Una joven chica que entregó su amor a Jesús, tal fue su amor por él, que se convirtió en mártir. Cuando el emperador de Roma Diocleciano, debido a que ella no acepto casarse con él, terminó con su vida, luego de muchos castigos, ordenaron que fuera decapitada. Es muy milagrosa, así que te invito a realizar la Novena a Santa Filomena, cuando tengas alguna de las necesidades, para las que concede muchos milagros. Continúa leyendo y sabrás cómo te puede ayudar. Seguro te va a sorprender.
Indice De Contenido
- 1 Santa Filomena: 11 de Agosto
- 2 Novena a Santa Filomena
- 3 El Primer Día – La Meditación
- 4 Día Segundo
- 5 El Segunda Día – La Meditación
- 6 Día Tercero
- 7 El Tercer Día – La Meditación
- 8 Día Cuarto
- 9 El Cuarto Día – La Meditación
- 10 Día Quinto
- 11 El Quinto Día – La Meditación
- 12 Día Sexto
- 13 El Sexto Día – La Meditación
- 14 Día Séptimo
- 15 El Séptimo Día – La Meditación
- 16 Día Octavo
- 17 El Octavo Día – La Meditación
- 18 Día Noveno
- 19 El Noveno Día – La Meditación
- 20 Letanías de novena a santa Filomena
Santa Filomena: 11 de Agosto
El día de la efeméride de Santa Filomena, son los 11 de agosto. Esta santa tiene bajo su cuidado y es patrona de:
- Los bebés.
- La esterilidad.
- Los niños.
- Las causas perdidas..
- El rosario viviente.
- Los recién nacidos.
- Los pobres.
- Los curas.
- Los enfermos.
- Los niños que aprenden a caminar.
- Los jóvenes.
Sin embargo, luego de que fueran sepultados durante muchos siglos sus restos, así como también su nombre y su memoria, por cosas de Dios, fue atraída la atención, hacia esta doncella, pequeña y mártir.
Siendo que actualmente se obra, con prodigios asombrosos en su nombre, tal como si se deseara que muestre de esa forma, que él está deseoso de darle recompensa, por tan largo tiempo en el cual estuvo oculta en la oscuridad.
En relación a las reliquias correspondientes a santa Filomena, las mismas se desenterraron, llegados los comienzos del siglo XIX, el día 24 del mes de mayo del año de 1802.
El Emblema
Relativo a su emblema, el mismo resulta ser el lirio y la palma, los cuales se encontraban grabados en el sepulcro de dicha santa, con la finalidad de hacer la indicación, tanto de su virginidad como también de su martirio.
De la misma manera, se encontraba un ancla, así como también, un látigo y tres flechas. De las cuales, dos se ubicaban apuntando en la dirección contraria. Igualmente, una que se encuentra con su línea curvada, lo cual tiene como significado el fuego.
Y estos tienen la intención de ser, el símbolo, de los distintos tormentos por los cuales tuvo que pasar esta mártir, y que son el testimonio de su gran fe y profundo amor a Jesucristo.
De la misma manera, fue testigo hasta el mismo Papa, de una curación milagrosa proferida a Pauline Jaricot. Siendo la misma, la fundadora del Rosario Viviente, en lo que es el Santuario de Santa Filomena, ubicado en Mugnano, Italia.
Una leyenda
Se considera la historia de Santa Filomena, como una leyenda, dado a que los datos de los cuales se dispone, a fin de que sea verificada su existencia a nivel de la historia, están resumidos a una tumba. La misma, era contentiva de los restos correspondientes a una joven adolescente, que contaba con unos doce o trece años.
Dichos restos fueron encontrados en el año 1802, mientras eran realizadas unas excavaciones, propiamente en Roma. Allí también se encontraron las revelaciones, las cuales, además, caen en unos supuestos, siendo que fueron dadas a tres personas, por la mismísima Santa Filomena y las cuales no se conocían, aun cuando tenían su residencia en aquella Italia del siglo XIX.
En relación a las revelaciones acerca de la historia de Santa Filomena, se tienen tres fuentes, las cuales son confiables, provenientes de tres personas, quienes estaban viviendo entre lo que fueron los fines del siglo XVIII, y los mediados del siglo XIX.
Siendo los mismos, un hombre que se desempeñaba como artesano, y que era conocido como un devoto de Dios, con su conciencia limpia. Igualmente, un sacerdote que era versado en oratorias eclesiásticas solemnes, y el cual llegó a ser canónigo. Y también una monja, la cual tenía como residencia la ciudad de Nápoles, la misma se encontraba consagrada a la obra de Dios, en alma y virginidad.
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Fuentes biográficas en Novena a santa Filomena
Así es que, las fuentes biográficas correspondientes a Santa Filomena, son provenientes de los diferentes documentos que fueron impresos después de que se descubrieran sus restos, en el año 1802. Adicionalmente, y de forma principal, lo que fueron las revelaciones que le hiciera a una monja, a la cual logró contarle detalladamente todo lo relacionado con su vida y también su martirio.
Se trataba Santa Filomena, de una devota de Dios muy joven, y que, además, era practicante del cristianismo temprano, siendo que su vida transcurrió, en los tiempos donde se producía una persecución terrible, a quienes eran devotas de Jesucristo.
La misma, era efectuada por Cayo Aurelio Valerio Diocleciano Augusto, esto ocurría en los años de 244-311. Siendo conocido como Diocleciano, durante el siglo IV, d.C. Así es que, Santa Filomena, procedía de un matrimonio de unos príncipes griegos, además era hija única. Asimismo, sus padres rendían culto a dioses falsos, tal como el caso del dios Júpiter.
Sin embargo, la tragedia se apodero de ese principado, los padres de Santa Filomena eran príncipes griegos, pero estaban dependiendo de la ciudad del imperio Romano. El mismo, para aquel entonces, se consideraba como la capital del todo el mundo.
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La desdicha y la guerra
Asimismo, comenzó la desdicha a invadir el hogar de Santa Filomena, debido a una guerra injusta que les amenazaba. Esto hizo, que viajaran hacia Roma, a fin de hacer la solicitud del emperador cruel Diocleciano.
Luego entonces, quien fuera el autócrata Diocleciano, pasó a asumir su título correspondiente a emperador, en el año de 284. Siendo que dicho cargo, fue afianzado, debido a una consecuencia de la batalla del Margus.
La misma fue ganada, al quien también fuera emperador de Roma, Carino, el que luego de dicha batalla fue depuesto. Mediante el ejército imperial. Luego entonces, Diocleciano, procedió a ejercer el gobierno, entre los años de 284 hasta el 311.
En relación a los padres de Santa Filomena, se sabe muy poco, solo que eran unos príncipes griegos. Lo cierto es que, sí se supo que fueron trágicos los eventos que le ocurrieron posteriormente a que se reunieran con ese emperador déspota.
Siendo que Diocleciano, procedió a consentir prestar ayuda de tipo militar, la cual era requerida por el padre de Santa Filomena. Asimismo, le fue asegurado por el emperador, que podría vivir tranquilo y feliz. Igualmente, que el padre de la Santa Filomena, daba su consentimiento en dar a su hija única en matrimonio, con quien fuera el viudo Diocleciano.
Los intereses particulares
Debido a que, además, de que recibiera ayuda de tipo militar, la cual era requerida por su región. También sería privilegiado con una buena posición social. Dado a que su hija, sería convertida pues en emperatriz del imperio romano.
Así fue que el grave error de los padres de Santa Filomena, se trató de que no tomaron en cuenta, tal vez por desconocimiento, el suceso de que la emperatriz anterior, fue asesinada, de manera conjunta con su hija. Debido a que la misma era cristiana.
Esto para aquellos siglos, ya se trataba de un ascenso del cristianismo, lo cual significaba una práctica, la cual era casi habitual, y que además constituía lo que sería una prerrogativa de tipo imperial. El hecho de que fueran repudiadas por aquellos, que eran los altos funcionarios romanos, sus esposas o también sus concubinas, si fueran en tal caso practicantes del cristianismo.
Y además, promotor del exterminio de aquellos que eran cristianos, y de los maniqueos, que fueron seguidores del verdadero Dios. Además, se trataba del autor de la muerte, de dos de sus esposas anteriores, de nombres Prisca y Santa Serena, conjuntamente con sus dos hijas.
Los expertos indican sacarla de los martirologios
De acuerdo a una cantidad de relatos que en la actualidad son tomados por muchos expertos estudiosos de la biblia, como las narraciones que se basan en leyendas, y que, además, no tienen fundamento alguno. Por lo cual indican que se deben sacar de lo que se conoce como martirologios.
Lo que hacen, es promover el destierro a la martirizada emperatriz Serena como una Santa, debido a que es considerado que dicha figura, que era legendaria, no existió. Y que es basado su culto, en el hecho de buscar posiciones, para el auge de lo que era el cristianismo, por aquellos años en la corte imperial.
Motivo por el cual es considerado, que tanto Santa Serena como también Santa Alejandra, se tratan de un culto que se le otorgó a la misma figura de santidad, la cual tuvo como origen, la muerte trágica ocurrida a la esposa del emperador Diocleciano.
La misma llevaba por nombre Prisca, y además se tuvo que marchar huyendo, luego de que fuera descubierta, apoyando a quienes eran predicadores del Maestro Jesús. Así es que, se considera como un desdoblamiento del culto.
El desconocimiento del Padre sería la justificación
Solamente aquello que se desconoce, de la muerte de dichas esposas anteriores del emperador Diocleciano, pudiera justificar lo que es el consentimiento, en cuanto al compromiso en matrimonio de Santa Filomena con ese gobernante.
