al lugar encontraron a todas esas personas y Jesús sintió compasión por ellos, eran ovejas sin pastor, así que sin descanso alguno se puso a evangelizar.

Frente a estas condiciones, el evangelio de Marcos, nos deja saber sobre el milagro de la multiplicación de los panes, versículo 35, ya se había hecho tarde y los apóstoles se acercaron a Jesús y le dijeron, que ya era tarde que debía despedir a las personas, en el sitio donde se encontraban no había nada, por lo que las personas tenían que ir a los pueblos cercanos para comprar algo de comer.

Jesús les contestó: ”Denles ustedes de comer” y los apóstoles contestaron Maestro quiere que vayamos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para dárselo?. Jesús les pregunto por su provisión de alimentos y los apóstoles le dijeron que solamente tenían cinco panes y dos pescados.

Les dijo que hicieran sentar a las personas en grupos sobre el pasto verde, lograron reunir grupos de cien y de cincuenta personas, entonces tomó Jesús los cinco panes y los dos pescados y miró al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. De la misma manera repartió los dos pescados entre todos.

El milagro lo cuenta el evangelio de Marcos en el versículo 42 cuando dice todos se alimentaron hasta quedar satisfechos, fueron llenados doce canastos con los pedazos de pan, sin contar lo que sobró de los pescados. Fueron no menos de cinco mil hombres a los que dió Jesús de comer.

Luego de este milagro maravilloso Jesús le dijo a sus discípulos que subieran a la barca y lo esperaran en Betsaida, que quedaba en la otra orilla, mientras el despedía a las personas. Luego de despedir a todas las personas, subió al cerro a orar. Empezó a caer la noche y la  barca se encontraba en medio del lago, mientras que Jesús estaba solo en tierra.

Jesús pudo ver que sus discípulos estaban ya muy cansados de tanto luchar con el viento se encontraba en su contra, por lo que el esfuerzo era mayor, así que Jesús fue hasta ellos caminando sobre el mar, como si quisiera pasar de largo. Los hombres al verlo caminar sobre el mar, creyeron que se trataba de un fantasma y comenzaron a gritar, porque todos estaban asustados.

Entonces Jesús les dijo “No teman que soy yo” y subió a la barca con ellos, cuando Jesús estuvo en la barca los vientos se calmaron. Concluyeron la travesía y llegaron a Genesaret y dejaron allí la barca, apenas bajaron de la barca las personas lo reconocieron y dieron la noticia por toda la región.

Entonces comenzaron a llevar a los enfermos al sitio en donde se encontraba Jesús estaba, no había lugar en el que Jesús estuviera que la gente no llevara a los enfermos para que los sanara, los ponían en la plazas, en las calles de todos los pueblos y le rogaban que los dejara tocar al menos el fleco de su manto y todo aquel que los tocaba quedaba sano. Marcos capítulo 6 versículos del 1 al 56.

Capítulo 7

Este capítulo del evangelio de Marcos inicia dejándonos saber de cómo los fariseos se juntaron alrededor de Jesús, pero no solo ellos, también habían algunos maestros de la Ley quienes habían llegado de Jerusalén. Los fariseos notaron que algunos de los discípulos de Jesús se alimentaban sin lavarse las manos, lo que se conocía como manos impuras, entre los judíos era una tradición de los mayores que debían lavarse las manos antes de comer y también al regresar del mercado.

También de las tradiciones de los mayores se encuentra la purificación de vasos, bandejas y jarras, por ello, lo fariseos emplazan a Jesús y le preguntan por qué comen con manos impuras y Jesús les habló de las apariencias. Cuánta razón tenía Isaías cuando escribía: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí, el culto que me rinden de nada sirve; las doctrinas que enseñan no son más que mandatos de hombres”.

Jesús les dijo además cuanto cuidan de las apariencias y  descuidan los mandamientos de Dios para aferrarse a las tradiciones de hombres. Dejan sin ningún problema el mandato de Dios, para imponer tradiciones, les recordó que Moisés había dicho que había que cumplir con los deberes, con tu madre y con tu padre y el que maldijera a sus padres sería cautivo de muerte.

En cambio según las tradiciones de ustedes cualquier hijo que posea solo para consagrar al templo, deja de ayudar a sus padres porque ustedes así lo exigen y aceptan, dejando anulada la palabra de Dios, con una costumbre que es de ustedes y que trasmiten a otros. Jesús llamó a las personas y les dijo: Nada que desde fuera entra en la persona puede hacerla impura; lo que los hace impuros es lo que sale de ella.

El que tenga oídos, que oiga. Ya había pasado antes, cuando entró Jesús a la casa los discípulos le preguntaron sobre lo que había dicho y Jesús les contesto: Ustedes también están cerrados? No son capaces de entender que lo que entra a la persona va al estomago y luego a la basura, porque no llega al corazón.

De esta manera, el evangelio de Marcos, nos muestra que ninguna tradición humana puede estar por encima de la palabra de Dios, además nos permite reconocer que Jesús declaró la pureza de los alimentos. Hace énfasis que lo que hace impura a una persona es lo que sale de su corazón, sus malos pensamientos vienen del corazón, es de allí que surge lo inmoral, los asesinatos, la infidelidad, los vicios, la envidia, haciendo impuras a las personas.

Luego de esta enseñanza, en el versículo 21 del evangelio de Marcos del capítulo siete, nos muestran otros de los milagros de Jesús cuando sana a la hija de una extranjera. Luego del encuentro con los fariseos Jesús decidió irse hacia Tiro, cuando llegó a estas tierras, ingreso a una casa y aunque su intención era que nadie lo supiera, nunca lograba pasar desapercibido.

Así que una mujer que lo vio y que tenía una hija que se encontraba bajo el estaba en poder de un espíritu malo, fue y se arrodilló a sus pies y le pidió a Jesús que sacará el demonio de su hija. Jesús le dijo “Espera que se sacien los hijos primero, pues no está bien tomar el pan de los hijos para echárselo a los perritos” y ella le respondió: “Señor, los perritos bajo la mesa comen las migajas que dejan caer los hijos”.

Acto seguido a su respuesta Jesús le dijo a la mujer que podía irse, porque su respuesta había hecho salir el demonio del cuerpo de su hijo. Al llegar la mujer a su casa, la niña se encontraba acostada en su cama y el demonio ya no estaba en ella. También nos cuenta sobre la sanación de un sordomudo: Ya Jesús iba de salida de las tierras de Tiro y en su trayecto pasó por Sidón, dio la vuelta al lago de Galilea y llegó a Decápolis.

