¿Sabes cómo es el Altar de una Iglesia Católica? Conózcalo aquí

El Altar de una Iglesia Católica consiste en una mesa, que antiguamente era de piedra o tierra, y en la actualidad varía con elementos como el mármol, entre otros. Esta mesa es consagrada al culto religioso, sobre el cual se rememora la Última Cena y el sacrificio de Jesucristo en la cruz. Entérate de más sobre este interesante tema aquí!!

Altar de una Iglesia Católica

El significado de la palabra altar es elevación.

¿Qué es un altar de la Iglesia Católica?

En hebreo el significado de la palabra altar es lugar de matanza (Ex 27, 1), mientras que en griego su significado es lugar de sacrificio.

En la Biblia se habla de muchos altares, especialmente en el Antiguo Testamento. Uno de los primeros que aparece fue levantado por Noé después del Diluvio como se puede observar en el libro del Génesis (Gn 8, 20), aunque también se mencionan altares hechos por Abel y Caín, quienes hacían ofrendas de frutos y animales a Dios Creador.

Y así, a lo largo del Antiguo Testamento encontramos otros altares fabricados por Abraham, Isaac, Jacob, Moisés y Josué, los cuales eran, unos para el sacrificio y otros a manera de memorial.

Más adelante, cuando edificaban un altar, lo hacían con el fin de  quemar incienso y ofrecer sacrificios de corderos y de otros animales para reconocer la divinidad de Dios, y pedir perdón por los pecados.

Altares del antiguo testamento

Sin embargo, los sacrificios que narra la Biblia en el Antiguo Testamento eran una representación anticipada al sacrificio de Jesús en la cruz; pero en sí no eran perfectos, debido a que la sangre de los animales sacrificados, no borraba los pecados.

En el Nuevo Testamento, Dios se encarna en la Virgen María, por medio del Espíritu Santo y en la persona de Jesús, el Hijo, se hace hombre y como tal pudo sufrir y como Dios pudo otorgar a sus sufrimientos un valor incalculable, al punto de poder pagar de manera generosa, toda la deuda adquirida por el pecado del hombre.

Jesús es el sacerdote

Por lo tanto, Jesús, al ser verdadero Dios y verdadero hombre, hace posible la reconciliación definitiva entre el hombre y Dios al ofrecerse a sí mismo en sacrificio. Es por ello que Jesús es Sumo y Eterno Sacerdote, aunque al mismo tiempo Jesucristo, además es la víctima y es el altar. (Ver artículo de Iglesia Católica)

Jesús es la víctima

Jesús es la víctima puesta por Dios y es Él mismo. Así, se convierte justamente en este siervo doliente que accedió, libre y por su propia voluntad, por amor al Padre, la misión de ser la víctima capaz de pagar el alto precio por los pecados del hombre.

Jesús es el altar

El altar rememora la mesa sobre la cual Jesús anuncia su sacrificio que se produciría ofrendándose en el altar de la cruz.

La cena del Señor o la Santa Misa continuada o actualizada en el tiempo porque el mismo Jesús así lo indicó, como se puede apreciar en las siguientes citas bíblicas: Lc 22, 19; 1 Co11, 24 y 25, es la anticipación pacífica de su sacrificio inhumano en la cruz. (Ver artículo de Cristianismo)

  • Jesús, en la Última Cena dijo a sus apóstoles: Tomen y coman: ESTO ES MI CUERPO, que será entregado por ustedes… ESTA ES MI SANGRE que será derramada por ustedes. (Lc 22, 19/ Mt 26, 28).
Última Cena de Jesús

Altar de muertos en la Iglesia Católica

La Conmemoración de todos los fieles difuntos fue establecida por la Iglesia Católica, después una petición para celebrar con las debidas alabanzas la dicha de todos sus hijos, que han partido al encuentro del Señor y se encuentran en el cielo.

El altar de muertos es una costumbre propia de México que está relacionada con el ciclo agrícola tradicional. Los indígenas solían realizar una gran fiesta en la primera luna llena del mes de noviembre, para celebrar el término de la cosecha del maíz.

Ellos pensaban que ese día los difuntos podrían volver a la tierra, a celebrar y compartir con sus parientes que aún estaban en la tierra, los frutos de la madre tierra.

Altar de muertos

Para los aztecas con la muerte no finalizaba la vida, sino que sufrían una transformación. Pensaban  que las personas que morían se volverían colibríes, para volar junto al Sol, cuando los dioses tomaran la decisión de que ya habían alcanzado cierto grado de perfección.

Cuando los misioneros españoles llegaron a México sacaron provecho de esta costumbre, para empezar la evangelización por medio de la oración por los difuntos.

Dejaron la celebración casi sin cambios, solo que agregaron oraciones y rezos para darle un sentido cristiano: El día 2 de noviembre, se dedica a la oración por las almas de los difuntos y en México montan el altar de los muertos permitido por la Iglesia Católica, como hacían sus antepasados.

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