En la santa misa, uno de los momentos más importantes, es el de la Ofrenda del Pan. Allí, donde mediante esa entrega, abrimos nuestro corazón al Amado Dios, para que entre en él y nos convierta en todo lo que él fue. Y para que nos ayude a seguir ese ejemplo que fue dejado en esta tierra por él. Aprende más sobre el significado de esta amorosa Ofrenda. Te va a sorprender su poder.
Indice De Contenido
- 1 El Papa explica el Valor y significado espiritual de la Ofrenda del Pan y el vino
- 2 Un valor y significado espiritual
- 3 La Oración sobre las ofrendas
- 4 Las Ofrendas de la Misa
- 5 Única y destacada Ofrenda del Pan y vino son suficientes
- 6 Monición de Entrada
- 7 Peticiones de Perdón
- 8 Lecturas del día: Monición a la 1ra lectura
- 9 1ra Lectura: Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles
- 10 Salmo Responsorial
- 11 Monición a la 2da Lectura
- 12 2da Lectura: Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Pedro
- 13 Lecturas: Monición a la 1ra Lectura
- 14 1ra Lectura: Lectura del Libro de los Hechos de los apóstoles
- 15 Ofrendas
El Papa explica el Valor y significado espiritual de la Ofrenda del Pan y el vino
Los días miércoles el Papa Francisco, se encarga de presidir lo que es la catequesis, la cual es realizada mediante una audiencia general. Y que prosigue luego en la Misa, con su explicación. En esta oportunidad el tema tratado se refiere a la presentación de los dones.
Así es que, el Santo Padre procedió a explicar que durante la Eucaristía, la Iglesia de manera continua, hace presente el Sacrificio de la nueva alianza, la cual queda sellada mediante Jesús en el altar de la Cruz.
Asimismo, hizo el recordatorio, en cuanto a la obediencia que corresponde al mandamiento de Jesús. Siendo que la Iglesia ha realizado la disposición de la Liturgia Eucarística. Lo cual está siendo hecho en momentos, en los cuales corresponden las palabras y los gestos, que fueron realizados por Él durante la vigilia referente a su Pasión.
Un valor y significado espiritual
En relación a la catequesis fue mencionado también por el Papa, que se considera bien, que sea presentado al sacerdote por lo files, la ofrenda del pan y el vino. Siendo que tienen como significado lo que se refiere a la oferta que es espiritual en cuanto a la iglesia, y que es recogida allí, para formar parte de la Eucaristía.
Es así como en la ofrenda del pan y del vino, es puesta por el propio pueblo fiel, lo que es la oferta propia. Siendo depositadas, en las mismas manos del sacerdote. Luego entonces, el mismo hará la deposición encima del altar. O también puede ser en la mesa del Señor. La cual es considerada como el centro de la Liturgia eucarística.
Igualmente, fue recordado por el Papa, que en lo que se considera como “el fruto de la tierra y el trabajo del hombre”. Es donde se encuentra ofrecido lo que corresponde al empeño que tienen los fieles de mantenerse en sí mismos, obedientes a lo que es la palabra Divina. Lo que corresponde al sacrificio que es agradable a Dios Padre omnipotente.
La Oración sobre las ofrendas
Resulta ser cierto, que lo relacionado con nuestra oferta, pudiera ser muy poco. Sin embargo, cristo necesita aun cuando sea un poco, a fin de hacer la transformarlo en el Don de la Eucaristía. El cual alimenta a todos, y es así como es hermanado su cuerpo, el cual es la iglesia.
Luego entonces, de acuerdo a la oración que es pronunciada por el sacerdote, acerca de las ofrendas, hizo la manifestación de que es en ella, donde se hace el pedido a Dios.
Todo esto con el fin de que acepte lo que son los dones, los cuales le han sido ofrecidos por la Iglesia. Haciendo la invocación, de lo que es el fruto del intercambio maravilloso, entre lo que es nuestra pobreza y la grandiosa riqueza que él posee.
Así es que, en la Ofrenda del pan y la ofrenda del vino, se hace la presentación de lo que es la oferta, relacionada con nuestra vida. A fin de que se transforme por el Espíritu Santo, en lo que es el sacrificio de Cristo, y de esa manera sea convertido conjuntamente con él, en una sola oferta de tipo espiritual, la cual le sea agradable a Dios Padre.