Estando en esa ciudad le presentaron un sordo y le pidieron que le impusiera la mano. Jesús lo apartó de la gente y toco sus oídos y tocó la lengua, miro hacia el cielo y dijo: “Effetá”, que significa Ábrete y el sordo mudo sanó. De nuevo pidió Jesús que no se lo dijeran a nadie, pero esta solicitud siempre era en vano, inmediatamente salían y lo contaban a todos.

Capítulo 8

No fue en una sola oportunidad que Jesús dio de comer a las personas a través de la multiplicación de los panes. En el evangelio de Marcos reseñan que este hermoso milagro lo realizó de nuevo en un lugar en donde tenía tres días reunido con las personas y sintió compasión por ellos, porque no podía enviarlos a casa sin comer, ya que desfallecerían en el camino, porque muchos venían de tierras remotas.

Jesús llamó a sus discípulos y le dijo su inquietud y los discípulos preguntaron de donde sacarían pan en el desierto. De nuevo Jesús les pregunto cuántos panes tienen y ellos contestaron siete, Jesús le pidió a la gente que se sentarán en el suelo y tomó en sus manos los panes, le dio gracias a Dios y comenzó a partir los panes y a dárselo a los discípulos para que lo repartieran entre las personas. También multiplicó unos pescados, los bendijo y lo dio para que lo repartieran.

De nuevo todos se alimentaron hasta quedar satisfechos y llenaron siete cestas de los pedazos que sobraron, alimentó a cuatro mil personas con siete panes. Después de darles de comer los despidió, subió a la barca con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.

De nuevo asediado por los fariseos, quienes siempre intentaban poner en apuros a Jesús, le decían que estaban esperando sobre él una señal del cielo, Jesús suspiró y preguntó ¿por qué estas personas piden una señal?, debo decirles que a estas personas no se les dará una señal, así que los dejó y  subió a la barca con los discípulos.

En el viaje se percataron que no habían llevado pan y solo tenían un pan en la barca y Jesús que no perdía  oportunidad ninguna para enseñar les advirtió: “Abran los ojos y cuídense tanto de la levadura de los fariseos como de la de Herodes”, pero los discípulos sin entender hablaban entre ellos que en realidad no tenían pan.

Jesús se percata y con voz firme los emplaza “¿Por qué estos cuchicheos? ¿Por qué no tienen pan? ¿Aún no se dan cuenta, es verdad que aún no entanden? ¿Están ustedes tan cerrados que teniendo ojos y no ven y teniendo oídos no oyen? ¿Ya no recuerdan cuando repartí cinco panes entre cinco mil personas? ¿Cuántos canastos llenos de pedazos quedaron con lo que no se comieron? y los discípulos respondieron: doce.  Y cuando repartí los siete panes entre cuatro mil, ¿Cuántos cestos llenaron con lo que sobró? y respondieron siete. Y Jesús les dijo “¿Y aún no entienden?”.

El viaje continuó y cuando llegaron a Betsaida, le trajeron un ciego y le pidieron que lo tocara. Jesús tomó al ciego de la mano y lo llevó fuera del pueblo, toco con sus manos sus ojos y le pregunto si veía algo, el ciego veía muy borroso y se confundía, le dijo a Jesús veo árboles, pero como se movían supuso que se trata de gente. Jesús puso de nuevo sus manos en los ojos y el hombre logro ver con claridad. Jesús, lo envió a su casa y le dijo “No vayas a entrar al  pueblo.

De allí se fue Jesús con sus discípulos hacia Cesarea de Filipo y en el trayecto les pregunto ¿Quién dice la gente que soy yo? Y ellos respondieron que algunos decían que era  Juan Bautista, otros dicen que eres Elías o alguno de los profetas. Y ustedes ¿Quién dicen que soy yo? Y Pedro le dijo Tú eres el Mesías y Jesús les dijo con firmeza que no conversaran sobre él.

En este capítulo del evangelio de Marcos Jesús confiesa su muerte y resurrección, explicaba a sus discípulos que el Hijo del Hombre iba a pasar momentos muy difíciles y debía sufrir mucho y sería rechazado por los notables, también por los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley.

Jesús lo decía con mucha seguridad y Pedro lo llevo a un lugar aparte y le reclamó, pero los discípulos estaban cerca de ellos, así que Jesús reprendió a Pedro y le dijo “Apártate y ponte detrás de mí, Satanás! tus ambiciones no son las de Dios, sino de los hombres”. Se dirigió a los demás y les dijo el que quiera seguirme, tome su cruz, renuncie a sí mismo y sígame.

Este es uno de los momentos culmen del evangelio de Marcos, porque de manera clara escribe las palabras de Jesús en las que nos dice, el que quiera preservar su vida la perderá, pero el que la sacrifique por mí, por el evangelio la salvará.

Jesús nos pregunta en realidad de qué  sirve haber ganado el mundo entero, pero haberse destruido a sí mismo? ¿Qué puede dar para rescatarse a sí mismo?. Si alguien llega avergonzarse de mí en medio de esta generación corrompida y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará cuando regrese con la Gloria de su Padre rodeado de sus santos ángeles.

Capítulo 9

Inicia este capítulo Marcos reseñando la afirmación de Jesús en la que dice que algunos de los que se encuentran presentes no conocerán la muerte sin que ya hayan visto el Reino de Dios viniendo con poder. Jesús ya sabía sobre su destino, luego de seis días después, llevó consigo a Pedro, a Juan y a Santiago a un monte alto y frente a ellos se transfiguro.

Su aspecto era distinto, su ropa era resplandeciente y  se les aparecieron Elías y Moisés, quienes conversaban con Jesús. Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: Maestro, qué bueno es que estemos aquí, podemos hacer tres chozas una para cada uno de ustedes, pero en realidad Pedro no sabía lo que decía, porque estaban aterrados.

Se formó una gran nube que los cubrió con su sombra y desde la nube se escuchó una voz que dijo “Este es mi Hijo, el Amado, escúchenlo” y luego de eso no vieron ya  más ni a Elias, ni Moisés, sólo Jesús estaba con ellos. Luego de lo sucedido Jesús les pidió que no contarán nada a nadie de lo que habían visto, solo tenían permiso de hacerlo luego que el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos. Ellos guardaron el secreto, aunque no entendían que significaba “resucitar de entre los muertos”.

Cuando regresaban le preguntaron: ¿No dicen los maestros de la Ley que Elías ha de venir primero? Y Jesús confirma que Elías viene primero y deja todo reordenado, sin embargo, la respuesta no sacia la inquietud y preguntan: ¿por qué las Escrituras dicen que el Hijo del Hombre sufrirá mucho y será despreciado?.

Elías ya ha venido e hicieron con él todo, tal como de él estaba escrito. Con esta respuesta solo decía que pasaría lo que estaba escrito, es decir, todo se encuentra escrito y sucederá, solo hay que aceptar lo que escrito esta.