Así es que, el padre de Santa Filomena, mediante una cantidad de ruegos, y de igual forma innumerables muestras de amor, le hizo el señalamiento para que fuera por ellos que lo hiciera, de la misma manera que por su país, y también por quienes eran sus súbditos.
Siendo esto debido a que ella se encontraba consagrada a Jesucristo, y además su virginidad, le era de pertenencia a la devoción que ella profesaba por Cristo. Por lo cual, se encontraba dispuesta a realizar la defensa de su pureza, antes que, a sus padres, su país, su patria o cualquier otra cosa.
Siendo que ella aspiraba era, llegar al reino de los cielos, así que sus padres, debido a las reiteradas negativas en cuanto al casamiento, entonces le llevaron a la presencia del emperador Diocleciano.
Es así como dicho emperador, entonces trata de persuadir a Santa Filomena, en cuanto a sus deseos matrimoniales. En un principio lo hizo a través de halagos, así como también con promesas muy seductoras. Sin embargo, nada de esa le resultó fructífero.
El encarcelamiento y castigo a Santa Filomena
Luego entonces procedió a pasar a las amenazas, más, Santa Filomena, la cual era fiel a Jesucristo, no le hizo ningún tipo de caso a dichas peticiones. Por lo tanto, el emperador terminó enfurecido, cual si fuera un demonio y la mandó a encarcelar, y que fuera encadenada.
Debido a que estando en la cárcel, lo que se refiere a su virginidad en todo momento se encontró amenazada. Sin embargo, Dios la protegió y no lograron hacerle ningún tipo de daño a su integridad.
Luego entonces Santa Filomena, se entregó al consuelo de la oración y le elevó sus peticiones a la Virgen María, también a Jesús y por supuesto, a Dios mismo. Y luego de transcurridas cinco semanas, en las cuales se encontraba en prisión, se le manifestó en persona la Santísima Virgen María. La misma le anunciaba que padecería de dichos suplicios, durante un periodo de otros cuarenta días.
Asimismo, fue relatado por Santa Filomena, que además al momento de la manifestación de la Virgen María, que fue mediante una luz celestial que resplandecía con mucho fulgor, le anunció que serían muchos los momentos tormentosos que vendrían.
Así como también, que iban a ser mucho peores de los que ya había tenido que soportar. Más, sin embargo, que dicho combate no la desanimara en ningún momento, debido a que ella había sido elegida como una hija predilecta.
Asimismo, la Virgen Santa le hizo recordar a Santa Filomena, que el nombre de ella tenía como significado «Luz», tal como es su amadísimo hijo, Jesucristo, que igualmente que ella, la Virgen Santa, se comparan con el sol y la luna llena. Siendo que en todo momento resplandecen, en medio de cualquier tipo de oscuridad.
Luego entonces, al momento en el cual desapareció la visión de la Santa Virgen, también desapareció la celda en la cual se encontraba encarcelada, y en su lugar, hubo una inundación de un olor celestialmente delicioso. Así fue que Santa Filomena, recobró nuevamente sus fuerzas y su valor. Aun cuando, tenía el presentimiento, de que no sería para nada agradable, el futuro que le estaba esperando.
Posteriormente el emperador Diocleciano, terminó cansado de hacer los intentos de convencerla en cuanto a que contrajera nupcias con él. Con esto estaba comenzando a verificarse lo que había sido anunciado a Santa Filomena por la Santa Virgen María, en los días pasados.
Así pues, que su combate tenía que consistir en la resistencia, y también en la fe, para soportar todos aquellos martirios a los cuales la someterían de manera pública, en los días que seguían, por quien fuera el emperador más terrible de Roma, Diocleciano. Todo ello debido, a la negación de que cumpliera con sus deseos infames.
Iguales castigos que a Jesús
Fue así como Diocleciano, le hizo la advertencia de que ella, es decir, Santa Filomena, recibiría de igual forma que Jesús, los mismos castigos y sufrimientos que le propinaron a él. Por lo cual, procedió entonces a ordenar que fuera azotada.
Igualmente, que la amordazaran, y fuera despojada además de sus prendas de vestir. Lo cual se realizó, ante la mirada de todos los cortesanos que se encontraban en el palacio real y posteriormente la ataron a una columna.
Luego entonces, cuando se encontraba ya curada la llevaron al río Tíber, y en este caso fue atada a un ancla. Siendo que se intentó, el que se ahogara, sin embargo, de una manera milagrosa, mediante los ángeles, se reventó la soga del áncora, por lo cual fue salvada Santa Filomena.
Posteriormente, dentro de los martirios proferidos a Santa Filomena, le hicieron que se arrastrara por aquellas calles de Roma, en medio de una gran cantidad de flechas. Y encontrándose casi muerta, de nuevo la trasladaron hacia la celda en la cual, mediante la gracia de la Divina Providencia, así como también del Arcángel Gabriel, al amanecer se encontraba completamente curada.
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El principio de la conversión en cristianos
Así que, una cantidad grande de personas las cuales, hacían presencia de todos aquellos actos que eran tan bárbaros, y que en su mayor parte eran repudiados, comenzaron a convertirse en cristianos, siendo que la Luz de Dios, les comenzó a alumbrar sus corazones, y luego de una serie de años, se impusieron como la religión oficial, de ese imperio decadente.
El emperador no encontraba la manera de quitarle la vida a Santa Filomena, y que aún esta joven santa, no se sometió a lo que fueron sus insanas peticiones, sino que mas bien, se iba haciendo más grande su fe, a medida que era más castigada.
Así como también, se curaba de una manera milagrosa, fue por lo que Diocleciano, pensó entonces que se trataba más bien de una maga. Así fue como luego, hizo la disposición de que la misma muriese, mediante dardos que se encontraran calientes, y que sus flecheros procederían a disparar en contra de la misma.
Sin embargo, de nuevo, el intento de asesinarla tuvo su falla, debido a que las flechas candentes, comenzaron a ir en dirección contraria a la de Santa Filomena, y mataron a unos seis de sus flecheros.
Posteriormente, la multitud, que se encontraba presenciando esa cantidad de atrocidades, propugnadas contra la cristiana joven, empezó entonces, a realizar la aclamación de manera pública de ese Dios, en el cual esa doncella tenía toda su fe enmarcada.
Y a quien, además, los ángeles le daban su protección y sanaban sus heridas, surgidas mediante el martirio propinado por el emperador Diocleciano.
Así fue como un día viernes, se convirtió en el día en el cual se ejecutó, a la misma hora indicada por el emperador, la terrible orden dada por el tirano emperador Diocleciano. A fin de que fuera realizada la ejecución de Santa Filomena, procediendo a cortarle la cabeza.
Siendo que él, requería calmar una serie de desórdenes públicos, debido al apoyo que se estaba profiriendo a la doctrina cristiana, en virtud de los prodigios que se le efectuaron a Santa Filomena.
La vida se encuentra llena de una serie de actos, que enmarcan el comportamiento de los humanos en el marco de la sociedad actual. Los valores y la ética en la actualidad se encuentran muy deteriorados en cuanto a dicho comportamiento, por ello descubre todo sobre los actos humanos, y la afectación de los mismos en nuestra convulsionada sociedad.
El alma llega al cielo
Posteriormente, es referido por Santa Filomena, que llegó hasta el cielo eterno su alma, logrando estar al lado de su esposo celestial, el amado Maestro Jesús. Así fue que, al ganar dicho combate sangriento, contra lo que fue la falta de piedad humana, y lo que era la influencia que parecía satánica, le fue entregada la palma del martirio.
Siendo que se encuentra pues, bien feliz, ante lo que es la Presencia Divina de Dios, entre aquellos que fueron escogidos para vivir el resto de la eternidad. Luego entonces su corta vida, resultó ser el más claro testimonio, de lo que fue la manifestación del gran poder de Dios.
Ante lo que fueron las atrocidades, que propicia el ser humano, mediante las maldades que son inspiradas por la oscuridad y las fuerzas del mal. Esta historia se trata de un testimonio, de una vida muy corta, donde se puede ver claramente el gran poder de Dios, ante aquellas atrocidades que comete el ser humano, cuando se encuentra influenciado por las fuerzas oscuras que le inspiran a realizar la maldad.
Se trata pues, la historia de Santa Filomena, del reflejo fiel del poder que ejerce el Espíritu Santo, el cual obra en nosotros y que, al colocar toda la fe en él, se coloca delante de todo aquello que sean cosas o personas, que se encuentran de forma transitoria en este mundo.
Tal como fue este ejemplo, es la misma Virgen Santa la que acude a nuestra presencia, con el fin de socorrernos, cuando nos encontramos atravesando las vicisitudes que la vida nos depara, y nos muestra como sus ángeles hacen la obra del milagro en quienes manifiestan su indestructible y profunda fe.
La devoción a Santa Filomena
El comienzo de la devoción, que por Santa Filomena se profesa, tiene sus inicios durante el siglo IV d.C. al momento en el cual era extendida la soberanía del imperio romano, en una gran parte de Europa.
Siendo que, además, se trataba de un gobierno, el cual mediante la práctica de hechos paganos, ejercía la persecución y martirio a quienes profesaron originalmente el cristianismo. Lo cual fue demostrado con el gran martirio que le fue propiciado a Santa Filomena.
Aparición de los restos
Luego de transcurridos alrededor de unos 1500 años, es decir, para el año 1802, aproximadamente, se descubrió su sepulcro, el que contenía, igualmente lo que eran sus despojos. De la misma forma que:
- Inscripciones de frases.
- Signos.
- Objetos.
- Dibujos.
Los mismos, tenían la indicación, de que su tumba era perteneciente a una mártir que era muy joven. Fue mediante la monja, que era madre superiora en la localidad de Italia, y que era virgen consagrada a servir a Jesucristo, a través de quien, por distintas manifestaciones que posiblemente ocurrieron entre los años de 1805 y 1825, se dio a conocer la historia de Santa Filomena.