Las Ofrendas de la Misa
En relación a las Ofrendas que son presentadas en la Misa, nos surgen algunas interrogantes. Las mismas, sirven para aclarar lo que en verdad, es del agrado del Señor, al momento de ofrecer por ejemplo ofrenda de Agua, entre muchas otras, y entonces:
- ¿Qué puede ser ofrecido entonces?
- ¿Qué es lo que es llevado al altar?
- ¿Cuáles son las ofrendas de la Misa?
- ¿Les hacemos énfasis, con algunas superfluas añadiduras, que eran dichas por Benedicto XVI?
- ¿Es posible que incluyamos moniciones a cada una de las ofrendas, en lugar del canto que, resuena durante la procesión?
- ¿Qué se pudiera añadir a la Ofrenda del pan y el vino? ¿Lo que queramos?.
Única y destacada Ofrenda del Pan y vino son suficientes
Es así como en las mismas, se puede compendiar todo. Inclusive se encuentra allí incluida, la misma vida de aquellos que son los oferentes. Al igual que del pueblo cristiano. En relación a dichos dones que son reales, y se entregan en procesión, la iglesia procede a rezar:
«Presentamos, Señor, estas ofrendas en tu altar como signo de nuestra servidumbre; concédenos que, al ser aceptadas por ti se conviertan para tu pueblo en sacramento de vida y redención».
“Señor, acepta con bondad estas ofrendas, y consagra con tu poder lo que nuestra pobreza te presenta”
“Haz que estos dones se transformen en fuente de gracia para los que te invocan”.
Así mismo, las ofrendas que son llevadas hasta el altar, son la que permiten que se consolide la renovación, de tipo sacramental relacionada con el sacrificio hecho por Cristo.
El único intercambio en la Ofrenda del Pan
Siendo que la Ofrenda del pan y el vino, resultan ser un signo que corresponde, a un único intercambio. Siendo que Dios, hace la transformación en el Cuerpo y también en la sangre de quien es su Hijo, y que nos es dada a fin de que seamos santificados. Es por ello que, solamente el pan y el vino, son capaces de ser la oblación verdadera. Así que se reza:
Nos ha sido dado, Señor a través de estos dones los cuales te estamos presentado, lo que ha sido el alimento del cuerpo. Así como dicho sacramento hace que sea renovado nuestro espíritu; concédenos con la bondad que gocemos siempre de lo que es tu auxilio en cuanto estos dones.
Por lo tanto, señor recibe, la oblación que has instituido tú mismo, y por los misterios santos que estamos celebrando, a fin de darte las gracias, santifica a aquellos a los que tú mismo has hecho la redención.
Así que Señor, acepta las ofrendas por las cuales, será posible que se renueven entre nosotros, lo que es el sacrificio único de nuestro señor Jesucristo.
También haz la aceptación mi Señor, de aquellos dones que te son presentados por la iglesia, y que le fueron dados por ti mismo. A fin de que los puedan ofrecer. Dígnate pues a la transformación con el divino poder en lo que es el Sacramento de la salvación para con tu pueblo.
Las plegarias
Luego entonces, en este tan claro sentido de oblación, así como de intercambio, por quienes hacemos nosotros la presentación del pan y del vino, y también Dios. En lo que es un intercambio admirable, nos hace entonces la entrega de su propio Hijo, que se encuentra en el sacramento, y son entonces oradas las plegarias:
Señor mira todos los dones que tiene tu iglesia, los cuales no son oro, ni incienso ni tampoco mirra. Sino más bien, el propio Jesucristo, Tú Hijo. Siendo que dichos dones eran los que le representaban. Y los cuales ahora es inmolado para regresar a nosotros en comida.
Así que Señor acepta estas ofrendas, donde será realizado con nosotros un intercambio admirable, puesto que al darte la Ofrenda del Pan y los dones que fueron dados por ti mismo para nosotros, tenemos la esperanza de merecerte a ti mismo, como el mejor de los premios.
Lo que no se debe hacer con la Ofrenda del Pan
Es bueno de nuevo insistir nuevamente, que lo que se refiere a los dones, que se hacen presente en el altar, resultan ser verdaderos, tales como el pan y también el vino, debido que los mismos proceden a ser transformados en el Cuerpo y la Sangre de cristo.
Se deben convertir en el centro de la procesión de las ofrendas que no son reales ni tampoco tienen ninguna utilidad. Y que tampoco dan ningún servicio ni a la iglesia con tampoco a los pobres.
