Durante muchos años, todos hemos oído hablar mucho sobre el cristianismo y la fe en Jesucristo. Hoy, nos abocaremos en el tema de la Liturgia Cristiana, la cual deriva de él, y aunque anteriormente su sentido secular tenía que ver con el servicio público que generaban las personas a algún ente militar, político, entre otro. Aquí observaremos que abarca esta acepción en términos mucho más amplios y también religiosos. ¡Acompáñame!
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Definición
Las celebraciones religiosas permiten alimentar a la palabra por la cual Cristo Padre vive y vivifica. La Liturgia Cristiana permite recordar las maravillas realizadas por Dios en Alianza en tiempos de Pascua, pues, su basamento se construye bajo la oración: “Cristo murió y resucitó por nosotros”. Por lo que en correspondencia a sus actos de amor, se deben realizar todas y cada unas de las ceremonias que reivindiquen el servicio religioso.
Ahora bien, para definir la Liturgia Cristiana, es de agregar que la palabra liturgia proviene del latín originario leitourgía, que a su vez corresponde al vocablo de las lenguas griegas λειτουργία cuyo significado es servicio público. En este sentido, la liturgia como definición atañe al significado de orden y forma con la cual se realizan las ceremonias de culto en las religiones. Te recomendamos leer sobre: Creencias del Cristianismo.
Asimismo, el término se utiliza también para referirse a rituales ceremoniales o actos solemnes que no guarden relación con la religión, como es el caso de graduaciones por estudios. Sin embargo, existen ejemplos por los cuales se puede comprender con mejor exactitud a qué se refiere la liturgia, pues si esta es utilizada en ciertas circunstancias donde se acuda, se debe atender a la/las razón/razones por la cual se hace mención a la misma.
- El padre ha comenzado la liturgia con un fragmento de los Santos Evangelios.
- Una vez culminada la liturgia, el sacerdote tomará su tiempo para conversar con los parroquianos.
- La liturgia del partido político hizo acto de presencia durante la toma de posesión del Presidente con banderas y consignas.
En tal sentido, la liturgia corresponde al conjunto de rituales o ritos, siendo el caso del bautismo cristiano, las bodas o casamientos, agasajos de cumpleaños e incluso sepelios o entierros, los cuales forman parte a una liturgia que respeta y cumple ciertas reglas de manera tácita y explicita.
Tal es el ejemplo que, durante el festejo de cumpleaños, al agasajado se le sirve un pastel al casi culminar el evento, y este (el homenajeado) sopla una o más velas.
En el caso de las religiones, la liturgia es extremadamente estricta, la cual se celebra en acuerdo normas pragmáticas recogidas en libros litúrgicos. En cuanto al elemento de la Liturgia Cristiana, el texto por el cual refieren los distintos sacramentos tales como las ceremonias, oraciones para las misas y lecturas, es conocido como el Misal o también como Missale Romanum en su lengua originaria.
El Missale Romanum, se compone por tres partes especificadas como: El Santoral, El Ordinario de Misa y Las Misas de los Santos Difuntos. Los misales existen desde el período histórico denominado Alta Edad Media, éste fue prevalente entre Europa y parte del Oriente medio, perdurando desde la caída del Imperio Romano en el Occidente del continente entre los años 476 d.C y 1000 d.C. Cuya mención recurre en el año 1570, motivado al Concilio de Trento.
La liturgia romana, hoy Liturgia Cristiana fue definida entonces por el momento de la historia universal y católica, en la que tres papados, el de Paulo III, Julio III y Pío IV se dieron a la tarea de responder cuales de las tradiciones eclesiásticas y tradiciones constitutivas se debían tomar para la doctrina católica. Es así como la Liturgia Cristiana, refiere a las ceremonias, oraciones y ritos instituidos por la iglesia para una divinidad religiosa.
Vaso Liturgia Cristiana
En este sentido, para la Liturgia Cristiana es imprescindible la utilización de algunos objetos que respondan a la identificación tras las vivencias de Cristo hijo de Dios. Es así como se hace mención al vaso de Liturgia Cristiana, en el cual, el sacerdote o padre consagrara el vino en el momento de la eucaristía. Por lo que este vaso es utilizado únicamente por quien oficie el sacramento en el tiempo correspondiente durante la faena.
Ahora bien, los vasos en los que se consagra el vino, se utilizan para el servicio directamente en el altar. Estos se conocen como Cáliz (vaso), Patena (bandeja) y Corporal (mantel), los cuales pueden ser del tipo consagrado o sacrifícales, ministeriales y ofertorios. Los consagrado se utilizan en las liturgias en la actualidad, los ministeriales se utilizaban anteriormente a manera de administración en la comunión con vino y lo ofertorios, reunían el vino que los fieles conferían en el ofertorio.