Estos hechos fueron anteriores a que aparecieran las primeras impresiones en los anales de la historia acerca de Santa Filomena. Y que, además, la hacían entrar en distintos trances de tipo místicos, fueron los que le suministraron entonces la información acerca del origen de dicha santa, así como también, de la corta vida y la manera en la cual se le profirió el martirio a una edad tan temprana.
Más, sin embargo, en cuanto a las descripciones que fueron dadas a la superiora, las mismas tenían mayor extensión, por lo que fueron tomadas como una historia verdadera, acerca de la joven procedente del siglo III. Asimismo, dado a que los tres relatos tienen la concordancia entre ellos mismos, es tomada además como cierta la existencia de la misma.
La historia
En cuanto a la historia y los milagros, de Santa Filomena, y haciendo que concuerden, con lo que reveló la madre superiora en el siglo XIX, así como también, por los elementos que se encontraron en su tumba, es posible obtener un relato, que indica que su nacimiento ocurrió a fines del siglo III o a principios del siglo IV d.C.
Siendo ya conocido, que era en los tiempos del emperador Diocleciano. En relación a sus padres los mismos eran nobles, se trataba de unos príncipes de origen griego, que se encontraban impedidos de poder concebir hijos. Siendo que se convirtieron entonces al cristianismo, mediante las instancias de quien era el médico principal, instalado en su palacio.
De la misma forma, procedieron entonces a abandonar sus cultos de tipo paganos, los cuales tenían predominio en aquellos tiempos. Siendo que, haciendo honor a su fe nueva, le dieron por nombre el de Filomena a su hija. Lo cual hace alusión a ser la hija de la luz, iluminación la cual disipó lo que fueron las sombras relacionadas al paganismo en ellos.
Audiencia con el emperador
Luego entonces, cuando tenía la edad de trece años, procedió a acompañar a sus padres, a lo que fue una audiencia que les había sido concedida por quien fuera el emperador Diocleciano. Siendo que iban a solicitar una ayuda procedente del ejército imperial, debido a que se encontraba bajo amenaza de guerra su principado.
Fue así cuando el emperador, fijo su mirada en aquella joven Filomena, y procedió a prometerle al padre de la misma, todo ese apoyo militar que le pedía, sin embargo, le colocó una condición que era ineludible, que era la de que su hija se desposara con él.
Filomena tuvo parte de la educación cristiana, que había recibido desde su nacimiento, y que se encontraba, además, volcada a realizar la práctica del cristianismo, mediante el ofrecimiento de ayuda a las personas de escasos recursos. Así que, por dicha razón, y cuando ya se encontraba fuera del palacio, procedió a negarse a casarse con el emperador.
Luego entonces, su padre hizo esfuerzos por tratar de convencerla, de una serie de maneras, donde inclusive, fueron incluidas algunas amenazas severas, así como también, peticiones de que se compadeciera por su patria, sus vasallos y sus progenitores. Inclusive, la madre también hizo el intento de convencerla igualmente.
Fue llevada al palacio imperial
Siendo la negativa de la joven Filomena tan grande, para contraer nupcias con el emperador, entonces su padre la llevó hasta el palacio imperial. Así que Diocleciano, también trató de que cediera ante sus peticiones, intentando convencerla mediante la seducción, así como también con halagos, y además con regalos.
Sin embargo, la joven doncella, continuaba su negativa a dicha boda, motivo por el cual, el emperador procedió a enfurecerse, debido a que sus piensos eran de que él se creía igual que el dios Júpiter, una deidad muy superior de lo que eran sus creencias. Así como tampoco, daba su consentimiento para ser despreciado, luego entonces su solución fue encarcelar a la joven.
A la misma se le propinó una serie de maltrato, tales como los que les fueran hecho a Jesús, como mencionamos, fue azotada desnuda, amarrada en las columnas del palacio y le propinaron otra serie de castigos. Sin embargo, siempre se recuperaba y curaban sus heridas, gracias a la providencia de la Virgen Santa y los ángeles que siempre le acompañaban.
Viendo que nada de los daños que le propinaban, le había causado la muerte, finalmente fue decapitada, por orden del emperador Diocleciano.
Las manifestaciones de milagros
Al comenzar el siglo XIX, lo que fueron las manifestaciones de milagros de Santa Filomena, procedieron a extenderse desde Nápoles, por el resto de la Europa, siendo que llegaron de una manera mayor, a los continentes tanto americano, como también asiático.
En los mismos Santa Filomena se considera la santa taumaturga, correspondiente al siglo XIX, debido a la cantidad de milagros que hace a quienes devotamente le hacen las peticiones. Siendo que sus milagros eran consistentes entre otros:
- Sanar heridas.
- Librar personas de difíciles situaciones.
- Cuidar tanto a niños como a jóvenes.
- Fortalecer la fe.
- Dar aliento a los que se encuentran desesperados.
- Alejar enfermedades.
- Ayudar a concebir hijos.
Asimismo, se dice que el aceite que se encuentra en la lámpara, en donde está situada su figura, se considera que es milagroso, desde que se realizó el traslado hacia el pueblo de nombre Mugnano en el año de 1805.
Novena a Santa Filomena
A continuación presentamos la novena a Santa Filomena:
Día Primero
Oración para todos los días
Para efectuar la novena a Santa Filomena, durante este día ha de recitarse la siguiente oración, la cual es para todos los días:
Santa Filomena, tu que fuiste Mártir y eres Virgen, que en nuestra era te has dedicado a obrar maravillas. Aquí y ahora, le estoy dando las gracias a Dios, debido a los dones que son tan milagrosos, y te han sido otorgados especialmente a ti.
Santa Niña, procedo a suplicarte que me otorgues una parte, de todas esas gracias y también bendiciones, de las que has sido tú, el medio para una gran cantidad de almas.
Siendo esto por esa fortaleza tan heroica, con la que lograste confrontar aquella furia de Diocleciano, que fuera el emperador de Roma, y de quienes eran sus secuaces, antes de desviar tu alianza con el Rey Dios Padre del Cielo.
Dame para mí pureza tanto de cuerpo como de alma, y también la pureza de corazón y el deseo de pureza, correspondiente al pensamiento y la acción. Debido a tu paciencia y también tu abnegación en cuanto al sufrimiento. Obtén pues mi aceptación, la cual es sumisa, de todas aquellas aflicciones de las que Dios pudiera entonces enviarme.
Y como tú, que escapaste de una manera milagrosa de las aguas del Tíber, saliendo ilesa del mismo. En el cual te arrojaron, por la orden del que era tu perseguidor. Así mismo yo también, pueda pasar mediante las aguas de las tribulaciones, sin que mi alma sufra detrimento alguno.
Así como además de estos favores, obtén también para mí, esposa de Jesús fiel, lo que es la necesidad de forma particular que ahora en este momento procedo a pedirte (hacer la petición ahora), mediante esta novena a Santa Filomena.
Santa Mártir y pura Virgen, se digna de que tu mirada sea dirigida, con piedad desde el cielo sobre mi persona. Así como también sobre mi casa. Dame pues consuelo de lo que es mi aflicción, y dame también tu asistencia, de presentarse el peligro. Por sobre todas las cosas, ven a auxiliarme a la hora de mi muerte.
Que sea extendida la fe, tanto por el pontífice como también, por el clero y por la perseverancia del justo. Al igual que por la conversión, de quienes han pecado. Y por el sufragio de aquellas almas del purgatorio, de manera especial, por aquellos que son mis seres queridos.
Santa Niña, de la cual celebramos tu triunfo aquí en la tierra. Por favor intercede por mí, a fin de que pueda tener la contemplación de la corona, de la gloria que ha sido otorgada a ti en el cielo.
Amén.
Ahora se reza un Padrenuestro, un avemaría y un gloria.
Día Primero de la Novena
Oh cuantas cosas tenemos en común tu y yo Santa Filomena, y cuán diferentes somos a su vez. Siendo que fuimos ambos la creación de un mismo Dios, y que igual nuestro nacimiento procede a una madre. Al igual que ambos nos enaltecemos con nuestro padre humano. Y también hemos estado expuestos a los placeres que el mundo ofrece.
Sin embargo, tú, a pesar de que tenías una edad tan corta, cuando apenas eras una niña. En todo momento te encontraste orientada hacia Dios Padre. Siendo que fácilmente yo, me encuentro siguiendo la corriente de lo que es el mundo. Así como sus leyes, acompañadas con sus impurezas y las costumbres que se encaminan hacia la perdición.
Así es que, mediante tu ejemplo, Santa Filomena me propongo hacer el propósito firme, de renunciar a todos aquellos placeres que el mundo ofrece. Y los cual sean peligrosos, para el logro de la salvación de mi alma. Asimismo, haré todo el esfuerzo en oración, y privación de algún placer que sea lícito para encontrar ante ti toda la gracia.
Siento Santa Filomena, una alegría indescriptible de saber que tus ojos se encuentran viendo el rostro de Dios Trino y Uno. Al igual que el rostro de María Santísima, también el de los Ángeles y el de los Santos. Con cuanta fe voy a hacer esta novena a santa Filomena. Te pido que ruegues mi Santa Filomena, por mí, y también por mi familia, amigos, mi casa y por aquella necesidad la cual te estoy pidiendo.
Oración final
Oh mi Amado Maestro Jesús, nuestros pecados perdona, y danos la liberación del fuego del infierno. Así como también lleva hasta el cielo a todas las almas. Igualmente dale el socorro a aquellos que más necesitan de tu Misericordia divina.
Amén.