Cuando volvieron a donde estaban los otros discípulos, se encontraban con ellos un grupo de gente y algunos maestros de la Ley discutían con ellos. Al llegar Jesús la gente corrió a saludarlo y Jesús pregunto sobre que discutían y uno de la multitud respondió “Maestro, te he traído a mi hijo, que tiene un espíritu inmundo y describe que el espíritu se apodera del niño y lo tira al suelo, echa espuma por la boca, le suenan los dientes y se queda rígido.

Ya le pedí a tus discípulos que lo sacaran pero no pudieron. Jesús ya un poco agotado le dijo ¡Qué generación que poco cree!, ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? busquen al muchacho. El niño apenas vio a Jesús, sufrió un ataque, entonces Jesús dirigiéndose al padre le pregunto desde cuando sucedía eso y el padre le dijo que desde niño.

Le dijo que muchas veces el espíritu intentaba matarlo, lanzándolo al fuego o al agua, y pidió compasión y volvió a pedir su ayuda “si puedes”. Jesús le pregunto por qué decía si podía? Y le dijo para el que cree todo es posible. La gente comenzó a aglomerarse y Jesús ordenó al espíritu abandonar al niño, el espíritu sacudió con fuerza al niño, dio un fuerte chillido y se fue.

El niño quedó tendido como muerto, la gente decía que estaba muerto, pero Jesús tomó su mano y lo ayudó a ponerse de pie. Cuando entraron a la casa los discípulos le preguntaron ¿por qué no habían podido sacar el espíritu ellos?, y Jesús les explicó que ese tipo de demonios solo podía echarse con oración. Siguieron su camino y de manera que nadie lo supiera se trasladaban por Galilea, Jesús quería seguir enseñando a sus discípulos.

En este versículo del evangelio de Marcos, Jesús habla de la pasión y les cuenta que el Hijo del Hombre será entregado y lo harán morir, pero tres días después de su muerte resucitará. Los discípulos no comprendían, pero tenían temor de preguntar.

Llegaron a Cafarnaúm  y ya estando en casa Jesús les preguntó: ¿De qué venían con una diatriba por el camino? ellos quedaron en silencio, porque venían discutiendo quién de ellos era el más querido e importante ante sus ojos. Pero Jesús los sentó y les dijo: “Si alguno quiere ser el primero, debe ser el ultimo y el servidor de todos. Tomó a un niño lo puso en el medio de todos y lo abrazo, dirigiéndose a sus discípulos dijo: Quien recibe un niño como este en mi nombre, me recibe a mí, el que me recibe, no me recibe a mí sino que recibe a quien me envío.

Juan le dice a Jesús que ha visto a un hombre que no anda con nosotros, expulsar demonios en su nombre y que han tratado de que no lo hagan y Jesús le dijo que no lo hicieran porque nadie puede hacer un milagro en su nombre y luego blasfemar de él, así que quien no esté en contra de nosotros, está con nosotros. Cualquiera que de un vaso de agua porque son de Cristo, no quedará sin recompensa.

En este capítulo Marcos nos entrega uno de los mensajes más directos de Jesús en referencia a los pecados, versículo 43 “Si tu mano te está haciendo caer, córtatela; pues es mejor entrar con una sola mano en la vida que ir con las dos al fuego que no se apaga”.

Con esta misma parábola lo hace con los ojos, con los pies, reafirmando que es mejor quitarnos lo que nos hace pecar, que ir al infierno. Termina el capitulo indicando que la sal es buena, pero si esta pierde su sabor, para que sirve, ¿Cómo le regresaremos el gusto?. Nos llama a tener sal en nosotros y vivir en paz unos con otros.

Capítulo 10

Esta parte del evangelio de Marco nos cuenta en principio la partida de Jesús hacia Judea, al otro lado del Jordán, al igual que los otros lugares visitados, la gente se reunía a su  alrededor y él como de costumbre les enseñaba.

Llegaron los fariseos que querían ponerlo  a prueba y le preguntaron: ¿Puede un marido despedir a su esposa?, esta pregunta es utilizada por Jesús, para declarar que lo que Dios a unido, no lo separará el hombre, por ello, los matrimonios unidos por la iglesia, solo serán disueltos por Dios. Jesús hizo uso de lo que ordenó Moisés y ellos contestaron que Moisés dijo que se podía firmar un acta de separación y luego de ello divorciarse.

Entonces les explicó que la principio creación Dios los hizo hombre y mujer; y por ello dejará el hombre a su padre y a su madre para unirse con su esposa y serán los dos una sola carne. Este es el fundamento por el cual ya no son dos, sino uno solo y es por ello que lo que Dios ha unido, no lo separa el hombre. Al llegar a la casa los discípulos le preguntaron sobre lo mismo y Jesús les dijo que aquel que se separa de su esposa y se casa con otra mujer comete adulterio y también lo hace la esposa si se casa con otro hombre.

Cuando Jesús se encontraba entre las personas estas le acercaban a los niños para que los tocará y los discípulos trataban de impedirlo, pero Jesús se molestó y les dijo dejen que los niños vengan a mí, porque el Reino de Dios les pertenece, los abrazaba y los bendecía. Dirigiéndose a la multitud les dijo: El que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Cuando ya Jesús estaba por marcharse un hombre corrió a su encuentro y se  arrodilló ante él preguntándole ¿Cómo hacía para tener la vida eterna? Y Jesús le recordó el cumplimiento de los 10 mandamientos y el hombre le dijo que había hecho eso desde muy joven, entonces Jesús le dijo solo te falta una cosa: Ve a tu casa vende todo lo que tienes y reparte el dinero entre los pobres y tendrás un tesoro en el Cielo. Luego de ello ven y sígueme.

Pero el hombre era muy rico y esto lo desanimó y se fue triste. La actitud del hombre no fue desaprovechada por Jesús, quien de nuevo miraba a toda la gente, en especial a sus discípulos y les dijo: Difícilmente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas, más fácil es que pase un camello por el ojo de una aguja. Los discípulos sorprendidos preguntaron quien podrá salvarse? a lo que respondió «Para los hombres es imposible, pero para Dios todo es posible».

Pedro resalta que ellos han dejado todo para seguirlo y Jesús dice ninguno que haya dejado todo por mi causa quedará sin recompensa, porque aún con persecuciones, recibirá en la presente vida más casas, hermanos, hermanas, hijos y campos y en el mundo venidero la vida eterna.

En el camino hacia Jerusalén, los discípulos sentían temor y Jesús los reunió de nuevo y les volvió a decir sobre lo que sucedería: El hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la Ley y lo condenarán a muerte. Lo entregarán a los extranjeros y estos se burlarán, lo escupirán, con látigos lo herirán y lo matarán.

Pero tres días después resucitará. Los hijos de Zebedeo se acercaron a Jesús para pedirle que les concediera que uno de ellos se sentará a cada lado cuando estuviera en la Gloria y Jesús les contesto: No saben que lo piden, ustedes pueden beber de mi copa y ser bautizados al igual que yo, pero no soy yo quien decide quien se sienta a cada lado, no me corresponde a mí concederlo.

Cuando los otros apóstoles escucharon, se enojaron y Jesús los llamó y les dijo, los gobernantes se convierten en dictadores y abusan de su autoridad, pero no será así entre ustedes. Repitió el que quiera ser el más importante entre ustedes, debe hacerse el servidor de todos, el Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y entregar su vida para rescatar a la humanidad.

Llegaron a Jericó y al salir Jesús de allí con sus discípulos, lo acompañaba mucha gente y un ciego que pedía limosna en el camino, al percatarse que se trataba de Jesús, comenzó a gritar “Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!”.

La gente trataba de callarlo pero el gritaba de manera insistente “Hijo de David, ten compasión de mí”. Jesús se detuvo y dijo que lo llamaran, al llegar a su lado Jesús le pregunto ¿Qué quieres de mí? Y dijo Maestro quiero ver, entonces Jesús le dijo Puedes irte tu fe te ha salvado. En breve el hombre recobró la vista y siguió a Jesús por el camino.

Capítulo 11

Cuando se aproximaban a la ciudad de Jerusalén, cerca ya de Betfagé y de Betania, al pie del monte de los Olivos, Jesús le dijo a dos de sus discípulos que fueran al pueblo que quedaba en frente y allí en contrarían a un burro amarrado, el cual nadie había montado, desátenlo y tráiganlo. Si alguien llega a preguntarles díganles que el Señor lo necesita y que pronto lo devolverá.

Los discípulos obedecieron y al entrar al pueblo encontraron al burro y cuando les preguntaron por qué se los llevaban respondieron lo que Jesús les dijo «el Señor lo necesita» y la gente se los permitió. Llegaron con el burro a donde Jesús, le pusieron sus capas encima y Jesús montó en él. Las personas extendían sus capas a lo largo del camino, otras lo cubrían con ramas que habían cortado del campo.

La gente que iba adelante y quienes lo seguían gritaban: textualmente versículos  9 y 10 “¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!, ¡Ahí viene el bendito reino de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!”. Al llegar a Jerusalén se fue al Templo, observó todo con detenimiento y siendo ya tarde, salió con los Doce apóstoles para volver a Betania.

Luego del descanso al día siguiente cuando salían de Betania, sintió hambre y a lo lejos vio una planta de higuera, se acercó a ella pero la planta no tenía ni un higo, no era la temporada. Entonces Jesús le dijo a la higuera “Que nadie coma fruto de ti nunca jamás”. Llegaron a Jerusalén y Jesús fue al Templo, encontró en el mismo a vendedores, por lo que comenzó a echar fuera a todos los que vendían y a todos los que compraban.

Enojado volteaba las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los vendedores y no permitía a nadie transportar cosas por el Templo. Luego de echarlos a todos se puso a enseñar y les dijo: “¿No dice Dios en la Escritura que su casa será llamada casa de oración para todas las naciones?» Pero ustedes la han transformado en guarida de ladrones.

La reacción de Jesús en el Templo llegó a oídos de los maestros de la Ley y de los sacerdotes, quienes le temían por la gran influencia que tenía Jesús sobre la gente del pueblo, este es el fundamento para querer deshacerse de él. Todos los días salían de la ciudad al anochecer, uno de esos días en la madrugada, los discípulos vieron la Higuera y la misma se encontraba totalmente seca.

Pedro le dijo a Jesús: «Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado y Jesús respondió: Deben tener fe en Dios, el que cree de corazón se le concederá lo que pida. Todo lo que pidan en oración, crean que ya lo han recibido y así será. Cuando se pongan en oración, si reconocen que tienen algo contra alguien y cuando se pongan de pie para orar, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que a ustedes les sean perdonadas sus faltas por el Padre del Cielo.

Volvieron a Jerusalén y mientras Jesús estaba caminando por el Templo, fue abordado por los jefes de los sacerdotes, las autoridades Judías y los maestros de la Ley quienes le preguntaron: “¿Con qué derecho has actuado de esa forma? ; ¿Quién te ha autorizado a hacer lo que haces?”. Jesús les dijo solo le haré una pregunta y si recibo respuesta, ustedes también.

Háblenme del bautismo de Juan, ¿venía de Dios o era cosa de los hombres?. Todos ellos comentaban entre sí los pro y contras de contestar, analizaban: si decían que era obra de Dios, nos dirá ¿por qué no le creímos?, si decimos que es cosa de hombre delante del pueblo que lo consideraba un profeta, tampoco servía como respuesta, así que contestaron que no sabían.  Jesús les contestó: “Entonces tampoco yo les diré con qué autoridad hago estas cosas”.

Capítulo 12

El evangelio de Marcos comienza este capítulo con las parábolas de Jesús: Un hombre sembró una viña y la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar y además construyó una casa para el celador. Luego la alquiló a unos trabajadores y el hombre se tuvo que marchar al extranjero. Cuando consideró el tiempo prudente envío a un sirviente para que los viñateros le entregaran una parte de la cosecha, pero los viñateros  golpearon al sirviente y lo enviaron de regreso con las manos vacías.

El dueño de la viña envío a otro servidor, la respuesta fue peor, a este hombre le hirieron la cabeza y lo insultaron. Insistió y mando a un tercer servidor y a éste lo mataron. Así pasaba el tiempo y el dueño de la viña envió a muchos otros, pero a unos los hirieron y a otros los mataron. Todavía le quedaba uno ése era su amado hijo y pensando que por ser su hijo lo respetarían, lo envío.

Pero los viñadores se pusieron de acuerdo: “Este es el heredero y la viña será para él, mejor matémosle y así nos quedamos con la propiedad. Así lo hicieron. Y Ahora ¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá y matará a los viñadores y entrega la viña a otros?. Añadió Jesús un pasaje de las escrituras que dice: La piedra que rechazaron los constructores ha llegado a ser la piedra principal del edificio. Esta es la obra del Señor y nos ha dejado maravillados. Los jefes querían llevarse a Jesús, entendieron que la parábola se refería a ellos, pero tuvieron miedo al pueblo y lo dejaron allí y se fueron.

