La oración a las almas del purgatorio es muy necesaria para ayudar a nuestros seres queridos que han fallecido, para que lleguen a los brazos del Dios Eterno. Conoce la oración almas del purgatorio aquí.
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Oración Almas del Purgatorio
Como bien sabemos todos, nada que no sea verdaderamente puro puede hacer presencia ante Dios, es por ello que se hace necesario ayudar a esas almas que aún se encuentran en el camino hacia el cielo, realizando la oración almas del purgatorio.
Nuestro seres queridos necesitan de nosotros para hacer una oración almas benditas porque ellos ya no pueden orar por sí mismos, sin embargo, nosotros sí podemos hacer dicha oración para que ellos reciban nuestros ruegos.
A continuación te enseñamos la oración almas del purgatorio para que ayudes a tus seres queridos:
Dios de amor infinito y pleno de misericordia, tú que nos perdonas y quieres la salvación de todos los hombres, pedimos tu clemencia, para que, por la intercesión de Santísima Virgen María y de todos los santos, concedas a las almas de nuestros padres, hermanos, parientes, amigos y bienhechores, que han partido de este mundo, la gracia de llegar a la reunión de la eterna felicidad.
Santísima Inmaculada Virgen María, Reina del Purgatorio; vengo a dejar en tu corazón puro, una oración por las almas benditas que sufren en el lugar de expiación. Escúchala amada madre, si es ésta tu voluntad y la de tu hijo, Jesucristo.
Amén.
Estamos moralmente y espiritualmente obligados a amar y ayudar al otro, esta obligación se hace cada vez más grande mientras más grande es la necesidad de nuestro prójimo. Es nuestro deber, si en realidad somos creyentes y amantes de las palabras de Dios.
Segunda oración almas de purgatorio
Esta bella oración almas del purgatorio inicia realizando una solicitud de escucha y misericordia a Dios. Luego se realizan las invocaciones por cada alma del purgatorio y se debe pedir en cada una su misericordia, diciendo: «¡Jesús mío, misericordia!»
Iniciamos entonces diciendo:
«Dios omnipotente, Padre de misericordia y bondad, apiádate de las benditas almas del Purgatorio y ayuda a mis queridos padres y antepasados. Ayuda a todos mis benefactores espirituales y también a los temporales«.
Responder: ¡Jesús mío, misericordia!
Ayuda a los que han sido mis amigos, ayuda a cuantos debo amor y oración. Ayuda a quienes sin querer he perjudicado y dañado. Ayuda a los que han faltado. Ayuda a los que se encuentran ya cerca de la unión contigo. Ayuda a los que sufren más. Ayuda a los que están lejos de su liberación.
Ayuda a los que no tienen cercanos que oren por ellos. Ayuda a los que fueron ricos aquí, pero los más pobres espiritualmente. Ayuda a los poderosos, que ahora son siervos. Ayuda a los ciegos que ahora te reconocen. Ayuda a los vanidosos y poco humildes que ahora están arrepentidos. Ayuda a los pobres de espíritu por no buscar tu riqueza divina. Ayuda a los que hicieron muy poca oración.
Ayuda a los que han descuidado realizar buenas obras. Ayuda a los de poca fe. Ayuda a los que fueron reincidentes en el pecado y por un milagro de la gracia se han salvado. Ayuda a los padres que descuidaron a sus hijos. Ayuda a los pobres de espíritu que sólo se preocuparon del dinero y del placer.
Ayuda a los que vieron morir a tantos sin recapacitar en su propia muerte. Ayuda a los que no dispusieron a tiempo para prepararse para el viaje más importante. Ayuda a los sacerdotes y religiosos de la Iglesia católica. Ayuda a los fallecidos sin recibir los santos sacramentos.
«Dales Señor, el descanso eterno. Y brille para ellos la luz perpetua. Que descansen en paz.
Amén».
Tercera Oración Almas del Purgatorio
María, Reina del Purgatorio, te suplico por las almas olvidadas, por esas almas que nadie recuerda. A ti Madre que sí te acuerdas de ellas, entrégales los méritos de la Pasión de Jesús, los tuyos y los de todos los santos, y alcancen así el eterno descanso. María te ruego por esas almas que se encuentran en el purgatorio para que salgan lo más pronto de ese lugar de sufrimiento, y cuanto antes vayan a cantar en tu compañía las eternas misericordias del Señor.
