Bula de la misericordia: Misericordiae-vultus

En la Bula de la misericordia el Papa Francisco, durante el Año de Jubileo, promueve una serie de cambios y recomendaciones, tanto a los integrantes de la iglesia. Como también a todos los cristianos, que son de suma importancia para el cambio que todos deseamos, de las calamidades de vida que sufre la sociedad actual. Continúa leyendo y te vas a enterar de sorprendentes cambios solicitados por el papa, en la Bula de la misericordia, todo esto y más.

Bula de la misericordia

Misericordiae Vultus: Bula de Convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia

Se trata pues de la obra del Papa Francisco, Obispo de Roma. Y texto en el cual se hace la indicación de Siervo de los Siervos de Dios. Indicando que a todos aquellos que hagan la lectura de esta carta, habrán de recibir Gracias, Misericordia y Paz.

El comienzo de la Bula de la Misericordia

Es enmarcada en esta primera parte de la Bula de la Misericordia, la gran misericordia que es revelada a través de Jesús de Nazaret. Lo mismo se evidencia mediante lo que ha sido su palabra. Así como también a través de sus gestos. Siendo que es en su completa persona, que se hace la propia revelación de Dios, es así que el Santo Papa lo indica diciendo:

“Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret.

El Padre, «rico en misericordia» (Ef 2,4), después de haber revelado su nombre a Moisés como «Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira, y pródigo en amor y fidelidad» (Ex 34,6) no ha cesado de dar a conocer en varios modos, y en tantos momentos de la historia su naturaleza divina.

En la «plenitud del tiempo» (Gal 4,4), cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación, Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María, para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre (cfr Jn 14,9). Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios”.

En la Bula de la Misericordia contemplar el misterio de la Misericordia

Considera aquí el Papa, en la Bula de la Misericordia que la condición que requiere el hombre para la salvación, es sin duda la misericordia. Puesto que se trata de una vía, mediante la cual se encuentra la unión entre Dios y el hombre. Son muchas las realidades que se consideran como misericordia, por el Papa Francisco.

Dado a que se encarga de darle apertura a la esperanza, que surge en el corazón, en cuanto al hecho de que a pesar del límite que se refiere al pecado. Siempre existe la esperanza, de que se pueda ser amado para siempre, mediante la misericordia. Es así como lo indica entonces el Papa cuando dice:

“Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación.

Bula de la misericordia

Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro. Y Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona, cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida.

También Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado”.

Se anuncia el Jubileo Extraordinario de la Misericordia

Son dadas en la Bula de la Misericordia, todas las fechas y las indicaciones del Papa, en relación al Jubileo Extraordinario de la Misericordia. A fin de hacer que se fortalezca y se manifiesta mayor eficiencia, en relación a lo concerniente a los testimonios procedentes de los creyentes.

Así es que se expone lo que fueron todas las indicaciones, y la planificación relativa a los actos, del Papa con relación a este Jubileo, tal como indicó:

«Hay momentos en los que, de un modo mucho más intenso, estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia. Para poder ser también nosotros mismos, signo eficaz del obrar del Padre.

Es por esto que he anunciado un Jubileo Extraordinario de la Misericordia como tiempo propicio para la Iglesia, para que haga más fuerte y eficaz el testimonio de los creyentes».

Año Santo 2015 a la Inmaculada Concepción

Es considerado para el papa que la fecha del 8 de diciembre del año 2015 se convierta en la celebración de la Inmaculada concepción. Siendo dicha fiesta litúrgica la que hace la indicación en cuanto a la manera de obrar que tiene Dios desde la historia y sus albores.

Se dice que pues luego de que fuera cometido el pecado original por Adán y Eva, no quiso Dios que la humanidad se quedara sola y mucha menos a merced del mal. Fue por tal motivo que entonces pensó y además quiso que María la cual era santa e inmaculada en el amor, se convirtiera entonces en la Madre del Redentor, del Rey de Reyes.

Así que debido a la gravedad cometida en el pecado, fue respondido de una forma plena por Dios, a través del perdón. Es por esto que nadie ha de poderle colocar límites a lo que es el amor de Dios perdonador. Así es que agregó:

«En la fiesta de la Inmaculada Concepción tendré la alegría de abrir la Puerta Santa. En esta ocasión será una Puerta de la Misericordia, a través de la cual cualquiera que entrará podrá experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza.

El domingo siguiente, III de Adviento, se abrirá la Puerta Santa en la Catedral de Roma, la Basílica de San Juan de Letrán. Sucesivamente se abrirá la Puerta Santa en las otras Basílicas Papales».

bula de la misericordia

Apertura en todas las Iglesias del Año santo de la Misericordia

Luego entonces se hace el establecimiento por medio del papa, de que cada una las iglesias de manera particular. Así como también en la Catedral, la cual se considera como la Iglesia Madre para aquellos que son sus fieles. Al igual que en la iglesia que pudiera tener un especial significado, se proceda a dar apertura durante todo el Año Santo de una Puerta de la misericordia la cual sea idéntica.

Asimismo que juzgando aquello del Ordinario, la misma se podrá también abrir en los Santuarios, siendo los mismos la meta que han de tener los peregrinos, los cuales son tocados frecuentemente en el corazón, justamente en estos lugares que son santos. Todo ello a través de la gracia siendo el caso que, inclusive logran encontrar el camino hacia lo que es la conversión. Por lo tanto hace la indicación de que:

«Cada Iglesia particular, entonces, estará directamente comprometida a vivir este Año Santo como un momento extraordinario de gracia y de renovación espiritual. El Jubileo, por tanto, será celebrado en Roma así como en las Iglesias particulares como signo visible de la comunión de toda la Iglesia».

Fecha de gran significado para la iglesia 8 de diciembre

Se tiene en principio, que el Papa Francisco indica en laBula de la misericordia, que para la iglesia tiene un significado muy especial en fecha reciente, la fecha del 8 de diciembre. Siendo la misma la celebración del quincuagésimo aniversario, de lo que fue el Concilio Ecuménico Vaticano II, en su conclusión.

Siendo que ahora la iglesia pasa a sentir responsabilidad de convertirse en un signo vivo del amor del Dios en el mundo. Teniendo en cuanta que se cumpliría el cincuenta aniversario de lo que fue el Concilio Ecuménico Vaticano II. Motivo por el cual se ha de mantener vivo dicho evento, dada la necesidad que tiene la iglesia de ello.

Nuevo periodo de la Historia

Teniendo en cuenta que para la iglesia, estaba comenzando un periodo de su historia completamente nuevo.   Así fue que lo explicó de la siguiente manera:

“Para ella iniciaba un nuevo periodo de su historia. Los Padres reunidos en el Concilio habían percibido intensamente, como un verdadero soplo del Espíritu, la exigencia de hablar de Dios a los hombres de su tiempo en un modo más comprensible.

Derrumbadas las murallas que por mucho tiempo habían recluido la Iglesia en una ciudadela privilegiada, había llegado el tiempo de anunciar el Evangelio de un modo nuevo. Una nueva etapa en la evangelización de siempre.

Y es que se torna entonces una compromiso nuevo para quienes son cristianos el cual es de dar el testimonio bien entusiasmados y con la convicción que da la misma fe. Puesto que la Iglesia se encontraba responsable de ser un signo que fuera vivo en cuanto al amor del Padre en este mundo.

Palabras pronunciadas por san Juan XXIII

Vuelven a la mente las palabras cargadas de significado que san Juan XXIII pronunció en la apertura del Concilio para indicar el camino a seguir. Siendo el caso, que indica que se trata del tiempo de la iglesia, la cual es considerada como la Esposa de Cristo. La misma que tiene la preferencia de utilizar la misericordia tal como si fuera una medicina, y no proceder con el empuñamiento de las armas de la severidad.

Así es que debido a que la Iglesia Católica, procede a través del Conciclio Ecuménico elevar la antorcha correspondiente a la verdad católica.