Estaban decididos de capturar a Jesús, por ello enviaron a unos fariseos junto con partidarios de Herodes, para provocarlo, estos les preguntaron a Jesús: Maestro, sabemos que eres sincero y que no te inquietas por los que te escuchan, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios. Dinos, ¿es contrario a la Ley pagar el impuesto al César? , deberíamos pagarlo o no?.

Pero Jesús reconoció su hipocresía y les pregunto ¿por qué me ponen trampas?, déjenme ver una moneda, que yo la vea y le mostraron un denario y Jesús les preguntó: ¿De quién es esta cara y lo que está escrito? Y ellos respondieron: Del César. Entonces sabias como siempre sus respuestas Jesús les dijo: “Devuelvan al César las cosas del César, y a Dios lo que es de Dios”.

También fue abordado Jesús por unos saduceos, ellos defiende que no hay resurrección y le preguntaron sobre la ley de Moisés, la cual dice que si un hombre muere primero que su esposa y estos aun no han tenido hijos, su hermano debe casarse con la viuda para darle un hijo, el cual será el heredero del difunto.

Si ocurre el caso que son siete hermanos, en el que el mayor se casó y murió sin tener hijos, el segundo se casó con la viuda y murió sin dejar herederos y así se casaron los siete hermanos, ninguno tuvo hijos y la mujer también murió. El día de la resurrección, si han de resucitar, ¿de cuál de los hermanos será esposa?. Jesús les hizo saber que estaban totalmente equivocados y es posible que no entienden las Escrituras, ni el poder de Dios.

Cuando resuciten ya no se casarán hombres y mujeres, serán en el cielo como los ángeles. Y para saber si los muertos resucitan, han leído el libro de Moisés?, en el capítulo de la zarza, cómo Dios dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el de Isaac y el de Jacob? Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos.

Entonces intervino un maestro de la Ley, quien había quedado sorprendido de la respuesta de Jesús  y le preguntó ¿Qué mandamiento es el primero de todos?. Jesús le contestó: Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es un único Señor, Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas. Y después viene: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento más importante que éstos.

El maestro de la Ley le contestó: «Has hablado muy bien, Maestro; tienes razón el Señor es único y hay que amarlo de corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todas las víctimas y sacrificios». Jesús vio que ésta era respuesta sabia y le dijo: No estás lejos del Reino de Dios. Y después de esto, nadie más preguntó.

Seguía Jesús enseñando en el Templo y preguntó a los presentes: «¿Por qué los maestros de la Ley dicen que el Mesías será el hijo de David? Como si el mismo David cuando habló con el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies».

Si David lo llama Señor, ¿Cómo puede ser su hijo?. La gente se acercaba y escuchaba con atención y satisfacción lo que Jesús tenía que decir, les advertía que tenían que cuidarse de los maestros de la Ley, esos a los que les gusta pasear con sus amplias vestiduras, esos que les agrada que los saluden en las plazas y ocupar asientos reservados en las sinagogas, esos que incluso son capaces de tomar los bienes de las viudas, mientras se amparan detrás de largas oraciones.

Ellos serán juzgados con severidad. Este capítulo del evangelio de Marcos termina con la ofrenda de la viuda, este maravilloso relator nos cuenta que Jesús se encontraba sentado frente a las alcancías del Templo y observaba como la gente colocaba dinero para el tesoro; pasaban ricos y daban mucho, pero  se acercó una viuda muy pobre y echó dos monedas de muy poco valor.  Jesús llamó a sus discípulos y les dijo Estoy seguro que esta viuda pobre ha dado más que todos los otros. Porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella ha dado todo lo que le quedaba.

Capítulo 13

Salió Jesús del Templo y uno de los discípulos llamó su atención y le mostró las grandes piedras y las construcciones y Jesús le dijo de esas grandes edificios no quedará nada, todo será destruido. Continuaron caminando y Jesús se sentó en el monte de los Olivos, frente al Templo, y entonces Pedro, Andrés, Juan y Santiago le preguntaron cuándo sucederá eso y qué señales habrá antes de que ocurran todas esas cosas.

Entonces Jesús comenzó a decirles: Deben estar siempre sobre aviso y no dejarse engañar, porque vendrán muchos en mi nombre reivindicando lo que es mío y engañarán a muchos. Pero no deben temer, cuando oigan de guerras, no se deben alarmar son cosas que tienen que pasar, pero no será el fin. Claro que habrá conflictos, naciones contra naciones y reino contra reino, temblará la tierra y vendrán hambrunas en muchos lugares.

Estos serán los primeros dolores del parto. Ustedes deben preocuparse de sí mismo, porque serán perseguidos, van a ser apresados y entregados a los tribunales judíos, los azotarán en las sinagogas y tendrán que presentarse ante los gobernadores y reyes por mi causa, son ustedes los llamados a ser mis testigos ante ellos.

Porque el evangelio primero debe ser proclamado en todas las naciones. No deben preocuparse por lo que van a decir cuando sean apresados e interrogados, solo digan lo que su corazón les inspire en ese momento, no serán ustedes los que hablaran, lo hará el Espíritu Santo. El hermano entregará a la muerte al hermano y el padre al hijo, los hijos se rebelarán contra sus padres y les darán muerte. Serán odiados por todos a causa de mi nombre, pero el que se mantenga firme hasta el fin se salvará.

Cuando vean al ídolo del opresor instalado en el lugar donde no debe estar, los que se encuentren en Judea deben huir a los cerros. Si se encuentran en la parte de arriba de la casa no bajen a buscar sus cosas, si se encuentran en el campo, no vuelvan a buscar su ropa.  Pobre de las mujeres que estén embarazadas o estén criando en aquellos días, deben orar para que esto no suceda en invierno.

La angustia en esos días no habrá tenido nunca igual, ni siquiera en el principio de la creación, ni en el presente, ni la habrá en el futuro. Es tanto que si el Señor no disminuyera esos días, no quedaría nadie, pero él ha decidido que sean menos días, considerando a sus elegidos. Cuando alguien les diga “Mira, el Cristo está aquí o está allá” no le crean, aparecerán falsos profetas, que harán señales que incluso pueden llegar a engañar a los elegidos. Estén muy alertas, yo se lo he advertido todo.

«Después de esa gran angustia llegarán otros días, el sol dejará de alumbrar, la luna perderá su brillo, las estrellas caerán del cielo y el universo entero se conmoverá. Y verán venir al Hijo del Hombre en medio de las nubes con gran poder y gloria.» Enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos que se encuentran repartidos a los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.

Les daré el ejemplo de la higuera, cuando las ramas están tiernas y brotan las hojas, saben que el verano está cerca. Pues ustedes cuando empiecen a ver que estas cosas suceden, deben saber que se acerca el momento. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. En cuanto a ese día, solo él lo sabe, ni los ángeles, ni el hijo, solamente el Padre.

