La oración a la virgen de Schoenstatt es poderosa y milagrosa, su intercesión ante Dios nuestro señor es escuchada y atendida. Conoce la oración a la virgen de Schoenstatt en este artículo.
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Nuestra señora de Schoenstatt
Desde ese hermoso momento, el Santuario de Schoenstatt comenzó a crecer y hoy en día cuenta con más de 180 santuarios que veneran a la virgen de Schoenstatt, en varias partes del mundo, todos ellos respetan la arquitectura del santuario original.
La virgen de Schoenstatt también se conoce como Madre, Reina y Victoriosa tres veces admirable, este hermoso reconocimiento en esta advocación mariana se fundamenta en: Primero Cristo al morir en la cruz, dejó a María como nuestra Madre.
Le damos el poder de Reina cuando le permitimos actuar y guiar nuestra vida, para llevarnos hasta Dios. Se ha manifestado como Victoriosa en muchas situaciones difíciles y también es Victoriosa en nuestras vidas. Es admirable por su fe, por su esperanza y por su caridad.
En estas hermosas capillas los peregrinos reciben tres tipos de gracias, una es el cobijamiento espiritual, otra es la transformación interior y por último la fecundidad apostólica. Todos los 18 de Octubre se celebra el día de nuestra señora de Schoenstatt.
La Oración a la Virgen de Schoenstatt
Querida Virgen de Schoenstatt, tres veces Admirable Madre, Reina y Victoriosa, ante ti vengo con ilimitada confianza, a pedir tu ayuda para que intercedas ante Dios y obtener lo que humildemente pido: (Realizar la petición). Tu Hijo Divino, nuestro amado Salvador Jesucristo, te entregó a mí como madre. En su sagrada cruz dijo estas palabras: “He ahí a tu Madre” me las dijo también a mí, y a ti te dijo: “He ahí a tu hijo”. Pues aquí estoy, arrodillado a tus pies.
Qué mayor consuelo tenerte como Madre. Hoy acudo a ti en mi angustia, me acerco orándote Madre, Reina y Victoriosa, tres Veces Admirable de Schoenstatt, porque estoy seguro(a) de que escuchas a tus hijos y todos los que han acudido a ti han recibido tu protección y ayuda.
Tú madre altísima has sufrido grandes penas. Como Madre dolorosa no te apartaste del pie de la cruz. Tú conoces de dolor y tristeza, y ahora que vengo a ti con mi dolor, ¿despreciarás mi súplica? No, nunca. Tú eres la salud de los quebrantados, el consuelo de los afligidos, el auxilio de los creyentes.
¡Oh! Admirable Virgen de Schoenstatt, obtén para mí, de tu Hijo Divino, la respuesta a mi plegaria (repita su solicitud en silencio) y yo repetiré tu magnificencia y milagro, también la misericordia de nuestro Señor por toda la eternidad.
Amén.
Oración a la Virgen de Schoenstatt: Consagración
Se mantienen juntos por siempre a la generación fundadora para sellar y renovar la Alianza de amor con la Madre y Reina tres veces Admirable. Se realiza una oración a la virgen de Schoenstatt que dice:
«Oh Señora mía, Oh Madre mía.
Yo me ofrezco todo a ti, y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día:
mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo, oh Madre de bondad,
guárdame, defiéndeme, utilízame como cosa y posesión tuya.
Amén».
Confianza
Debemos fortalecer nuestra fe y cuando tengamos cualquier tipo de necesidad debemos profundizar nuestra espiritualidad, por lo tanto, debemos ir confiadamente, hacer la oración a la virgen de Schoenstatt y pedir su poderosa intercesión.
«Confío en tu bondad y en tu poder.
En ellos espero filialmente Madre Admirable en ti y en tu Hijo.
En cada circunstancia, creo y confío ciegamente.
Amén».
Semejanza a María
Nuestra Madre Inmaculada y santísima siempre Virgen María es el ideal de vida para todo cristiano. Por eso le pedimos:
«Aseméjanos a ti, y enséñanos a caminar por la vida tal como Tú lo hiciste.
Fuerte y digna, sencilla y bondadosa, repartiendo amor, paz y alegría.
En nosotros recorre nuestro tiempo, preparándolo para Cristo Jesús.
Amén».
Oraciones apostólicas
«Madre tres veces Admirable.
Enséñanos a combatir como luchadores tuyos.
Y, que a pesar de la multitud de poderosos enemigos,
en nuevos confines los pueblos se pongan a tu servicio,
para que el mundo por ti renovado glorifique a tu Hijo Jesús.
Amén»
Gratitud
Agradezcamos por todas las gracias recibidas en nuestra vida:
«Quiero agradecerte Madre, por todo lo que haces por mí.
Mi agradecimiento es sincero, es de corazón, y quiero unirme a ti con profundo e íntimo amor.
¿Qué hubiese sido de nosotros sin ti?
¿Qué hubiese sido de nuestra vida sin tu cuidado?
Gracias, porque nos salvaste en situaciones difíciles, y porque con amor fiel nos encadenaste a ti.
Te agradezco hoy y quiero agradecerte por siempre y consagrarme a ti eternamente.
Amén».
Oración a la Virgen de Schoenstatt: Ofrecimiento
Consagremos todo nuestro día de trabajo, nuestra vida a la Madre de Dios:
«Llevo conmigo lo que soporto, lo que hablo y lo que decido.
Lo que pienso y lo que amo, las virtudes que obtengo.
Lo que voy busco y conquisto, lo que me hace sufrir y lo que me da gozo.
Cuanto soy y cuanto tengo, te lo doy como regalo de amor para la fuente de gracias,
que desde el Santuario brota limpia y cristalina,
para entrar en el alma de quienes a Schoenstatt han dado su corazón.
A los que, por misericordia, quieras escoger;
y para que beneficien las obras que ofrecemos a la Santísima Trinidad.
Amén».
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