Entonces ha de mostrarse a ella misma como una madre, que resulta ser amable de todos, Asi como también posee una serie de características dentro de las que se encuentran las de ser:

  • madre amable de todos
  • benigna
  • paciente
  • llena de misericordia y de bondad

En el mismo horizonte se colocaba también el beato Pablo VI quien, en la Conclusión del Concilio, se expresaba de esta manera: «Queremos más bien notar cómo la religión de nuestro Concilio, ha sido principalmente la caridad…»

La Parábola del buen samaritano se ha tomado como la pauta del Concilio

Sin duda alguna que la historia relacionada con el samaritano, se convierte en la pauta a seguir espiritualmente. Siendo el caso que ha surgido entonces una gran corriente que contiene tanto afecto como admiración la cual ha salido desde el concilio para volar hacia el mundo moderno. Asimismo ha procedido a reprobar los errores, en toco caso. Eso ha sido debido a que es exigido. Ni siendo menos lo que es la caridad de lo que es la verdad. Pero si una invitación a las personas para que se muestren respetuosos y amorosos.

«El Concilio ha enviado al mundo contemporáneo, en lugar de deprimentes diagnósticos, remedios alentadores, en vez de funestos presagios, mensajes de esperanza: sus valores no sólo han sido respetados sino honrados, sostenidos sus incesantes esfuerzos, sus aspiraciones, purificadas y bendecidas.

Otra cosa debemos destacar aún: toda esta riqueza doctrinal se vuelca en una única dirección: servir al hombre. Al hombre en todas sus condiciones, en todas sus debilidades, en todas sus necesidades. Con estos sentimientos de agradecimiento, por cuanto la Iglesia ha recibido y de responsabilidad por la tarea que nos espera, atravesaremos la Puerta Santa.

Así es que el papa tiene una confianza plena a que se sabrá acompañado por toda la fuerza que brinda el Jesús resucitado. el cual siguen siendo el sostén de la peregrinación que todos estamos realizando en esta vida.

La fecha del año Jubilar en la Bula de Misericordia

En esta parte de la Bula de la misericordia, es indicada la fecha cuando se concluyó el año jubilar. Así como también es señalado por el Papa Francisco, el agradecimiento en principio, al igual que todas las recomendaciones en cuanto a lo que ha de ser la vida de la Iglesia. Teniendo en cuenta lo relacionado a su comportamiento con toda la humanidad.

Así como también, sus deseos de que la misericordia sea la que impregne todos los encuentros de cada persona. Llegando hasta ellos el bálsamo de la misericordia, como el más fiel signo de la manifestación del Reino de Dios entre todos nosotros. Es así que lo indica, de la forma siguiente:

Resulta pues planteado por el Papa Francisco, que será concluido en año jubilar a través de la solemnidad que representa la litúrgica de Jesucristo Rey del Universo. lo cual fue en fecha 20 de noviembre de 2016.

“El Año jubilar se concluirá en la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016. En ese día, cerrando la Puerta Santa, tendremos ante todo sentimientos de gratitud, y de reconocimiento hacia la Santísima Trinidad, por habernos concedido un tiempo extraordinario de gracia».

Así es que el papa tiene un ferviente deseo de que los años que ahora llegarán, los años que se encontrarán pues cargados de misericordia a fin de que se impida salir a encontrarse con cada persona, teniendo pues tanto la bondad como la ternura de Dios a flor de pie.

La Naturaleza de Dios es Paciente y misericordioso

Ahora en la Bula de la Misericordia el Papa Francisco, hace hincapié, en cuanto a que la misericordia, en ningún momento se puede considerar como un signo de debilidad. Siendo que más bien se trata, de una cualidad que es procedente de Dios. Puesto que ha de ser siempre Dios el que se encontrará presente para la raza humana.

Es el caso que además resulta propio de Dios mismo el hecho correspondiente al uso de la misericordia. Así que dijo al respecto el Papa:

“Es propio de Dios usar misericordia y especialmente en esto se manifiesta su omnipotencia. Las palabras de santo Tomás de Aquino muestran cuánto la misericordia divina no sea en absoluto un signo de debilidad, sino más bien la cualidad de la omnipotencia de Dios.

Es por esto que la liturgia, en una de las colectas más antiguas, invita a orar diciendo: Oh Dios que revelas tu omnipotencia sobre todo en la misericordia y el perdón.Dios será siempre para la humanidad como Aquel que está presente, cercano, providente, santo y misericordioso».

Es pues entonces el caso de que Dios resulta ser muy paciente y sumamente misericordioso, teniendo en cuenta que se trata del binomio que muy seguido surge marcado en el Antiguo Testamento, haciendo la descripción de lo que se refiere a la naturaleza de Dios.

De igual manera en relación a los salmas, se muestra una forma muy particular en la cual se hace el destaque de la grandeza que es el proceder divino, puesto que Dios perdona todas las culpas de cualquier ser humano que se encuentre arrepentido. Y además hace el rescate de lo que es la vida del sepulcro, para coronarle de gracia y de misericordia.

Más explícitamente en el salmo 146

Siendo el caso que de una forma mucho más explícita son varios los salmos que dan el testimonio de los que concretamente son los signos de la misericordia de Dios. Tal como es posible ver en el salmo 146 por ejemplo.

«Él Señor libera a los cautivos, abre los ojos de los ciegos y levanta al caído; el Señor protege a los extranjeros y sustenta al huérfano y a la viuda; el Señor ama a los justos y entorpece el camino de los malvados» (146,7-9).

Luego entonces es posible observar la misericordia de Dios que no se trata simplemente de una idea la cual es abstracta. Sino que más bien es una realidad bastante concreta con la que viene él precisamente a realizar una revelación en cuanto a su amor.

Siendo el mismo tal como el que promueve un padre o una madre, que se siente conmovido en lo más hondo de su corazón por quien es su propio hijo.

«Vale decir que se trata realmente de un amor “visceral”. Proviene desde lo más íntimo como un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura y compasión, de indulgencia y de perdón».

El Valor del Antiguo Testamento en la Bula de la misericordia

El mayor hincapié que es hecho por el Papa Francisco, en este aparte, es acerca de lo grandeza de la Misericordia que es entregada por Dios. Siendo aquello que se encuentra mencionado en muchos de los salmos, que nos hablan acerca de ella. Teniendo muy en cuenta, el gran valor de salvífico que se encuentra en el Antiguo Testamento.

Inclusive se ha de tener en cuenta el uso que de los salmos hizo Jesús, cuando vivía su pasión y muerte, antes de que cumpliera con su misión. Luego entonces con más razón indica el Papa Francisco, la suma importancia del estribillo que fue pronunciado tantas veces, acudiendo a la misericordia de Dios como lo es “Eterna es su misericordia”. Tal como lo indica el Papa.

Eterna es su Misericordia

Se hace hincapié a lo eterna que es la misericordia de Dios. marcando como ejemplo estribillos y versos procedentes de los salmos, tal como por ejemplo el del 136. Donde se procede a narrar la historia sobre la revelación de Dios. Es así pues que de acuerdo a la razón correspondiente a la misericordia, todas aquellas vicisitudes que se marcan en el Antiguo Testamento se encuentran cargadas de lo que se puede llamar como un valor salvífico, que posee profundidad.

Siendo tomado como ejemplo la historia de Dios con Israel como una historia de salvación.

«Es como si se quisiera decir que no solo en la historia, sino por toda la eternidad el hombre estará siempre bajo la mirada misericordiosa del Padre. No es casual que el pueblo de Israel haya querido integrar este Salmo, el grande hallel como es conocido, en las fiestas litúrgicas más importantes.

Antes de la Pasión Jesús oró con este Salmo de la misericordia. Lo atestigua el evangelista Mateo cuando dice que «después de haber cantado el himno» (26,30), Jesús con sus discípulos salieron hacia el Monte de los Olivos.

Mientras instituía la Eucaristía, como memorial perenne de Él y de su Pascua, puso simbólicamente este acto supremo de la Revelación a la luz de la misericordia.

Fue entonces similar horizonte el correspondiente a la misericordia el cual fue vivido por Jesús, durante su pasión y muerte. Estando justamente consciente de lo que era el gran misterio correspondiente al amor de dios el cual se terminaría cumpliendo precisamente en la cruz.

