El concilio Ecuménico I Nicea, también denominado como primer concilio Ecuménico. Es el evento que se convocó por parte del emperador Constantino el Grande, pues se encontraba en contra los arrianos. El punto de encuentro fue en Nicea en el año 325 y contó con la asistencia de 318 obispos. Este es denominado como el primer concilio Ecuménico y se dio lugar en el momento en el que la iglesia disfrutaba de paz.
Indice De Contenido
- 1 Concilio de Nicea I
- 2 Causas del concilio de Nicea
- 3 Convocatoria al concilio de Nicea
- 4 Asistencia
- 5 ¿Qué sucedió en el Concilio de Nicea?
- 6 Resoluciones
- 7 Cánones
- 8 El credo
- 9 El símbolo Niceo
- 10 Del bautismo de los herejes y del viático de los moribundos
- 11 El papel de Constantino en el concilio
- 12 Defensores de la ortodoxia
- 13 Los tres Jerarcas
- 14 Consecuencias
Concilio de Nicea I
El concilio de Nicea I o primer Concilio de Nicea se cataloga como un sínodo que se conformó por obispos de la creencia cristiana. Fue ejecutado entre el 20 de mayo y el 19 de junio del año 325, en la ciudad de Nicea, Bitinia, justo cuando se vivía aún bajo el poder del Imperio Romano.
La ciudad en donde se ejecutó el evento, en la actualidad es llamada en turco Iznik y es parte de la provincia de Bursa, en la actual Turquía. Se dio lugar tras la convocatoria que realizó el emperador romano de ese entonces Constantino I. Por otro lado, como ya se indicó, es denominado como el primer concilio ecuménico.
Se considera, según los registros, que quien lo presidió fue el obispo Osio de Córdoba. Además de ello, se cataloga al obispo como uno de los legados del papa. Entre los elementos que se trataron en la convocatoria, estuvo el arreglo de la cuestión cristológica relacionada a la naturaleza del hijo de Dios y la relación que existe con Dios Padre.
Causas del concilio de Nicea
Tras la reunión en la que se encontraba el emperador de Roma Constantino I, en el desarrollo del pontificado de San Silvestre, en contra del arrianismo, se logró entender el verbo que defendía Atanasio, quien era el diácono de Alejandría.
Es por ello, que se procedió a sancionar las tres sedes patriarcales que formaban parte de Roma, Alejandría y también de Antioquía, lo que llevo consigo una extensión de todas las iglesias, que contaban con las costumbres romanas a concertar la fecha en la que se debía celebrar la Pascua.
Además de ello se hablaría del verbo del verdadero Hijo de Dios, que posee entonces la misma sustancia que tiene el Padre, y es por ello que es considerado el verdadero Señor Creador.
Convocatoria al concilio de Nicea
El emperador de Roma Constantino I había dado señales de su fe hacia los movimientos cristianos, a través del Edicto de Milán en 313. Es por ello que, en concordancia con Licinio, se ocupó de reconocer a los cristianos. Esto a su vez permitió que los creyentes en Cristo pudieran reunirse con libertad, practicando su culto sin miedo de ser torturados y asesinados. Aquí puedes conocer más sobre el Edicto de Milán.
Años posteriores a esta situación, se registra que existió un enfrentamiento en contra de Licinio, que era el que dominaba la zona oriental del Imperio romano, lo que llevó a su derrota en el 323. Tras esto, Constantino comprendió la gran cantidad de divisiones que existían en la nueva creencia que estaba aumentado cada día más sus seguidores.
Es debido a esta situación que escuchó la recomendación de un sínodo, que fue realizada por Osio de Córdoba, justo en ese año. Por esta razón el emperador tomó la decisión de efectuar un Concilio Ecuménico de obispos, el cual se ejecutó en la ciudad de Nicea, pues en ese lugar se encontraba el palacio imperial de verano.[/su_note]
El dilema
En relación a ello, se discutía que si el Hijo había sido engendrado por parte del Padre a través de su ser, no venía de la nada o este no contaba con un principio. Alejandro de Alejandría y también su discípulo: Atanasio de Alejandría, quien sería su sucesor, se decidieron por la primera posición.
