Conoce todos los detalles sobre cómo hacer la novela a las almas benditas del purgatorio. Como todas las novenas conocidas en el mundo religioso, la misma tiene una serie de parámetros a seguir, para ejecutarla de forma correcta. No pierda ningún detalle sobre ella a continuación.
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¿Cómo hacer la novela a las almas benditas?
Tal y como se planteó en el párrafo introductorio de este post, la novena a las benditas almas tiene un orden específico para realizarla. La primera estructura en la oración inicial. De la misma manera, puede descubrir más sobre la oración al Justo Juez, bastante poderosa.
- Oración inicial: Esta oración debe predicarse todos los días como el rito de iniciación para esta novena. A su vez, otras oraciones están compuestas en esta fase.
- Oración diaria: Guarda bastante similitud con la inicial, porque se efectúa todos los días de la novena a las almas benditas.
- Consideraciones: Generalmente son leídas luego de finalizada la oración inicial y la diaria. Para terminarla de manera efectiva, se culmina con un Padrenuestro, el respectivo Ave María y Gloria.
- Meditación: Es un ejercicio espiritual para plantear los objetivos que se desean alcanzar con esta novena.
- Lamentos: Se leen luego de las consideraciones diarias.
- Oración final: Sirve como parte del rito para cerrar el día específico de la novela a las almas benditas.
Oración inicial para todos los días
Esta oración se predica todos los días antes de iniciar con los ritos particulares para cada día. En esta oportunidad se presentarán tres alternativas diferentes con las cuales se inicia la novena a las ánimas benditas, como también es conocida en todo el mundo.
- Opción 1: Por la Sagrada señal de la Cruz, para que nos proteja siempre de nuestros enemigos, líbranos Señor de toda maldad y peligro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
- Opción 2: Señor Dios, tú que fuiste designado como un hombre verdadero, que dio la vida por cada uno de nosotros, tus hijos, para la absolución de nuestros pecados. Eres el amo de todas las cosas creadas en el universo. Te glorifico una y mil veces, Dios Todopoderoso, hasta proponer con firmeza mi enmienda. Que por tu gracia divina sean perdonados cada uno de nuestros pecados. Amén.
- Opción 3: Ángel de la Guarda, mi dulce compañía, anhelo que estés presente en cada uno de mis días, en cada uno de nosotros que ofrecemos esta novena a las almas benditas del purgatorio. Deseo que estés presente de noche y de día, para que colmes nuestras almas de paz y alegría. Con Jesús, María y José. Amén.
Día primero
Padre Misericordioso, que tu Iglesia triunfó con ayuda de tu imagen sagrada. Te suplico, oh Dios Todopoderoso, por todas las almas del purgatorio. Reafirma tu amor por cada una de ellas. Infunde a cada una de ellas todo el torrente de tu amor y demuestra con méritos el porqué fuiste el hijo de Dios.
Libra esta alma de las penas, para que logren alcanzar toda la paz y felicidad que le sea posible. Padre Celestial, hoy acudimos ante ti para reiterar las gracias por enaltecer las almas benditas.
Señor Jesucristo, tú que fuiste considerado como el Rey de todos los Reyes, te pido en esta oración por cada una de las almas benditas del purgatorio. Cuida de todas las almas, especialmente la de (nombre completo del difundo a cual encomendar) para que lo liberes de las tinieblas hasta alcanzar la gracia plena de la que gozan todos tus hijos que han sido perdonados de sus pecados.
Por tu poderosisima sangre te doy gracias por cada uno de los favores concedidos, para que no abandones en súplicas a ninguno de los presentes y al alma de (nombre) para que que reine su espíritu por los siglos de los siglos. Amén.
Espíritu Santo, enciende en mí y en cada uno de los presentes las llamas de tu divino amor, para comprender todas las hazañas de Jesús para nuestra salvación. Aviva mi fe para reafirmar mi devoción hacia la Iglesia católica y todas sus imágenes sagradas. Que la devoción por todo el ministerio laico como iglesias, capillas y demás instituciones permanezcan en alza, al igual que las benditas almas del purgatorio para que alcancen su consolidación en el mundo celestial.
Dios, tú que te convertiste en uno y trino para santificar las benditas almas, te doy las gracias por la cura de todo su sufrimiento, para que (nombre) logre descansar en paz y obtener esa tranquilidad que en vida no llegó a disfrutar. Oh almas benditas, vengan en este día primero para que el Padre Celestial tome posesión de cada una de ustedes. Amén.
Oración día primero
Señor Jesucristo, del cual cada uno de los presentes tenemos fe de su santidad perfecta en el mundo, te solicitamos que cuides a cada una de las ánimas benditas para que consigan salir del purgatorio hasta su elevación al cielo. Te pedimos que tomes en cuenta cada uno de nuestros votos en solícito para cada una de estas almas que no encuentran la paz. Por la Madre Santísima y por el poder de su hijo Jesús. Amén.
Petición por un miembro de la familia
¡Oh, Jesús Sacramentado! Tú que sufriste al igual que nosotros el dolor de ver a tus hijos envueltos en la densidad de las oscuras tinieblas. Mira con piedad todas las almas benditas que se hallan en el purgatorio.
Por los padres difuntos
Oh Dios Todopoderoso, que me otorgaste la dicha de disfrutar en vida del amor y la paciencia de mis padres, hoy te solicito para que perdones sus pecados hasta que alcancen la paz celestial y estar en compañía de Jesús, Nuestro Señor. Te pido en tu nombre, Cristo Jesús. Amén.
Por la salvación de las almas benditas del purgatorio
Santísima e inmaculada Santa Gertrudis, que con tu intercesión en esta novena a las ánimas benditas, logres rescatar con éxito a 1000 de ellas.
Padre eterno, que por el poder de la poderosa sangre de Nuestro Señor Jesucristo, que junto a todas las misas llevadas a cabo para la absolución de todos los pecados de estas almas, te pido para que resuelvas todas las tinieblas que no dejan a estas almas descansar. Oh Iglesia Universal, cuyo poder de cada templo otorgue la sanación a cada una de ellas. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Consideraciones para el día primero
Son muchas las penas que transitan todas las almas benditas del purgatorio, pero es lógico pensar que todos los pecados cometidos en vida son causa de su propio sufrimiento.
Oh Jesús, Salvador de todos, muchas veces he pensado que merezco el infierno por cada una de las ofensas cometidas. ¿Cuánta pena no estaría sufriendo en este momento, si pensara que yo mismo(a) soy causante de mi propia condena?. Gracias a ti, por esa paciencia frente a todos mis errores, por apartarme de todos los elementos que terminen ofendiéndote. Ten piedad de todas las almas condenadas al fuego terrible del infierno Si por mi causa, cada una de estas almas condenadas no logran descansar en paz, Oh María, Madre de Dios, escucha cada uno de estos ruegos. Amén.
Efectuar Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Día segundo
Padre Misericordioso, que tu Iglesia triunfó con ayuda de tu imagen sagrada. Te suplico, oh Dios Todopoderoso, por todas las almas del purgatorio. Reafirma tu amor por cada una de ellas. Infunde a cada una de ellas todo el torrente de tu amor y demuestra con méritos el porqué fuiste el hijo de Dios, madre nuestra. Libra esta alma de las penas, para que logren alcanzar toda la paz y felicidad que le sea posible. Padre Celestial, hoy acudimos ante ti para reiterar las gracias por enaltecer las almas benditas.
Señor Jesucristo, tú que fuiste considerado como el Rey de todos los Reyes, te pido en esta oración por cada una de las almas benditas del purgatorio. Cuida de todas las almas, especialmente la de (nombre completo del difundo a cual encomendar) para que lo liberes de las tinieblas hasta alcanzar la gracias plena de la que gozan todos tus hijos que han sido perdonados de sus pecados.
Por tu poderosisima sangre te doy gracias por cada uno de los favores concedidos, para que no abandones en súplicas a ninguno de los presentes y al alma de (nombre) para que que reine su espíritu por los siglos de los siglos. Amén.
Espíritu Santo, enciende en mí y en cada uno de los presentes las llamas de tu divino amor, para comprender todas las hazañas de Jesús para nuestra salvación. Aviva mi fe para reafirmar mi devoción hacia la Iglesia católica y todas sus imágenes sagradas. Que la devoción por todo el ministerio laico como iglesias, capillas y demás instituciones permanezcan en alza, al igual que las benditas almas del purgatorio para que alcancen su consolidación en el mundo celestial.
Dios, tú que te convertiste en uno y trino para santificar las benditas almas, te doy las gracias por la cura de todo su sufrimiento, para que (nombre) logre descansar en paz y obtener esa tranquilidad que en vida no llegó a disfrutar. Oh almas benditas, vengan en este día primero para que el Padre Celestial tome posesión de cada una de ustedes. Amén.
Plegaria día segundo
Señor Jesús, tú que eres el jefe de todos los cristianos que creemos en tu infinita misericordia y amor. Todos y cada uno de nosotros que nos unimos en un mismo cuerpo para alabarte, glorificarte y bendecrte. Te suplicamos para que cada día nos unamos más a tu inmenso amor, hasta consolidar el poder de la Santa Iglesia. Que todos los sufragios hasta las buenas obras en cada uno de nuestros hermanos que ya partieron sea motivo suficiente para que alcance la plenitud del cielo. Deseamos que el poder de esta novena a las almas benditas del purgatorio conduzca a cada una de ellas junto a sus otros hermanos. Amén.
Por la familia
Oh Sagrado Corazón de Jesús, que aceptaste el dolor de todos tus hijos en el perdón de los pecados. Parte del dolor y sufrimiento que siempre conmovió tu corazón. Mira con tus ojos de piedad a cada una de las almas benditas de nuestros familiares que están en el purgatorio. Escucha con atención esta humilde oración, que con mucho clamor hago el día de hoy por la sanación de todos sus pecados. Que cada una de estas almas que en algún momento llenaron de alegría nuestros hogares logren descansar en paz. Amén.
Por los padres difuntos
Oh Dios Todopoderoso, de cuyo mandamiento desprende el de honrar a madre y padre todos los días de nuestras vidas. Por su misericordia ten piedad de ellos (acá se pronuncian sus nombres) para que no recuerdes sus pecados, sino todas las buenas acciones que hicieron en vida.
Por la salvación de las almas benditas del purgatorio
Santísima e inmaculada Santa Gertrudis, que con tu intercesión en esta novena a las ánimas benditas, logres rescatar con éxito a 1000 de ellas.
Padre eterno, que por el poder de la poderosa sangre de Nuestro Señor Jesucristo, que junto a todas las misas llevadas a cabo para la absolución de todos los pecados de estas almas, te pido para que resuelvas todas las tinieblas que no dejan a estas almas descansar. Oh Iglesia Universal, cuyo poder de cada templo otorgue la sanación a cada una de ellas. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Consideración para el día segundo
La segunda pena para cada una de estas almas en purgatorio es el tiempo de vida que perdieron cometiendo ofensas contra Cristo Nuestro Señor. Estas almas, en vez de seguir construyendo méritos que enaltecieran su fe católica, estuvieron inmersos en el pecado constante. Cuando un alma yace perdida, difícilmente tendrá las puertas del cielo a su disposición. El tiempo de merecer es muy importante.
Infeliz de mí, oh Padre Celestial, porque he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Tantos años que he vivido en el plano terrenal y he sido merecedor(a) de todo el fuego del infierno, porque he pecado mucho.
Gracias te doy, porque me has dado el tiempo suficiente para enmendar cada una de mis culpas, hasta conseguir los méritos necesarios para mi ascensión al cielo.
Concédeme el socorro para seguir haciendo el bien por lo que resta de mi vida, oh Padre Celestial. Que este tiempo adicional me sirva para amar cada una de tus obras, tal como lo hicieron las benditas almas en el purgatorio que requieren de tu misericordia. Ten piedad de mi y de cada una de estas almas en condena, que no supieron administrar el tiempo construyendo buenas obras.
En nombre de María, madre de Dios y de todos los cristianos en el mundo, socorre estas almas para que obtengan el pase seguro al Reino de los Cielos. Amén.
Efectuar Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Día tercero
Reza con mucho fervor en este tercer día a la novena a las almas benditas, para que así cada una de ellas se encuentre en la transición del purgatorio hacia el cielo. En el mundo de las novenas, son muchas las que todo cristiano debe considerar, puedes descubrir más sobre la novena de súplica a Santa Rita, que permite solventar todos los problemas o inconvenientes que presente.
Plegaria para iniciar
Padre Misericordioso, que tu Iglesia triunfó con ayuda de tu imagen sagrada. Te suplico, oh Dios Todopoderoso, por todas las almas del purgatorio. Reafirma tu amor por cada una de ellas. Infunde a cada una de ellas todo el torrente de tu amor y demuestra con méritos el porqué fuiste el hijo de Dios, madre nuestra. Libra esta alma de las penas, para que logren alcanzar toda la paz y felicidad que le sea posible. Padre Celestial, hoy acudimos ante ti para reiterar las gracias por enaltecer las almas benditas.
Señor Jesucristo, tú que fuiste considerado como el Rey de todos los Reyes, te pido en esta oración por cada una de las almas benditas del purgatorio. Cuida de todas las almas, especialmente la de (nombre completo del difundo a cual encomendar) para que lo liberes de las tinieblas hasta alcanzar la gracia plena de la que gozan todos tus hijos que han sido perdonados de sus pecados.
Por tu poderosísima sangre te doy gracias por cada uno de los favores concedidos, para que no abandones en súplicas a ninguno de los presentes y al alma de (nombre) para que que reine su espíritu por los siglos de los siglos. Amén.
Dios, tú que te convertiste en uno y trino para santificar las benditas almas, te doy las gracias por la cura de todo su sufrimiento, para que (nombre) logre descansar en paz y obtener esa tranquilidad que en vida no llegó a disfrutar. Oh almas benditas, vengan en este día primero para que el Padre Celestial tome posesión de cada una de ustedes. Amén.
Súplicas para el día tercero
Señor Dios, tú que has mostrado a todos tus hijos que los actos impuros cometidos en tierra se traducen a largas penas en el infierno. Por esta simple razón, concédenos la gracia de no volver a pecar, hasta redimir cada una de nuestras culpas para ser mejores cristianos que para enaltecer tu sagrada imagen por todo lo alto. Socorre a través de esta novena a las almas benditas del purgatorio que no quisieron, o no tuvieron tiempo de enderezar su camino para predicar el bien.
Encomienda a un alma bendita familiar
Dios Todopoderoso, que padeciste la peor de las humillaciones en momento de crucifixión, solicito en este tercer día de la novena a las almas benditas por el ascenso de (nombre del familiar) al cielo, para que esté sentado al lado de tu sagrada imagen. Olvida cada uno de sus pecados y recuerda las buenas acciones que hicieron en vida, para que tengan acceso a estar cubiertos bajo tu sagrado manto. Ten compasión de ellos, así como nosotros, que día tras día lamentamos su pérdida, pero con la fe puesta en el arrepentimiento sincero de sus pecados.
Santísima e inmaculada Santa Gertrudis, que con tu intercesión en esta novena a las ánimas benditas, logres rescatar con éxito a 1000 de ellas.
Padre eterno, que por el poder de la poderosa sangre de Nuestro Señor Jesucristo, que junto a todas las misas llevadas a cabo para la absolución de todos los pecados de estas almas, te pido para que resuelvas todas las tinieblas que no dejan a estas almas descansar. Oh Iglesia Universal, cuyo poder de cada templo otorgue la sanación a cada una de ellas. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Reflexión para el día tercero
No cabe duda que una de las mayores aflicciones para las almas que están en pena son la expiación de los pecados. En la vida terrenal no se conocen los castigos para quien peca, sino hasta después de la muerte. Este es uno de los conocimientos más dolorosos para todas aquellas almas que aún no conocen su destino, si continuar penando en el purgatorio u obtener su salvación hasta disfrutar del Reino de los Cielos.
Dios mío, tú que eres toda bondad y misericordia, que condueles por todas mis culpas cometidas en la tierra. Ten misericordia de mí y de cada presente que participa en la novena a las benditas almas del purgatorio. Si en algún momento ofendí tu sagrada imagen, te ruego que me alcances la perseverancia suficiente para cambiar el rumbo de mi vida hacia las buenas acciones, así como las ánimas en pena no lograron hacerlo en este plano.
Ten piedad de todas las almas que viven en tormento desde su partida a la vida eterna, para que salgan de la densa tiniebla que les cubre por los pecados cometidos. Misericordia, Señor, para que estas almas logren la consolidación celestial hasta ser dignos acompañantes en tu Reino.
Virgen Sagrada María, Madre de Dios y Madre nuestra, escucha con firmeza cada una de estas consideraciones para este día tercero a la novena a las almas benditas, para que todas logren disfrutar de la inmensidad del cielo. Amén.
Efectuar Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Día cuarto
Para el cuarto día, no pierda el fervor hacia la novena a las almas benditas, para que cada una de ellas salgan a flote entre las tinieblas y asciendan al cielo.
Padre Misericordioso, que tu Iglesia triunfó con ayuda de tu imagen sagrada. Te suplico, oh Dios Todopoderoso, por todas las almas del purgatorio. Reafirma tu amor por cada una de ellas. Infunde a cada una de ellas todo el torrente de tu amor y demuestra con méritos el porqué fuiste el hijo de Dios, madre nuestra. Libra esta alma de las penas, para que logren alcanzar toda la paz y felicidad que le sea posible. Padre Celestial, hoy acudimos ante ti para reiterar las gracias por enaltecer las almas benditas.
Señor Jesucristo, tú que fuiste considerado como el Rey de todos los Reyes, te pido en esta oración por cada una de las almas benditas del purgatorio. Cuida de todas las almas, especialmente la de (nombre completo del difundo a cual encomendar) para que lo liberes de las tinieblas hasta alcanzar la gracia plena de la que gozan todos tus hijos que han sido perdonados de sus pecados.
Por tu poderosísima sangre te doy gracias por cada uno de los favores concedidos, para que no abandones en súplicas a ninguno de los presentes y al alma de (nombre) para que que reine su espíritu por los siglos de los siglos. Amén.
Espíritu Santo, enciende en mí y en cada uno de los presentes las llamas de tu divino amor, para comprender todas las hazañas de Jesús para nuestra salvación. Aviva mi fe para reafirmar mi devoción hacia la Iglesia católica y todas sus imágenes sagradas. Que la devoción por todo el ministerio laico como iglesias, capillas y demás instituciones permanezcan en alza, al igual que las benditas almas del purgatorio para que alcancen su consolidación en el mundo celestial.
Dios, tú que te convertiste en uno y trino para santificar las benditas almas, te doy las gracias por la cura de todo su sufrimiento, para que (nombre) logre descansar en paz y obtener esa tranquilidad que en vida no llegó a disfrutar. Oh almas benditas, vengan en este día primero para que el Padre Celestial tome posesión de cada una de ustedes. Amén.
Plegaria del día cuarto
Señor Jesús, tú que estás de acuerdo con cada una de las penitencias que todos tus hijos cumplen por haber cometido pecados veniales. Haznos conocer el temor de Dios, para que cada uno de estos pecados se transformen en virtudes para ser mejores cristianos. Por cada alma bendita que se halla purificándose en el purgatorio, que este proceso les sirva para alcanzar el Reino de los cielos, sin mirar cada una de sus ofensas cometidas en vida. Líbralos de los pecados y de sus penas, para que descansen en paz. Amén.
Por la salvación de las almas en familiares
Señor Jesús, en este cuarto día te suplicamos que cualquier pecado venial de (nombre del familiar) sea perdonado para que sea digno de subir a los cielos y estar sentado a la derecha, sin juzgar su vida en la tierra. Ellos pecaron y por eso su alma yace en las tinieblas del purgatorio, pero hoy, día cuarto, deseo mi clamor sea escuchado. Sana a todas las almas de quienes en vida fueron familiares, para que logren descansar en la gracia plena de Nuestro Señor Jesucristo.
Salvación para el alma bendita de un familiar o amigo
Padre eterno, tú que conociste cada uno de los pasos de tu hijo(a) (nombre de la persona) en la tierra. Por esta razón, en esta cuarta ocasión te pido la absolución para cada una de sus faltas, para que logre alcanzar la gracia divina.
Por la intercesión de Santa Gertrudis
Santísima e inmaculada Santa Gertrudis, que con tu intercesión en esta novena a las ánimas benditas, logres rescatar con éxito a 1000 de ellas.
Padre eterno, que por el poder de la poderosa sangre de Nuestro Señor Jesucristo, que junto a todas las misas llevadas a cabo para la absolución de todos los pecados de estas almas, te pido para que resuelvas todas las tinieblas que no dejan a estas almas descansar. Oh Iglesia Universal, cuyo poder de cada templo otorgue la sanación a cada una de ellas. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Consideraciones para meditar el día cuarto
Otra de las grandes culpas que tiene un alma bendita, esposa de Jesús, es el reconocer que fallaron a Dios, a pesar que en vida manifestaron su amor asistiendo a misa todos los domingos o fiestas de guardar. Esas culpas que pesan en las almas benditas, no dejan que las mismas alcancen el Reino de los Cielos, porque dicha culpa suele abordar más que el propio arrepentimiento. Su peor penitencia es morir sabiendo que la ofensa hacia Dios, Nuestro Señor, permanecía allí latente, hasta el último día de vida terrenal.
Oh, Dios mío, que reiteradamente te he fallado con cada uno de mis actos insanos, impuros e indecentes. Por todo lo que has hecho por mí, teniendo conocimiento que me espera el incierto mundo del purgatorio, ten piedad de mí. Misericordia, Señor, por mi alma y por la de todas aquellas que yacen en el fuego de este lugar, gracias al desprecio que hicieron frente a tu sagrada imagen celestial.
Dulce Virgen María, que con tu valiosa intercesión logre llevar una vida digna hasta el final de mis días, para ayudar a las almas descarriadas a obtener su salvación. Amén.
Efectuar el Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Día quinto
Oficialmente esta es la mitad de la novena a las almas benditas del purgatorio, en la cual corresponde avivar la fe en Cristo, porque él todo lo fortalece. Si el fervor se mantiene latente, probablemente el poder de estos rezos aumentará de una manera inigualable.
Plegaria para iniciar
Padre Misericordioso, que tu Iglesia triunfó con ayuda de tu imagen sagrado. Te suplico, oh Dios Todopoderoso, por todas las almas del purgatorio. Reafirma tu amor por cada una de ellas. Infunde a cada una de ellas todo el torrente de tu amor y demuestra con méritos el porqué fuiste el hijo de Dios, madre nuestra. Libra esta alma de las penas, para que logren alcanzar toda la paz y felicidad que le sea posible. Padre Celestial, hoy acudimos ante ti para reiterar las gracias por enaltecer las almas benditas.
Señor Jesucristo, tú que fuiste considerado como el Rey de todos los Reyes, te pido en esta oración por cada una de las almas benditas del purgatorio. Cuida de todas las almas, especialmente la de (nombre completo del difundo a cual encomendar) para que lo liberes de las tinieblas hasta alcanzar la gracia plena de la que gozan todos tus hijos que han sido perdonados de sus pecados.
Por tu poderosísima sangre te doy gracias por cada uno de los favores concedidos, para que no abandones en súplicas a ninguno de los presentes y al alma de (nombre) para que que reine su espíritu por los siglos de los siglos. Amén.
Espíritu Santo, enciende en mí y en cada uno de los presentes las llamas de tu divino amor, para comprender todas las hazañas de Jesús para nuestra salvación. Aviva mi fe para reafirmar mi devoción hacia la Iglesia católica y todas sus imágenes sagradas. Que la devoción por todo el ministerio laico como iglesias, capillas y demás instituciones permanezcan en alza, al igual que las benditas almas del purgatorio para que alcancen su consolidación en el mundo celestial.
Rezo para el día quinto
Dios, Señor de todos los Reinos, tú que te quitaste el pan de la boca para obsequiarlo a quienes no lo tenían sobre la mesa, perdona a cada uno de tus hermanos, que no se tentaron el corazón para regalar un alimento a los pobres. Que el paso a seguir para estas almas en pena sea la mortificación de todas sus culpas. Instaura en los presentes el don de la caridad, para que sean un ejemplo de la humanidad. Que todos los votos estén dirigidos hacia el amor al prójimo, para que se ayuden unos a los otros. Amén.
Oración familiar
Señor Jesús, aquí nos encontramos en este día quinto, que simboliza la mitad del recorrido para este dulce rosario a las almas benditas del purgatorio. Te suplico en honor de (nombre de la persona a encomendar) para que perdones su falta de caridad y apoyo hacia los demás cristianos. Instaura en cada uno de nosotros el poder del amor al prójimo, para solventarlos en lo que sea posible. Perdona a estas almas que pertenecieron a mi familia, o algún familiar de los presentes, si incurrió en este pecado. Libra esta alma de todas sus penas, oh Señor Jesús, para que superen el terrible fuego del infierno. Amén.
Por las 1.000 almas a Santa Gertrudis
Santísima e inmaculada Santa Gertrudis, que con tu intercesión en esta novena a las ánimas benditas, logres rescatar con éxito a 1000 de ellas.
Padre eterno, que por el poder de la poderosa sangre de Nuestro Señor Jesucristo, que junto a todas las misas llevadas a cabo para la absolución de todos los pecados de estas almas, te pido para que resuelvas todas las tinieblas que no dejan a estas almas descansar. Oh Iglesia Universal, cuyo poder de cada templo otorgue la sanación a cada una de ellas. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Otro de los grandes tormentos que sufren las almas benditas del purgatorio es la incertidumbre. Tal sensación radica en cuándo tendrá fin su consumo en el fuego hasta el día de ascender al Reino de los Cielos. Es cierto que un día, sin saber cuál, estas almas benditas tendrán la oportunidad de subir las escaleras al plano celestial, pero no sabrán cuándo acabará su sufrimiento en el Purgatorio.
Oh. dulce y clemente Padre Celestial, que para mí fuera sido una gracia que me enviara directo al terrible fuego del infierno, a aquella cárcel en el que abunda el dolor y el sufrimiento, en lugar de permanecer en este limbo de incertidumbre, del cual no sé si algún día estaré sentado(a) frente a ti, para juzgar a vivos y muertos. Gracias Dios Todopoderoso, porque ahora prefiero morir que volver a ofender tu sagrada imagen con mis pecados. Ten piedad de mí y de todas aquellas almas que yacen en el purgatorio, esperando una oportunidad para subir las escaleras del cielo. Amén.
Efectuar un Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Día sexto
Para el día sexto, no hay que perder la fe en que Dios Nuestro Señor atienda cada una de las súplicas solicitadas, para que todas aquellas almas que penan en el Purgatorio sean liberadas para ser conducidas al cielo.
Oración propia
Padre Misericordioso, que tu Iglesia triunfó con ayuda de tu imagen sagrada. Te suplico, oh Dios Todopoderoso, por todas las almas del purgatorio. Reafirma tu amor por cada una de ellas. Infunde a cada una de ellas todo el torrente de tu amor y demuestra con méritos el porqué fuiste el hijo de Dios, madre nuestra. Libra esta alma de las penas, para que logren alcanzar toda la paz y felicidad que le sea posible. Padre Celestial, hoy acudimos ante ti para reiterar las gracias por enaltecer las almas benditas.
Señor Jesucristo, tú que fuiste considerado como el Rey de todos los Reyes, te pido en esta oración por cada una de las almas benditas del purgatorio. Cuida de todas las almas, especialmente la de (nombre completo del difundo a cual encomendar) para que lo liberes de las tinieblas hasta alcanzar la gracia plena de la que gozan todos tus hijos que han sido perdonados de sus pecados.
Por tu poderosísima sangre te doy gracias por cada uno de los favores concedidos, para que no abandones en súplicas a ninguno de los presentes y al alma de (nombre) para que que reine su espíritu por los siglos de los siglos. Amén.
Dios, tú que te convertiste en uno y trino para santificar las benditas almas, te doy las gracias por la cura de todo su sufrimiento, para que (nombre) logre descansar en paz y obtener esa tranquilidad que en vida no llegó a disfrutar. Oh almas benditas, vengan en este día primero para que el Padre Celestial tome posesión de cada una de ustedes. Amén.
Plegaria del día
Señor Jesús, tú que infundaste en cada uno de nosotros el deber de honrar a madre y padre, al igual que guardar lealtad a todos los amigos, te imploro para que cada alma bendita que circunda en el Purgatorio sea liberada. Tú, que jamás te detuviste a mirar con reproche a cada uno de los personajes que te humillaron en tu pasión y muerte, enséñame a no juzgar los pecados ajenos, sino mirar los míos propios para enmendarlos hasta recorrer el sendero del bien y de las grandes obras.
Por los parientes
Padre Creador, Señor y dador de vida a todo el mundo, te doy las gracias por darme la bendición de disfrutar a mis padres en vida, pero ahora te suplico en su lecho de muerte que perdone cada uno de sus pecados. Misericordia, Señor, para que sus almas sean recibidas con júbilo en el Reino de los Cielos, sin escatimar en cualquier afrenta que hayan cometido contra tu imagen sagrada.
Por la salvación de las almas benditas del purgatorio
Santísima e inmaculada Santa Gertrudis, que con tu intercesión en esta novena a las ánimas benditas, logres rescatar con éxito a 1000 de ellas.
Padre eterno, que por el poder de la poderosa sangre de Nuestro Señor Jesucristo, que junto a todas las misas llevadas a cabo para la absolución de todos los pecados de estas almas, te pido para que resuelvas todas las tinieblas que no dejan a estas almas descansar. Oh Iglesia Universal, cuyo poder de cada templo otorgue la sanación a cada una de ellas. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Consideraciones
Mientras las almas del Purgatorio recuerden con honor todo lo vivido por Nuestro Señor Jesucristo en su pasión y muerte, su salvación estará cada vez más cerca. Lo mismo ocurre para quienes al momento de su muerte creyeron de principio en mí en el Sagrado Sacramento del matrimonio y la gracia o beneficios de haber asistido con frecuencia a misa. Un alma atormentada tendrá un largo camino por recorrer y una lucha interna para no ser sucumbidos por el dolor y el sufrimiento.
Jesús Sacramentado, tú que moriste por mí clavado en la cruz, cuyo primer sacramento fue el bautismo, en el cual inscribí mi nombre como uno de tus hijos. Oh Padre, que a través del pan y vino descubrí el poder de tu cuerpo y sangre que salvaron al mundo del pecado. Me arrepiento de todo corazón por ser un cristiano muy ingrato, con el riesgo que mi alma pene al momento de partir a la vida eterna.
Por tu gracia propongo mi enmienda, con la finalidad de no volver a pecar, para que mi alma sea recibida con el mayor de los gozos, sin correr el riesgo de depurarme en el terrible calor que circunda en el purgatorio. Apiádate de mí, al igual que de mis fieles hermanos difuntos, que no supieron valorar tu dolorosa pasión, apiádate de nosotros y del mundo entero. Que la negligencia espiritual que tuvieron en vida, se transforme en piedad y mansedumbre, para que las almas en purgatorio descansen en paz. Amén.
Efectuar Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Día séptimo
Faltando muy poco para culminar con la novena a las almas benditas del purgatorio, es necesario hacerla con la mayor devoción posible, para que estas ánimas salgan de sus penas y logren ascender al cielo para disfrutar de la presencia divina de Dios, Nuestro Señor.
Oración única
Padre Misericordioso, que tu Iglesia triunfó con ayuda de tu imagen sagrada. Te suplico, oh Dios Todopoderoso, por todas las almas del purgatorio. Reafirma tu amor por cada una de ellas. Infunde a cada una de ellas todo el torrente de tu amor y demuestra con méritos el porqué fuiste el hijo de Dios, madre nuestra. Libra esta alma de las penas, para que logren alcanzar toda la paz y felicidad que le sea posible. Padre Celestial, hoy acudimos ante ti para reiterar las gracias por enaltecer las almas benditas.
Señor Jesucristo, tú que fuiste considerado como el Rey de todos los Reyes, te pido en esta oración por cada una de las almas benditas del purgatorio. Cuida de todas las almas, especialmente la de (nombre completo del difundo a cual encomendar) para que lo liberes de las tinieblas hasta alcanzar la gracia plena de la que gozan todos tus hijos que han sido perdonados de sus pecados.
Por tu poderosísima sangre te doy gracias por cada uno de los favores concedidos, para que no abandones en súplicas a ninguno de los presentes y al alma de (nombre) para que que reine su espíritu por los siglos de los siglos. Amén.
Dios, tú que te convertiste en uno y trino para santificar las benditas almas, te doy las gracias por la cura de todo su sufrimiento, para que (nombre) logre descansar en paz y obtener esa tranquilidad que en vida no llegó a disfrutar. Oh almas benditas, vengan en este día primero para que el Padre Celestial tome posesión de cada una de ustedes. Amén.
Señor Jesús, muchos de nosotros no estamos preparados mentalmente para recibir el abrazo de la muerte. Haz que aprendamos su significado, hasta dar cuenta que simboliza vida después de la vida, o el plano eterno, como se conoce.
Oh Jesús, socorre a aquellas almas en pena que hasta el último suspiro recibieron los Santos Óleos, como parte de su destino final para el arrepentimiento de todos sus pecados. Que este sacramento represente un depurador para eliminar cada uno de los residuos que dieron muestra de sus pecados, para que sea acogido(a) en el Reino de Dios.
Te suplicamos, Jesús Sacramentado, por aquellos cristianos que murieron sin recibir este sacramento, por falta de tiempo o decisión, para que perdones cada una de las fallas cometidas, hasta que goce de la vida eterna a tu lado. Llena sus almas de gloria y a nosotros el don de la resignación, para dar cuenta que nuestros hermanos (nombres) ahora se encuentran en un lugar mejor, esperando la ascensión al cielo. Amén.
Por un miembro familiar
Dios Todopoderoso, hemos llegado a este punto de la novena a las almas benditas del purgatorio solicitando tu intercesión, para que socorras el alma de (nombre) que se fue sin recibir tu último sacramento. Oh perdona cada ofensa, palabra malsana o actos impuros. Enséñale el significado de tu pasión y muerte, para que no tema afrontar el el limbo del purgatorio. Hoy renovamos nuestra fe, así como (nombre) lo hizo al recibir los primeros sacramentos, tal y como lo estipula la Santa Iglesia
Escucha con atención cada una de estas palabras transformadas en clamor, para que el fuego del infierno no sea la próxima parada de las almas benditas familiares que se fueron sin la bendición. Acompaña, oh gran supremo, a cada una de ellas hasta la dulce estaba de la conciliación. Amén.
En nombre de Santa Gertrudis
Santísima e inmaculada Santa Gertrudis, que con tu intercesión en esta novena a las ánimas benditas, logres rescatar con éxito a 1000 de ellas.
Padre eterno, que por el poder de la poderosa sangre de Nuestro Señor Jesucristo, que junto a todas las misas llevadas a cabo para la absolución de todos los pecados de estas almas, te pido para que resuelvas todas las tinieblas que no dejan a estas almas descansar. Oh Iglesia Universal, cuyo poder de cada templo otorgue la sanación a cada una de ellas. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Consideraciones para el día séptimo
Las almas benditas se encuentran en un dolor inmerso cuando reciben todos y cada uno de los sacramentos dictaminados por la Santa Iglesia, pero aún así incurren en pecados temerarios e ingratitud hacia los favores recibidos. El hecho de nacer en un país católico no quiere decir que todos cumplan con la misma penitencia; por ello, estas almas estarán en el purgatorio para redimir sus fallas.
No me arrojes al terrible fuego del infierno, porque quiero alabarte, glorificarte y santificar tu imagen cada día; y allí no podré hacerlo. Ten misericordia de mi alma, así como las de todas que abundan en el purgatorio en espera veredicto, para conocer si son dignas de estar sentadas junto a ti para juzgar a vivos y muertos en el Reino de los Cielos. Amén.
Efectuar Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Día octavo
En el penúltimo día de la novena a las almas benditas del purgatorio y tal como se recomienda desde la nota inicial del día primero, con un acto de contrición, hay que reconocer que somos pecadores, hasta realizar un verdadero propósito de enmienda.
Plegaria para iniciar
Padre Misericordioso, que tu Iglesia triunfó con ayuda de tu imagen sagrada. Te suplico, oh Dios Todopoderoso, por todas las almas del purgatorio. Reafirma tu amor por cada una de ellas. Infunde a cada una de ellas todo el torrente de tu amor y demuestra con méritos el porqué fuiste el hijo de Dios, madre nuestra. Libra esta alma de las penas, para que logren alcanzar toda la paz y felicidad que le sea posible. Padre Celestial, hoy acudimos ante ti para reiterar las gracias por enaltecer las almas benditas.
Señor Jesucristo, tú que fuiste considerado como el Rey de todos los Reyes, te pido en esta oración por cada una de las almas benditas del purgatorio. Cuida de todas las almas, especialmente la de (nombre completo del difundo a cual encomendar) para que lo liberes de las tinieblas hasta alcanzar la gracias plena de la que gozan todos tus hijos que han sido perdonados de sus pecados. Por tu poderosisima sangre te doy gracias por cada uno de los favores concedidos, para que no abandones en súplicas a ninguno de los presentes y al alma de (nombre) para que que reine su espíritu por los siglos de los siglos. Amén.
Espíritu Santo, enciende en mí y en cada uno de los presentes las llamas de tu divino amor, para comprender todas las hazañas de Jesús para nuestra salvación. Aviva mi fe para reafirmar mi devoción hacia la Iglesia católica y todas sus imágenes sagradas. Que la devoción por todo el ministerio laico como iglesias, capillas y demás instituciones permanezcan en alza, al igual que las benditas almas del purgatorio para que alcancen su consolidación en el mundo celestial.
Dios, tú que te convertiste en uno y trino para santificar las benditas almas, te doy las gracias por la cura de todo su sufrimiento, para que (nombre) logre descansar en paz y obtener esa tranquilidad que en vida no llegó a disfrutar. Oh almas benditas, vengan en este día primero para que el Padre Celestial tome posesión de cada una de ustedes. Amén.
Padre misericordioso, perdona a todas las almas en pecado que vinieron al mundo para venerar los bienes materiales en lugar de tu majestuosa presencia y cada una de tus magnificas obras. Oh Padre Celestial, que sufriste en carne propia de la traición por parte de uno de tus hombres de confianza, Judas. Aparta a los hijos de este camino de la avaricia, envidia, rencor y demás sentimientos que condenan para siempre en las celdas insufribles del purgatorio.
Calma, Señor, calma cada deseo por obtener dinero fácil, por apoderarse de lo ajeno, por extorsión a los semejantes. Que el único camino deslumbrante sea hacia el Reino de los Cielos y no por el más sencillo de transitar, que conduce al pecado y las malas acciones. Calma, Señor, para que la gloria y la mansedumbre se apodere de tus hijos, para no sucumbir frente a la ansiedad que significa reinar en el purgatorio de forma indefinida. Concédenos el don de amar los bienes celestiales, en lugar de los materiales. Amén.
Alma familiar
Padre Celestial, aquí nos hallamos en la etapa cumbre de esta novena, deseando que el alma bendita de (nombre) logre descansar en paz. Perdona su vanidad, por no entender el porqué Dios, Nuestro Señor, dio su vida por nosotros, hasta mostrar los atributos del cielo. Perdona su falta de amor cristiano, por mostrar un apego deslumbrado hacia los bienes y el dinero. Colma su alma de humildad, como la de todos los difuntos del mundo, para que alcancen la gloria divina. Amén.
Por la intercesión de Santa Gertrudis
Santísima e inmaculada Santa Gertrudis, que con tu intercesión en esta novena a las ánimas benditas, logres rescatar con éxito a 1000 de ellas.
Padre eterno, que por el poder de la poderosa sangre de Nuestro Señor Jesucristo, que junto a todas las misas llevadas a cabo para la absolución de todos los pecados de estas almas, te pido para que resuelvas todas las tinieblas que no dejan a estas almas descansar. Oh Iglesia Universal, cuyo poder de cada templo otorgue la sanación a cada una de ellas. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Consideraciones del penúltimo día
Otra razón poderosa por la cual un alma perdida no llega al cielo directamente se basa en los favores concedidos por Dios, frente a la ingratitud de la persona quien los pidió. Dios, Padre Misericordioso, sabe perdonar todas las ofensas, así como él perdonó a todos quienes intentaron ofenderle. Este tipo de pecados es uno de los más graves, que retienen las almas en las oscuras celdas del purgatorio.
Aquí estoy, oh Señor mío, arrepentido(a) de todas las veces que he solicitado favores de tu parte sin ningún tipo de amor hacia tu manto sagrado. Soy un(a) ingrato(a), porque luego de recibir toda tu gloria convertida en favores especiales, me he dedicado a defraudar tu gloriosa imagen, cometiendo pecado tras pecado. Gracias te doy, por la misericordia y paciencia que me has tenido, tras haberte fallado. Ten piedad de mí y de todas las almas benditas del purgatorio. Amén.
Efectuar Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Día noveno
Representa el final de la novena a las almas benditas del purgatorio. Reza con fe esta última ocasión y todas las almas serán salvadas.
Plegaria
Padre Misericordioso, que tu Iglesia triunfó con ayuda de tu imagen sagrada. Te suplico, oh Dios Todopoderoso, por todas las almas del purgatorio. Reafirma tu amor por cada una de ellas. Infunde a cada una de ellas todo el torrente de tu amor y demuestra con méritos el porqué fuiste el hijo de Dios, madre nuestra. Libra esta alma de las penas, para que logren alcanzar toda la paz y felicidad que le sea posible. Padre Celestial, hoy acudimos ante ti para reiterar las gracias por enaltecer las almas benditas.
Señor Jesucristo, tú que fuiste considerado como el Rey de todos los Reyes, te pido en esta oración por cada una de las almas benditas del purgatorio. Cuida de todas las almas, especialmente la de (nombre completo del difundo a cual encomendar) para que lo liberes de las tinieblas hasta alcanzar la gracia plena de la que gozan todos tus hijos que han sido perdonados de sus pecados.
Por tu poderosísima sangre te doy gracias por cada uno de los favores concedidos, para que no abandones en súplicas a ninguno de los presentes y al alma de (nombre) para que que reine su espíritu por los siglos de los siglos. Amén.
Dios, tú que te convertiste en uno y trino para santificar las benditas almas, te doy las gracias por la cura de todo su sufrimiento, para que (nombre) logre descansar en paz y obtener esa tranquilidad que en vida no llegó a disfrutar. Oh almas benditas, vengan en este día primero para que el Padre Celestial tome posesión de cada una de ustedes. Amén.
Oración día noveno
Señor Jesús, tú que nos has puesto a prueba el alcance de tu infinita bondad, al perdonar todos los pecados de nosotros los hombres, que constantemente hemos deshonrado tu memoria.
Tú, que miras a tus hijos gimiendo con clamor por el deseo de encontrar en tus vestiduras un refugio para el amor, luego de pertenecer por mucho tiempo a la celda del purgatorio. Tú, que los miras con ojos de compasión por todas las penas que les aflige, concédeles el derecho de estar sentados a tu lado, para observar el Reino de los Cielos junto al coro de ángeles y arcángeles celestiales.
Rezo por la familia
Oh Jesús Sacramentado, acudo en este último día a la novena a las almas benditas del purgatorio para despedirme, no sin antes agradecer tu fabulosa intercesión. Tu poder es infinito y por esta razón, hoy por ser el día noveno a estas súplicas hechas con fulgor, suplico la salvación de todas las almas que aún no decretan su pase al cielo, como muestra del verdadero arrepentimiento de los pecados. Socorro, piedad y sanación para cada una de estas almas, para que logren su descanso eterno. Amén.
En su honor, le ofrecemos los sufragios de todos los Santos y Santas, para que sean libradas de todas sus penas, para que sean reconocidas todas sus virtudes, las merecedoras para ascender al paraíso del cielo. Amén.
Por las 1.000 almas del purgatorio
Santísima e inmaculada Santa Gertrudis, que con tu intercesión en esta novena a las ánimas benditas, logres rescatar con éxito a 1000 de ellas.
Padre eterno, que por el poder de la poderosa sangre de Nuestro Señor Jesucristo, que junto a todas las misas llevadas a cabo para la absolución de todos los pecados de estas almas, te pido para que resuelvas todas las tinieblas que no dejan a estas almas descansar. Oh Iglesia Universal, cuyo poder de cada templo otorgue la sanación a cada una de ellas. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Reflexión para el último día
Oh Padre Celestial, cómo he podido vivir tantos años lejos de ti, tus dones, gracias y sacramentos para consolidar mi vida a la tuya. Bondad infinita, en esta frase se traducen todas tus obras, cuyas acciones generan una total admiración para seguir tus pasos. Perdón, Rey de Reyes, si he tomado distancia de los valores y principios del buen samaritano, para socorrer al necesitado, alimentar al hambriento y sanar al enfermo. Quisiera morir en definitiva, antes que profanar tu sagrada imagen.
A todos mis familiares, allegados o amigos, así como aquellas almas en que me veo la obligación de pedir tu intervención para que sean sanadas, espero que disfruten de la escalera al cielo que conduzca a las manos bondadosas de Dios, Nuestro Señor. Sé que mis palabras no serán indiferentes para su atención, para aliviar su destierro camino a su salvación.
Lamentos
- Oid, mortales piadosos, para que nos ayude a descansar.
- Oh, vosotros caminantes que oid y parar cada vez que oímos a nuestra piedad. Hoy pedies la aflicción que queráis cooperar.
- No hay dolor, tormento, pena ni cruz que se asemeje a mi aflicción, que llegue a ser pintura de nuestra menor pasión. Sólo alivia los malos, que nuestro amor sabrá esperar.
- Aquí estoy yacido en el purgatorio, en una cama de fuego tendido, siento un gran tormento por la ausencia de mi Dios querido. Padezco sin merecer, por mi no basta alcanzar.
- Ay de mí, de un Dios severo, ay llama flameante, que eres merecido fuego, ay conciencia, ay justicia que no cesa, ay, cuándo se ha de acabar.
- Ay culpa, todo lo que me cuestas, no imaginé el nivel de tu fiereza, pero con este tormento pago lo que es ligereza. Cielos, piedad, ¿Cuándo el día ha de llegar?.
- Todo lo que estoy padeciendo es justo, sano y debido, pues no se logra purgar con menos, por haber a un Dios ofendido. Ay, cómo no debo ofenderle. Ay, no quiero más esperar.
- Padres, hermanos y resto de amigos, ¿Dónde está aquello a que llaman caridad?. ¿Beneficiaste a un ser desconocido y para mí no hay piedad?. Ea, venga una limosna, siquiera sea el rogar.
- Del Getsemani, el huerto, se encuentra la sangre de nuestro Redentor, contemplando cada una de estas penas con gran tormento y pasión. El Padre Eterno se ofrece, no parando allí de rezar.
- Todos los devotos, cristianos y amigos, den fe de estos lamentos, obrad bien, fuera culpas, para huir de estos tormentos.
- ¡Socorro, piedad, alivio! finalizamos con exclamar, oid mortales piadosos y ayúdanos a alcanzar.
Oración final
Padre de todo lo creado, tú que has acrecentado la fe en todos los presentes, te solicito fielmente por las almas benditas de (nombre de una o varias personas a encomendar). Participa en su victoria para que viva siempre en el Reino de los cielos. Dale el Señor el descanso eterno y que brille para él/ella la luz perpetua. Amén.