Luego de una persecución feroz a los cristianos, con maltratos y hasta ejecuciones. Mediante el edicto de Milán, se otorga al cristianismo la libertad, para practicar su religión. Así como también construir templos y ejercer su culto. Este es el inicio de la Religión Cristiana. Entérate de la manera cómo comenzó esta libertad. Te vas a sorprender, continúa leyendo y lo verás.
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Edicto de Milán del año 313
En la ciudad de Milán, para el mes de febrero del año 313, quienes eran los emperadores Licinio y Constantino, sostuvieron unas reuniones en donde quedó establecido, que a todos aquellos que eran súbditos, en donde se incluían de forma expresa los cristianos, se les daba la autorización para que, de una manera libre, siguieran la religión que les pareciera mejor.
Inclusive, uno de estos dos emperadores del edicto de Milán, terminó convirtiéndose al cristianismo, y así concedió, a la Iglesia, una muy importante cantidad de donaciones, las mismas se convertirían en los cimientos de un poder que era temporal, el cual con el transcurrir de los años sería el que tendría la iglesia.
Además, su propia madre, se encuentra entre las figuras de los santos, Santa Elena, la cual sería, una de las personas que se encargaría de ejercer su influjo, con el fin de que luego de unos años, aquella religión que habían perseguido, se convirtiera en la suya.
Se convirtió en la única religión
Terminó entonces, siendo la única opción de la religión, la cual les estaban dando los propios emperadores a sus súbditos. En este caso, la referencia es dada por el decreto Cunctos Populos, donde era declarada, la Iglesia Católica, como una única religión, y la misma, se podía seguir instaurando en lo que eran los dominios del imperio.
Así es que, en el transcurso de tres siglos, había sido pasada de religión proscrita, a la única que era apoyada desde el mismísimo poder civil, tanto así, que llegaron al punto de prohibir el resto de las religiones.
Luego entonces, con el edicto de Milán, también llamado, decreto del 313, la iglesia estaba dando sus primeros pasos a lo que en la actualidad es considerada, un ideal para lo que fue la institución fundada en base a Jesucristo.
Se puede decir entonces que, lo que posteriormente sería obtenido por la iglesia al momento de ser declarada por el poder civil como la exclusiva religión, fue lo que se considera como los cimientos de una historia bastante atormentada.
Así es que, dicha confusión, era una mezcla de lo que es poder civil y religioso, y fue lo que originó las realidades, de las cuales no se puede estar orgullo hoy en día.
Luego entonces, mediante otro obispo muy popular, de nombre San Ambrosio de Milán, algunos años después, expresó dos enseñanzas bastante claras, las cuales son: que los cristianos, debían convertirse en los servidores más leales de la autoridad civil, y que la misma, tendría que darle a cada uno de los súbditos las garantías, a fin de que gozaran de libertad.
Tanto en el terreno social, como también en el personal, tal como fue indicado, es una pena que posteriormente se diera el paso, al fin, de que la cristiana fuera la única religión perteneciente al Estado.
Libertad religiosa en el concilio vaticano II
Luego de cincuenta años del concilio, se hace la referencia a algunos de sus documentos, los cuales se encuentran relacionados el tema de la libertad religioso. Además que, aún ahora produce resquemor en muchos lo que es la Declaración “Dinitatis Humanae”.
Este se trata de un documento de menor rango, que emana del concilio, el mismo es el que más se discutió en el aula conciliar, siendo su aprobación el día 7 de diciembre de 1965, con una votación de 2030 votos a favor y 70 en contra.
Dicho documento, se recibió de la mejor manera por los medios de comunicación social, debido a que captó la atención de todas las comunidades, tanto políticas como religiosas.
Puntos de enseñanza
La libertad religiosa se trata de un derecho, que es inherente al ser humano, siendo fundamentado en su dignidad misma. Ejercer este derecho tiene la exigencia, no solamente de la manifestación que es privada de la fe, sino que también abarca la pública.
Es por tanto, que la comunidad política debe hacer el reconocimiento, como cooperadora del bien común, para una vida religiosa plena a sus ciudadanos, procurándola y favoreciéndola.
¿Qué fue el Edicto de Milán?
Cuando estaba comenzando el siglo IV, se produjo de nuevo la persecución terrible de los cristianos, siendo que el emperador Diocleciano, conjuntamente con Galerio, se encargó de realizar la gran persecución, desatada en el año 303.
Lo mismo sucedió, mediante un intento para restaurar, lo que era la unidad estatal, que se encontraba amenazada por un crecimiento incesante de lo que era el cristianismo. Dentro de otras cosas, dio la orden de demoler todas las iglesias cristianas, igualmente quemar las Biblias, así como también:
- «Entregar a muerte a las autoridades eclesiásticas».
- «Privar a los cristianos de cargos públicos y derechos civiles».
- «Realizar sacrificios a los dioses son pena de muerte», entre otros aspectos, así fue que Galerio, motivado a la clemencia y oportunidad política, hizo la promulgación el día 30 de abril del año 311, de un decreto que sería el de indulgencia.
Mediante éste, se terminaba con las persecuciones anticristianas, así como, se hacía el reconocimiento de su existencia legal a los cristianos, y además la libertad para que celebraran reuniones y se construyesen los templos.
Así es que, el edicto de Milán, otorgaba la libertad para la practica de la religión propia, no solamente para los cristianos. Igualmente, se hacía el decreto de la restitución a todos quienes eran cristianos, como lo qué es un edicto, lo cual fue de suma importancia, pues le dio inicio al cristianismo en el mundo.
Historia y Antecedentes
Para el año 311, en la época del Emperador Galerio, se había emitido un edicto, el cual se conoció como el Edicto de Tolerancia de Nicomedia, en el mismo era concedida la indulgencia a los cristianos y de esta forma, pudieron ellos orar a su Dios, por lo que era la seguridad de la República, y también por la propia.
Igualmente oraron porque la república se mantuviera intacta, a fin de que los cristianos, pudieran vivir en sus hogares de una forma tranquila.
Características
Lo que estaba establecido en el edicto de Milán, era, textualmente, lo siguiente:
“Habiendo advertido, hace ya mucho tiempo, que no debe ser cohibida la libertad de religión, sino que ha de permitirse que el albedrío y la libertad de cada cual se ejercite en las cosas divinas, conforme al parecer de su alma. Hemos sancionado que, tanto todos los demás, como los cristianos, conserven la fe y observancia de su secta y religión. Que a los cristianos y a todos los demás, se les conceda libre facultad de seguir la religión que a bien tengan.
A fin de que quienquiera que fuere, el numen divino y celestial, pueda ser propicio a nosotros, y a todos los que viven bajo nuestro imperio. Así pues, hemos promulgado con saludable y rectísimo criterio esta nuestra voluntad. Para que a ninguno se le niegue en absoluto, la licencia de seguir o elegir la observancia y religión cristiana, antes bien sea lícito a cada uno, dedicar su alma a aquella religión que estima que le conviene”.
Consecuencias
El edicto de Milán, no solamente se ciñe por reconocer, de manera oficial, a los cristianos, sino que también, trajo como consecuencia una serie de grandes cambios, en lo interno del Imperio romano.
Igualmente, dio inicio al crecimiento de la iglesia, así como también a la devolución de todas las propiedades que les habían quitado a los cristianos, sin que les exigieran pago alguno. Finalmente, con el edicto de Milán, el cristianismo, adquirió un estatus de legitimidad, convirtiéndose en la religión oficial del imperio romano, así como de sus ejércitos.
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