Mientras tanto, el presbítero Arrio, causante del término arrianismo, considero que la segunda opción era más viable. En esos tiempos ese era el primer tema que dividía la creencia cristiana.
Esta situación se debía a que Alejandro y Atanasio consideraban que Jesús contaba con una doble naturaleza, que se componía en la humana y la divina, es por ello que creían que Cristo era el verdadero Dios y también el verdadero hombre.
Por otro lado, Arrio y también el obispo Eusebio de Nicomedia consideraban que Cristo formaba parte de la primera creación de Dios, antes del inicio de los tiempos. Esto daba entender entonces, que él había sido creado, por lo tanto no era el mismo Dios.
Controversia Arriana
Arrio no estaba de acuerdo con la catalogada «divinidad del Hijo», que contaba con un proceso consustancial al Padre. Es por ello que se consideraba que si Jesús nació, hubo un tiempo en el que no existía, lo que da entender, que si él se convirtió en Dios, existió un tiempo entonces, en el que no lo era.
Este concilio, por tanto, considero que las enseñanzas de Arrio eran una herejía que no podía ser aceptada para la iglesia, a su vez se decretó que Jesucristo es Dios, lo que se lleva a entender que el Padre y el Hijo cuentan con la misma esencia.
Asistencia
Este formó parte del primer concilio que se hizo a nivel general de la historia de la iglesia cristiana, siempre y cuando no se tome en cuenta el denominado «concilio de Jerusalén», realizado durante el siglo I, y en donde se había reunido a Pablo de Tarso, en colaboración con sus allegados, los apóstoles originarios de Jerusalén, que eran encabezados por Pedro y por Santiago el Justo.
Se debe mencionar que en este evento, Constantino invitó a 1.800 obispos aproximadamente. A su vez estos contaban con sedes que se encontraban dentro del Imperio romano, con un aproximado de 1.000 en Oriente y 800 en el Occidente del Imperio.
Posterior a esto, Sócrates de Constantinopla, registró alrededor de 300 y Evagrio de Antioquía, Jerónimo, Hilario de Poitiers, Rufino de Aquilea y Dionisio el Exiguo, contaron con 318. El número por otro lado se preserva dentro de las narraciones existentes de la Iglesia Ortodoxa y también de la Iglesia Ortodoxa Copta.
Es importante mencionar que, en su mayoría, los obispos eran originarios de oriente, a pesar de ello, asistieron dos representantes del papa Silvestre I. De igual forma se encontraba presente Arrio, al igual que algunos defensores de sus creencias teológicas. La posición teológica contraria a la que tenía Arrio fue defendida por otros como: Alejandro de Alejandría y su discípulo Atanasio de Alejandría.
La reunión estuvo conformada principalmente por obispos de origen oriental. Entre los que asistieron se encontraba Macario I de Jerusalén.
De igual forma muchos consideras padres congregados, como es el caso de:
- Pagnucio de Tebaida.
- Pablo de Neocaesarea.
- Potamon de Heraclea.
- Eusebio de Cesárea.
- Eusebio de Nicomedia.
- Leoncio de Cesárea.
- Aristakes de Armenia.
- Hispacio de Gangra.
- Jacobo de Nísibe.
- Melicio de Sebastopolis.
- Protogenes de Sárdica.
- Espiridón de Tremitunte.
- Aquilo de Larisa.
Por otro lado, personajes que no formaban parte del territorio del Imperio Romano fueron: Juan de Persia y también de India, el obispo gofo Teófilo y de igual forma Stratopholus de Pitsunda proveniente de Georgia.
Además de ello, los que asistieron de la parte occidental del Imperio romano, fueron menos de cinco y se conformaban por: Marcos de Calabria, Osio de Córdoba, Caecilianus de Cartago, Domnus de Estridón y Nicasio de Drijón.