Estén preparados y vigilando, porque no saben cuándo llegará ese momento. Cuando el hombre va de viaje, deja responsabilidades a sus sirvientes, cada uno tiene su tarea y al portero le exige que esté vigilante, igual a ustedes, estén vigilantes, porque no saben cuándo regresará el dueño de casa, no sea que llegue de repente y los encuentre dormidos. Lo que les digo a ustedes se lo digo a todos: Estén despiertos.

Capítulo 14

Se acercaban la fechas para la celebración de la Fiesta de Pascua y de los Panes Azimos, solo faltaban dos días. Los jefes de los sacerdotes y también los maestros de la Ley, continuaban buscando la manera de poner preso a Jesús y darle muerte, estaban convencidos que no podía ser cerca de las festividades porque entonces el pueblo se levantaría.

Jesús se encontraba en Betania, en casa de Simón el Leproso, mientras comían entró una mujer con un frasco precioso que contenía un perfume muy caro, de nardo puro, la mujer rompió el cuello del frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. Algunos se indignaron y decían entre sí: ¿Cómo pudo derrochar ese perfume?, podría haberse vendido en más de trescientas monedas de plata y con eso ayudar a los pobres.

Pero Jesús intervino y le dijo Déjenla tranquila, ¿Por qué la molestan? Lo que ha hecho conmigo es una buena obra. Siempre tienen a los pobres con ustedes y podrán ayudarlos en cualquier momento, a mí no me tendrán siempre. Esta mujer ha hecho lo que tenía que hacer, pues de antemano ha ungido mi cuerpo para la sepultura. Donde quiera que se proclame el Evangelio, en todo el mundo, será contado el bello gesto de esta mujer y será su gloria. Entonces Judas Iscariote, uno de los Doce apóstoles, fue donde los jefes de los sacerdotes para entregarles a Jesús. Los jefes se felicitaron y prometieron darle dinero a Judas.

Judas comenzó a buscar el momento oportuno para entregarlo. Llegó el primer día de la fiesta en ese día se comen los panes sin levadura y se sacrificaba el Cordero Pascual, sus discípulos le dijeron: ¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la Cena de la Pascua?, entonces Jesús se dirigió a dos de sus discípulos y les dijo, vayan a la ciudad y a su encuentro saldrá un hombre que lleva un cántaro de agua, lo van a seguir y en la casa donde él entre le dirán al dueño: El maestro dice ¿Dónde está mi pieza, en que podré comer la Pascua con mis discípulos?, ese hombre los guiará hasta el piso superior, en donde habrá una pieza grande, amueblada y ya lista.

Como siempre los discípulos obedientes se fueron a la ciudad y todo lo que les había dicho Jesús ocurrió y prepararon la Pascua. Al atardecer llegó Jesús con los Doce apóstoles y mientras estaban a la mesa comiendo, les dijo Uno de ustedes me va a entregar, uno que hoy comparte mi pan. Los apóstoles se entristecieron y cada uno le preguntaba ¿Seré yo?, solo dijo es uno de los Doce, uno que moja su pan en el plato conmigo, El Hijo del Hombre se va, conforme se dice en las Escrituras, pero ¡pobre de aquel que entrega al Hijo del Hombre! Sería mejor que no hubiese nacido.

En esa cena Jesús tomó pan y luego de bendecir lo partió y se lo dio diciendo “Tomen, esto es mi cuerpo”. Luego tomó una copa y después de dar las gracias, se la entregó y dijo: “Esto es mi sangre, la sangre de alianza que será derramada” y  todos bebieron de ella. Yo no volveré a probar el fruto de la vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios, luego de cantar los himnos se dirigieron al monte de los Olivos y Jesús les dijo: Todos ustedes caerán esta noche, porque las Escrituras dicen: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas. Pero cuando resucite, iré delante de ustedes a Galilea.

Pedro le dijo a Jesús aunque todos tropiecen y caigan, yo no y Jesús le contestó: “Esta misma noche, antes de que el gallo cante por segunda vez, me habrás negado tres veces”, Pedro insistía que estaría con el incluso hasta la muerte y no lo negaría. Todos los apóstoles decían lo mismo.

Llegaron a un lugar llamado Getsemaní y Jesús dijo a sus discípulos espérenme aquí mientras voy a orar y solo se hizo acompañar por Pedro, Juan y Santiago. Pero Jesús empezó a llenarse de temor y angustia y confesó sentir una tristeza de muerte, les pidió que lo esperaran y se mantuvieran despiertos. Jesús camino un poco mas y cayó en tierra y suplicó si era posible que no tuviera que pasar por aquella hora, se dirigía a su Padre lo llamaba “Abbá” y le decía se que para ti todo es posible, pido porque apartes de mi esa copa, pero que se haga tu voluntad.

Regresó donde había dejado a los tres discípulos y los encontró dormidos. Y dijo Pedro ¿duermes?, no pudiste permanecer despierto una hora?,  Oren para no caer en la tentación, el espíritu es animoso y la carne es débil y se retiró de nuevo a orar. Repitió las mismas palabras pidiendo a su Padre, será posible no pasar por aquella hora. Regresó donde los discípulos y los encontró dormidos nuevamente. Cuando regresó la tercera vez, les dijo, ya pueden dormir y descansar.

Está hecho, llegó la hora. El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los pecadores, levántense y vámonos, ya viene el que me va a entregar. Se encontraba aún hablando cuando llegó Judas, uno de los Doce acompañado de un grupo de gente con espadas y palos, eran los enviados de los jefes de los sacerdotes, los maestros de la Ley y los jefes judíos.

Ya el traidor les había dado esta señal: ”Al que yo dé un beso, ése es; deténganlo y llévenlo bien custodiado”. Apenas llegó Judas, se acercó a Jesús y le dijo: «¡Maestro, Maestro!» Y lo besó, entonces ellos lo tomaron y se lo llevaron arrestado. En la confusión y tratando de defender a Jesús, uno de los que andaba con Jesús sacó la espada y le cortó la oreja a un servidor del Sumo Sacerdote.

Jesús dijo a la gente: «A lo mejor buscan a un ladrón, es por eso que salieron a detenerme con espadas y palos, ¿Por qué no me detuvieron cuando día tras día estuve entre ustedes enseñando en el Templo?», pero las Escrituras deben cumplirse. Todos los que estaban con Jesús lo abandonaron y huyeron, solo un joven cubierto con una sábana seguía a Jesús, en lo que lo tomaron, soltando la sábana y  huyó desnudo.