El Primer Día – La Meditación
La Santa Filomena, tuvo su vivencia terrenal como laica, así mismo como yo. Pero claro, existe una diferencia entre la vida de ella y la mía. Su orientación fue completamente hacia Dios Padre. Sin embargo, el resto de los mortales nos encontramos de una manera fácil, siguiendo lo que la corriente del mundo nos induce, donde se encuentran enmarcadas, entre muchas otras cosas:
- Sus leyes.
- Sus costumbres.
- Impurezas.
- Falta de valores.
Oración de Novena a Santa Filomena
Santa Filomena te brindo mi saludo, a ti que glorificaste a Dios, mediante tantos maravillosos milagros. Así como también a quien es el Vicario de Jesucristo, le ha nombrado como la protectora del Rosario Viviente y de los Hijos de María. Es que pasamos a pedirte que hagas manifiesto desde lo alto del cielo, puesto que una santa voz como lo es la tuya, jamás dejará de ser oída.
Por favor danos lo que es la esperanza, de contar con el auxilio tuyo. Danos la gracia de permanecer fieles a Jesucristo, como tú, hasta el momento de la muerte.
Amén.
Ahora se hace una decena del Rosario, un gloria y un Señor mío Jesucristo.
Día Segundo
Oración para todos los días:
Para efectuar la novena a Santa Filomena, durante este día ha de recitarse la siguiente oración, la cual es para todos los días:
Santa Filomena, tu que fuiste Mártir y eres Virgen, que en nuestra era te has dedicado a obrar maravillas. Aquí y ahora, le estoy dando las gracias a Dios, debido a los dones que son tan milagrosos, y te han sido otorgados especialmente a ti.
Santa Niña, procedo a suplicarte que me otorgues una parte, de todas esas gracias y también bendiciones, de las que has sido tú, el medio para una gran cantidad de almas.
Siendo esto por esa fortaleza tan heroica, con la que lograste confrontar aquella furia de Diocleciano, que fuera el emperador de Roma, y de quienes eran sus secuaces, antes de desviar tu alianza con el Rey Dios Padre del Cielo.
Dame para mí pureza tanto de cuerpo como de alma, y también la pureza de corazón y el deseo de pureza, correspondiente al pensamiento y la acción. Debido a tu paciencia y también tu abnegación en cuanto al sufrimiento. Obtén pues mi aceptación, la cual es sumisa, de todas aquellas aflicciones de las que Dios pudiera entonces enviarme.
Y como tú, que escapaste de una manera milagrosa de las aguas del Tíber, saliendo ilesa del mismo. En el cual te arrojaron, por la orden del que era tu perseguidor. Así mismo yo también, pueda pasar mediante las aguas de las tribulaciones, sin que mi alma sufra detrimento alguno.
Así como además de estos favores, obtén también para mí, esposa de Jesús fiel, lo que es la necesidad de forma particular que ahora en este momento procedo a pedirte (hacer la petición ahora), mediante esta novena a Santa Filomena.
Santa Mártir y pura Virgen, se digna de que tu mirada sea dirigida, con piedad desde el cielo sobre mi persona. Así como también sobre mi casa. Dame pues consuelo de lo que es mi aflicción, y dame también tu asistencia, de presentarse el peligro. Por sobre todas las cosas, ven a auxiliarme a la hora de mi muerte.
Que sea extendida la fe, tanto por el pontífice como también, por el clero y por la perseverancia del justo. Al igual que por la conversión, de quienes han pecado. Y por el sufragio de aquellas almas del purgatorio, de manera especial, por aquellos que son mis seres queridos.
Santa Niña, de la cual celebramos tu triunfo aquí en la tierra. Por favor intercede por mí, a fin de que pueda tener la contemplación de la corona, de la gloria que ha sido otorgada a ti en el cielo.
Amén.
Ahora se reza un Padrenuestro, un avemaría y un gloria.
Día segundo de la novena a Santa Filomena
Mediante la santa iglesia es posible, por todos los medios, que sean practicadas las virtudes y también la santificación, más a menudo nos tornamos fieles a las cosas que son pequeñas. Mientras que tú santa Filomena, te consolidaste por tu fidelidad y lealtad hasta morir.
Es por lo que pedimos mediante esta novena a Santa Filomena, que le lleves el ruego a nuestro Dios para que proceda a perdonarnos por haber malgastado lo que fueron las gracias innumerables, que me han sido regaladas durante toda la vida.
Así como también, por haberme revelado en contra de lo que era su voluntad. A fin de que dudara, de lo que es su providencia y su mayor amor por mí.
Oh mi Señor, a través de la intercesión de la Santa Filomena, paso a implorarte que te encargues de incrementar mi fe. Y también la confianza que debo tener en ti. Igualmente, dame todo lo que son las gracias que he de necesitar, a fin de tener la resistencia a todas aquellas tentaciones. Para de esa forma evitar en hecho de que te ofenda mediante mis faltas.
Oración final
Oh mi Amado Maestro Jesús, nuestros pecados perdona, y danos la liberación del fuego del infierno. Así como también lleva hasta el cielo a todas las almas. Igualmente dale el socorro a aquellos que más necesitan de tu Misericordia divina.
Amén.
El Segunda Día – La Meditación
Es ofrecido mediante la iglesia, todos aquellos medios con los cuales se fortalece su práctica y sus virtudes, y también me santifica. Más aún sigo, en ocasiones me torno infiel en lo que son las cosas pequeñas. Mientras que Santa Filomena, si mantuvo su fidelidad hasta morir.
Es por ello que pido perdón a Dios, porque he abusado de lo que son las innumerables gracias, las cuales me fueron otorgadas en mi vida. Asimismo, porque me rebelé en contra de su voluntad. Por haber puesto en duda lo que es su providencia y también su amor por mí.
Siendo así tan débil mi fe, que poca confianza tengo en mi Padre del Cielo. Asimismo, me he tornado tan malagradecido en corresponder con todas tus bendiciones y los favores que me ofreces. Oh. Santa Filomena, dame la gracia para que obtenga la gracia plena y la confianza en Dios. Y dame la ayuda para darle gracias por toda su protección, sus cuidados y sus favores.
Oración
Santa Filomena te brindo mi saludo, a ti que glorificaste a Dios, mediante tantos maravillosos milagros. Así como también a quien es el Vicario de Jesucristo, le ha nombrado como la protectora del Rosario Viviente y de los Hijos de María. Es que pasamos a pedirte que hagas manifiesto desde lo alto del cielo. Puesto que una santa voz como lo es la tuya, jamás dejará de ser oída.
Por favor danos lo que es la esperanza, de contar con el auxilio tuyo. Danos la gracia de permanecer fieles a Jesucristo, como tú, hasta el momento de la muerte.
Amén.
Se hace una decena del Rosario, un gloria, y un Señor mío Jesucristo.
Día Tercero
Oración para todos los días
Para efectuar la novena a Santa Filomena, durante este día ha de recitarse la siguiente oración, la cual es para todos los días:
Santa Filomena, tu que fuiste Mártir y eres Virgen, que en nuestra era te has dedicado a obrar maravillas. Aquí y ahora, le estoy dando las gracias a Dios, debido a los dones que son tan milagrosos, y te han sido otorgados especialmente a ti.
Santa Niña, procedo a suplicarte que me otorgues una parte, de todas esas gracias y también bendiciones, de las que has sido tú, el medio para una gran cantidad de almas.
Siendo esto por esa fortaleza tan heroica, con la que lograste confrontar aquella furia de Diocleciano, que fuera el emperador de Roma, y de quienes eran sus secuaces, antes de desviar tu alianza con el Rey Dios Padre del Cielo.
Dame para mí pureza tanto de cuerpo como de alma, y también la pureza de corazón y el deseo de pureza, correspondiente al pensamiento y la acción. Debido a tu paciencia y también tu abnegación en cuanto al sufrimiento. Obtén pues mi aceptación, la cual es sumisa, de todas aquellas aflicciones de las que Dios pudiera entonces enviarme.
Y como tú, que escapaste de una manera milagrosa de las aguas del Tíber, saliendo ilesa del mismo. En el cual te arrojaron, por la orden del que era tu perseguidor. Así mismo yo también, pueda pasar mediante las aguas de las tribulaciones, sin que mi alma sufra detrimento alguno.
Así como además de estos favores, obtén también para mí, esposa de Jesús fiel, lo que es la necesidad de forma particular que ahora en este momento procedo a pedirte (hacer la petición ahora), mediante esta novena a Santa Filomena.
Santa Mártir y pura Virgen, se digna de que tu mirada sea dirigida, con piedad desde el cielo sobre mi persona. Así como también sobre mi casa. Dame pues consuelo de lo que es mi aflicción, y dame también tu asistencia, de presentarse el peligro. Por sobre todas las cosas, ven a auxiliarme a la hora de mi muerte.
Que sea extendida la fe, tanto por el pontífice como también, por el clero y por la perseverancia del justo. Al igual que por la conversión, de quienes han pecado. Y por el sufragio de aquellas almas del purgatorio, de manera especial, por aquellos que son mis seres queridos.
Santa Niña, de la cual celebramos tu triunfo aquí en la tierra. Por favor intercede por mí, a fin de que pueda tener la contemplación de la corona, de la gloria que ha sido otorgada a ti en el cielo.
Amén.
Ahora se reza un Padrenuestro, un avemaría y un gloria.
Día tercero de la Novena a Santa Filomena
Fue ofrecida en cuerpo y alma Santa Filomena, siendo que hizo sus votos de virginidad. Asimismo, hizo la renuncia a todos aquellos placeres que eran de la carne. Y también a aquellos honores que le halagaban.
A fin de que fuera escudada su pureza, procedió a rechazar convertirse en emperatriz. Siendo muy grande el precio que tuvo que pagar, a través de su virginal cuerpo. Más finalmente, lo que se refiere a su valor. Y a su confianza en quien era su amado el maestro Jesús, logró alcanzar la corona de todos los Santos.