Te ruego con mayor ahínco por aquellas almas que deben estar más tiempo en el purgatorio para poder pagar la divina Justicia. Te suplico tengas compasión porque no pueden merecer sino sólo padecer, báñalas de consuelo. Te ruego de modo especial por aquellas almas que más padecen porque sus penas son enormes aunque estén resignadas, intercede por ellas ante Dios.
«Dios te salve María, llena eres de Gracia el Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús».
«Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para ellos la luz perpetua. Descansen en paz.
Amén».
Oración de la Novena
Padre misericordioso, te suplico tengas piedad de las almas del Purgatorio. Recuerda que tu amor es infinito y ellas te merecen por los infinitos méritos de tu amado Hijo. Líbralas de penas y dolores para que pronto puedan disfrutar del gozo de paz y la felicidad a tu lado.
Padre Nuestro Salvador, Jesucristo, a ti Rey de reyes, pido tu misericordia infinita y escuches mi oración para liberar a las almas del Purgatorio, en particular (podemos decir el nombre o los nombres de nuestros seres queridos).
Sácalas de las tinieblas y llévalas a la luz hacia la libertad que merecen los hijos de Dios en el Reino de tu gloria. Te doy gracias amado Salvador, por redimir a las pobres almas del purgatorio con tu preciosísima Sangre, salvándolas de la muerte eterna.
Dios Espíritu Santo, refuerza mi fe, confianza y esperanza, recibe de corazón las oraciones que te ofrezco por todas las almas que sufren en el Purgatorio. Quiero entregar los méritos de esta devoción por mis difuntos padres, hermanos, hermanas, parientes y amigos. Escucha mi plegaria para que podamos estar juntos de nuevo en el Reino de tu gloria.
Te doy gracias por todos los beneficios con que has santificado y aliviado a todas las almas, por consolarlas en los actuales sufrimientos con la certeza de la felicidad eterna. Que pronto se unan a ti y escuchen tus benditas palabras que las invitan al hogar del Cielo: «¡Vengan, los Bendecidos por mi Padre!»
Por los Padres Difuntos
¡Oh Dios! Bendito y Misericordioso, ten piedad de mi padre y de mi madre y no recuerdes sus pecados. Permite que mis méritos sean suficientes para que pueda verlos en el gozo de eterno fulgor. Te lo pido, por Cristo nuestro Señor.
Amén.
Por la Familia
¡Oh amado Jesús! El dolor y sufrimiento de otros siempre ha conmovido tu corazón. Mira entonces con ojos de piedad a las almas de mis queridos familiares que se encuentran en el purgatorio. Escucha mi plegaria, ten compasión de ellos y de aquellos que ya no están con nosotros que sus corazones disfruten del descanso eterno.
Amén.
Oración a San Nicolás de Tolentino
Oh taumaturgo, protector de las almas del purgatorio, San Nicolás de Tolentino. Con mi corazón te ruego que nos concedas tu poderosa palabra en favor de esas almas benditas, para que sean condonados todos sus delitos y sus penas, para que puedan salir de esa tenebrosa cárcel de dolores, y vayan a vivir en el cielo bajo la beatífica mirada de Dios.
Amén.
Oración de San Agustín
Amado Jesús mío, que para redimir al mundo naciste hombre, cumpliste con la Ley y fuiste circuncidado, desechado de los judíos, traicionado con el beso de Judas, atado con cordeles, guiado al suplicio, como inocente cordero fuiste presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes; te escupieron y acusaron siendo inocente, desgarrado con azotes, coronado de espinas, clavado en la cruz, puesto entre ladrones como uno de ellos, al pedir agua te dieron vinagre, te hirieron el costado con la lanza.
Libra Señor, por tantos dolores como padeciste por nosotros, a las almas del Purgatorio de las penas en que están; llévalas a descansar a tu santísima Gloria, y sálvalos por los méritos de tu Pasión, que sean dignos de entrar en la posesión de tu Reino.
Amén.
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