Cuando los niños se disponen a realizar la confirmación deben confesarse ante el sacerdote para que por medio de él sean perdonados sus pecados y purificada su conciencia. Veamos que es el examen de conciencia para niños.
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¿Qué es el examen de conciencia para niños?
El examen de conciencia para niños es una serie de preguntas que pueden realizarse antes del acto de confesión, para de esta forma ser purificado y gozar del sacramento de la confirmación.
Antes de partir al cielo, Jesús dio a sus apóstoles y en ellos a los sacerdotes, el poder de perdonar los pecados:
“Reciban el Espíritu Santo, a quienes ustedes perdonen, queden personados, y a quienes no libren de sus pecados, queden atados”.
(Juan 20,21-23)
Al momento de realizar la confesión de los pecados, se recita la siguiente oración:
Oración de acto de contrición
«Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confío en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas, y me has de llevar a la vida eterna.
Amén».
Guía y posibles preguntas para un examen de conciencia
Se agrupan una serie de preguntas de acuerdo a la falta de los mandamientos de Dios, la Iglesia Católica y los Pecados Capitales. Estas pueden ayudar con la realización del examen de conciencia para niños de primera comunión antes de realizar el acto de confesión.
Con respecto a los mandamientos de Dios
Para definir estas preguntas es importante conocer y tener presente los mandamientos de Dios.
El primero: Amarás a Dios sobre todas las cosas
«Yo, el Señor, soy tu Dios, que te ha sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre. No habrá para ti otros dioses delante de mí. No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas ni les darás culto».
(Ex 20, 2-5)
Siguiendo lo que nos dice este mandamiento podemos plantearnos las siguientes preguntas para nuestro examen de conciencia:
- ¿Antes de tomar cualquier decisión, tomo en cuenta lo que puede pensar Dios?
- ¿Hago mi oración para bendecir y agradecer por los alimentos? (Conoce aquí una Oración para bendecir la mesa antes de comer).
- ¿Es realmente sincero mi amor hacia Dios?
- ¿He realizado mis oraciones por la noche cuando me dispongo a dormir, para que esté presente en mi descanso y despertar?
- ¿He realizado comentarios de burla sobre Dios?
- ¿He sentido vergüenza de formar parte de la Iglesia Católica?
- ¿Creo en que la voluntad de Dios, es lo mejor para mi vida?
- ¿Me propongo mejorar algo cada día?
Segundo: No tomarás el nombre de Dios en vano
“No tomarás en falso el nombre del Señor tu Dios” (Ex 20, 7; Dt 5, 11).
“Se dijo a los antepasados: “No perjurarás”. Pues yo os digo que no juréis en modo alguno” (Mt 5, 33-34).
Siguiendo lo que nos dice este mandamiento podemos plantearnos las siguientes preguntas para nuestro examen de conciencia:
- ¿He nombrado a Dios sin respeto?
- ¿He utilizado el nombre de Dios para jurar por cosas innecesarias?
- ¿He ofrecido promesas a Dios y luego no las cumplo?
Tercero: Santificarás las fiestas
“Recuerda el día del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos, pero el día séptimo es día de descanso para el Señor, tu Dios. No harás ningún trabajo” (Ex 20, 8-10; Cf. Dt 5, 12-15).
“El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado. De suerte que el Hijo del hombre también es Señor del sábado” (Mc 2, 27-28).
- ¿He dejado de ir a misa los días domingos por razones tontas como; preferir jugar o ver televisión?
- ¿He llegado con intención tarde a la misa?
- ¿He estado distraído en la misa?
- ¿Molestos a los que están a mi lado en misa?.
Cuarto: Honrarás a tu padre y a tu madre
“Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar” (Ex 20, 12).
“Vivía sujeto a ellos” (Lc 2, 51).
“El Señor Jesús recordó también la fuerza de este “mandamiento de Dios” (Mc 7, 8 -13).
“El apóstol enseña: Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor; porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, tal es el primer mandamiento que lleva consigo una promesa: para que seas feliz y se prolongue tu vida sobre la tierra” (Ef 6, 1-3; Cf. Dt 5 16).
Guiándonos de lo que nos dice este mandamiento podemos plantearnos las siguientes preguntas para nuestro examen de conciencia:
- ¿No escucho lo que dicen mis padres y los he desobedecido?
- ¿He faltado el respeto a mis padres, con burlas y gritos?
- ¿He exigido a mis padres la compra de cosas o juguetes de lujo, sin tener en cuenta sus posibilidades?
- ¿He puesto a mis padres triste con mi comportamiento?
- ¿He causado vergüenza a mis padres?
- ¿Me peleo con mis hermanos?
El Quinto: No matarás
“La vida humana es sagrada, porque desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin. Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término; nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente”.
(CDF, instr. "Donum vitae" intr. 5)
Guiándonos de lo que nos dice este mandamiento podemos plantearnos las siguientes preguntas para nuestro examen de conciencia:
- ¿He discutido con otros niños sin controlar mi rabia?
- ¿He sido violento con otros niños por creer que son más débiles?
- ¿He sentido odio o envidia hacia los demás?
- ¿He deseado el mal a otros niños?
- ¿He sentido ganas de vengarme de algo que me hizo otro niño?