Mientras tanto, los participantes que creían en las palabras de Arrio eran: Segundg de Ptolemais, Zphyrio Dathes, Theong de Marmarica, Paulino de Tiro, Eusebio de Nicomedia, Menophanto de Éfeso, Theognis de Nicea y Actio de Lydda.
¿Qué sucedió en el Concilio de Nicea?
El concilio de Nicea es denominado como el primer concilio Ecuménico, a pesar de que existió otro con anterioridad en Jerusalén. Los participantes fueron obispos cristianos que venían de varias regiones del Imperio romano y fuera del mismo.
Se efectúo, justo en el tiempo en el que la Iglesia disfrutaba de momentos de paz y estabilidad. Es por ello, que disponía de libertad para reunirse sin riesgos de muerte. Algunos de los obispos participantes tenían como recordatorio en sus cuerpos, algunos de los castigos que habían padecido tras ser fieles a la creencia de Cristo, justo por las pasadas persecuciones.
Esta reunión fue sumamente oportuna para Constantino, pues tras la victoria en contra Licinio, se realizó una reunificación del Imperio. Este proceso implicaba una nueva unidad a la iglesia, que en esos momentos sufría de las predicaciones de Arrio, sacerdote que no consideraba la divinidad de Jesús.
La situación se había iniciado cuando Arrio, en el 318, se opuso al obispo Alejandro de Alejandría. Es por ello, que el mismo fue excomulgado de todos los obispos de Egipto y decidió huir e ir hasta Nicomedia, junto al obispo Eusebio.
Partido de Arrio
Los partidos conformados por la creencia de Arrio, poseían también cierta simpatía del emperador Constantino I. Es por ello, que consideraban que al ir a esa reunión, sus puntos de vista serian vistos de otra forma, permitiendo que tuvieran la razón.
A pesar de ello, en el momento en el que Eusebio tomo la palabra, para expresar que Jesús era solo una criatura, sin naturaleza divina, la gran mayoría noto que la doctrina que pretendía tener traicionaba la fe que los apóstoles brindaron.
Esto implica que Jesús es de la substancia de Padre Creador, es decir, es parte de Dios, considerado la luz verdadera, engendrado por su Padre. Los Padres Conciliadores estuvieron de acuerdo con esto, a excepción de dos obispos. Es de esta forma que se logró realizar el Credo.
Celebración de la pascua
Por otro lado, se trató como punto fundamental, cuando seria la celebración de la Pascua, se pusieron de acuerdo en que sería el primer domingo, posterior al primer plenilunio de la primavera.
Esto se relaciona específicamente a la praxis habitual del convenio con la iglesia, que se encontraba en Roma, al igual que otras, principalmente occidentales. De igual forma se habló de otros elementos de importancia que se relacionaban a asuntos internos de la iglesia.
Crisis arriana
El tema de la crisis arriana fue el elemento de mayor importancia a tratar en el Concilio de Nicea. Además de ello, es importante resaltar que posterior a esto, Eusebio de Nicomedia contaba con apoyo del emperador Constantino I. Es por esta razón que logró volver a su sede.
Se debe mencionar que se convirtió en una de las mayores figuras de la iglesia en el siglo IV, éste se ocupó de defender con gran intelecto la fe de Nicea. Es por ello, que fue enviado al exilio por parte del emperador Constantino I.
Eusebio de Cesárea y la tesis arriana
El historiador Eusebio de Cesárea, tenía cierta afinidad hacia la tesis arriana. Es por ello que exagera en sus narrativas la influencia que existía por parte de Constantino I en el llamado Concilio de Nicea.
Es por esta razón que se debe mencionar que si se leen únicamente sus escritos, se puede creer que el emperador romano, además de participar brindando el saludo de inicio de cada sesión, tuvo protagonismo en el reconcilio.
Sin embargo, Constantino no tuvo influencia en la restauración de la concordia y el desarrollo de las doctrinas, ese tema era dirigido específicamente por los obispos que formaron parte del Concilio de Nicea. Por esta razón se considera que su narrativa es una visión sesgada de los acontecimientos.
