La Biblia en su libro del Génesis que nos habla de la creación del mundo efectuada por Dios. En virtud de la importancia de este tema, les ofrecemos en este artículo una sinopsis de los eventos que llevó a cabo Dios Todopoderoso para crear el mundo.
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Creación del mundo según la Biblia
La creación del mundo y del hombre por parte de Dios es, sin duda alguna, un misterio de fe y como tal es aceptado por sus creyentes.
Sin embargo, hay quienes desean una explicación más racional y científica, es por ello que se habla de reacciones químicas que se sucedieron en el universo y dieron lugar a la tierra. Pero no se presentan indicios en cuanto a que materia las generó y quien produjo esa materia.
A través de las Santas Escrituras es posible encontrar claridad al respecto de la creación de Dios. De hecho, en el relato bíblico del libro del Génesis se describe a detalle cada día de la creación, de cómo se efectuó por intermedio de Dios en forma ininterrumpida.
A continuación se presentan los hechos para la creación del mundo según la Biblia.
Primer día – Gen 1:1-5
El primer día de la creación está relatado en los versículos del 1 al 5 que componen el capítulo 1 del libro del Génesis.
Como bien lo señala la Biblia, en un principio no había nada, todo era un vacío. Solo se percibía soledad, caos y tinieblas. En Citas Bíblicas se encuentra información pertinente sobre este tema de la creación.
En el versículo 1 de este capítulo, a partir de las aguas creadas, cuando se presentó el Espíritu de Dios, él creó los cielos y la tierra. Se infiere del texto bíblico que Dios existe antes de cualquier otra cosa.
El versículo 2 habla de que en la tierra todo era caos, desorden y sin ningún tipo de vida. El Espíritu de Dios dio inicio al proceso creador, poniendo orden en el caos. Llamó «cielos» a todo lo que estaba más allá de la tierra, que es lo que hoy denominamos «espacio».
El versículo 4 nos narra que, al ver Dios que la luz estaba bien, la apartó de las tinieblas. Ahora existen ambas, pero no juntas.
Entonces, en el versículo 5 se nos narra que llamó Dios a la luz «día» y a las tinieblas las llamó «noche». Y atardeció y amaneció, así se concluyó el día primero.
Segundo día – Gen 1:6-8
Las Santas Escrituras refieren que en este día que:
- Dios, según dice el versículo 6, separó los cielos de la tierra.
- Hizo que se formara entre las aguas de la tierra y la de los cielos una expansión en medio de ellas.
- Formó, a partir de esa expansión, los cielos o firmamento y concluyó así el segundo día.
Se dice que, las aguas de la expansión eran producto del vapor de agua, que apareció por razones distintas a las que se manejan hoy.
Así también, cuando se habla de “Cielos”, se refiere a los cielos atmosféricos, que rodean a la tierra por la presencia de la atmósfera, que mantiene la vida vegetal y animal, la cual se crearía en los siguientes días.
Tercer día – Gen 1:9-13
Dios continuó con su obra este tercer día.
Así, según el versículo 9, él juntó las aguas que estaban bajo los cielos en un lugar, separándoles de la tierra seca. Esto implica que a partir de ese momento las aguas estarían en un sitio confinado, para permitir la existencia de tierra seca en forma parecida a como la conocemos hoy.
Luego, en el versículo 10, nos refiere que denominó «mares» a las aguas bajo los cielos y «tierra» a lo que quedó seco. Y a Dios le pareció bien.
Se crearon, así, las condiciones adecuadas para la vegetación, según el versículo 11. Dios ordenó, entonces, que creciera hierba verde, que produjera toda semilla, plantas y árboles de frutos de diversos géneros. Y así fue.
En el versículo 13 se nos dice que se hizo de tarde y luego amaneció poniendo fin al tercer día.
Cuarto día – Gen 1:14-19
Este día lo dedicó Dios a la creación de los cuerpos terrestres y los cuerpos celestes.