Por lo cual el hecho de saber que el mismo Jesús, realizó dicho salmo en oración. hace pues que para los cristianos, sea aun de mayor importancia. Y que además, genere un compromiso para que sea incorporado dicho estribillo en la oración que se practica diariamente en la alabanza de «Eterna es su misericordia».

El amor de la Santísima Trinidad se percibe mirando fijo a Jesús

En este aparte de la Bula de la misericordia, se hace manifiesto por el papa Francisco, lo que se refiere a seguir de manera directa la mirada en Jesús. Siendo él quien tuvo la misión de hacer revelación, en cuanto al misterio que proviene del Padre pues, Dios es amor. Es así como dicho amor se hace tangible, a través de toda la vida que Jesús nos entrega.

Luego, al seguir la vida de Jesús, es posible darse cuenta la forma como a través de su profundo amor, compasión, además de su misericordia. Fue capaz de darle a quienes lo necesitaban tantos milagros.

Siendo que es expuesto en la Bula de la misericordia por el papa Francisco, de la siguiente manera:

«Con la mirada fija en Jesús y en su rostro misericordioso, podemos percibir el amor de la Santísima Trinidad. La misión que Jesús ha recibido del Padre ha sido la de revelar el misterio del amor divino en plenitud. «Dios es amor» (1 Jn 4,8.16), afirma por la primera y única vez en toda la Sagrada Escritura el evangelista Juan.Este amor se ha hecho ahora visible y tangible en toda la vida de Jesús.

Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona gratuitamente. Sus relaciones con las personas que se le acercan dejan ver algo único e irrepetible.

Siendo el caso de poder notar que los signos que son realizados, de manera especial hacia aquellos que eran pecadores. Al igual que a las personas que se encuentran excluidas. Así como también a los pobres y a los enfermos y los que sufren. Enmarca pues el distintivo de lo que se relaciona con la misericordia.

En todos sus actos Jesús mostró la más grande misericordia

Es de hacer notar la parte donde habla de que Jesús, cuando se encontraba frente a la multitud, de todos aquellos que eran sus seguidores, y viendo que se encontraban tan cansados y extenuados. Que no tenían un guía y se encontraban perdidos, entonces sitió a partir de su profundo corazón, una compasión por todos ellos muy intensa.

Fue así como entonces debido precisamente a dicho amor tan compasivo que procedió a realizar sus milagros, siendo que curó pues a los que se encontraban enfermos. Así mismo mediante unos pocos panes y peces les calmó el hablarle a grandes cantidades de personas. demostrando así que aquello que lo movía en realidad no se trataba de otra cosa que no fuera la misericordia. Siendo que con ella la procedía a leer en el corazón.

«Después de haber liberado el endemoniado de Gerasa, le confía esta misión: «Anuncia todo lo que el Señor te ha hecho y la misericordia que ha obrado contigo» (Mc 5,19). También la vocación de Mateo se coloca en el horizonte de la misericordia. Pasando delante del banco de los impuestos, los ojos de Jesús se posan sobre los de Mateo».

Bula de la misericordia

«Era una mirada cargada de misericordia que perdonaba los pecados de aquel hombre y, venciendo la resistencia de los otros discípulos, lo escoge a él, el pecador y publicano, para que sea uno de los Doce.San Beda el Venerable, comentando esta escena del Evangelio, escribió que Jesús miró a Mateo con amor misericordioso y lo eligió: miserando atque eligendo.

Siempre me ha cautivado esta expresión, tanto que quise hacerla mi propio lema”.

Las parábolas de Jesús en la Bula de la Misericordia

Ahora el papa Francisco, en la Bula de la Misericordia, se dedica especialmente a la revelación que hace Dios de su naturaleza de Padre, mediante lo que es el uso de Jesús de las parábolas. Siendo el caso que es a través de las mismas, que se puede obtener un profundo aprendizaje.

Luego entonces el Papa hace alusión, a tres parábolas en especial. Y hace su planteamiento en la Bula de la misericordia, de la forma siguiente:

«En las parábolas dedicadas a la misericordia, Jesús revela la naturaleza de Dios como la de un Padre que jamás se da por vencido hasta tanto no haya disuelto el pecado y superado el rechazo con la compasión y la misericordia.Conocemos estas parábolas; tres en particular: la de la oveja perdida y de la moneda extraviada, y la del padre y los dos hijos (cfr Lc 15,1-32).

En estas parábolas, Dios es presentado siempre lleno de alegría, sobre todo cuando perdona».

En ellas encontramos el núcleo del Evangelio y de nuestra fe, porque la misericordia se muestra como la fuerza que todo vence, que llena de amor el corazón y que consuela con el perdón.

Se puede obtener de la parábola la enseñanza para el estilo de vida cristiana

Siendo la manera como es posible hacer la extraccion de justamente, la enseñanza que se encarga de remarcar lo que es el estilo de vida para todo aquel que es cristiano.

«De otra parábola, además, podemos extraer una enseñanza para nuestro estilo de vida cristiano. Provocado por la pregunta de Pedro acerca de cuántas veces fuese necesario perdonar, Jesús responde: «No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete» (Mt 18,22) y pronunció la parábola del “siervo despiadado”.

Este, llamado por el patrón a restituir una grande suma, le suplica de rodillas y el patrón le condona la deuda.

Pero inmediatamente encuentra otro siervo como él que le debía unos pocos centésimos, el cual le suplica de rodillas que tenga piedad, pero él se niega y lo hace encarcelar.

Entonces el patrón, advertido del hecho, se irrita mucho y volviendo a llamar aquel siervo le dice: «¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de ti?» (Mt 18,33). Y Jesús concluye: «Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos» (Mt 18,35).

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Es enseñado en este caso por medio de esa parábola lo que se refiera a una enseñanza bien profunda para casa uno de los seres que entran en contacto con ella. Tal como es el caso en el cual es afirmado por Jesús que no solamente se trata del obrar del padre a misericordia, sino que más bien se transforma en el criterio que sirve para saber quienes verdaderamente son su hijos verdaderos.

«Dejar caer el rencor, la rabia, la violencia y la venganza son condiciones necesarias para vivir felices. Acojamos entonces la exhortación del Apóstol: «No permitan que la noche los sorprenda enojados»» (Ef 4,26).

Escuchar la palabra de Jesús “Si eres misericordioso recibirás misericordia»

Es en todo caso necesario el hecho de escuchar a Jesús  cuando nos habla acerca de la misericordia como el mejor de los comportamiento, el ideal que se ha de practicar en este vida. Siendo entonces bienaventurados aquellos que se inspiran en ser misericordioso a que además logran encontrala.

«La misericordia de Dios es su responsabilidad por nosotros. Él se siente responsable, es decir, desea nuestro bien y quiere vernos felices, colmados de alegría y serenos.

Es sobre esta misma amplitud de onda, que se debe orientar el amor misericordioso de los cristianos.Como ama el Padre, así aman los hijos. Como Él es misericordioso, así estamos nosotros llamados a ser misericordiosos los unos con los otros».

La viga maestra que sostiene la vida de la iglesia es la misericordia

Es aquí  dentro de la Bula de la Misericordia donde el Papa Francisco, indica el hecho que la iglesia debe practicar el amor misericordioso al igual que compasivo, con la finalidad de que sea creíble su palabra. luego entonces resulta indispensable que la misericordia se convierte pues en la viga maestra la cual se encargue de sostener la vida de la iglesia.

Por lo cual toda aquella acción correspondiente a la vida pastoral, tendrá que tener el revestimiento relativo a la ternura, con la cual se habrá de dirigir hacia los creyentes.

«La credibilidad de la Iglesia, pasa a través del camino del amor misericordioso y compasivo. La Iglesia «vive un deseo inagotable de brindar misericordia».Tal vez por mucho tiempo nos hemos olvidado de indicar, y de andar por la vía de la misericordia.

Por una parte, la tentación de pretender siempre y solamente la justicia ha hecho olvidar que ella es el primer paso, necesario e indispensable; la Iglesia no obstante necesita ir más lejos, para alcanzar una meta más alta y más significativa».