Siendo el caso que ya de por sí, el pan y el vino compendian varios sentidos en sí mismos, y son lo más elocuentes; no hay que añadir de forma arbitraria lo que son llamadas las ofrendas.
Teniendo en cuenta, que las mismas no son tales. Tampoco casan con el sentido de que sea real, de lo que es el ofertorio en cuanto a la liturgia ni la romana, ni tampoco la hispano – mozárabe, ni tampoco ninguna otra.
En relación a los sentidos correspondientes, a la Ofrenda del pan y del vino, resultan ser muy iluminadoras a poco que se sepan mirar:
Significados del rito de la Ofrenda del Pan
Se tiene entonces, que el rito tiene un significado el cual es bautismal, eucarístico, antropológico y social.
Sentido Bautismal: Se aprecia en el hecho de que se encuentra reservado a quienes están bautizados en la comunión con la iglesia.
Sentido Eucarístico: Se trata del más claro y además acentuado, debido a que los dones son presentados. A fin de que sean consagrados y, luego de que se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo, se puedan distribuir a quienes son los fieles, de manera que lo relacionado con:
- Presentación.
- Consagración.
- Distribución.
De lo que es el cuerpo y la sangre de cristo, en lo que son dones que se han transustanciados, y se convierten en tres momentos de la misma celebración.
Sentido antropológico: En este se desprende el hecho en el cual, lo que es la presentación correspondiente a los dones, se convierte en la contribución de tipo material e inmediata de quienes son los fieles a la Eucaristía.
Siendo que, en muchas culturas, se trata de los frutos que tienen mayor representación del trabajo del hombre y también del alimento que tiene su base en la vida material. Lo que convierte en la contribución que quiere ser, el signo extremo de lo que es el ofrecimiento interior de cada fiel.
Monición de Entrada
En esta monición es dado el saludo, en donde en nombre del sacerdote y de los compañeros se es informado de la alegría que se siente debido a que en dicha misa se van a tomar la Primera Comunión.
De la misma forma se da las gracias, debido a que han ido los fieles a acompañar el acto de la Eucaristía. Así mismo es dicho: «Queremos que participen de la alegría que sentimos, debido a que vamos a realizar una muy importante cosa».
Lo cual también es para ustedes, en el caso que nos quieran. Lo que deseamos es que tanto hoy como siempre, podamos todos sentir la presencia del Amado Maestro Jesús, en nuestras vidas.
De la misma manera les quiero decir que nos ayuden, debido a que cada día queremos que sea mejor, pues todos somos niños. Así es que danos tu ayuda, para que con su oración y su ejemplo vivamos como verdaderos cristianos.
Peticiones de Perdón
- Por aquellas veces en las que nuestra obra, no ha sido como tus hijos. Por esas veces en las cuales, nos hemos peleado y hasta otorgamos insultos. Señor, Ten Piedad.
- Por aquellas veces en las cuales hemos desaprovechado la oportunidad de hacer el bien. Por las veces en las cuales hemos mentido, así como también hablado mal o hemos perdido el tiempo. Cristo, Ten piedad
- Y por aquellas veces en las cuales nos hemos atrevido a desobedecer a nuestros padres, o maestro, y a los catequistas. Señor, Ten Piedad.
Lecturas del día: Monición a la 1ra lectura
En el libro de los Hechos de los Apóstoles, nos es contado como fue la manera en que la iglesia comenzó a crecer. Luego de que se tuviera la experiencia, relacionada con la resurrección de Jesús.
1ra Lectura: Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles
El día de Pentecostés, Pedro, de pie con los Once, pidió atención y les dirigió la palabra:
«Judíos y vecinos todos de Jerusalén, escuchad mis palabras y enteraos bien de lo que pasa. Escuchadme, israelitas: Os hablo de Jesús Nazareno, el hombre que Dios acreditó ante vosotros realizando por su medio los milagros, signos y prodigios que conocéis.
Conforme al designio previsto y sancionado por Dios, os lo entregaron, y vosotros, por mano de paganos, lo matasteis en una cruz. Pero Dios lo resucitó, rompiendo las ataduras de la muerte; no era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio, pues David dice, refiriéndose a él: Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré.
Por eso se me alegra el corazón, exulta mi lengua, y mi carne descansa esperanzada. Porque no me entregarás a la muerte ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia.
Hermanos, permitidme hablaros con franqueza: El patriarca David murió y lo enterraron, y conservamos su sepulcro hasta el día de hoy. Pero era profeta y sabía que Dios le había prometido con juramento sentar en su trono a un descendiente suyo; cuando dijo que «no lo entregaría a la muerte y que su carne no conocería la corrupción», hablaba previendo la resurrección del Mesías.