Así encontramos en el versículo 14 que Dios ordenó que aparecieran las luces en la expansión de los cielos, para distinguir entre el día y la noche y, de esta forma, dar sentido al tiempo. Esas luces, tal como se desprende del versículo 15, eran el sol, la luna y las estrellas y gracias a ellas podemos identificar las estaciones, los días y los años.
En las culturas antiguas se solía adorar al sol y a la luna como dioses y en otras se empleaban y se emplean las estrellas para revelar el destino de una persona. Al respecto, Dios dejó claro que esto no puede ser, pues el Creador debe estar por sobre estas cosas, ya que la creación no es más grande que el Creador.
Por ende, no se aceptó tal divinidad del sol, ni de la luna, ni de las estrellas, pues éstos son sus creaciones que sirven para el propósito que Dios les designó dentro de la naturaleza.
En este día creó Dios, de acuerdo al versículo 16, dos grandes luces; a saber: una más grande que es el Sol, que será la fuente de luz para el día, y una más pequeña que es la luna, para la noche. Ambas tendrán su efecto en todo lo que los seres humanos hagan en sus actividades.
En el versículo 17 se destaca que estas luces las ubicó Dios en el espacio, que denominó la expansión y desde allí alumbran la tierra.
El versículo 18 refiere que esas grandes luces marcan los tiempos terrestres (día y noche) y separan la luz de las tinieblas.
Y nuevamente se hizo de tarde y luego de mañana del cuarto día, según el versículo 19.
Quinto día – Gen 1:20-23
Este día fue el que dedicó Dios para crear los primeros animales. Se trata de una etapa compleja por la diversidad de criaturas que tuvo que producir.
Es así como, según el versículo 20, Dios creó todas las criaturas marinas, entre ellas peces y otras especies. Así también selló los cielos con aves.
En el versículo 22, Dios los bendijo a todos y les ordenó multiplicarse por toda la tierra. Esta primera bendición dio inicio al proceso natural de multiplicación de los seres para la vida, por mandato divino, sea vida animal o humana.
Seguidamente se hizo la tarde y luego la mañana, y finalizó así el quinto día, como lo señala el versículo 23.
Sexto día – Gen 1, 24-31
En este sexto día, Dios ordenó la creación de todo tipo de animal terrestre y también la creación del hombre.
Así en el versículo 24 se narra cómo Dios, ordenó se produjera todo animal terrestre, que corra, brinque o se arrastre sobre la tierra. Los dividió en 3 géneros; a saber: bestias, serpientes y animales de la tierra. Y así fue.
Este hecho plantea una diferencia importante con respecto a lo que expone la teoría de la evolución, en la que se dice que las formas superiores de vida evolucionaron a partir de inferiores.
En el versículo 25 se nos muestra que Dios hizo a los animales de la tierra según su género, el ganado también por género, sin embargo, al animal que se desplaza sobre la tierra lo clasificó por especie.
Seguidamente el versículo 26 presenta el beneplácito de Dios, al proceder a la creación del hombre, al que lo hace a su imagen y semejanza y dice: «Hagamos al hombre a nuestra imagen«. Al respecto, también en la Creación del Hombre la Biblia nos habla a detalle sobre ello.
Pidió, entonces, que el hombre reinara sobre los peces del mar, las aves de los cielos, las bestias de toda la tierra y sobre los animales que se arrastran. Se ha hecho notar que para la creación del hombre, Dios ya no se limitó a ordenar como lo hizo con las otras cosas y especies, como por ejemplo cuando ordenaba «Hágase…«, «Prodúzcase…«.
Al crear al hombre, Dios dice «Hagamos al hombre…», lo cual no se percibe como un mandato, sino como deseo esperado, al que consideró su obra personal y, por ello, lo anuncia de manera especial.