Se ha desvanecido la cultura del perdón en nuestra cultura

Se Trata pues de la manera en la cual ha sido desaparecido la cultura del perdón en la actualidad. siendo que cada vez existe menos perdón y mayor venganza. Es el caso pues que debido a que no se tiene el testimonio del perdón entonces la vida que se ha de vivir resulta infecunda, tal como se estuviese viviéndose en un desierto. Por lo tanto el llamado es al perdón.

Ha llegado de nuevo para la Iglesia, el tiempo de encargarse del anuncio alegre del perdón. Es el tiempo de retornar a lo esencial, para hacernos cargo de las debilidades y dificultades de nuestros hermanos. El perdón es una fuerza que resucita a una vida nueva, e infunde el valor para mirar el futuro con esperanza”.

Las enseñanzas de San Juan Pablo II

Esta parte de la Bula de la misericordia, se encuentra referida a las palabas y pasajes que fueron dejados por San Juan Pablo II, en lo que fue su encíclica número dos, la cual lleva por título el de Dives in Misericordia. Donde de forma muy particular, indicó la manera como se había obviado y olvidado el tema relacionado con la misericordia.

Así es que entonces, se encarga de realizar un paseo por dicho documento, haciendo recordar  particularmente, dos pasajes correspondientes a la misma. Luego entonces, toda la reflexión que es realizada por el Papa Francisco, se tiene que en la misma indica, de la siguiente forma:

«No podemos olvidar, la gran enseñanza que san Juan Pablo II ofreció en su segunda encíclica Dives in misericordia, que en su momento llegó sin ser esperada. Tomó a muchos por sorpresa en razón del tema que afrontaba. Dos pasajes en particular quiero recordar.

Ante todo, el santo Papa hacía notar el olvido del tema de la misericordia en la cultura presente».

Muchos ambientes están dirigiéndose a la misericordia de Dios

Es por tal razón que se hace indispensable el hecho de que se entienda que es necesario el retomar a través del camino del perdón lo relativo a la misericordia. Dado que que son muchos los hombres al igual que los ambientes que se encuentran guiados por un vivo sentido de la fe.

Además resulta obvio como San Juan Pablo II, busca urgentemente la motivación para que sus palabras se puede entender lo urgente que resulta el hecho de que se anuncie y se testimonie lo relacionado a la misericordia en todo el mundo actual y contemporáneo.

Igualmente lo que se refiere al misterio que consolida a Cristo se convierte en obligación en el mismo tiempo para que se produzca la proclamación de lo que es la misericordia, como el amor compasivo que proviene de Dios.

«Ella está dictada por el amor al hombre, a todo lo que es humano y que, según la intuición de gran parte de los contemporáneos, está amenazado por un peligro inmenso.

El misterio de Cristo me obliga al mismo, tiempo a proclamar la misericordia como amor compasivo de Dios, revelado en el mismo misterio de Cristo. Ello me obliga también a recurrir a tal misericordia y a implorarla en esta difícil, crítica fase de la historia de la Iglesia y del mundo».

Esta enseñanza es hoy más que nunca actual y merece ser retomada en este Año Santo.Acojamos nuevamente sus palabras: «La Iglesia vive una vida auténtica, cuando profesa y proclama la misericordia – el atributo más estupendo del Creador y del Redentor – y cuando acerca a los hombres a las fuentes de la misericordia del Salvador, de las que es depositaria y dispensadora»».

La misión de la iglesia es anunciar la misericordia de Dios

Considera el papa Francisco en la Bula de la misericordia, que la misión que tiene que resaltar la Iglesia, es la de hacer el anuncio sobre la misericordia de Dios. Puesto que, considerando a la iglesia como la Esposa de Cristo, debe comportarse tal como lo hizo Jesús. Siendo el caso que ha de salir al encuentro de todos, sin que sea excluido ninguno.

Por lo tanto, es necesario en la actualidad, el poner en relevancia el tema de la misericordia. Puesto que la primera verdad que tiene la iglesia, se trata del amor de Cristo, y su esfuerzo por que las personas se motiven a reencontrarse con Dios. Siendo de la siguiente forma como lo plantea el Papa Francisco en la Bula de la misericordia.

«La Iglesia tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del Evangelio, que por su medio debe alcanzar la mente y el corazón de toda persona. La Esposa de Cristo hace suyo el comportamiento del Hijo de Dios que sale a encontrar a todos, sin excluir ninguno».

La misericordia debe proponerse con más entusiasmo

Se Expresa la necesidad en los actuales momentos de que la iglesia adquiera el compromiso con lo relaciónado a la evangelización, siendo el mismo un tema muy ligado a la misericordia. Y que además tiene la exigencia de la renovación en relación a la acción que debe promover la vida pastoral. resulta muy determinante para la iglesia. Así como también para su credibilidad que sea ella precisamente la que le de vida y de el testimonio de lo que es la misericordia.

«En nuestro tiempo, en el que la Iglesia está comprometida en la nueva evangelización, el tema de la misericordia exige ser propuesto una vez más con nuevo entusiasmo y con una renovada acción pastoral. Es determinante para la Iglesia y para la credibilidad de su anuncio que ella viva y testimonie en primera persona la misericordia.

«Su lenguaje y sus gestos deben transmitir misericordia para penetrar en el corazón de las personas y motivarlas a reencontrar el camino de vuelta al Padre.La primera verdad de la Iglesia es el amor de Cristo. De este amor, que llega hasta el perdón y al don de sí, la Iglesia se hace sierva y mediadora ante los hombres.

Por tanto, donde la Iglesia esté presente, allí debe ser evidente la misericordia del Padre. En nuestras parroquias, en las comunidades, en las asociaciones y movimientos, en fin, dondequiera que haya cristianos, cualquiera debería poder encontrar un oasis de misericordia”.

Un año Jubilar convertidos en misericordiosos

Insiste el papa Francisco, en la Bula de la misericordia, en hacer el llamado a todos. Con la finalidad de que se sigan las enseñanzas dejadas por el Maestro Jesús, cuando llamaba a que todos fueran misericordiosos como el que era su Padre Dios. Es por tal razón que hace el llamado para que sea vivido el Año Jubilar dentro de la palabra que ha sido entregada por Dios. Es pues un programa para comprometerse seriamente, en la vida misma y su estilo, tal como lo dice el Papa:

“Queremos vivir este Año Jubilar a la luz de la palabra del Señor: Misericordiosos como el Padre. El evangelista refiere la enseñanza de Jesús: «Sed misericordiosos, como el Padre vuestro es misericordioso» (Lc 6,36).

Es un programa de vida tan comprometedor como rico de alegría y de paz.El imperativo de Jesús se dirige a cuantos escuchan su voz (cfr Lc 6,27). Para ser capaces de misericordia, entonces, debemos en primer lugar colocarnos a la escucha de la Palabra de Dios”.

La vida se trata de una peregrinación y es un peregrino el ser humano

Para el papa Francisco, el año de la Bula de la misericordia, lo considera como un año Santo, teniendo como signo particular la peregrinación. Igualmente hace hincapié, en el comportamiento que como hijos de Dios y siguiendo los pasos de Jesús, se requiere renovar en este mundo. Siendo aquel comportamiento donde no se juzgue al hermano. Así como donde no se promueva el chisme y la envidia. Tomando siempre en cuenta las palabras de Jesús.

Y donde más bien sea promovido permanentemente el hecho de dar y el de perdonar. Así es como se manifiesta la práctica de la misericordia. Siendo estas las más grandes de las enseñanzas que dejara nuestro Maestro Jesús, mientras estuvo en su peregrinar por este mundo. Es así que el Papa Francisco, lo indica en la Bula de la misericordia, de la forma que sigue:

«La peregrinación es un signo peculiar en el Año Santo, porque es imagen del camino que cada persona realiza en su existencia. La vida es una peregrinación y el ser humano es viator, un peregrino que recorre su camino hasta alcanzar la meta anhelada.

También para llegar a la Puerta Santa en Roma y en cualquier otro lugar, cada uno deberá realizar, de acuerdo con las propias fuerzas, una peregrinación.

