Aquí vamos a conocer la impactante historia de Santa Cristina, un gran ejemplo de fe y lealtad a Cristo. Sigue leyendo y te sorprenderás.
Breve biografía
Santa Cristina llamada también como Cristina de Bolsena, Nació en Toscana, cerca del lago Bolsena, en un pueblo sacudido repetidas veces por elementos naturales transformado por variedades de culturas en el pasar del tiempo. Cristina es una santa del siglo III honrada por la Iglesia católica conmemora el 24 de julio.
Existe variedad de reseñas históricas referente al culto de la Cristina de Bolsena, el pueblo italiano en donde sucedió el milagro del nombrado corporal manchado con la sangre de Cristo el cual vino consagrado en la Misa por un sacerdote que dudaba y que hoy se mantiene en la catedral de Orvieto. Entérate y Conoce la biografía y ¿Quién fue el Papa San Lino?, otro gran santo reconocido del catolicismo.
La pasión de Santa Cristina
Se da cuenta de la injusticia que pagan sus seguidores siendo fiel a su ideal, entregando la vida por él y abandonar sus mandamientos, lo cual cambia su forma de pensar y se interesa por los cristianos, se instruye en incluso se bautiza en secreto de su padre y esta recibe el nombre de cristiana, que significa “Aquella que sigue a Cristo”.
Su padre tenía estatuas de metal; ídolos de su padre, las cuales adoraba y consideraba como un patrimonio familiar, la joven Cristina las tomo y destrozo dando el apreciado material a los necesitados del pueblo
Cuando el padre se da cuenta de lo que realiza su hija a escondidas de él, se llena de ira y es más cruel con ella que los otros cristianos en persecución. Este usa azotes y garfios, sin embargo, su hija mantiene su actitud, lo que hace que su padre lleno de ira prepare una hoguera ardiente para quemarla poco a poco y Cristina permaneció con vida.
Es llevada a la cárcel para que cambiara sus pensamientos e ideología pasando por el hambre, la oscuridad, la lobreguez de la mazmorra, pero Cristina es recibe el consuelo de los ángeles que la visitan, sanan sus heridas y aseguran su protección
Otra de las torturas que le hizo su padre fue amarrarle al cuello una piedra muy pesada y la joven fue arrojada al lago, sin embargo, amanece a la orilla del lago siendo salvada por los ángeles que la acompañan. Es cuando esa noche muere su padre de un sofoco en su cama.
Posteriormente es enviado al pueblo un nuevo gobernador llamado Dion y este sigue con la tortura de Cristina, el gobernador toma la decisión de sumergirla en un estanque de aceite hirviendo del cual es liberada. Posteriormente es llevada al templo de Apolo para ser ofrecida en sacrificio y para sorpresa, el ídolo se hace polvo a ojos del gobernador, el cual muere ante lo ocurrido.[/su_note]
Luego es enviado un tercer gobernador llamado Juliano, quien se presenta preocupado por los acontecimientos que persisten, piensa que se trata de algún encantamiento realizado por los cristianos, prepara entonces, un horno encendido donde meten a la joven para que sea consumida por el fuego, al paso de siete días Cristina se mantiene viva, el gobernador al borde de la situación la encierra en una habitación oscura llena de serpientes venenosas de la cual sale sin afectación alguna.
El gobernado decide cortar su lengua, pero Cristina sigue cantando y dando gracias a su Dios. Cristina muere en su octava tortura; es atada a un tronco caído y es atravesado su cuerpo por saetas. Cristina suplica a su buen Dios, rendirle su espíritu con el dolor. Dicen que sus restos se llevaron de Toscana a Palermo de Sicilia donde es reverenciada.
La impactante narración de su historia, que por lo antigua (no anterior al siglo IX) entra en el grupo de las leyendas hagiográficas de poco valor histórico. Cristina a pesar de que fue azotada por su mismo padre permaneció en su fe hacia Cristo, los ángeles que la visitaban debieron darle las fuerzas para seguir y mostrar a los gobernadores la misericordia de Dios, quien no la abandono en sus días de sufrimiento.
La historia de Cristina sirve de modelo para expresar la confrontación entre el bien y el mal, en otras palabras, entre la fe cristiana y el paganismo. Debido a la persistencia de estos tres gobernadores de acabar con fidelidad ante su ideal. Cristina es un ejemplo de fe que todos los cristianos deben seguir, a pesar, de los maltratos se mantuvo y Dios la protegió hasta el momento en que rindió su espíritu.
Las adversidades hacen más fuerte a la humanidad, aunque la historia de Cristina es impactante, es un ejemplo para mantener la fe en Dios a pesar de las circunstancias que se viven. La Iglesia Católica venera a Santa Cristina por su admirable fortaleza, la manera como siguió a Cristo manteniéndose en fe.
Oración a Santa Cristina
Esta oración puede ser recita en julio, mes de su conmemoración. Se ora a Santa Cristina para que interceda por nosotros ante Dios, el escucha sus suplicas por su ejemplo de fe en su tiempo.
Oh bienaventurada santa Cristina, tú que fuiste agradable a Dios por los méritos de tus virtudes, por tu valentía al confesar tu única fe en El y implorar su Santo Nombre hasta el final, intercede por nosotros para que nos conceda su infinita misericordia.
Santa Cristina niña audaz, fiel y paciente que sufriste por mantener tu fe y servir a Dios, que con tu conducta y hechos solo buscaste la gloria de Jesús, que con valor aguantaste crueles maltratos hasta la muerte y poniendo confianza plena en el poder y ayuda de Cristo fuiste protegida por luminosas apariciones de Ángeles.
Escucha y atiende nuestras plegarias: que tu fe, valentía y amor guié nuestras vidas, que tu bendita mano sea el apoyo en los momentos de desaliento, desesperación, y tristeza que tu luz nos guié con firmeza en las adversidades de ceguera y confusión. Santa Cristina, niña de grandeza espiritual, ruega por nosotros ante el Dios y pídele nos conceda nuestras suplicas.
Santa Cristina llena de pureza y perfección, fiel seguidora de Jesús, nuestro Señor, elegida pese a tu debilidad para confundir a los fuertes, fiel a Dios a pesar de los obstáculos a los que te enfrentaste en tu corta edad, te suplicamos con toda humildad y esperanza: danos urgente solución a nuestras adversidades y problemas.
Ayúdanos con la gracia de ser fuertes como tú, más en los momentos de flaqueza y desaliento, y proclamar un verdadero amor a Jesús y haz que anhelemos la gloria eterna cada día de nuestras vidas. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.