En correspondencia al planteamiento referido al vaso de la Liturgia Cristiana, el Cáliz (Calix en latín), refiere a un vaso cuya forma es similar a la de una copa para beber, muy común en tiempos de Cristo. Este fue utilizado por Jesús en la Última Cena y por ello los primeros cristianos decidieron continuar su uso a manera de tradición. Por lo que dentro de la Liturgia Cristiana el cáliz es el vaso sagrado cuyo contenido es la Sangre de Cristo.
A medida que ha avanzado el tiempo histórico, su forma ha variado. Por lo que aquellos cálices antiguos tenían forma de ánfora o tazas, muy anchos y profundos en la copa y unida del pie con un cuello corto. El cual, tiene el oportuno indicio de bendecir, así pues, su uso es único durante el culto o liturgia de la misa ante la presentación de las ofrendas. El Cáliz se coloca sobre un altar en donde no existan otros objetos más que el mismo.
Liturgia Cristiana Evangélica
Correspondiendo a la Liturgia Cristiana de orientación evangélica, esta se refiere a una serie de elementos (de los tipos rituales y simbólicos), los cuales van a ordenar, expresar e identificar el mensaje de Jesús y su evangelio de salvación. Por lo que sirve además para complementar a manera de acompañamiento el verbo del evangelio, así como para crear espacios de confianza arraigados en las experiencias fundamentales del hombre.
Es por ello que la Liturgia Cristiana Evangélica lleva a la rectificación en los actos del hombre. Recuerda en la actualidad todas y cada unas de las memorias que Jesucristo dejó para ser interpretadas. Entendiendo que, tanto vida como muerte son obligatorias para la memoria, pero también lo es conversar sobre la resurrección de este. En este sentido, vale la pena establecer que la fe cristiana, será la fe en la resurrección de Cristo Jesús.
En tal sentido, la Liturgia Cristiana Evangélica es considerada por la comunidad creyente y accionante como imprescindible. Esto permite la comunicación con esas particularidades en donde el hombre no concilia con la razón y con la reflexión lógica ante vicisitudes y aprendizajes que el mismo se encuentre vivenciado. El elemento evangélico es entonces el puente aliado que permite la conectividad entre el hombre y Dios, es decir entre dos mundos.
Por lo que vale citar a Maxwell, John (1963), en relación a la liturgia cristiana evangélica, en donde reseña la importancia del culto únicamente entre el hombre, las palabras y sus acciones. Tal como Dios invita a ser adorado y a su vez, la capacidad de dádivas que el ser humano vislumbre en el culto. El culto es el momento de unión entre Dios, Cristo y el hombre.
Por consiguiente, el centro de la Liturgia Cristiana Evangélica es la proclamación del evangelio. Entonces, invita que el creyente lea la palabra, estudie, ore, cante las alabanzas tal como Cristo lo realizó, se tome la Santa Cena, para que así se de libertad al Espíritu Santo de manifestarse en cada espacio, en cada tiempo, en cada individuo, en el colectivo, entre hermanos, de diferentes maneras.
Así, se enfatiza en la correcta interpretación de la Biblia, tal cual la Liturgia Cristiana la indica, de manera rígida, en la que cada sacerdocio y creyente busque a Dios a través de la Oración, y a su vez, esta permita llenar al Espíritu Santo. Orientando al cambio en el que la sociedad vea la espiritualidad como camino dentro del amor, la verdad y el orden social. Estos deben manifestarse en el esfuerzo personal en la construcción propia, en el respeto al otro y en la autonomía del camino espiritual.
Por otra parte, la Liturgia Cristiana Evangélica consiste también en la lectura e interpretación de las oraciones y distintos rituales que se realizan en el culto cristiano. Estos se organizan diariamente, siempre concluyentes en misas o eucaristías. Sin embargo, para el mundo actual, este elemento tiene al menos tres significados, orientados arraigadamente a la construcción y fortalecimiento del cristianismo.
El primero de ellos, la proclamación del llamado Evangelio no es más que poner en práctica las enseñanzas que Cristo dejó y que sus allegados se encargaron de compartir. En tal sentido, Cristo Jesús es el Liturgista Supremo. Cuyo significado no se utiliza a menudo y mucho menos de manera general. Esta palabra confiere a los ritos y ceremonias de liturgia cristiana realizada en alguna celebración organizada por la propia iglesia, diferente a una devoción privada.
Entendiendo el anterior planteamiento, dentro del evangelio y su interpretación de las enseñanzas, llevar conductualmente los sacramentos tales cultos o misas, el bautismo, o en el caso de oficios de cumplimiento, estas al igual son liturgias. Pero, cuando se refiere a devociones privadas, como por ejemplo de ellas, la recitación del rosario. Estas pese a ser realizadas en un espacio de culto, así como estar acompañadas por algún líder religioso, no se considera liturgia.