Esto será un signo del hecho, que también la misericordia es una meta por alcanzar, y que requiere compromiso y sacrificio. La peregrinación, entonces, sea estímulo para la conversión: atravesando la Puerta Santa, nos dejaremos abrazar por la misericordia de Dios. Y nos comprometeremos a ser misericordiosos con los demás como el Padre lo es con nosotros».

Las indicaciones de Jesús para alcanzar la meta

Obviamente que no han mayor ejemplo a seguir que el de Jesús. El cual vivió todas sus etapas de peregrinación en esta vida, a través de sus enseñanza y aprendizajes. Teniendo muy en cuenta el hecho de que no se proceda a juzgar a nadie, puesto que de hacerlo con esa misma vehemencia será juzgado el que lo haga.

Asimismo habla en relación a que sea la persona un ser que dé, pues de la misma manera como da va entonces a serle dado. Teniendo en cuenta que con esa misma vara con la mide se medirá. Por lo tanto que nadie se atreva a emitir juicio sobre su propio hermano. Es eso lo que con tanta vehemencia nos dejó en sus enseñanza el maestro Jesús, y por tanto está marcado el camino a seguir.

«El Señor Jesús indica las etapas de la peregrinación, mediante la cual es posible alcanzar esta meta: «No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará: una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos.

Porque seréis medidos con la medida que midáis» (Lc 6,37-38).Dice, ante todo, no juzgar y no condenar. Si no se quiere incurrir en el juicio de Dios, nadie puede convertirse en el juez del propio hermano.

Los hombres ciertamente con sus juicios se detienen en la superficie, mientras el Padre mira el interior.¡Cuánto mal hacen las palabras cuando están motivadas por sentimientos de celos y envidia! Hablar mal del propio hermano en su ausencia equivale a exponerlo al descrédito, a comprometer su reputación y a dejarlo a merced del chisme.

No juzgar y no condenar significa, en positivo, saber percibir lo que de bueno hay en cada persona, y no permitir que deba sufrir por nuestro juicio parcial y por nuestra presunción de saberlo todo».

Jesús pide que se perdone y que se dé

Luego entonces aclara el papa que no solamente esto resulta suficiente para que se haga manifiesta la misericordia, sino que además es pedido por Jesús el hecho tanto de perdonar, como también de dar. De convertirse pues en instrumentos del perdón y de Dios mismo. Resulta algo difícil en el mundo actual percatarse de cuanto sufrimiento es producido por la falta de perdón y misericordia. Por lo cual es necesario buscar la manera de que sea logrado el objetivo, tal como el Papa Francico lo indica:

«Sin embargo, esto no es todavía suficiente para manifestar la misericordia. Jesús pide también perdonar y dar. Ser instrumentos del perdón, porque hemos sido los primeros en haberlo recibido de Dios. Ser generosos con todos, sabiendo que también Dios dispensa sobre nosotros su benevolencia con magnanimidad.

Así entonces, misericordiosos como el Padre es el “lema” del Año Santo. En la misericordia tenemos la prueba de cómo Dios ama.

El auxilio que invocamos es ya el primer paso de la misericordia de Dios hacia nosotros. Él viene a salvarnos de la condición de debilidad en la que vivimos. Y su auxilio consiste en permitirnos captar su presencia y cercanía. Día tras día, tocados por su compasión, también nosotros llegaremos a ser compasivos con todos!»

Vivimos en un mundo lleno de sufrimiento y precariedad

Esta parte de la Bula de la misericordia, es un llamado de atención en cuanto a la apertura del corazón, a todas las personas que se encuentran llenas de tantos sufrimientos y contradicciones existenciales.

Es un pedido al pueblo cristiano, para que exponga a los demás sus máximas obras de misericordia. Tanto de tipo material, como también de tipo espiritual, a todos aquellos que lo necesiten. Siendo recordadas las palabras de Señor que indican que en base a las obras que se hagan, así será la forma en que serán juzgados al final del camino.

Por lo tanto, el llamado es a expresar la más profunda compasión y misericordia a todos los seres humanos. A fin de que sean puestas de manifiesto las enseñanzas reveladas por Jesús, y que son la base y el fundamento del actuar de cada uno de nosotros. Tal como es indicado por el Papa Francisco, de la siguiente manera:

«En este Año Santo, podremos realizar la experiencia de abrir el corazón a cuantos viven en las más contradictorias periferias existenciales, que con frecuencia el mundo moderno dramáticamente crea.

¡Cuántas situaciones de precariedad y sufrimiento existen en el mundo hoy! Cuántas heridas sellan la carne de muchos, que no tienen voz porque su grito se ha debilitado y silenciado a causa de la indiferencia de los pueblos ricos».

A lo que fue llamada la Iglesia por el Papa Francisco

El papa Francisco hace un llamado a los integrantes de la iglesia a que sean curadas las heridas. a que se alivien con el aceite de la consolación y que sean veneradas la misericordia y la solidaridad.

«En este Jubileo la Iglesia será llamada a curar aún más estas heridas, a aliviarlas con el óleo de la consolación, a vendarlas con la misericordia y a curarlas con la solidaridad y la debida atención. No caigamos en la indiferencia que humilla, en la habitualidad que anestesia el ánimo e impide descubrir la novedad, en el cinismo que destruye.

Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio. Que su grito se vuelva el nuestro, y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia, que suele reinar campante para esconder la hipocresía y el egoísmo.»

Nos es presentada en la predica de Jesús, todas las obras procedentes de su misericordia. a fin de que nos demos cuenta de que si verdaderamente nuestro comportamiento es como el de un discípulo de Jesús, o si por el contrario se trata de que no lo hacemos. Por lo tanto el llamado es a practicar la caridad, la compasión y la misericordia. Con el fin de que sea realmente vivida la palabra de Jesús mediante las obras y el comportamiento humano.

«La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia, para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos. Redescubramos las obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos.

Y no olvidemos las obras de misericordia espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos».

Vivir el año de gracia anunciado por el Señor

Ahora la referencia que hace el Papa Francisco, surge a partir de las palabras que fueron dichas por Jesús, al momento de comentar las escrituras sagradas. Y que fueron escritas por el profeta Isaías. El mismo trata sobre la libertad de los oprimidos. Es por tal razón que el Papa llama ese año como el año de gracia.

Solicita pues que se haga manifiesta la práctica de la Misericordia desde casa. Y llama al año, como un año el cual es precisamente, se haga el propósito de cumplir con la misma misión que lo hizo Jesús. Asimismo, el llamado es a practicar la misericordia, siempre estando alegres de tal privilegio. Luego entonces el Papa lo expone de la forma siguiente:

“En el Evangelio de Lucas encontramos otro aspecto importante para vivir con fe el Jubileo. El evangelista narra que Jesús, un sábado, volvió a Nazaret y, como era costumbre, entró en la Sinagoga. Lo llamaron para que leyera la Escritura y la comentara.

Este Año Santo lleva consigo la riqueza de la misión de Jesús, que resuena en las palabras del Profeta: llevar una palabra y un gesto de consolación a los pobres, anunciar la liberación a cuantos están prisioneros de las nuevas esclavitudes de la sociedad moderna, restituir la vista a quien no puede ver más porque se ha replegado sobre sí mismo».

Experimentar grandemente la misericordia de Dios en la Cuaresma

En este aparte de la  Bula de la misericordia, el Papa Francisco solicita que la cuaresma se viva con una intensidad mayor y siempre basados en la misericordia de Dios, y en lo que se experimenta a través de la misma. basados en el perdón de Dios y en la piedad que nos brinda.

Siendo que indica además, en la Bula de la misericordia, la meditación y reflexión sobre las páginas que dejó el profeta Isaías, y que invitan a la oración. Así como también al ayuno y a la caridad.

Asimismo, mediante una iniciativa denominada como 24 horas para el Señor. Lo cual se ha de practicar en todas las Diócesis. Se logra que se vuelvan muchas personas hacia el sacramento correspondiente a la reconciliación. De manera especial muchos que son jóvenes. Siendo que se puede entonces, mediante la misericordia, regresar a la verdadera fuente que otorga tanta paz interior.

bula de la misericordia

De la misma manera en la Bula de la misericordia, en este aparte el Papa, realiza un llamado de atención a todos los sacerdotes, en relación a su función como confesores, indicando que nos son ellos dueños del sacramento.