Santa Filomena, cuya generosidad albergas en tu alma, y la nobleza sobresale de tu Espíritu, dame tu ayuda para que pueda entonces obtener. Así como también comprender y mantener lo que es el tesoro más valioso de la pureza que tiene el alma. Siendo que son muchos los dardos, que proceden del demonio y que pretenden arrebatarla.
Es por lo que te pido, mediante esta novena a Santa Filomena, que hagas la intercesión tanto por mí como también por mis familiares y amigos, a fin de que seamos fieles al Santo Magisterio. Así como también a mantener la frecuencia de los Sacramentos correspondientes a la Penitencia y la Eucaristía, como medios eficaces para obtener mi santificación.
Amén.
Oración final
Oh mi Amado Maestro Jesús, nuestros pecados perdona, y danos la liberación del fuego del infierno. Así como también lleva hasta el cielo a todas las almas. Igualmente dale el socorro a aquellos que más necesitan de tu Misericordia divina.
Amén.
El Tercer Día – La Meditación
Fue mediante el voto de virginidad, que santa Filomena, se entregó al Maestro Jesús. Así mismo, procedió a despreciar lo que fueran honores pasajeros, y que hubiese podido lograr siendo la emperatriz.
Siendo que su preferencia fue, la corona de la gloria que jamás se marchita. Puesto que su pensamiento estaba centrado, en que pertenecer a Dios se consolidaba, como la más grande de las riquezas. Poniendo así de manifiesto, su generosidad, así como también su sacrificio, y su nobleza en cuanto a los sentimientos.
Por eso te pido Santa Filomena, que me ayudes a tener el entendimiento de comprender, lo valioso que se considera el tesoro de la pureza. Dado a que son demasiados, los enemigos de la virtud, y se encuentran tanto visibles como invisibles, los cuales tienen la pretensión de ensuciar mi alma.
Oración
Santa Filomena te brindo mi saludo, a ti que glorificaste a Dios, mediante tantos maravillosos milagros. Así como también a quien es el Vicario de Jesucristo, le ha nombrado como la protectora del Rosario Viviente y de los Hijos de María. Es que pasamos a pedirte que hagas manifiesto desde lo alto del cielo. Puesto que una santa voz como lo es la tuya, jamás dejará de ser oída.
Por favor danos lo que es la esperanza, de contar con el auxilio tuyo. Danos la gracia de permanecer fieles a Jesucristo, como tú, hasta el momento de la muerte.
Amén.
Se hace una decena del Rosario, un gloria y un Señor mío Jesucristo.
Día Cuarto
Oración para todos los días
Para efectuar la novena a Santa Filomena, durante este día ha de recitarse la siguiente oración, la cual es para todos los días:
Santa Filomena, tu que fuiste Mártir y eres Virgen, que en nuestra era te has dedicado a obrar maravillas. Aquí y ahora, le estoy dando las gracias a Dios, debido a los dones que son tan milagrosos, y te han sido otorgados especialmente a ti.
Santa Niña, procedo a suplicarte que me otorgues una parte, de todas esas gracias y también bendiciones, de las que has sido tú, el medio para una gran cantidad de almas.
Siendo esto por esa fortaleza tan heroica, con la que lograste confrontar aquella furia de Diocleciano, que fuera el emperador de Roma, y de quienes eran sus secuaces, antes de desviar tu alianza con el Rey Dios Padre del Cielo.
Dame para mí pureza tanto de cuerpo como de alma, y también la pureza de corazón y el deseo de pureza, correspondiente al pensamiento y la acción. Debido a tu paciencia y también tu abnegación en cuanto al sufrimiento. Obtén pues mi aceptación, la cual es sumisa, de todas aquellas aflicciones de las que Dios pudiera entonces enviarme.
Y como tú, que escapaste de una manera milagrosa de las aguas del Tíber, saliendo ilesa del mismo. En el cual te arrojaron, por la orden del que era tu perseguidor. Así mismo yo también, pueda pasar mediante las aguas de las tribulaciones, sin que mi alma sufra detrimento alguno.
Así como además de estos favores, obtén también para mí, esposa de Jesús fiel, lo que es la necesidad de forma particular que ahora en este momento procedo a pedirte (hacer la petición ahora), mediante esta novena a Santa Filomena.
Santa Mártir y pura Virgen, se digna de que tu mirada sea dirigida, con piedad desde el cielo sobre mi persona. Así como también sobre mi casa. Dame pues consuelo de lo que es mi aflicción, y dame también tu asistencia, de presentarse el peligro. Por sobre todas las cosas, ven a auxiliarme a la hora de mi muerte.
Que sea extendida la fe, tanto por el pontífice como también, por el clero y por la perseverancia del justo. Al igual que por la conversión, de quienes han pecado. Y por el sufragio de aquellas almas del purgatorio, de manera especial, por aquellos que son mis seres queridos.
Santa Niña, de la cual celebramos tu triunfo aquí en la tierra. Por favor intercede por mí, a fin de que pueda tener la contemplación de la corona, de la gloria que ha sido otorgada a ti en el cielo.
Amén.
Ahora se reza un Padrenuestro, un avemaría y un gloria.
Día cuarto de la novena a Santa Filomena
Santa Filomena, es asombroso como, cuando apenas contabas con 11 años de edad, pudieras comprender, lo que es el valor que le es dado al voto. El cual te pudo mover a realizar la consagración, de lo que es tu virginidad al Dios Padre. Y a hacer la proclamación, como esposa de Amado Maestro Jesús.
Asimismo, resulta asombroso, la manera en la cual, con apenas 13 años, hiciste el rechazo de todos aquellos bienes materiales, cuando fuiste llevada a Roma, ante el emperador. Y, además, rechazaste aquel título de emperatriz. Ofrecido por Diocleciano cuando te quiso esposar.
Igualmente, fuiste capaz de resistir en ese tu cuerpo, tan virginal y santo, aquel martirio tan grande que te fue proferido, así como también la flagelación tan cruel y abominable. Siendo que nada de eso te quebrantó la fidelidad que le prometiste al Amado Maestro Jesús.
Oh Santa Filomena, dame pues tu ayuda, para que yo Santa Filomena, sea capaz de entender, mediante mi pequeñez. Lo que es el rechazo, a todo aquello que no sea, lo que fue enseñado por nuestro Amado Maestro Jesús.
Y que fue dicho mediante su doctrina, revelada con sus palabras, y hasta con su propia vida. Así que yo coloque en Dios toda mi confianza a fin de que sea salvada mi alma, y que algún día, yo pueda también gozar conjuntamente contigo de la patria Celestial.
Amén.
Oración final
Oh mi Amado Maestro Jesús, nuestros pecados perdona, y danos la liberación del fuego del infierno. Así como también lleva hasta el cielo a todas las almas. Igualmente dale el socorro a aquellos que más necesitan de tu Misericordia divina.
Amén.
El Cuarto Día – La Meditación
Fue renunciado por Santa Filomena lo que fueron las ventajas que resultaban más atractivas en este mundo. Siendo que perfectamente comprendió aquellas palabras escritas en la Biblia, tales como: “vanidad de vanidades”.
Siendo que se encargó, no solo de comprenderlas, sino que las hizo suyas y las puso en práctica, en los momentos que se le tornaron más difíciles, pero a su vez los más gloriosos de su vida. Por lo que, al realizar el sacrificio de todo, la joven Filomena, lo obtuvo todo.
Ahora me doy cuenta de que persiguiendo lo que es la vanidad, yo mismo me he quitado la oportunidad de todas aquellas cosas verdaderamente buenas, y las cuales deben ser estimadas. Asimismo, he creído que era posible que el mundo me diera la felicidad y la paz, mediante todo lo banal y efímero. Que satisfaciendo a plenitud mis sentidos obtendría la gloria.
Es por ello que pido perdón, Dios mío, para que perdones la humanidad que se hizo manifiesta en todo momento, y no permitió mirar la divinidad y santidad que es lo que verdaderamente tiene valor, dentro de mí.
Oración de Novena a Santa Filomena
Santa Filomena te brindo mi saludo, a ti que glorificaste a Dios, mediante tantos maravillosos milagros. Así como también a quien es el Vicario de Jesucristo, le ha nombrado como la protectora del Rosario Viviente y de los Hijos de María. Es que pasamos a pedirte que hagas manifiesto desde lo alto del cielo. Puesto que una santa voz como lo es la tuya, jamás dejará de ser oída.
Por favor danos lo que es la esperanza, de contar con el auxilio tuyo. Danos la gracia de permanecer fieles a Jesucristo, como tú, hasta el momento de la muerte.
Amén.
Se hace una decena del Rosario, un gloria, y un Señor mío Jesucristo.
Día Quinto
Oración para todos los días
Para efectuar la novena a Santa Filomena, durante este día ha de recitarse la siguiente oración, la cual es para todos los días:
Santa Filomena, tu que fuiste Mártir y eres Virgen, que en nuestra era te has dedicado a obrar maravillas. Aquí y ahora, le estoy dando las gracias a Dios, debido a los dones que son tan milagrosos, y te han sido otorgados especialmente a ti.
Santa Niña, procedo a suplicarte que me otorgues una parte, de todas esas gracias y también bendiciones, de las que has sido tú, el medio para una gran cantidad de almas.
Siendo esto por esa fortaleza tan heroica, con la que lograste confrontar aquella furia de Diocleciano, que fuera el emperador de Roma, y de quienes eran sus secuaces, antes de desviar tu alianza con el Rey Dios Padre del Cielo.
Dame para mí pureza tanto de cuerpo como de alma, y también la pureza de corazón y el deseo de pureza, correspondiente al pensamiento y la acción. Debido a tu paciencia y también tu abnegación en cuanto al sufrimiento. Obtén pues mi aceptación, la cual es sumisa, de todas aquellas aflicciones de las que Dios pudiera entonces enviarme.