Según estudiosos de documentos históricos, relacionados a este acontecimiento, describen que el emperador no tuvo ningún tipo de influencia en relación a la formulación de la fe con la que se realizó el credo.
Para Constantino Jesús no es Dios, es más bien una criatura excelsa, no una divina.
Resoluciones
A pesar de la simpatía que existía por Arrio, Eusebio de Cesárea se adhirió de las decisiones que se tomaron en el Concilio de Nicea, es por esta razón que decidió aceptar el credo.
Los obispos, que al inicio apoyaban la creencia de Arrio, eran numéricamente pocos. Posterior a un mes de discusión, el 19 de junio, únicamente están a favor de Arrio, Theonas de Marmárica en Libia y también Segundo de Ptolemais. Los que anteriormente estaban a favor de Arrio decidieron aceptar el credo por completo.
A pesar de ello, personas como Eusebio de Nicomedio y Theognis de Niz,a estuvieron de acuerdo con ciertas excepciones, relacionadas a afirmaciones. Es de esta forma que el Concilio de Nicea pasó a ser un pronunciamiento en contra de los seguidores arrianos. De esta forma los dos que quedaban junto a Arrio fueron desterrados a Iliria y a su vez excomulgados.
Los melecianos se unieron posteriormente a los arrianos y causaron más problemáticas dentro de las creencias cristianas, hasta su extinción en el siglo V. Además de ello, en el Concilio de Nicea se procedió a organizar la iglesia en patriarcados y diócesis, lo que provoco que las sedes de Roma, Alejandría, Antioquía y Jerusalén tuvieran el mismo rango.
Cánones
En el Concilio de Nicea se promulgaron 20 nuevas leyes, que conformaban la iglesia cristiana. Estos fueron denominados cánones. Sin embargo, es necesario mencionar que el número de promulgo está sujeto a constante debate. Adem estas son las reglas de disciplina inmutables.
El credo
Es importante mencionar que el credo fue ratificado en el Primer Concilio de Nicea o Concilio Ecuménico, como hemos especificado anteriormente. Además de ello, el Concilio de Nicea se ocupó de sancionar a los privilegios de las sedes patriarcales de Roma, Alejandría y Antioquía.
El símbolo Niceo
En el símbolo Niceo se refleja la creencia de un solo Dios, el Padre omnipotente, que es el creador de todas las cosas visibles e invisibles. Así como existe un solo Jesús Hijo de Dios, nacido del unigénito y el Espíritu Santo que conforma la Santísima Trinidad.
Del bautismo de los herejes y del viático de los moribundos
Se relaciona a la iglesia Católica y Apostólica, en relación al Concilio y su imposición, que permanecen en el clero. Es la mejor forma de decretar y seguir las creencias Católicas Apostólicas.
El papel de Constantino en el concilio
El papel de importancia que desempeño Constantino I en el Concilio de Niceo, se relacionó a brindarles a los obispos el lugar de reunión y las atenciones necesarias para que estos se sintieran cómodos. Además de ello, hizo el saludo inicial durante cada sección.
Defensores de la ortodoxia
Fueron San Atanasio el grande y San Basilio el Grande, ambos padres de la iglesia, muy valientes y campeones de la ortodoxia. Estos trazaron el modelo de expresión de las doctrinas referentes al misterio de la Santa Trinidad
Los tres Jerarcas
Se constituyeron por parte de San Basilio, San Juan Crisóstomo y también San Gregorio Nacianceno. Estos fueron denominados a partir del Concilio de Nicea como los Tres Jerarcas.
Consecuencias
Posterior al Concilio de Nicea siguieron los debates relacionados con la cristología, por décadas. En este se logró efectuar el Credo, la fecha que se celebra la Pascua y se afirmó la Trinidad de Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Por otro lado, se declararon heréticos los escritos doctrinales de los arrianos.
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