Siendo el caso que más bien, se deben considerar como servidores fieles de lo relativo al perdón de Dios. Por lo cual, cada uno de los confesores ha de acoger a los fieles como si fueran su padre.

Por lo cual han de abrazar a todos aquellos hijos, que van arrepentidos al encuentro de Dios. Y bajo cualquiera de las circunstancias, los confesores en todo momento, deben tener en cuenta que siempre debe privar por sobre todo la misericordia, la cual proviene del mismísimo de Dios.

Lo que indica el Papa en la Bula de la misericordia

Es así como entonces, es indicado todo esto por Papa Francisco, en esta parte de la Bula de la misericordia, de la siguiente manera:

«La Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios. ¡Cuántas páginas de la Sagrada Escritura pueden ser meditadas en las semanas de Cuaresma, para redescubrir el rostro misericordioso del Padre!

Con las palabras del profeta Miqueas, también nosotros podemos repetir: Tú, oh Señor, eres un Dios que cancelas la iniquidad y perdonas el pecado, que no mantienes para siempre tu cólera, pues amas la misericordia. Tú, Señor, volverás a compadecerte de nosotros y a tener piedad de tu pueblo. Destruirás nuestras culpas, y arrojarás en el fondo del mar todos nuestros pecados» (cfr 7,18-19).

Meditar las palabras del profeta Isaías

«Las páginas del profeta Isaías podrán ser meditadas con mayor atención en este tiempo de oración, ayuno y caridad: «Este es el ayuno que yo deseo: soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no abandonar a tus semejantes.

El Señor te guiará incesantemente, te saciará en los ardores del desierto y llenará tus huesos de vigor; tú serás como un jardín bien regado, como una vertiente de agua, cuyas aguas nunca se agotan»» (58,6-11).

Que los confesores se conviertan en el signo verdadero de la misericordia de Dios

Una de las recomendaciones de mayor importancia para la vida de la iglesia se refiere, al comportamiento que es dado por los sacerdotes confesores con aquellos que se han confesado. Allí le recuerda a los sacerdotes su misión de convertirse en los que siguen la misión de Jesús. y convertirse en el más puro signo de amor, convirtiéndose en la continuidad de ese amor divino perdonador.

«Nunca me cansaré de insistir en que los confesores sean un verdadero signo de la misericordia del Padre. Ser confesores no se improvisa. Se llega a serlo cuando, ante todo, nos hacemos nosotros penitentes en busca de perdón.

Nunca olvidemos que ser confesores, significa participar de la misma misión de Jesús. Y ser signo concreto de la continuidad de un amor divino que perdona».

«Cada uno de nosotros, ha recibido el don del Espíritu Santo para el perdón de los pecados, de esto somos responsables. Ninguno de nosotros es dueño del Sacramento, sino fiel servidor del perdón de Dios.

Cada confesor deberá acoger a los fieles como el padre en la parábola del hijo pródigo: un padre que corre al encuentro del hijo, no obstante hubiese dilapidado sus bienes.Los confesores, están llamados a abrazar ese hijo arrepentido que vuelve a casa, y a manifestar la alegría por haberlo encontrado.

En fin, los confesores están llamados a ser siempre, en todas partes, en cada situación y a pesar de todo, el signo del primado de la misericordia».

El envío de Misioneros de la Misericordia en la Bula de la misericordia

El Papa Francisco, procede al envío de una serie de Misioneros de la misericordia, en el transcurso de la cuaresma del Año Santo. Los mismos fueron conformados como un signo de la solicitud, que hiciera el Pueblo de Dios a la iglesia. Y anunciado en la Bula de la misericordia.

En todo caso, dice en la Bula de la misericordia que los sacerdotes enviados, tendrán inclusive la autoridad para que se perdonen hasta los pecados que solo puede perdonar la Sede Apostólica. A fin de que sea evidente lo relativo, a lo amplio que resulta su mandato. Siendo el caso que van a ser por sobre todo, el vivo signo de la manera en la cual Dios le da su acogida a todos, los que se encuentran buscando ser perdonados por él.

Así es que entonces hace la invitación a los obispos, con la finalidad de que les brinden la mejor acogida a todos dichos misioneros. Con la finalidad de que, conjuntamente se conviertan en predicadores convincentes de la divina misericordia procedente de Dios.

Todo esto nos lo es explicado por el Papa Francisco, en la Bula de la Misericordia, de la forma siguiente:

“Durante la Cuaresma de este Año Santo, tengo la intención de enviar los Misioneros de la Misericordia. Serán un signo de la solicitud materna de la Iglesia por el Pueblo de Dios, para que entre en profundidad en la riqueza de este misterio tan fundamental para la fe.

Serán sacerdotes a los cuales daré la autoridad de perdonar también, los pecados que están reservados a la Sede Apostólica, para que se haga evidente la amplitud de su mandato».

Misioneros de misericordia que acogen como un padre a quienes buscan perdón

Se trata pues de enviar por el mundo una cantidad de misioneros los cuales tendrán la misión de acoger a todos aquellos que se encuentran necesitados de perdón. Y que requieren además el tener un encuentro con el señor Dios. Por lo tanto han de llamados a regresar a la nueva vida del bautismo.

«Serán, sobre todo, signo vivo de cómo el Padre acoge cuantos están en busca de su perdón. Serán misioneros de la misericordia, porque serán los artífices ante todos de un encuentro cargado de humanidad, fuente de liberación, rico de responsabilidad, para superar los obstáculos y retomar la vida nueva del Bautismo.

Se dejarán conducir en su misión por las palabras del Apóstol: «Dios sometió a todos a la desobediencia, para tener misericordia de todos» (Rm 11,32). Todos entonces, sin excluir a nadie, están llamados a percibir el llamamiento a la misericordia.

La mayor insistencia a la conversión es a los que están lejanos de la Gracia de Dios

En esta parte de la Bula de la misericordia, se dirige el papa Francisco a todas aquellas personas, las cuales se encuentran involucradas en hechos sumamente lejanos a lo que es la gracia de Dios. Siendo el caso de aquellos que se encuentran, tal vez en grupos de criminales, independientemente de cual tipo sea.

Haciendo un llamado muy especial, recordando que se debe combatir el pecado, puesto que el dinero que proviene de los hechos sangrientos, no le darán el poder y una vida inmortal a quien los practique.

De la misma forma, hace también un llamado a todos aquellos que participan de la corrupción. Tanto aquellos que la promueven como también los que son cómplices de los hechos de corrupción. Siendo en este caso muy tajante, en cuanto a indicar que se trata de una llaga que se encuentra podrida e inmersa en la sociedad, siendo por demás un grave pecado.

Luego entonces hace un llamado pues se trata de el mejor de los tiempos, el más oportuno para que sea cambiada la vida. Se trata pues, del tiempo de escuchar al corazón, de escuchar el llanto de las personas inocentes.

Entonces pide a todos los que están incursos en tales casos, para que busquen la misericordia de Dios. Y abandonen tales hechos y busquen el amparo y el perdón de Dios, aprovechando la misericordia que les brinda la iglesia. Así es que lo indica pues, de la siguiente forma:

«La palabra del perdón pueda llegar a todos, y la llamada a experimentar la misericordia no deje a ninguno indiferente. Mi invitación a la conversión, se dirige con mayor insistencia a aquellas personas que se encuentran lejanas de la gracia de Dios, debido a su conducta de vida».

Llamado particular a quienes son criminales crueles

Una de las parte con suma relevancia, la tiene esta parte, siendo que el papa Francisco procede a solicitar que se retiren del mal y la corrupción todos aquellos que se encuentran incursos en esas terribles trampas. Que no se dejen manipular y que el dinero no se va a ir al más allá con ninguno de nosotros.

«Pienso en modo particular, a los hombres y mujeres que pertenecen a algún grupo criminal, cualquiera que éste sea. Por vuestro bien, os pido cambiar de vida. Os lo pido en el nombre del Hijo de Dios, que si bien combate el pecado nunca rechaza a ningún pecador. No caigáis en la terrible trampa de pensar, que la vida depende del dinero, y que ante él todo el resto se vuelve carente de valor y dignidad.