- ¿He realizados comentarios burlistas de otros niños?
- ¿He puesto en peligro la vida de otros niños, con juegos peligrosos?
Sexto: No cometerás actos impuros
"No cometerás adulterio" (Ex 20, 14; Dt 5, 17).
"Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón" (Mt 5, 27-28).
Siguiendo lo que nos dice este mandamiento podemos plantearnos las siguientes preguntas para nuestro examen de conciencia:
- ¿He tenido pensamientos impuros?
- ¿He buscado vídeos, revistas o información de pornografía?
- ¿He divulgado información impura?
- ¿He realizado hechos impuros?
Séptimo: No robarás
"No robarás" (Ex 20, 15; Dt 5,19).
"No robarás" (Mt 19, 18).
Guiándonos de lo que nos dice este mandamiento podemos plantearnos las siguientes preguntas para nuestro examen de conciencia:
- ¿He robado juguetes o cualquier otra cosa por más insignificante que sean?
- ¿He estado de acuerdo con otros niños que roban?
- ¿Devuelvo las cosas que me han prestado?
- ¿No le entrego el vuelto a mis padres cuando me envían hacer una compra?
- ¿He comido las frutas y galletas en supermercados?
Octavo: No dirás falsos testimonios ni mentiras
"No darás testimonio falso contra tu prójimo" (Ex 20, 16).
"Se dijo a los antepasados: No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos" (Mt 5, 33).
Siguiendo lo que nos dice este mandamiento podemos plantearnos las siguientes preguntas para nuestro examen de conciencia:
- ¿He divulgado mentiras?
- ¿He levantado falsos testimonios de los demás?
- ¿He mentido a mis padres?
- ¿He mentido a la maestra, haciendo copias en exámenes o pruebas?
Noveno: No consentirás pensamientos ni deseos impuros
"No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo" (Ex 20, 17).
"El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón" (Mt 5, 28).
Dios quiere que seamos respetuosos de nuestro cuerpo y del de los demás.
- ¿He buscado información de actos impuros?
- ¿He conversado con los demás de actos impuros?
- ¿He querido realizar juegos con otras intensiones?
Décimo: No codiciarás los bienes ajenos
"No codiciarás... nada que sea de tu prójimo" (Ex 20, 17).
"No desearás... su casa, su campo, su siervo o su sierva, su buey o su asno: nada que sea de tu prójimo" (Dt 5, 21).
"Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón" (Mt 6, 21).
- ¿He querido tener las cosas de los demás de mala manera?
- ¿He querido que los demás pierdan sus cosas?
- ¿He sido egoísta con los demás?
- ¿He sentido celos de otros?
- ¿No soy agradecido con lo que Dios me ha dado?
Con respecto a los mandamientos de la Iglesia Católica
Los niños también deben conocer los mandamientos de la Iglesia, para cumplirlos y de esta forma ser más respetuosos y carismáticos en ella. Relacionado a esto seguro te puede interesar ver el artículo Jerarquía de la iglesia: ¿Cómo está compuesta?
Primero: Oír misa los domingos y fiestas de guardar
- ¿Voy a misa los domingos?
- ¿Voy a la Iglesia a celebrar sus fechas importantes?
Segundo: Confesarse cuando menos una vez al año, o cuando se ha de comulgar y no se está en gracia
- ¿He ido con el padre antes de comulgar?
- ¿Mi conciencia está realmente limpia para comulgar?
Tercero: Comulgar por Pascua de Resurrección
- ¿Cada cuánto tiempo me comulgo?
Cuarto: Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Iglesia
- ¿Ofrezco mis mañanas a Dios en honra a sus bendiciones?
- ¿Soy agradecido con Dios?
- ¿Evito comer carne en la Semana Santa en honra al sacrificio de Jesús?
Quinto: Contribuir al sostenimiento de la Iglesia según posibilidades de cada uno
- ¿Doy alguna colaboración a la iglesia?
- ¿Soy misionero en la iglesia?
- ¿De qué manera puedo apoyar a Iglesia?
Con respecto a los pecados capitales
A pesar de su avanzado significado, es importante darlo a conocer a los niños para que sean en su futuro hombres y mujeres de bien.
Primero: Soberbia
- ¿Soy egoísta?
- ¿Quiero estar por encima de los demás?
- ¿No me gusta perdonar a los demás?
- ¿No escucho los consejos de los demás?
Segundo: Avaricia
- ¿Siento muchas ganas de tener dinero?
- ¿No me gusta compartir con los demás?
Tercero: Lujuria
- ¿Evito los pensamientos y actos impuros?
Cuarto: Ira
- ¿Siento odio por alguien?
- ¿Guardo rencor?
- ¿Me cuenta perdonar a los demás?
Quinto: Gula
- ¿Quiero comer sin tener apetito?
- ¿No quiero compartir los alimentos?
Sexto: Envidia
- ¿Siento tristeza por no tener los bienes ajenos?
- ¿Quiero que los demás no tengan nada?
Séptimo: Pereza
- ¿No quiero realizar mis oraciones?
- ¿Me da flojera realizar mis actividades de estudio?
- ¿No me gusta ayudar a mis padres?.