Pues bien, Dios resucitó a este Jesús, y todos nosotros somos testigos. Liturgia Primeras Comuniones 4 Ahora, exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo que estaba prometido, y lo ha derramado. Esto es lo que estáis viendo y oyendo».
Palabra de Dios
Salmo Responsorial
Señor, me ensañarás el sendero de la vida.
Dame tu protección, oh Dios mío, que me voy a refugiar en ti. Siendo que yo le digo al Señor: “Tú eres mi bien. Así es que el Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en tu mano.
Señor, me ensañarás el sendero de la vida.
Le daré la bendición al Señor, que me da consejo, hasta en la noche me da su instrucción internamente. Por lo tanto, lo tengo presente. Y estando él a mi derecha no voy a vacilar.
Señor, me ensañarás el sendero de la vida.
Es por ello que mi corazón está alegre, y se gozan mis entrañas. Y también mi carne está descansando serenamente. Debido a que no me vas a entregar a la muerte, ni me dejaras conocer lo que es la corrupción.
Señor, me ensañarás el sendero de la vida.
Me enseñarás el sendero de la vida. Y me vas a saciar de gozo, en lo que es tu presencia, que corresponde a la alegría perpetua a tu derecha.
Señor, me ensañarás el sendero de la vida.
Monición a la 2da Lectura
Nos es recordado por el Apóstol San Pedro, que es necesario que nos tomemos en serio, lo relacionado con nuestra manera de vivir. Debido a que Jesús ya resucitó, con el fin de que nosotros pudiéramos tener una vida más feliz. Siendo que precisamente, en el Evangelio a escuchar, es Jesús resucitado el que va a encontrarse con dos de sus discípulos, y que pueden reconocerlo al momento de partir el pan.
2da Lectura: Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Pedro
“Queridos hermanos: Si llamáis Padre al que juzga a cada uno, según sus obras, sin parcialidad, tomad en serio vuestro proceder en esta vida. Ya sabéis con qué os rescataron de ese proceder inútil recibido de vuestros padres: no con bienes efímeros, con oro o plata.
Sino a precio de la sangre de Cristo, el Cordero sin defecto ni mancha, previsto antes de la creación del mundo y manifestado al final de los tiempos por nuestro bien. Por Cristo vosotros creéis en Dios, que lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria, y así habéis puesto en Dios vuestra fe y vuestra esperanza. Palabra de Dios”.
Lecturas: Monición a la 1ra Lectura
Es contado en el libro de los Hechos de los Apóstoles, que el hecho de ser cristianos se trata, de una noticia muy buena. Que el Apóstol Pedro cuenta, a quienes son sus paisanos, la forma como Jesús resucitó. Siendo que dicha noticia, les llenó de tanta alegría a muchos, que tomaron de decisión de convertirse en cristianos.
1ra Lectura: Lectura del Libro de los Hechos de los apóstoles
El día de Pentecostés, Pedro, de pie con los Once, pidió atención y les dirigió la palabra: «Todo Israel esté cierto de que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías».
Estas palabras les traspasaron el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: «¿Qué tenemos que hacer, hermanos?» Pedro les contestó: «Convertíos y bautizaos todos en nombre de Jesucristo para que se os perdonen los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo».
Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos y, además, para todos los que llame el Señor, Dios nuestro, aunque estén lejos. Con estas y otras muchas razones les urgía, y los exhortaba diciendo: «Escapad de esta generación perversa«. Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día se les agregaron unos tres mil.
Palabra de Dios.
Ofrendas
Ofrenda del Pan
Este pan que ahora presentamos será el Pan de Dios para nosotros, el cual da alimento a nuestra fe. Siendo que sepamos y aprendamos a compartir con todos aquellos que más lo necesitan. A fin de que no le falte el alimento necesario.
Ofrenda del Vino
Ahora vamos a ofrecer el vino, ese que pronto se convierte en la sangre de Cristo. Y que se convierta para nosotros, para todos en el símbolo de amor y de alegría.
Ofrenda del Agua
Fueron muchas las enseñanzas dejadas por el Maestro Jesús, solo hay que abrir los ojos para ver, y los oídos para escuchar. Es por ello que, para despertar ese profundo amor en ti, que proviene del Amado Maestro, te invito a visitar:
Descubre el Sermón de las Siete Palabras.