Y como tú, que escapaste de una manera milagrosa de las aguas del Tíber, saliendo ilesa del mismo. En el cual te arrojaron, por la orden del que era tu perseguidor. Así mismo yo también, pueda pasar mediante las aguas de las tribulaciones, sin que mi alma sufra detrimento alguno.
Así como además de estos favores, obtén también para mí, esposa de Jesús fiel, lo que es la necesidad de forma particular que ahora en este momento procedo a pedirte (hacer la petición ahora), mediante esta novena a Santa Filomena.
Santa Mártir y pura Virgen, se digna de que tu mirada sea dirigida, con piedad desde el cielo sobre mi persona. Así como también sobre mi casa. Dame pues consuelo de lo que es mi aflicción, y dame también tu asistencia, de presentarse el peligro. Por sobre todas las cosas, ven a auxiliarme a la hora de mi muerte.
Que sea extendida la fe, tanto por el pontífice como también, por el clero y por la perseverancia del justo. Al igual que por la conversión, de quienes han pecado. Y por el sufragio de aquellas almas del purgatorio, de manera especial, por aquellos que son mis seres queridos.
Santa Niña, de la cual celebramos tu triunfo aquí en la tierra. Por favor intercede por mí, a fin de que pueda tener la contemplación de la corona, de la gloria que ha sido otorgada a ti en el cielo.
Amén.
Ahora se reza un Padrenuestro, un avemaría y un gloria.
Día quinto de la novena a santa Filomena
Fueron muchos los tormentos, sufridos por Santa Filomena, por el amor incondicional que profesaba a Dios.
Siendo que solamente, para defenderse de la ira que Diocleciano le profirió, y así también preservar su vida, solamente era necesario que ocultara su religión. Y así mismo, que rompiera con lo que había sido su compromiso de voto de virginidad. El mismo que había prometido desde que era una niña a Dios.
Ahora bien, si nos hacemos un examen concienzudamente de nosotros mismos, pudiéramos preguntarnos, si es que acaso, somos capaces de tener semejante heroísmo como el que manifestó santa Filomena. También si es que somos capaces de mantenernos fiel y leales a nuestro amor, por el Amado Maestro Jesús, aun cuando nuestra vida se encontrara en riesgo.
Es por eso que, mi Santa Filomena, te pido que intercedas por mí, a fin de que todo aquello que yo haga, sea realizado con todo el amor y mediante tu intercesión. Que todo sea convertido en una oración, que amablemente le sea de agrado a Dios Trino y Uno.
Oración final
Oh mi Amado Maestro Jesús, nuestros pecados perdona, y danos la liberación del fuego del infierno. Así como también lleva hasta el cielo a todas las almas. Igualmente dale el socorro a aquellos que más necesitan de tu Misericordia divina.
Amén.
El Quinto Día – La Meditación
Fueron tantos los tormentos crueles que sufrió santa Filomena por amor a Dios. Siendo que ella era una joven muy hermosa, y con mucha delicadeza. Asimismo, su sangre era real, y estaba exenta de cualquier tipo de sufrimiento.
A fin de preservar lo que era su vida, y que fuera protegida de aquella ira de Diocleciano, solamente tenía que hacer oculta su religión y terminar rompiendo su voto de virginidad. Siendo de esta manera como lograría la liberación de todos.
Es así que, haciendo una reflexión propia me he de preguntar si yo también tengo, aunque sea un poquito, de tan grande heroísmo, en nuestro corazón. Si es que realmente soy obediente a Dios. Será que en cualquier momento de dificultad o de tentación voy a ser capaz de mantener la firmeza de la fidelidad.
Oración de novena a Santa Filomena
Santa Filomena te brindo mi saludo, a ti que glorificaste a Dios, mediante tantos maravillosos milagros. Así como también a quien es el Vicario de Jesucristo, le ha nombrado como la protectora del Rosario Viviente y de los Hijos de María. Es que pasamos a pedirte que hagas manifiesto desde lo alto del cielo. Puesto que una santa voz como lo es la tuya, jamás dejará de ser oída.
Por favor danos lo que es la esperanza, de contar con el auxilio tuyo. Danos la gracia de permanecer fieles a Jesucristo, como tú, hasta el momento de la muerte.
Amén.
Se hace una decena del Rosario, un gloria, y un Señor mío Jesucristo.
Día Sexto
Oración para todos los días
Para efectuar la novena a Santa Filomena, durante este día ha de recitarse la siguiente oración, la cual es para todos los días:
Santa Filomena, tu que fuiste Mártir y eres Virgen, que en nuestra era te has dedicado a obrar maravillas. Aquí y ahora, le estoy dando las gracias a Dios, debido a los dones que son tan milagrosos, y te han sido otorgados especialmente a ti.
Santa Niña, procedo a suplicarte que me otorgues una parte, de todas esas gracias y también bendiciones, de las que has sido tú, el medio para una gran cantidad de almas.
Siendo esto por esa fortaleza tan heroica, con la que lograste confrontar aquella furia de Diocleciano, que fuera el emperador de Roma, y de quienes eran sus secuaces, antes de desviar tu alianza con el Rey Dios Padre del Cielo.
Dame para mí pureza tanto de cuerpo como de alma, y también la pureza de corazón y el deseo de pureza, correspondiente al pensamiento y la acción. Debido a tu paciencia y también tu abnegación en cuanto al sufrimiento. Obtén pues mi aceptación, la cual es sumisa, de todas aquellas aflicciones de las que Dios pudiera entonces enviarme.
Y como tú, que escapaste de una manera milagrosa de las aguas del Tíber, saliendo ilesa del mismo. En el cual te arrojaron, por la orden del que era tu perseguidor. Así mismo yo también, pueda pasar mediante las aguas de las tribulaciones, sin que mi alma sufra detrimento alguno.
Así como además de estos favores, obtén también para mí, esposa de Jesús fiel, lo que es la necesidad de forma particular que ahora en este momento procedo a pedirte (hacer la petición ahora), mediante esta novena a Santa Filomena.
Santa Mártir y pura Virgen, se digna de que tu mirada sea dirigida, con piedad desde el cielo sobre mi persona. Así como también sobre mi casa. Dame pues consuelo de lo que es mi aflicción, y dame también tu asistencia, de presentarse el peligro. Por sobre todas las cosas, ven a auxiliarme a la hora de mi muerte.
Que sea extendida la fe, tanto por el pontífice como también, por el clero y por la perseverancia del justo. Al igual que por la conversión, de quienes han pecado. Y por el sufragio de aquellas almas del purgatorio, de manera especial, por aquellos que son mis seres queridos.
Santa Niña, de la cual celebramos tu triunfo aquí en la tierra. Por favor intercede por mí, a fin de que pueda tener la contemplación de la corona, de la gloria que ha sido otorgada a ti en el cielo.
Amén.
Ahora se reza un Padrenuestro, un avemaría y un gloria.
Día sexto de la novena a santa Filomena
Es conocido por todos que la santa Filomena, firmemente permaneció fiel, y que tampoco titubeó, al momento cuando paso por el sufrimiento de las más terribles torturas. Siendo que continuó fiel hasta llegar al día de su muerte.
Asimismo, convirtió como suyo lo que fue el Fiat de María, donde, además, ella también aceptó lo que era la voluntad de Dios. Y además hizo suyas aquellas palabras, que fueran pronunciadas por Cristo, cuando estaba en el Huerto de los Olivos. Así como también, lo hizo el Amado Maestro Jesús, es aceptada por santa Filomena lo que fue la voluntad de Dios.
Por lo tanto, es, al momento de abandonarnos, cuando nos aquietamos, y dejamos que sean las manos del Divino Alfarero, el momento en el cual es tomado el control por el Señor Dios. Y que, además, nos hace la concesión de aquello que necesitamos, y que resulta bueno para lo que es la salvación de nuestras almas.
Así que Santa Filomena, te pido que ruegues por este género humano, por esta raza. A fin de que tu Esposo Amado, nos bendiga con un corazón que sea agradable a Dios, y que cuando llegue el último día de nuestras vidas. Nos sea concedida la gracia, de lo que es el arrepentimiento de todos nuestros pecados.
Oración final
Oh mi Amado Maestro Jesús, nuestros pecados perdona, y danos la liberación del fuego del infierno. Así como también lleva hasta el cielo a todas las almas. Igualmente dale el socorro a aquellos que más necesitan de tu Misericordia divina.
Amén.
El Sexto Día – La Meditación
Fue inalterable la fortaleza de Santa Filomena, ante las más feroces y terribles torturas. Siendo que siguió, de igual forma, fiel hasta llegar al final. En ningún momento se quejó, sino que más bien, se ciñó a lo que fue la voluntad de Dios.
Tal como fue la Virgen Santa, cuando la Anunciación. Y también Jesús, cuando se encontraba en el Huerto de los Olivos. Y fue pronunciado su “Fiat”, por lo cual fue recibido desde el Señor Dios, la gracia que corresponde a la Fortaleza, con el fin de cumplir con lo que era su vocación.
Así es que nos podemos preguntar entonces, si acaso somos de aquellos que viven por Dios durante una hora. Y el por resto del mundo un día. Por lo tanto, en caso de no perseverar, los combates que emprendan van a terminar en derrota. Siendo que son miles las veces, que he empezado con el espíritu, y asimismo otras tantas, he sucumbido con la carne. Es por ello Santa Filomena, que hoy te pido que me entregues, la perseverancia que corresponde al camino del bien.