Trasladaron  a Jesús frente al Sumo Sacerdote, estaban todos allí los jefes de los sacerdotes, las autoridades judías y los maestros de la Ley. Pedro lo había seguido a una distancia  hasta el patio interior del Sumo Sacerdote, y se sentó con los policías del Templo, calentándose al fuego. Los jefes de los sacerdotes y todo el Consejo Supremo buscaban algún testimonio que permitiera condenar a muerte a Jesús, pero no lo encontraban.

Varios dieron falsas acusaciones contra él, pero no estaban de acuerdo en lo que decían. Una de las mentiras que decían era que Jesús les había dicho que destruiría el templo que había sido construido por la mano del hombre y luego haría otro en tres días, pero hecho sin la mano del hombre. Ningún de esos testimonios servían para acusar a Jesús.

Paso el Sumo Sacerdote adelante y preguntó a Jesús: «¿No tienes nada que responder? ¿Qué es este asunto de que te acusan?» Pero Jesús guardaba silencio. El Sumo Sacerdote le preguntó: «¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios Bendito?» y Jesús respondió: «Yo soy, y un día verán al Hijo del Hombre sentado a la derecha de Dios poderoso y viniendo en medio de las nubes del cielo».

El Sumo Sacerdote rasgó sus vestiduras y dijo: «¿Para qué queremos ya testigos? Ustedes acaban de oír sus palabras blasfemas. ¿Qué les parece? Y todos estuvieron de acuerdo en que merecía la pena de muerte. Luego de ello, lo golpearon y lo escupieron, hazte el profeta le gritaban y los policías del Templo lo abofeteaban.

Pedro se mantenía abajo en patio y paso una de las sirvienta del Sumo Sacerdote y cuando lo vio y dijo que el andaba con Jesús de Nazaret y Pedro lo negó y salió al portal. Pero la sirvienta lo vio de nuevo y le dijo a los presentes, él es uno de ellos y Pedro lo volvió a negar, canto el gallo. Luego lo presentes dijeron de nuevo a Pedro que era uno de ellos porque era galileo y Pedro se puso a maldecir y jurar que no conocía a ese hombre de quien ellos hablaban y en ese momento se escuchó el segundo canto del gallo, entonces Pedro recordó lo que Jesús le había dicho y se puso a llorar.

Capítulo 15

En este capítulo del evangelio de Marcos se relata el enjuiciamiento de Jesús, es uno de los pasajes más tristes del evangelio de Marcos, en el que detalla el sufrimiento y la injusticia. En la mañana muy temprano, los jefes de los sacerdotes, los ancianos y los maestros de la Ley se reunieron para celebrar un consejo. Luego de atar a Jesús, lo llevaron hasta donde se encontraba Pilatos. Al verlo Pilatos le pregunto si era él el rey de los judíos y Jesús le respondió, así como tú lo dices.

Los jefes de los sacerdotes acusaban a Jesús de muchas faltas, así que Pilatos le dice mira de cuantas cosas te acusan y Jesús no contestó, se mantuvo en silencio y Pilatos no sabía qué hacer, ni que pensar. Cada año, con ocasión de la Pascua, Pilatos tenía la tradición de darle la libertad a un preso, pero esa decisión era del pueblo. Había un hombre llamado Barrabás, quien se encontraba preso por haber asesinado a una persona  en un motín.

El pueblo como era la costumbre subió y empezó a solicitar la gracia y Pilatos les preguntó: ¿Quieren que ponga en libertad al rey de los judíos?, es que Pilatos se dio cuenta que los jefes de los sacerdotes habían entregado a Jesús por rivalidad, sin embargo, los sumos sacerdotes incitaron a la gente a pedir la libertad de Barrabás. Pilatos insistió ¿Qué voy a hacer con el que ustedes llaman rey de los judíos? Y la gente gritó ¡Crucifícalo!.

Pilatos les pregunto qué mal había hecho y la gente grito con más fuerza Crucifícalo. Entonces Pilatos debía satisfacer al pueblo y le dio la libertad a Barrabás, sentenciando a muerte a Jesús. Lo hizo azotar, y después lo entregó para que fuera crucificado.

Había sido entregado por el pueblo y los soldados lo llevaron al pretorio, que es el patio interior, y llamaron a todos sus compañeros. Lo vistieron con una capa roja y le colocaron en la cabeza una corona de espinas. Se burlaban de él y comenzaron a saludarlo diciendo Viva el rey de los judíos. Lo azotaron, lo golpearon en la cabeza con una caña, le escupían y se arrodillaban ante él para rendirle homenaje. Luego que se burlaron de él y lo torturaron, le quitaron la capa roja y le pusieron de nuevo sus ropas.

El evangelio de Marcos muestra con detalle, el maltrato y sufrimiento de Jesús. Los soldados sacaron a Jesús fuera para crucificarlo y en ese momento, un tal Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, volvía del campo, y los soldados le obligaron a que llevara la cruz de Jesús. Lo llevaron a Gólgota, después de ofrecerle vino mezclado con mirra, el cual no quiso tomar.

Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, sorteándolas entre ellos, el evangelio de Marcos dice que eran como las nueve de la mañana cuando lo crucificaron. Le colocaron una inscripción con el motivo de su condena, que decía: “El rey de los judíos”. Crucificaron con él también a dos ladrones, uno a su derecha y otro a su izquierda, cumpliéndose de esta manera lo dicho en las escrituras “Y fue contado entre los malhechores”.

Los que pasaban lo insultaban y decían moviendo la cabeza: «Tú, que destruyes el Templo y lo levantas de nuevo en tres días, sálvate a ti mismo y baja de la cruz.» También los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley se burlaban de él, y decían entre sí: Salvaba a otros, pues se salvará a sí mismo. Que ese Mesías, ese rey de Israel, baje ahora de la cruz: cuando lo veamos, creeremos. Incluso lo insultaban los que estaban crucificados con él.

A la hora del mediodía, la oscuridad cubrió todo el país hasta las tres de la tarde y a esa hora Jesús gritó con voz potente: «Eloí, Eloí, lammá sabactani», que quiere decir: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?. Al oírlo, algunos de los que estaban allí dijeron: Está llamando a Elías. Uno de ellos mojo una esponja en vinagre, la puso en la punta de una caña y le ofreció de beber, diciendo: Veamos si viene Elías a bajarlo.

Pero Jesús, expiró y en seguida la cortina que cerraba el santuario del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo y el centurión que estaba frente a él, viendo que después de clamar había expirado dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios. Se encontraban unas mujeres que miraban de lejos, una de ellas era María Magdalena, otra María la madre de Santiago el Menor y de José y también estaba Salomé, ellas lo seguían y lo servían cuando Jesús estaba en Galilea.

Había caído la tarde, como era el día de la Preparación, es decir, la víspera del sábado, intervino José de Arimatea un miembro respetable del Consejo supremo era de los que esperaban el Reino de Dios y fue directamente donde Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús.