También hay que acotar que al emplear el verbo en plural “hagamos” con que se inicia este versículo 26, da a entender que no fue solo Dios el que hizo esta especial creación, sino que hay una Deidad de más de una persona que lo hizo; a saber: Dios, Cristo y Espíritu Santo. Al respecto, muchos toman y usan este versículo como evidencia de la presencia de la Trinidad.
Cuando Dios terminaba cada una de las obras anteriores, afirmaba que su creación era buena. Pero con la creación del hombre se puede percibir un mayor gozo por la obra de este día y lo demostró cuando al final dijo «…era bueno en gran manera«.
En el versículo 28, satisfecho con su obra Dios los bendijo y les dijo:
«Fructificad y multiplicaos;
llenad la tierra, y sojuzgadla,
y señoread en los peces del mar,
en las aves de los cielos,
y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra».
El versículo 29 nos señala lo que Dios brinda y pone a la disposición del hombre, todo lo que había en la tierra, como plantas de semilla y árboles frutales para su sustento.
Asimismo, en el versículo 30, Dios ordenó que todas las bestias de la tierra, así como también a las aves de los cielos, todo lo que se arrastre y toda planta verde les servirá para comer. Y fue así.
En el versículo 31 se habla de que Dios se regocijó por todo lo que había hecho y reconoció que era «bueno en gran manera«. Terminó así el día sexto.
Séptimo día – Gen 2:1-3
Al terminar toda su obra, Dios se retiró satisfecho con lo realizado y se dispuso a descansar este séptimo día, no por cansancio físico, sino por dar por finalizada la obra que se propuso realizar. Esto nos lo relatan en el capítulo 2, versículos del 1 al 3.
- En el versículo 1 se da por concluida toda la creación de los cielos y la tierra, así como de todos sus elementos.
- Luego en el versículo 2 se relata que una vez acabada su obra, Dios se propuso a reposar en este séptimo día, satisfecho de lo alcanzado.
- Es por ello que Dios bendijo, santificó y declaró como día santo a este séptimo día, que según la tradición, es el sábado.
El hombre al reposar en ese día sagrado, debe experimentar, entonces, la bondad y el amor de su Creador, en comunión establecida con él. Gracias a la santificación que le dió Dios a este día hizo que se constituyera en un memorial eterno, permanente y no pasajero.
Esto nos recuerda que venimos de Dios y por ello no debería ser abolido por la muerte de Cristo, tal como se ha señalado por muchos cristianos. Al contrario, debe ser siempre respetado y obedecido por los que siguen a Dios.
El mismo Jesús dijo que no se pensara que él había venido a abrogar la ley o a los profetas, sino a cumplir, tal como lo expresa Mateo en 5:17. En las pruebas sobre la existencia de Dios se presenta información valiosa sobre la creación.
De este segundo capítulo del libro del Génesis se puede obtener una versión resumida de ella, aún cuando está mayormente enfocado en la creación de los primeros seres humanos. En ese segundo capítulo vemos los nombres de Adán y Eva, y su lugar en el huerto del Edén.
El Génesis y la creación de Dios
¿Qué es el Génesis? Como ya se ha señalado, el Génesis es el libro de la Biblia dedicado a la creación del mundo y del hombre, y comienza desde el principio, cuando no había nada, y llega hasta las historias referentes a la esclavitud de las tribus en Egipto, que a su vez conforman parte del libro Éxodo.
El de Génesis también es el primero del conocido Antiguo Testamento y del denominado Tanaj judío.
Ahora bien, como describen las Santas Escrituras en este episodio de la creación, a continuación se señalan algunos aspectos resaltantes sobre el mismo.
¿Cómo explica la Biblia la creación del mundo?
Para explicar cómo se sucedieron los distintos episodios que llevaron a la formación del mundo, la Biblia se vale de este capítulo del Génesis en el que en su conjunto tratan varios temas; estos son:
- Creación del mundo, relatando los días en los que Dios creó el mundo.
- Creación del hombre, donde se nos habla de Adán y Eva, y de la creación del pecado original.