Oración de Novena a Santa Filomena
Santa Filomena te brindo mi saludo, a ti que glorificaste a Dios, mediante tantos maravillosos milagros. Así como también a quien es el Vicario de Jesucristo, le ha nombrado como la protectora del Rosario Viviente y de los Hijos de María. Es que pasamos a pedirte que hagas manifiesto desde lo alto del cielo. Puesto que una santa voz como lo es la tuya, jamás dejará de ser oída.
Por favor danos lo que es la esperanza, de contar con el auxilio tuyo. Danos la gracia de permanecer fieles a Jesucristo, como tú, hasta el momento de la muerte.
Amén.
Se hace una decena del Rosario, un gloria, y un Señor mío Jesucristo.
Día Séptimo
Oración para todos los días
Para efectuar la novena a Santa Filomena, durante este día ha de recitarse la siguiente oración, la cual es para todos los días:
Santa Filomena, tu que fuiste Mártir y eres Virgen, que en nuestra era te has dedicado a obrar maravillas. Aquí y ahora, le estoy dando las gracias a Dios, debido a los dones que son tan milagrosos, y te han sido otorgados especialmente a ti.
Santa Niña, procedo a suplicarte que me otorgues una parte, de todas esas gracias y también bendiciones, de las que has sido tú, el medio para una gran cantidad de almas.
Siendo esto por esa fortaleza tan heroica, con la que lograste confrontar aquella furia de Diocleciano, que fuera el emperador de Roma, y de quienes eran sus secuaces, antes de desviar tu alianza con el Rey Dios Padre del Cielo.
Dame para mí pureza tanto de cuerpo como de alma, y también la pureza de corazón y el deseo de pureza, correspondiente al pensamiento y la acción. Debido a tu paciencia y también tu abnegación en cuanto al sufrimiento. Obtén pues mi aceptación, la cual es sumisa, de todas aquellas aflicciones de las que Dios pudiera entonces enviarme.
Y como tú, que escapaste de una manera milagrosa de las aguas del Tíber, saliendo ilesa del mismo. En el cual te arrojaron, por la orden del que era tu perseguidor. Así mismo yo también, pueda pasar mediante las aguas de las tribulaciones, sin que mi alma sufra detrimento alguno.
Así como además de estos favores, obtén también para mí, esposa de Jesús fiel, lo que es la necesidad de forma particular que ahora en este momento procedo a pedirte (hacer la petición ahora), mediante esta novena a Santa Filomena.
Santa Mártir y pura Virgen, se digna de que tu mirada sea dirigida, con piedad desde el cielo sobre mi persona. Así como también sobre mi casa. Dame pues consuelo de lo que es mi aflicción, y dame también tu asistencia, de presentarse el peligro. Por sobre todas las cosas, ven a auxiliarme a la hora de mi muerte.
Que sea extendida la fe, tanto por el pontífice como también, por el clero y por la perseverancia del justo. Al igual que por la conversión, de quienes han pecado. Y por el sufragio de aquellas almas del purgatorio, de manera especial, por aquellos que son mis seres queridos.
Santa Niña, de la cual celebramos tu triunfo aquí en la tierra. Por favor intercede por mí, a fin de que pueda tener la contemplación de la corona, de la gloria que ha sido otorgada a ti en el cielo.
Amén.
Ahora se reza un Padrenuestro, un avemaría y un gloria.
Día séptimo de la novena a santa Filomena
Fue Dios en su auxilio poderoso a Santa Filomena, cuando se encontraba combatiendo las fuerzas del mal. Siendo que se encontraban personificadas, por Diocleciano y todos sus secuaces. Así que su vida fue heroica y un ejemplo que ha de seguirse. Puesto que se consolidó en la fe, la confianza y el abandono, a lo que fue la voluntad de Dios. Es por lo que se convierte en ejemplo a seguir.
Oh Santa y Gloriosa Filomena, que fuiste amada por el Padre, y que fue en tu auxilio el Hijo. Para terminar con la fortaleza que te dio el Espíritu Santo, en lo que fue tu vida terrenal, tan efímera. Danos pues esa Fe indestructible, así como también la esperanza y la Caridad, mientras que nos encontramos por esta vida terrenal.
Asimismo, camina con nosotros mientras nos encontramos peregrinando por este mundo. Y danos pues la fortaleza, en cuanto a nuestras debilidades. Igualmente guíanos por el camino del bien y sé tú pues. En aquellos momentos de oscuridad nuestra luz.
Oración final
Oh mi Amado Maestro Jesús, nuestros pecados perdona, y danos la liberación del fuego del infierno. Así como también lleva hasta el cielo a todas las almas. Igualmente dale el socorro a aquellos que más necesitan de tu Misericordia divina.
Amén.
El Séptimo Día – La Meditación
Sin duda alguna que Santa Filomena, recibió un poderoso auxilio de Dios, cuando se encontraba en sus momentos de combate. Así es que nuestro Padre Dios del Cielo, nos va ayudar. Siendo esto aun cuando sienta, que estoy rodeado de dificultades, no voy a perder la confianza en mi Padre Dios.
Así es que, en mis tribulaciones, voy a llamar a Dios y confiaré inalterablemente. OH, Santa Filomena, que eres mi protectora, dame la fortaleza de mis sentimientos. Haz por favor la petición a Dios por mi persona, de todas aquellas gracias, que, por mí, son requeridas para que mi salvación sea manifestada eternamente. Y logre estar plena y completamente en paz.
Oración a novena a santa Filomena
Santa Filomena te brindo mi saludo, a ti que glorificaste a Dios, mediante tantos maravillosos milagros. Así como también a quien es el Vicario de Jesucristo, le ha nombrado como la protectora del Rosario Viviente y de los Hijos de María. Es que pasamos a pedirte que hagas manifiesto desde lo alto del cielo. Puesto que una santa voz como lo es la tuya, jamás dejará de ser oída.
Por favor danos lo que es la esperanza, de contar con el auxilio tuyo. Danos la gracia de permanecer fieles a Jesucristo, como tú, hasta el momento de la muerte.
Amén.
Se hace una decena del Rosario, un gloria, y un Señor mío Jesucristo.
Día Octavo
Oración para todos los días
Para efectuar la novena a Santa Filomena, durante este día ha de recitarse la siguiente oración, la cual es para todos los días:
Santa Filomena, tu que fuiste Mártir y eres Virgen, que en nuestra era te has dedicado a obrar maravillas. Aquí y ahora, le estoy dando las gracias a Dios, debido a los dones que son tan milagrosos, y te han sido otorgados especialmente a ti.
Santa Niña, procedo a suplicarte que me otorgues una parte, de todas esas gracias y también bendiciones, de las que has sido tú, el medio para una gran cantidad de almas.
Siendo esto por esa fortaleza tan heroica, con la que lograste confrontar aquella furia de Diocleciano, que fuera el emperador de Roma, y de quienes eran sus secuaces, antes de desviar tu alianza con el Rey Dios Padre del Cielo.
Dame para mí pureza tanto de cuerpo como de alma, y también la pureza de corazón y el deseo de pureza, correspondiente al pensamiento y la acción. Debido a tu paciencia y también tu abnegación en cuanto al sufrimiento. Obtén pues mi aceptación, la cual es sumisa, de todas aquellas aflicciones de las que Dios pudiera entonces enviarme.
Y como tú, que escapaste de una manera milagrosa de las aguas del Tíber, saliendo ilesa del mismo. En el cual te arrojaron, por la orden del que era tu perseguidor. Así mismo yo también, pueda pasar mediante las aguas de las tribulaciones, sin que mi alma sufra detrimento alguno.
Así como además de estos favores, obtén también para mí, esposa de Jesús fiel, lo que es la necesidad de forma particular que ahora en este momento procedo a pedirte (hacer la petición ahora), mediante esta novena a Santa Filomena.
Santa Mártir y pura Virgen, se digna de que tu mirada sea dirigida, con piedad desde el cielo sobre mi persona. Así como también sobre mi casa. Dame pues consuelo de lo que es mi aflicción, y dame también tu asistencia, de presentarse el peligro. Por sobre todas las cosas, ven a auxiliarme a la hora de mi muerte.
Que sea extendida la fe, tanto por el pontífice como también, por el clero y por la perseverancia del justo. Al igual que por la conversión, de quienes han pecado. Y por el sufragio de aquellas almas del purgatorio, de manera especial, por aquellos que son mis seres queridos.
Santa Niña, de la cual celebramos tu triunfo aquí en la tierra. Por favor intercede por mí, a fin de que pueda tener la contemplación de la corona, de la gloria que ha sido otorgada a ti en el cielo.
Amén.
Ahora se reza un Padrenuestro, un avemaría y un gloria.
Día octavo de la novena a santa Filomena
Santa y Amada Filomena, tú que fuiste Mártir, que estuviste llena de un gran heroísmo, y que fuiste conducida por la ira, que el tirano te propino sometiéndote al suplicio de toda la maldad. Y maltratos a los que fuiste sometida, como los dardos encendidos con el fuego.
Así que Santa Filomena, dame tu ayuda para que mediante tu intervención pueda conseguir la gracia, de poder despreciar todas aquellas incitaciones procuradas por los enemigos de mi alma. Los cuales son aquellos que se encuentran en este mundo, y que se encargan de tentar constantemente.
Que yo sepa la manera de huir de lo que son las malas lecturas, así como también de aquellas conversaciones que sean peligrosas, y también de todas aquellas que pueden ser malas compañía. Que mi alma se mantenga como la tuya, llena de la fe para lograr llegar hasta la vida eterna en la Cielo, con la compañía del Padre amado, los ángeles y los santos.
Amén.
Oración final
Oh mi Amado Maestro Jesús, nuestros pecados perdona, y danos la liberación del fuego del infierno. Así como también lleva hasta el cielo a todas las almas. Igualmente dale el socorro a aquellos que más necesitan de tu Misericordia divina.