Es un mal que se anida en gestos cotidianos para expandirse luego en escándalos públicos. La corrupción es una obstinación en el pecado, que pretende sustituir a Dios con la ilusión del dinero como forma de poder.

Es una obra de las tinieblas, sostenida por la sospecha y la intriga. Corruptio optimi pessima, decía con razón san Gregorio Magno, para indicar que ninguno puede sentirse inmune de esta tentación».

Hay que combatir la corrupción

Es en este aparte donde el Papa hace hincapié en cuanto a la gran necesidad que existe en el mundo de erradicar la corrupción en todos los sentidos. Es que hasta pide a aquellas personas que de una forma inocente haya caiso en eso, que proceda a realizar la denuncia. y que también se interese por hacerle el seguimiento a la misma.

«Para erradicarla de la vida personal y social, son necesarias prudencia, vigilancia, lealtad, transparencia, unidas al coraje de la denuncia. Si no se la combate abiertamente, tarde o temprano busca cómplices y destruye la existencia.¡Este es el tiempo oportuno para cambiar de vida! Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón.

Ante el mal cometido, incluso crímenes graves, es el momento de escuchar el llanto de todas las personas inocentes depredadas de los bienes, la dignidad, los afectos, la vida misma. Permanecer en el camino del mal es sólo fuente de ilusión y de tristeza.La verdadera vida es algo bien distinto.

Dios no se cansa de tender la mano. Está dispuesto a escuchar, y también yo lo estoy, al igual que mis hermanos obispos y sacerdotes. Basta solamente que acojáis la llamada a la conversión, y os sometáis a la justicia mientras la Iglesia os ofrece misericordia».

El recordatorio de la relación entre justicia y misericordia

Para este aparte de la Bula de la misericordia, el papa Francisco, hace alusión especialmente a la que se refiere a la justicia y a la misericordia. Teniendo en cuenta que se trata de dos dimensiones que se atan a una realidad única. Y que procede a desarrollarse de forma progresiva, hasta que alcanza en la plenitud del amor, su ápice.

En relación a la justicia, básicamente indica que se trata más bien de un concepto, que es fundamental para todos los que pertenecen a la sociedad civil. Siendo que, por lo normal, se le hace referencia a lo que es un orden jurídico, mediante el cual se hace la aplicación de lo que es la ley.

Sin embargo, hace alusión a que Jesús se refería más bien a lo que era la práctica de la fe, más que lo relativo a observar la ley. Siendo el caso que lo que se refiere a la observancia de la ley, no debe ser un obstáculo para atender las necesidades que atañen a la dignidad de los seres humanos.

Por lo tanto Jesús, más bien iba más allá de la ley, puesto que compartía con quienes eran considerados como pecadores. Siendo que de esa manera se puede llegar a comprender cuan grande es su misericordia.

De la misma forma hace alusión a Pablo, el cual luego de encontrar el significado de las enseñanzas dejadas por el maestro Jesús. También entendió que no se trataba de cumplir con la ley, lo que pudiera salvar al hombre. Sino más bien la fe que se tuviera en Jesucristo.

La justicia de Dios es liberadora de los oprimidos

Siendo el caso que la justicia que procede de Dios, ha de convertirse entonces en la liberación para todos aquellos que se encuentren oprimidos. Debido a la esclavitud correspondiente al pecado, así como también a sus consecuencias. Todo esto y más es expuesto en la Bula de la misericordia, por el Papa Francisco, de la manera que sigue:

“No será inútil en este contexto recordar la relación existente entre justicia y misericordia. No son dos momentos contrastantes entre sí, sino dos dimensiones de una única realidad que se desarrolla progresivamente, hasta alcanzar su ápice en la plenitud del amor.

La justicia es un concepto fundamental para la sociedad civil cuando, normalmente, se hace referencia a un orden jurídico a través del cual se aplica la ley.

Con la justicia se entiende también que a cada uno se debe dar lo que le es debido.En la Biblia, muchas veces se hace referencia a la justicia divina y a Dios como juez. Generalmente es entendida como la observación integral de la ley y como el comportamiento de todo buen israelita conforme a los mandamientos dados por Dios».

Lo que Habló Jesús de la importancia de la Fe

Uno de los puntos que contienen la más grande de las importancias está relacionado con lo que es la Fe. Puesto que es mediante la misma que es posible que se logren todas aquellas cosas las cuales pedimos con vehemencia, y que a veces no las recibimos. sin duda se requiere el hecho de compartir más la fe que la observancia de la ley es superficial.

«Por su parte, Jesús habla muchas veces de la importancia de la fe, más bien que de la observancia de la ley.

Es en este sentido que debemos comprender sus palabras, cuando estando a la mesa con Mateo y otros publicanos y pecadores, dice a los fariseos que le replicaban: «Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores»» (Mt 9,13).

«La misericordia, una vez más, se revela como dimensión fundamental de la misión de Jesús. Ella es un verdadero reto para sus interlocutores que se detienen en el respeto formal de la ley. Jesús, en cambio, va más allá de la ley; su compartir con aquellos que la ley consideraba pecadores permite comprender hasta dónde llega su misericordia».

La misericordia es la expresión de Dios hacia el que es pecador

Aquí el santo papa, hace alusión en la Bula de la misericordia a lo que se refiere a la misericordia conforme a la justicia, y que solamente está expresando lo que es el comportamiento que Dios nos muestra, hacia todos aquellos que son pecadores. Siendo que le ofrece entonces la posibilidad de que se pueda examinar, se convierta y que pueda creer.

Igualmente expresa, que en el caso de que Dios procediera a detenerse en la justicia, entonces ya no sería Dios. Puesto que por sí misma, la justicia no basta. Siendo el caso que Dios va mucho más allá de la justicia, puesto que apela a la misericordia y al perdón.

Así es que es bien ampliado este tema por el Papa Francisco, en la Bula de la misericordia de la manera siguiente:

«La misericordia no es contraria a la justicia, sino que expresa el comportamiento de Dios hacia el pecador, ofreciéndole una ulterior posibilidad para examinarse, convertirse y creer. La experiencia del profeta Oseas, viene en nuestra ayuda para mostrarnos la superación de la justicia en dirección hacia la misericordia!.

Es precisamente así. La ira de Dios dura un instante, mientras que su misericordia dura eternamente. Si Dios se detuviera en la justicia dejaría de ser Dios, sería como todos los hombres que invocan respeto por la ley. Dios no rechaza la justicia. Él la engloba y la supera en un evento superior donde se experimenta el amor que está a la base de una verdadera justicia».

Se hace necesario el hecho aquí dice el Papa, de que sea tomando muy en cuenta y se le preste mucha atención a lo que fue escrito por Pablo con la finalidad de que no se caiga de la misma forma en lo que cayó el apóstol. Puesto que al reprochar a los que eran sus contemporáneos judíos, se encontraba entonces desconociendo a lo que era la justicia de Dios, tratando de hacer el establecimiento de su propia justicia. Cosa la cual es muy vista en la actualidad.

«Debemos prestar mucha atención a cuanto escribe Pablo para no caer en el mismo error que el Apóstol reprochaba a sus contemporáneos judíos: «Desconociendo la justicia de Dios y empeñándose en establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios. Porque el fin de la ley es Cristo, para justificación de todo el que cree» (Rm 10,3-4).

Esta justicia de Dios es la misericordia concedida a todos como gracia en razón de la muerte y resurrección de Jesucristo. La Cruz de Cristo, entonces, es el juicio de Dios sobre todos nosotros y sobre el mundo, porque nos ofrece la certeza del amor y de la vida nueva”.

En relación a la indulgencia en la Bula de la misericordia

Para el papa Francisco, la indulgencia tiene particular importancia justamente en el Año Santo. Siendo el caso que, de acuerdo al papa, el perdón de Dios es ilimitado. Como lo indica en la Bula de la misericordia.

