La persecución religiosa, se ha llevado a cabo a lo largo de los tiempos, puede decirse que incluso en la antigüedad y hasta en los tiempos de cristo, donde las personas han sido perseguidas por sus creencias. Obligandolas a mantenerse ocultas, ya que se podía apreciar en la sociedad, que si no coincidían con lo que ellos querían que se profesara, saldrían lastimados, o implicar perder la vida por mantener su fe y devoción firmes. ¡Ven y entérate aquí un poco mas sobre este tema!
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Persecución Religiosa Actual
Se debe conceptualizar para comprender este término,que la persecución religiosa no es mas que la no aceptación de la inclinación religiosa del otro, cuyos motivos son netamente por orientación religiosa.
Razón por la cual, se orienta que las prácticas religiosas diferentes o aquellas cuya ideología sea contraria, será motivo de un fuerte sentimiento de odio y violencia antirreligiosa. Te recomendamos leer: Liturgia Cristiana.
Siendo así, la persecución religiosa se visibiliza a través de extremismos conductuales, los cuales se encuentran enmarcados en agresiones, violencia, maltratos en sentido físico y psicológico, e inclusive la propia muerte de la persona. Este tipo de conductas surge a partir de la carencia de reconocimiento ante la diversidad y libertad de culto, así como el pluralismo religioso. Lo que indica que este elemento en la actualidad es más que visible.
En este contexto, la persecución religiosa se muestra tras actos agresivos que suponen reflejos de la ausencia de tolerancia. Entre torturas, apedreamientos, ejecuciones, negar beneficios, y coartar los derechos humanos, así como los derechos civiles, son muestra de las agresiones en donde hasta la destrucción de propiedades o la utilización de medios de comunicación e información con esa única finalidad son en la actualidad el plus para generar violencia.
Sin embargo, si es de mencionar los responsables de este tipo de actos, es realmente grave admitir que son los propios líderes de las grandes monopolis religiosas quienes muestran un atractivo hacia la intolerancia por concepto de religión. Si desde pequeños, en nuestra infancia de niños somos conscientes de la relevancia que tiene el respeto hacia las diferencias, otra seria la situación en el siglo XXI, era de la tecnología y la violencia.
Por lo que es de recordar que la religión aparte de enseñar principios y dogmas, así como ayuda a aceptar las derrotas y afrontar los retos y demás desafíos, educa también en moralismos para que como creyentes se profese, y tanto como se pueda multiplicar hacia otros, las practicas de hermandad y fe.
Pero, por esta misma moralidad es que es tan fuerte que pase en el hilo para vincular la opresión e imponer estructuras jerárquicas en cuanto a quien es más poderoso.
Para el mundo actual, el ser humano tanto en lo individual como en colectivo, aborda las diferencias de una manera temible, aferrándose en la religión y sus sacramentos. Siendo así, establece que lo único comprobado es su pensamiento, que debe rodearse únicamente al lado de quienes compartan su religión, colocando por debajo a quienes difieran. De esta manera muestran un hombre débil, que olvida su moralidad y se apega al egoísmo.
Ahora bien, es de real importancia señalar que la intolerancia se alimenta tras considerar una sola religión como única, manifestando entonces de manera impositiva que las otras llevan consigo una serie de fallos morales o que son directamente falsas. Además de esto, el ser humano no es un ente monolítico, tiene la libertad de creer en lo que no haga daño. Pero, en muchas ocasiones, el Estado político es quien obliga adaptarse ante una religión.
Estos actos suelen visibilizarse en la actualidad, ejemplo de ello serian las aplicaciones de leyes islámicas en el continente africano y asiático, así como la proliferación de destrucción de estatuas por parte del grupo talibán en Afganistán. Además de estos, en Francia se destruyeron símbolos religiosos, en India se obligaba a las minorías a integrarse a los extremos de la cultura. Esto indica una actitud amenazante ante la sociedad y su libertad.
Puede entonces considerarse por persecución religiosa los actos por realizar adulterio, las relaciones homosexuales, falsos testimonios, ingerir alcohol y robo. Estos se traducen en recibir severos castigos como lapidación, azotes, amputación de miembros o cercenación de genitales.
Ejemplo de estos son los países del Golfo Pérsico o medio Oriente. Te recomendamos leer este interesante artículo sobre el Cristianismo en la India.
Para nadie es un secreto que la persecución religiosa es un hecho, esta afecta tanto aquellos que profesen algún dogma religioso como aquellos que se encuentren lejos. Motivo por el cual se comparte en el mismo espacio, y será en ellos donde se observen los actos que se ejecutan contra las personas.