Amén.
El Octavo Día – La Meditación
Santa Filomena fue capaz de resistir todos aquellos ataques que fueron dirigidos en su contra. Siendo que avanzó hacia lo que era su santidad, debido a que batalló contra ella misma, y no tuvo miedo, ni tampoco vergüenza. Así como tampoco, a lo que fueron los sufrimientos a los que fue sometida.
Es por ello que se encuentra cubierta de la gloria, la cual la cubre ahora, como si fuera un vestido. Siendo que ahora vive luego de morir su carne. Y después que la aplastaran, ahora se encuentra triunfadora. Glorificada en el cielo.
De la vida solamente es un tiempo para luchar, y en las que es necesario resistir, a todas aquellas maniobras procedentes de las sombras y del mal. Para luego recibir la corona, que es la de los vencedores en una gloria eterna.
Oración de novena a santa Filomena
Santa Filomena te brindo mi saludo, a ti que glorificaste a Dios, mediante tantos maravillosos milagros. Así como también a quien es el Vicario de Jesucristo, le ha nombrado como la protectora del Rosario Viviente y de los Hijos de María. Es que pasamos a pedirte que hagas manifiesto desde lo alto del cielo. Puesto que una santa voz como lo es la tuya, jamás dejará de ser oída.
Por favor danos lo que es la esperanza, de contar con el auxilio tuyo. Danos la gracia de permanecer fieles a Jesucristo, como tú, hasta el momento de la muerte.
Amén.
Se hace una decena del Rosario, un gloria, y un Señor mío Jesucristo.
Día Noveno
Oración para todos los días
Para efectuar la novena a Santa Filomena, durante este día ha de recitarse la siguiente oración, la cual es para todos los días:
Santa Filomena, tu que fuiste Mártir y eres Virgen, que en nuestra era te has dedicado a obrar maravillas. Aquí y ahora, le estoy dando las gracias a Dios, debido a los dones que son tan milagrosos, y te han sido otorgados especialmente a ti.
Santa Niña, procedo a suplicarte que me otorgues una parte, de todas esas gracias y también bendiciones, de las que has sido tú, el medio para una gran cantidad de almas.
Siendo esto por esa fortaleza tan heroica, con la que lograste confrontar aquella furia de Diocleciano, que fuera el emperador de Roma, y de quienes eran sus secuaces, antes de desviar tu alianza con el Rey Dios Padre del Cielo.
Dame para mí pureza tanto de cuerpo como de alma, y también la pureza de corazón y el deseo de pureza, correspondiente al pensamiento y la acción. Debido a tu paciencia y también tu abnegación en cuanto al sufrimiento. Obtén pues mi aceptación, la cual es sumisa, de todas aquellas aflicciones de las que Dios pudiera entonces enviarme.
Y como tú, que escapaste de una manera milagrosa de las aguas del Tíber, saliendo ilesa del mismo. En el cual te arrojaron, por la orden del que era tu perseguidor. Así mismo yo también, pueda pasar mediante las aguas de las tribulaciones, sin que mi alma sufra detrimento alguno.
Así como además de estos favores, obtén también para mí, esposa de Jesús fiel, lo que es la necesidad de forma particular que ahora en este momento procedo a pedirte (hacer la petición ahora), mediante esta novena a Santa Filomena.
Santa Mártir y pura Virgen, se digna de que tu mirada sea dirigida, con piedad desde el cielo sobre mi persona. Así como también sobre mi casa. Dame pues consuelo de lo que es mi aflicción, y dame también tu asistencia, de presentarse el peligro. Por sobre todas las cosas, ven a auxiliarme a la hora de mi muerte.
Que sea extendida la fe, tanto por el pontífice como también, por el clero y por la perseverancia del justo. Al igual que por la conversión, de quienes han pecado. Y por el sufragio de aquellas almas del purgatorio, de manera especial, por aquellos que son mis seres queridos.
Santa Niña, de la cual celebramos tu triunfo aquí en la tierra. Por favor intercede por mí, a fin de que pueda tener la contemplación de la corona, de la gloria que ha sido otorgada a ti en el cielo.
Amén.
Ahora se reza un Padrenuestro, un avemaría y un gloria.
Día noveno de la novena a santa Filomena
Oh Santa Filomena, tú que eres virgen y mártir gloriosa, que tus combates terminaste por medio de la fe, ante un martirio ilustre y despiadado. Cuando finalmente Diocleciano, desesperado de la ira, dio la orden para que fueras decapitada. Y que tu alma volara de una forma luminosa, con una corona de vírgenes.
Así como también, la palma de los mártires, hacia el seno, de aquel que es el esposo de las vírgenes. El cual triunfante te dio el recibimiento, colocándote en el coro de aquellos que fueron escogidos.
Dígnate oh Santa Filomena mártir tan preciosa. En finalmente coronar esta novena a santa Filomena, alcanzándome de Dios, y que nada te haga rehusarte. Acerca del favor el cual te he pedido. Y aquella gracia de poder amar con mi corazón entero, al Amado Maestro Jesús, y también a su Madre Santa. Esa virgen María que te dio el consuelo y valor en la prisión.
Así como también, te confortó el espíritu para que tuvieras el valor de sufrir el martirio que te tocaba vivir. Así mismo que, ellos me den el amparo mediante su protección, para que a mi lado caminen, en todas las penas de este valle de lágrimas. Y me defiendan cuando llegue la hora de morir, a fin de que sea con tu compañía. Y pueda entonces gozar de su presencia, a través de los siglos de los siglos.
Amén.
Oración final
Oh mi Amado Maestro Jesús, nuestros pecados perdona, y danos la liberación del fuego del infierno. Así como también lleva hasta el cielo a todas las almas. Igualmente dale el socorro a aquellos que más necesitan de tu Misericordia divina.
Amén.
El Noveno Día – La Meditación
Se trata Santa Filomena de una luz nueva, que se encontraba escondida por los siglos, y que apareció en nuestros tiempos para testimoniar a la iglesia militante. Siendo que ella ejerce un apostolado glorioso hoy. Debido a que las obras de los justos, no mueren, sino que más bien son semillas, las cuales van a permanecer enterradas por algún tiempo.
Y habría que preguntarse, lo que hizo Filomena para lograr esa gloria. Pues claro, amo la justicia y aborreció la iniquidad. Puesto que su corazón estaba lleno de mucho amor a Dios, lo cual fue alimentado por Él, durante el día y la noche. Puesto que todo lo emprendido fue coronado con el mayor éxito.
Es por ello que te pido oh Santa Filomena, que me brindes tu ayuda a fin de fortalecer a mi corazón, mediante los actos de virtudes. Siendo que mientras sea la semilla más abundante, será muy grande la cosecha. Por lo que voy a esforzarme en aumentar todos los mayores tesoros en mí, tales como son:
- Piedad.
- Paciencia.
- Caridad.
- Humildad.
- Obediencia.
Oración de novena a santa Filomena
Santa Filomena te brindo mi saludo, a ti que glorificaste a Dios, mediante tantos maravillosos milagros. Así como también a quien es el Vicario de Jesucristo, le ha nombrado como la protectora del Rosario Viviente y de los Hijos de María. Es que pasamos a pedirte que hagas manifiesto desde lo alto del cielo. Puesto que una santa voz como lo es la tuya, jamás dejará de ser oída.
Por favor danos lo que es la esperanza, de contar con el auxilio tuyo. Danos la gracia de permanecer fieles a Jesucristo, como tú, hasta el momento de la muerte.
Amén.
Se hace una decena del Rosario, un gloria, y un Señor mío Jesucristo.
Letanías de novena a santa Filomena
Llena de abundante gracia Santa Filomena desde la cuna – Ruega por nosotros
Modelo de virginidad Santa Filomena, modelo de virginidad – Ruega por nosotros.
Santa Filomena, templo de la más perfecta humildad – Ruega por nosotros.
Santa Filomena, inflamada en ardor por la Gloria de Dios – Ruega por nosotros.
Oh Santa Filomena, campeona invencible de la castidad – Ruega por nosotros.
Santa Filomena, espejo de las más heroicas virtudes – Ruega por nosotros.
Santa Filomena, firme e intrépida ante los tormentos – Ruega por nosotros.
Oh Santa Filomena, milagrosamente sanada en la prisión – Ruega por nosotros.
Santa Filomena, víctima del amor de Jesús – Ruega por nosotros.
Santa Filomena, ejemplo de fortaleza y de perseverancia – Ruega por nosotros.
Oh Santa Filomena, flagelada igual que tu Divino Esposo – Ruega por nosotros.
Santa Filomena, saeteada por una lluvia de flechas – Ruega por nosotros.
Santa Filomena, encadenada y consolada por la Madre de Dios – Ruega por nosotros.
Oh Santa Filomena, que te convertiste en testigo de tu martirio – Ruega por nosotros.
Santa Filomena, que agotaste la furia de tus ejecutores – Ruega por nosotros.
Santa Filomena, protectora de los inocentes – Ruega por nosotros.
Oh Santa Filomena, patrona de la juventud – Ruega por nosotros.
Santa Filomena, refugio de los desvalidos – Ruega por nosotros.
Santa Filomena, salud de los enfermos y debilitados – Ruega por nosotros.
Oh Santa Filomena, que confundes la impiedad del mundo – Ruega por nosotros.
Santa Filomena, cuyo nombre es glorioso en el Cielo y temido en el infierno – Ruega por nosotros.
Santa Filomena, hecha ilustre por los más espléndidos milagros – Ruega por nosotros.
Oh Santa Filomena, poderosa junto a Dios – Ruega por nosotros.
Santa Filomena, que reinas en la gloria – Ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo – Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo – Escúchanos Señor.
Oh Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo – Ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Filomena para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Amen.