- La vida de Abraham, quien fuera el primero de los tres Patriarcas del Judaísmo.
- El diluvio universal, en donde se nos cuenta la historia de Noé y del gran diluvio con el que Dios quiso terminar con todos los hijos pecadores y violentos de Adán.
- La Torre de Babel, en esta parte se hace referencia a la torre con la que se pretendía alcanzar el cielo y por ello Dios la destruyó.
En cada uno de estos apartados se encuentran personajes importantes que marcaron con su actuar el momento en el que les tocó vivir. Veamos quienes fueron esas personas.
Personajes de la creación de Dios
Se mencionan a continuación los personajes más destacados de los momentos relacionados con la creación del mundo, los cuales son relatados en la Biblia. La existencia de estos personajes resultó determinante tanto para la creación como para sucesos posteriores. Ellos son:
- Dios: por supuesto su presencia constante en la Biblia fue contundente y además, fue la de mayor influencia en el momento de la creación del mundo. Su fuerza es la que permitió que el mundo apareciera.
- Adán y Eva: son los primeros seres humanos que poblaron el mundo, por mandato divino, en lo que se llamó el Paraíso. Lamentablemente, fueron expulsados por el mismo Dios por la desobediencia a sus órdenes y por el pecado cometido.
- Noé: importante personaje bíblico de la creación del mundo, quien fue el encargado por Dios de construir la gran arca, para salvar la vida de los animales de la Tierra del gran diluvio.
- Abraham: Hombre honesto de mucha fe y obediente de las órdenes divinas del Todopoderoso. Considerado el padre de los israelitas.
- Isaac: hijo de Abraham, que siguió sus pasos y fue también obediente de los preceptos divinos.
- Jacob: es el hijo de Isaac, también conocido como Israel y gran predicador.
- José: es uno de los doce hijos de Isaac, también obediente de los designios de Dios.
Veamos, entonces, el siguiente resumen para niños:
Cuentan que, en el primer día, desde la nada, cuando no había tierra, ni cielo, ni mar, ni animales, Dios habló en la oscuridad, pidiendo “¡que se haga la luz!” e inmediatamente la luz se hizo. Así creó el día y la noche. Y dijo Dios: «¡Qué bueno!»
Para el segundo día, Dios logró que apareciera la tierra y sobre ella un bonito y amplio cielo azul y, apartándose un poco, exclamó complacido: “¡También está bien esto!”.
La mañana siguiente que ya era el tercer día, Dios miró todo y dijo que había que arreglar todo pues había mucho desorden. Entonces, puso toda el agua en un lugar y la tierra seca la colocó en otro sitio. Después hizo las plantas y aparecieron las flores, los árboles de varias clases, a los cuales les colocó frutas sabrosas, e hizo la grama verde.
El cuarto día, dijo Dios que hacía falta más luz. Hizo, entonces el sol, para que alumbrara el cielo de día. Luego colgó en el cielo de la noche, la luna y las estrellas para que alumbraran y las hizo brillar. Nuevamente, se apartó un poco y dijo: «¡Eso está muy bien!».
El día siguiente, Dios creó mares azules en los que puso millones de peces pequeños en la superficie y peces más grandes hacia el fondo del mar. Luego, en los aires hizo volar millares de aves de múltiples colores y plumaje. Lo miro todo y le pareció que todo estaba excelente.
El sexto día, Dios creó las criaturas de la tierra e hizo elefantes, osos, leones, tigres, conejos, caballos, vacas grandes y pequeñas, jirafas, ovejas y muchos otros animales tan pequeños como las hormigas. Solo faltaba el hombre para que disfrutara de todo lo que había creado. Así que hizo al hombre y se sintió muy feliz con todo lo que él había hecho.
Después de seis días de mucho trabajo, ya todo el universo estaba completo, así que Dios se tomó el día siete para un largo, merecido y agradable descanso, disfrutando de todo lo que él había creado. Y dijo: ¡Todo esto está muy bien!