Así mismo plantea en la Bula de la misericordia, el hecho de que, cuando se produce la reconciliación con Dios entonces los pecados son perdonados. Sin embargo, queda marcada una huella la cual es negativa. Y se encuentra tanto en el comportamiento, como también en los pensamientos. Más la misericordia que Dios nos entrega es superior inclusive a esto.

Igualmente, el santo padre también, entre muchas otras cosas pide en la Bula de la misericordia que sea vivido con intensidad el jubileo. Y además, que les sea pedido perdón al Padre y que se produzca la dispensación en cuanto a su indulgencia que es misericordiosa. Indica pues además lo siguiente:

“El Jubileo lleva también consigo la referencia a la indulgencia. En el Año Santo de la Misericordia, ella adquiere una relevancia particular. El perdón de Dios por nuestros pecados no conoce límites. En la muerte y resurrección de Jesucristo, Dios hace evidente este amor, que es capaz incluso de destruir el pecado de los hombres.

Dejarse reconciliar con Dios es posible por medio del misterio pascual, y de la mediación de la Iglesia.Así entonces, Dios está siempre disponible al perdón y nunca se cansa de ofrecerlo, de manera siempre nueva e inesperada. Todos nosotros, sin embargo, vivimos la experiencia del pecado.

Sabemos que estamos llamados a la perfección (cfr Mt 5,48), pero sentimos fuerte el peso del pecado. Mientras percibimos la potencia de la gracia que nos transforma, experimentamos también la fuerza del pecado que nos condiciona».

Bula de la misericordia

Misericordia va más allá de la Iglesia buscando el Diálogo entre religiones

Este planteamiento del Papa Francisco, en la Bula de la Misericordia, nos indica que se sobrepasa mediante la misericordia, lo que es la iglesia con sus confines. Debido a que existe una relación tanto con el judaísmo, como con el islam. Lo cual finalmente es considerado como los mas calificativos atributos de Dios.

Por lo tanto, el planteamiento del papa Francisco, va hacia el favorecimiento del encuentro con las otras religiones. Abriéndose pues al diálogo. A que se produzca un encuentro que logre la unificación de los criterios propios de la misericordia en todos los ámbitos de cada una de las religiones. Que sean considerados pues los atributos que son más calificativos de Dios, en cada una de ellas. Siendo que entonces nos expresa, en la Bula de la misericordia especialmente:

«La misericordia posee un valor que sobrepasa los confines de la Iglesia. Ella nos relaciona con el judaísmo y el islam, que la consideran uno de los atributos más calificativos de Dios. Israel primero que todo recibió esta revelación, que permanece en la historia como el comienzo de una riqueza inconmensurable de ofrecer a la entera humanidad.

Como hemos visto, las páginas del Antiguo Testamento están entretejidas de misericordia porque narran las obras que el Señor ha realizado, en favor de su pueblo en los momentos más difíciles de su historia.El islam, por su parte, entre los nombres que le atribuye al Creador está el de Misericordioso y Clemente.

Esta invocación aparece con frecuencia en los labios de los fieles musulmanes, que se sienten acompañados y sostenidos por la misericordia en su cotidiana debilidad. También ellos creen que nadie puede limitar la misericordia divina porque sus puertas están siempre abiertas.

Este Año Jubilar vivido en la misericordia pueda favorecer el encuentro con estas religiones y con las otras nobles tradiciones religiosas; nos haga más abiertos al diálogo para conocernos y comprendernos mejor; elimine toda forma de cerrazón y desprecio, y aleje cualquier forma de violencia y de discriminación».

Ahora miremos a la Madre de la Misericordia

En este aparte de la Bula de la misericordia, el santo padre se dedica especialmente a la Madre de Dios y madre de todos nosotros. Pidiendo porque la compañía y la dulzura de la mirada de la madre se convierta en la compañía permanente durante el año santo. A fin de que todos puedan ser capaces de hacer el redescubrimiento de la alegría y la ternura que Dios tiene para con todos nosotros, es así como entonces nos alienta diciendo especialmente:

«El pensamiento se dirige ahora a la Madre de la Misericordia. La dulzura de su mirada nos acompañe en este Año Santo, para que todos podamos redescubrir la alegría de la ternura de Dios. Ninguno como María ha conocido la profundidad del misterio de Dios hecho hombre.

Todo en su vida fue plasmado por la presencia de la misericordia hecha carne. La Madre del Crucificado Resucitado entró en el santuario de la misericordia divina porque participó íntimamente en el misterio de su amor.

Elegida para ser la Madre del Hijo de Dios, María estuvo preparada desde siempre por el amor del Padre para ser Arca de la Alianza entre Dios y los hombres. Custodió en su corazón la divina misericordia en perfecta sintonía con su Hijo Jesús. Esto nos servirá de consolación y de apoyo mientras atravesaremos la Puerta Santa para experimentar los frutos de la misericordia divina».

María es testigo de la misericordia de Jesús al perdonar a sus castigadores

Sin lugar a dudas que María se convierte en el más grande de los testigos, en cuanto a la misericordia se refiere. Siendo el caso que le tocó vivir la más dura y cruel experiencia que cualquier madre podría sufrir, y sin embargo pudo aprender como su propio hijo, desde su agonía le solicitaba al padre que perdonara a quienes no sabías lo que hacían, cuan grande acto de amor y misericordia para aquellos que le habían ultrajado.

Así es que María se convierte entonces en el pilar fundamental en cuanto a la misericordia y el perdón, del cual tanto hablaba Jesús. Y nos da el ejemplo de hasta donde es posible que llegue la muestra de la mayor de las misericordias.

«Al pie de la cruz, María junto con Juan, el discípulo del amor, es testigo de las palabras de perdón que salen de la boca de Jesús.El perdón supremo ofrecido, a quien lo ha crucificado nos muestra hasta dónde puede llegar la misericordia de Dios.

María atestigua que la misericordia del Hijo de Dios no conoce límites, y alcanza a todos sin excluir a ninguno. Dirijamos a ella la antigua y siempre nueva oración del Salve Regina, para que nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos y nos haga dignos de contemplar el rostro de la misericordia, su Hijo Jesús».

El Año Santo para vivir cada día en la misericordia de Dios para siempre

Sin duda que el santo papa, hace la referencia a lo que ha de ser el Año Santo, para dedicarle la vida a la misericordia Que es algo dispensado por el papa desde años. Vemos que son descritas por el papa como si indica a continuación en la Bula de la misericordia:

«Un Año Santo extraordinario, entonces, para vivir en la vida de cada día la misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia nosotros. En este Jubileo dejémonos sorprender por Dios.

Él nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida.La Iglesia siente la urgencia de anunciar la misericordia de Dios. Su vida es auténtica y creíble cuando con convicción hace de la misericordia su anuncio».

La iglesia ha de ser el primer testigo de la misericordia

Por supuesto que ha de ser precisamente la iglesia la que se debe mostrar como el primer testigo de la misericordia y el perdón. Puesto que deberá en todo momento profesar y vivir la misericordia, tal como si fuera en centro correspondiente a la revelación de la cual se trato Jesucristo. Así es que se trata de convertir a la iglesia en la fuente inagotable de misericordia y perdón, sin que realmente importe la cantidad de personas que se acerquen a la misma.

«La Iglesia está llamada a ser el primer testigo veraz de la misericordia, profesándola y viviéndola como el centro de la Revelación de Jesucristo. Desde el corazón de la Trinidad, desde la intimidad más profunda del misterio de Dios, brota y corre sin parar el gran río de la misericordia. Esta fuente nunca podrá agotarse, sin importar cuántos sean los que a ella se acerquen».

En este Año Jubilar, la Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor.

Nunca se canse de ofrecer misericordia y sea siempre paciente en el confortar y perdonar. La Iglesia se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso: «Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos»» (Sal 25,6).

Sin duda alguna, que cuando se trata de buscar información que nos nutra el alma, nada más importante de darse un paseo por una cantidad de artículos, de sumo interés para lograr el objetivo que se busca. Bien puede ser para orar, cantar alguno de los bellos temas, o en fin aprender y cultivar nuestra mente y nuestro espíritu. Es por ello que te invito a pasar por algunos artículos, que seguramente que te van a ser muy útiles. !Te lo aseguro! Tales son:

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