Conoce la tercera persona de la Santísima Trinidad para que esté presente en cada etapa de tu vida, fortaleciendo tu fe y comportamiento en este mundo lleno de adversidades.
Indice De Contenido
El Espíritu Santo
«En el cristianismo es la tercera persona de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo».
«Nadie puede decir: «¡Jesús es Señor!» sino por influjo del Espíritu Santo» (1 Co 12, 3).
«Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama ¡Abbá, Padre!» (Ga 4, 6).
Este conocimiento de fe no es posible sino en el Espíritu Santo. Para entrar en contacto con Cristo, es necesario primeramente haber sido atraído por el Espíritu Santo.
Él es quien nos precede y despierta en nosotros la fe. Mediante el Bautismo, primer sacramento de la fe, la Vida, que tiene su fuente en el Padre y se nos ofrece por el Hijo, se nos comunica íntima y personalmente por el Espíritu Santo en la Iglesia. Relacionado a esto seguro te interesaría también leer: Contradicciones de la Biblia: ¿Por qué razón existen?
Símbolos del Espíritu Santo por la Iglesia Católica
- El agua: representa la acción del Espíritu Santo en el Bautismo, ya que, después de la invocación del Espíritu Santo, ésta se pasar a ser el signo sacramental del nuevo nacimiento: de la misma manera que la gestación de nuestro primer nacimiento es realizado en el agua, así el agua bautismal significa realmente que nuestro nacimiento a la vida divina se nos da en el Espíritu Santo.
- La unción: la unción con el óleo es también un símbolo del Espíritu Santo.
- El fuego: Mientras que el agua significaba el nacimiento y la fecundidad de la Vida dada en el Espíritu Santo, el fuego simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu Santo.
- La nube y la luz: Estos son dos símbolos que no se pueden separar en las manifestaciones del Espíritu Santo. Desde las teofanías del Antiguo Testamento, la Nube, unas veces oscura, otras luminosa, revela al Dios vivo y salvador, tendiendo así un velo sobre la trascendencia de su Gloria
- El sello: es un símbolo ligado al de la unción. En efecto, es Cristo a quien «Dios ha marcado con su sello».
- La mano: A través de la imposición de las manos Jesús cura a los enfermos. Este es un símbolo de la efusión del Espíritu Santo, la Iglesia lo ha conservado en sus epíclesis sacramentales.
- El dedo: «Por el dedo de Dios expulso yo [Jesús] los demonios».
- La paloma: Cuando Cristo sale del agua de su bautismo, el Espíritu Santo, en forma de paloma, baja y se posa sobre. El símbolo de la paloma para sugerir al Espíritu Santo es tradicional en la iconografía cristiana.
Dones del Espíritu Santo
Dones del espíritu santos según la Biblia (1 Corintios 12:8-11), (Isaías 11: 2 -3):
- Sabiduría: actuar y pensar con precaución.
- Temor a Dios: al recibir el dónde la sabiduría, el temor a Dios se hace evidente, cambiando los comportamiento y actitudes para ser mejores personas. Cumpliendo con los mandamientos de Dios y así mismo no faltarle el respeto.
- Fe: Se fortalece la confianza en Dios, colocar los planes de vida en sus manos. Teniendo la certeza de que la guaira cada paso del camino.
- Sanidad: el dolor desaparecerá y se aliviaran las penas.
- Don de hacer milagros: el espíritu Santo da el don de realizar milagros, sanar y honrar el nombre de Dios.
- Don de profecía: quienes escribieron el libro sagrado fueron inspirados por el espíritu santo y cada palabra escrita ha sido cumplida.
- Consejo: discernimiento de las situaciones de vida y poder ayudar al prójimo dando consejos de seguir en Cristo y confiar en él.
- Fortaleza: fuerza para afrontar las adversidades de la vida.
- Piedad: cualidad de compasión y nobleza para perdonar.
Faltas al Espíritu Santo
Se debe saber que la blasfemia contra el espíritu santo, es el pecado que no tiene perdón, se considera un hecho deliberado impenitente de la persona. Dentro de estas actitudes se pueden encontrar:
- Ataques verbales con la tercera persona de Santísima Trinidad.
- Estar consciente y seguir viviendo en pecado.
- No tener fe en divina misericordia del señor Dios.
- No arrepentirse del pecado cometidos antes del momento de morir.
- Pesar que Dios debe el cielo por beneficio propio.
- Sensación de envía a los dones humanos que otros han recibido.
- Ignorar la verdad y pureza espiritual de Dios, incluyendo el evangelio de Jesucristo.
Invocación
Para la invocación al espíritu santo hay gran variedad de oraciones, y a pesar de esta diversidad lo que siempre debe estar presente es; la fe en su presencia y de esta forma recibir sus dones. El espíritu santo mora en cada uno de los corazones desde el momento del bautismo y nunca está inactivo inspirando a los seres humanos a ser mejores personas.
El Espíritu Santo siente un amor especial por la Virgen María. Ámala, valorara y serás bienaventurado.
Si te llenas de amor verdadero hacia el Hijo de Dios, Jesús, sigues sus órdenes y crees en la palabra de Dios, también deberás seguir estas palabras: (Juan 14:23-24)
“Quien que me ama, mi palabra guardará y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada con él”.
“Quien no me ama no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió”.
Cuando se invoca al espíritu santo se debe hacer con sencillez y fe para que, de esta manera, nos ayude con nuestras suplicas. No debe haber temor, él es la gran promesa de Jesús, es el espíritu de amor, quien brinda vocación y misión al cristiano. Como Jesús en su tiempo se llenó del Espíritu Santo para orar.
Oración
A continuación te dejamos la mejor oración al espíritu santo que por supuesto es funciona también como oración para invocar al espíritu santo.
Espíritu Santo de mi alma imploro a ti.
Renueva tu presencia en mi corazón Espíritu Santo.
Llenando mi alma del fuego de tu profundo amor.
Oh, Espíritu Santo, amado de mi corazón, te adoro y te necesito presente en mi andar.
Fortalece mi fe en la Santísima Trinidad.
Derrama en mí el don de la sabiduría para tomar las decisiones correctas en mi vida, seguiré tus órdenes porque fuiste la iluminación de Jesús nuestro señor en aquel tiempo de sufrimiento y sacrificio. Acepto de esta manera tu voluntad, para que tomes control de mi ser, de mis pensamientos, de mi futuro y vida. Seré agradecido en cada momento que purifiques mi mente.
Oh, Espíritu Santo, dame el don de la paciencia, para esperar con tranquilidad lo que espero en mi vida. Sabiendo que solo tú eres dueño de la verdad y sabes lo que es bueno para mí.
Alivia los dolores que acechan mi cuerpo, sana mi alma, sana cada parte de mi ser, porque eres bueno y misericordioso. Llena mi alma de confianza y fe en tus milagros. Oh bendito Espíritu Santo te recibo con manos abiertas en mi corazón para que permanezcas en el por toda la eternidad. Perdona mis faltas y no me abandones.
Espíritu Santo hazme fuerte para no caer en las tentaciones de la vida. Escucha cada palabra que te imploro y que siempre me acompañen en mí andar las tres divinas personas; Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Recibo de esta manera los dones que das a mi vida y hazme un ser noble para dar beneficio de ellos a los que necesitan de tu luz. En el nombre de las tres divinas personas.
Amén.
Si este artículo ha sido de tu agrado te invitamos a visitar el siguiente enlace: