Una de las mas hermosas épocas del año, sin duda que son las Navidades. Siendo que celebramos, en todo el mundo, el Nacimiento del Niño Dios. Se acostumbra, en algunos lugares del planeta, para dar inicio a estas festividades, realizar una serie de actividades religiosas, oraciones y brindar el Arrullo al Niño Dios, mediante una serie de Villancicos, con las más hermosas letras de alabanzas y gracias. Por tan magno evento. Te invito a conocer parte de esta celebración. Te va a encantar.
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La forma de arrullar al Niño Dios y su oración
En muchos países del mundo, se tiene la costumbre, de que las familias se reúnan la noche del 24 de diciembre, la cual se conoce como la «Noche Buena», a fin de participar en la convivencia y en la cena. Asimismo, para tener la oportunidad de celebrar lo que es la Navidad, con todas aquellas personas a las cuales amamos.
Para arrullar al Niño Dios
Antes de que se realice el arrullo del niño dios, y de que sea acostado un Niño en el pesebre, aquel que es el más pequeño de la familia, se hace que el resto de la familia lo bese, y posteriormente se canta:
«A la rorro Niño, a la rorro.
Duérmete bien mío, duérmete mi amor.
Noche venturosa, noche de alegría.
Bendita la dulce divina María.
De los soberanos Tú, dueño y Señor.
Naces entre pajas sólo por mi amor.
Los amantes brazos de una Virgen Santa.
Son los que te sirven de primera cama.
Duerme, Niño amado, duerme, Niño tierno.
Sírvete de cuna mi filial cariño.
Salve, Niño amante, que con tierno celo, a salvar al hombre bajaste del cielo».
Luego de acostar en el pesebre al Niño, y hacer el arrullo del niño Dios, ciertos miembros componentes de la familia podrán decir algunas oraciones, lo cual se hará en voz alta. Así es que, bien sea el padre o la madre, van a decir:
Cuando nos encontramos aquí reunidos, con el fin de dar inicio a las fiestas de Navidad, vamos a dirigir nuestra oración al Amado Señor Jesús, quien es hijo de Dios vivo y de la Santa Madre María. Siendo que, también quiso pertenecer a una familia que fuera humana, y vamos a decirle:
Oración por el arrullo del niño dios
Por tu nacimiento, Señor, protege a nuestra familia.
Mi amado Jesús, tú que viniste al mundo, anunciando la alegría a la tierra. Danos la alegría a nuestros corazones, visitándonos. Oremos.
Tú que reconcilias al mundo con tu nacimiento, y has sido el revelador de la fidelidad de Dios Padre, a lo que son sus promesas, haz por favor que seamos nosotros también, los que guardemos fidelidad a las promesas que corresponden a nuestro bautismo.
Rey del cielo y también de la tierra, Tú que mediante tus ángeles hiciste el anuncio de la paz a los hombres, mantén nuestras vidas en tu paz, y haz que la paz se extienda hacia nuestra familia, y al resto del mundo entero. Oremos.
Con nosotros Dios, da la bendición a nuestro hogar, a fin de que siempre reine en el amor. En especial recuerda a las familias, que se encuentran viviendo en soledad y dolor, para que sientan consuelo, al saber que son tus hijos amados. Oremos.
Son propicias estas fiestas, para orar por la paz, así que te invito a conocer la oración por la paz del mundo. Te encantará.
Luego entonces, es concluido por el padre mediante la oración:
Luego de terminada la oración se procede a la entonación de algún villancico.
La letra
A continuación, se presenta la letra del arrullo del niño dios. Uno de los más bellos villancicos en honor al nacimiento del salvador del mundo.
«A la Rorro Niño, a la rorro.
Que al mundo viniste solo por mi amor.
Ya tu vas cerrando esos tus ojitos.
Y todos mis delitos ya tú estás mirando.
Tiernas son las lágrimas.
De que me amas son la prueba.
Penas tu padeces, niñito de mi alma.
Mi corazón fiel, te ofrezco de cuna.
Perdón yo te pido, más no lo merezco.
Duerme amado padre, pucheritos no hagas.
Te causa conflicto, lo que es mi cruel pecado.
Ver dos animales, a dolor me mueve.
Que leales y finos tu amor los conmueve.
Por nombre quisiste llevar Jesús.
Y me diste tu luz como padre amante.
Este rorro ro, recibe con gusto.
Que yo te lo ofrezco y es muy placentero.
Mi Dios y Señor, mi Padre querido.
Que el rigor del frió sufres tan alegre.
Pues fue que naciste en el rudo invierno.
Pero de mis culpas ya me has redimido.
Son pena y pesar delicias del mundo.
Y fue por eso que se quiso humanar.
Angélicas voces en la gloria te cantan.
Para que tu duermas y del sueño goces».