Pilatos quedo un poco sorprendido de que Jesús hubiera muerto tan pronto y llamó al centurión para saber si realmente era así, quien le confirmó la muerte de Jesús, entonces  Pilato entregó a José el cuerpo de Jesús. José lo bajó de la cruz y lo envolvió en una sábana que había comprado, lo colocó en un sepulcro excavado en la roca e hizo rodar una piedra grande contra la entrada de la tumba. Los testigos de la sepultura fueron María Magdalena y María, la madre de José, estaban allí observando dónde lo depositaban.

Capítulo 16

Luego de la muerte de Jesús, pareciera que el evangelio de Marcos llegaba a su final, sin embargo, no es así, el evangelio de Marcos nos cuenta la vida de Jesús hasta su resurrección. Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago y Salomé, compraron aromas para embalsamar el cuerpo.

Muy temprano, el primer día de la semana, llegaron al sepulcro, apenas había salido el sol y se preguntaban entre ellas quien les haría el favor de mover la piedra del sepulcro. Pero su sorpresa es que cuando llegaron al sepulcro la piedra había sido movida a un lado.

Al entrar en el sepulcro, se encontraron con un joven sentado al lado derecho, el cual se encontraba vestido todo de blanco y las mujeres se asustaron. Pero el joven les dijo que no sintieran temor, que si buscaban a Jesús Nazareno, el crucificado, ya no está allí porque había resucitado; pero éste es el lugar donde lo pusieron. Ahora vayan y denle la noticia a los discípulos, en especial a Pedro, ya que él se les adelanta camino de Galilea. Allí lo verán, tal como él les dijo.

Las mujeres salieron corriendo del sepulcro, estaban muy asustadas y asombradas, y no dijeron nada a nadie por el miedo que tenían. El evangelio de Marcos concluye diciendo que Jesús, resucitó en la madrugada del primer día de la semana, se le apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios.

Ella fue a anunciárselo a los que habían sido compañeros de Jesús y que estaban tristes y lo lloraban, pero ellos al oírle decir que vivía y que lo había visto, no le creyeron. Luego Jesús se le apareció con otro aspecto, a dos de ellos que se dirigían a un pueblo, ellos fueron y se lo contaron a los demás, pero tampoco les creyeron.

Por último Jesús se presentó a los once discípulos mientras comían, y los reprendió por su falta de fe y por su dureza para creer a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo “Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación”.

El que crea y se bautice, se salvará; el que se niegue a creer será condenado. Estas señales acompañarán a los que crean: en mi Nombre echarán demonios y hablarán nuevas lenguas; tomarán con sus manos serpientes y si beben algún veneno, no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán sanos. Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos, por su parte, salieron a predicar en todos los lugares. El Señor actuaba con ellos y confirmaba el mensaje con los milagros que los acompañaban.

De esta hermosa manera concluye el evangelio de Marcos, enseñándonos de una manera muy hermosa una buena parte de la vida de Jesús, sus milagros y sobre todo sus mensajes y enseñanzas, de las cuales aprendemos cada vez que las leemos. Les invitamos a que las mismas sean incorporadas a su vida, para hacer de esta vida terrenal una buena vida y obtengan con sus acciones la promesa de la vida eterna.

¿Cuál es la Importancia de este evangelio?

El Evangelio de Marcos nos regala hechos importantes y lecciones significativas, cuyo relato se encuentra perfectamente escrito y establece con toda claridad que Jesucristo es el Mesías quien había sido profetizado en todo el Antiguo Testamento.

También en el evangelio de Marcos podemos comprobar  que Jesús fue realmente el Hijo de Dios, en cada uno de los capítulos y versículos escritos en el evangelio de Marcos, se relata una vida sin pecado y perfecta. Otra de las revelaciones que nos permite el evangelio de Marcos, es conocer de los milagros realizados por Jesús  en la naturaleza, cuando calmó la tormenta, cuando camino sobre las aguas y cuando seco la higuera. El detalle de los milagros de sanación de las personas, en el evangelio de Marcos, resalta la grandeza, humildad y amor de Jesús por su prójimo.

Nos deja conocer un Jesús con grandes poderes sobre la muerte y sobre los espíritus malos.  Muestra a Jesús incansable en llevar la palabra de Dios a todas partes y además en muchas ocasiones nos muestra la capacidad de ver más allá del presente.

Se reconoce como el hecho más relevante del evangelio de Marcos, la resurrección de Jesús, una demostración de su poder, de su autoridad para perdonar los pecados de la gente. Para concluir el evangelio de Marcos , nos permite recibir las instrucciones de cómo debemos vivir, como debemos actuar y responder ante las dificultades y como tomar decisiones que nos permitan un futuro eterno. En este artículo hicimos lo posible por contarles el evangelio de Marcos, pero lo invitamos a realizar la lectura del mismo directamente de la Biblia.

Detalles de Interés

El evangelio de Marcos es el más breve de todos, así como también el más antiguo de los cuatro evangelios canónicos. La mayoría de los estudiosos coinciden en datar el evangelio de Marcos a finales de los años 60 del siglo I después de Cristo. ¿Por qué se dice que el mismo es de autor desconocido?, porque nunca Marcos en todo el desarrollo se atribuye su autoría y no hay documentos que así lo indiquen, sin embargo, la tradición cristiana tardía lo atribuye a Marcos, quien es citado en algunos pasajes del Nuevo Testamento.

En el evangelio de Marcos se narra la vida de Jesús de Nazaret, desde el momento de su bautismo hasta su resurrección. De los versículos que forman parte del evangelio de Marcos existen 406 versículos en común, entre los evangelios de Mateos y Lucas, solo 51 versículos del evangelio de Marcos no tiene un reflejo en los evangelios prenombrados.  Por la similitud de la información del evangelio de Marcos con el de Mateo y Lucas, se llegó a pensar que el evangelio de Marcos era una compilación de ambos.

Sin embargo, los estudios realizados por los investigadores indican que el evangelio de Marcos es anterior al de Mateo y Lucas. Lo escrito en el evangelio de Marcos no fue vivido por él personalmente, porque Marcos no oyó ni escucho a Jesús, pero todo lo escuchó de Pedro o Pablo  lo escribió de manera fiel.

Se dice que este evangelio fue escrito en Roma, el fundamento radica en el uso de los latinismos que aparecen en el texto, no obstante, aún existen cuestionamientos en referencia al origen, ya que no hay indicios claros de donde fue escrito y basarse solo en los latinismos, no es un fundamento robusto, ya que eran palabras utilizadas de forma común en las guarniciones militares, por lo que permite suponer que eran conocidas a lo largo y ancho del imperio romano.

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