En ese sentido, el papa Francisco reseñaba como son perseguidos en el Oriente Medio algunos muchos hermanos, que además son torturados y asesinados.
Para cerrar con este elemento referido a la persecución religiosa en la actualidad, cabe destacar que se han realizado estudios analíticos y cuantitativos, los que se orientan a verificar la cantidad de víctimas por diferencias religiosas en el mundo.
De esta manera, de un total de 196 países a lo largo del mundo, en 38 de ellos se realizan actos de violación a la libertad de religión, o en otros muchos casos los actos descabellados de persecución y expulsión realizados por terroristas y fundamentalistas.
En España
En relación a la persecución religiosa, en el caso de España, bien vale iniciar recordando que Karl Marx, padre del comunismo, indicaba en sus textos que el objetivo inicial de todo elemento religioso es erradicar al enemigo. Por ello mencionaba que el opio del pueblo no sería otro que la mera religión.
Es por ello que, una vez embaucado en esta elocuente frase, algunos siguieron este tan terrible ejemplo para encauzar la ira.
En este orden de ideas, España siempre se ha caracterizado por ser meramente católica. Sin embargo, dentro de lo que corresponde a su contexto político, esta ha estado en el ojo del huracán de la izquierda extremista, a pesar que gran parte de la asistencia que se realiza a la sociedad desde el siglo XIX (después de Cristo) haya sido por obra generosa de la iglesia, así como muchos obreros y campesinos recibirían educación por gracia a las obras pías.
A lo largo de su historia republicana, el país se vio involucrado en al menos tres oleadas de violencia producto de persecución religiosa.
Estas fueron dadas a partir que la extrema y radical izquierda socialista, comunista y además anarquista, desencadenara una serie de ataques en contra de las figuras y líderes religiosos, así como ataques a los templos de congregación y demás iglesias.
Por consiguiente, la violencia se demostró en muertes tras disturbios, algunos fueron quemados y otros fueron heridos. Los edificios y templos religiosos fueron además incendiados, así como otros espacios como bibliotecas, colegios, residencias estudiantiles y colegios, todos hechos por la beneficencia católica. Así mismo, gran parte del patrimonio cultural de la nación se perdió durante esta persecución religiosa.
Ya durante la Revolución de octubre en el año 1934, la ola de violencia continuaba dejando al menos unos 34 asesinatos tras un plan orquestado entre incendios y destrucciones de las obras patrimoniales del arte y de la cultura española. Durante seis meses 7000 personas miembros del clérigo español fueron torturados en el país de la mano de los comunistas. Estas tierras se convirtieron en la zona de mayor persecución religiosa después del Imperio Romano.
En la Guerra Civil
Si la persecución religiosa en España fue radicalmente dura, durante la guerra civil lo fue aún más. Tanto así, que este periodo se conoce como el terror rojo. Dicha terminología, se relaciona a la cantidad de hechos bárbaros acaecidos en los territorios de China, Francia, Rusia, Etiopía, Hungría y España.
Los cuales se enmarcaron entre los años 1936 al año 1939, en el marco de un oleaje de crueldad en contra del clero.
Dentro del contexto de un conflicto bélico, en el elemento histórico, se permitieron muchos sucesos contra miles de religiosos por persecución religiosa, los cuales formaban parte de las ya victimas durante la Guerra Civil. Los derechos de vida y libertad contra los religiosos no se tomaron en cuenta.
Asesinatos y torturas, daños a los patrimonios, así como a los bienes y objetos religiosos, artísticos, arquitectónicos y culturales recibieron el significado de la persecución religiosa.
Este lamentable incidente, condujo a la matanza de 6832 religiosos, además de 1000 seminaristas y unos 3000 mundanos. Asesinados por el odio a la fe a través de torturas, entre las cuales se reseñan ser echados vivos ante los leones del Parque del Retiro en Madrid, además de amputaciones, o ser arrojados a pozos cuando después de caer se les lanzaban objetos muy pesados con la finalidad de aplastar a quienes aun se encontraban vivos.
Algunas monjas por su parte fueron tomadas como objetos sexuales, ante actos de violaciones. Por lo que ante este acto considerado por algunos como guerra santa, muchos la consideran el acto de mejor entendimiento para reconocer los casos de conciencia ante la persecución religiosa.
Hoy día se recuerda a quienes batallaron defendiendo su ética y pasión. Los ideales de esta recordada como la última guerra limpia se ventilan en ideales más no en intereses.