El ser humano siempre ha buscado respuestas a la existencia y a la creación, y cada vez más surgen nuevas propuestas que despiertan sin cesar esa curiosidad, creando un individuo con una tarea mental, imaginativa y personal que busca sostener y mantener una visión más plana de todo lo invisible. En este artículo describiremos algunos puntos esenciales para conocer sobre la filosofía del fenómeno religioso y sus elementos característicos, vitales para la búsqueda de la verdad.
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Fenómeno religioso: definición
Para llegar al tema principal de la filosofía del fenómeno religioso, en primer lugar vamos a definir el término. Un fenómeno religioso es aquello que nos abre al misterio por la búsqueda de la salvación del colectiva. Pudiera definirse también como un núcleo que abre posibilidades desde lo místico y lo espiritual que crea opción real de estar en el mundo de forma distinta.
También es importante hablar de un Dios como creador de un todo, como un ser supremo cuya presencia está en cada partícula y elemento del universo y su contenido, y aquí se centra el fenómeno religioso de los creyentes de la iglesia católica o del resto de las religiones del mundo.
Las formas religiosas o fenómenos religiosos son muy diversos y consisten en manifestaciones promovidas por la fuerza del pensamiento, deseo o energía de un individuo o de un colectivo con un objetivo específico o general, que dependerá de lo que se plantee en la vida y en la formación humana y religiosa.
En algunos casos, sin duda alguna este tema de fenómeno religioso tiende a distorsionarse por la inclusión de elementos diferenciales que se desprenden de la creencia de algunos sectores que se suman a la incasable e inagotable búsqueda de la absoluta verdad, cayendo inclusive voluntaria o involuntariamente en el ateísmo.
Más sobre fenómeno religioso
En un fenómeno religioso se pueden también evidenciar las pruebas sobre la existencia de dios, que son acontecimientos o hechos o formas distintas a lo que nos rodea y del que no se puede dar mayor explicación, por tratarse de algo parecido a una dimensión extraña que puede palparse en lo físico, en la realidad, pero que viene o está más allá de ello.
Estos fenómenos religiosos por su carga de energía y su alto nivel de misterio y misticidad mantienen a las personas como creyentes férreos a eso que no pueden explicar pero que sus mentes y corazones saben que existen, tal cual la fuerza de dios.
El fenómeno religioso se mantiene y se mantendrá en el tiempo siempre y cuando el colectivo o el individuo mantengan una actitud firme, la energía necesaria y la fe en eso en que cree que viene de ese más allá inexplicable, movido por las fuerzas celestiales y que mantiene la conectividad con el ser superior.
Esta conectividad fortalece la relación hombre – dios generando la transformación y cambio de las formas de vida, caracterizando la confianza en el ser supremo, por ser el humano criatura religiosa desde principios de la creación, por ser también un individuo incompleto, inconforme, débil que desde que usa la razón ha buscado maneras de conocer formas más allá de lo que se puede explicar.
Estas formas, que entran en fenómeno religioso y que no se pueden explicar, tienen una lógica propia y es lo que el hombre busca insaciablemente porque es una realidad que no fue creada por él ni por sus manos.
Estos fenómenos religiosos abren una puerta a una realidad distinta a la que se conoce, a lo ordinario, a lo común, otorgándole un sentido y un orden a la vida que parecía desastrosa o de poco sentido por las vicisitudes del día a día que conmocionan la parte emocional de un individuo.
Sentido de la vida
Como se explicó al principio del artículo, el ser humano busca consciente e inconscientemente darle sentido a su vida indagando la razón de su creación y eso lo hace incursionando en infinitas formas de religiones, averiguando que son los evangelios y sus orígenes, asistiendo a congregaciones que aseguran al individuo tener la respuesta en sus manos, y la garantía de otorgarle el orden que perdió.
En este proceso intervienen métodos y enseñanzas que así como orientan la ida de la persona, también pueden llegar a desordenarla, poniendo en duda el infinito amor de la misericordia de Dios como único creador, dejándose llevar por una dimensión espiritual desconocida y misteriosa interpretada para mal.
Se podría decir entonces que estos fenómenos religiosos existen por la única razón de que el ser humano encuentre su rumbo y sentido de existencia, la razón de sus alegrías, la razón de sus necesidades y demás realidades que fundamentan su paso en la tierra.
Su deseo por sumergirse en un mundo que le dé las respuestas que busca con respecto al origen y la creación del hombre lo transforma de esta manera en un ser que logra concatenar lo divino con lo sagrado, supeditado a los pormenores de los fenómenos religiosos que comienzan a invadir sus pensamientos, sus creencias y su fe al manifestarse en lo físico, afianzando su motivación por continuar los caminos que le proporcionan esa tranquilidad espiritual.
Estas revelaciones, que son consecuencias de los mencionados fenómenos religiosos tienden a estremecer y tocar la fibra más sensible del individuo, llevándolo a no detenerse en el camino que emprendió de la búsqueda por su bienestar y respuestas de su existencia, sino que enfatiza su objetivo y lo sumerge en ese mundo misterioso abrigado por la espiritualidad de lo extrasensorial o supraterrenal.
Filosofía del fenómeno religioso
Según explica la filosofía del fenómeno religioso o espiritual, estos acontecimientos, tienden a expresarse a través de los ritos, del lenguaje, de la pintura o del pensamiento, es decir, la dimensión ritual es mucho más importante para estos fenómenos que la no creencia.
Normalmente el ser humano simboliza y practica una serie de aspectos espirituales y es cuando se desprenden filosofías y teologías que se contradicen entre sí, y por tanto asumen que no es lo que creen sino lo que hacen, y marcan pasos de transición de la vida con todo ese mundo simbólico.
En sus investigaciones y discusiones él proponía demostrar la existencia de Dios y esto lo respaldaba con la creación de toda especie humana que lo fundamentaba con la evidencia más clara, siendo esta manifestación la más indicada en encontrar y gozar de Dios y sus bondades.
Finalmente agregaremos que el fenómeno religioso representa un tema fundamental, y nadie podría hablar de lo humano si no se logra antes una reflexión seria y profunda frente a los acontecimientos y experiencias, aquello que la vida le va dejando, datos o hechos para optar por algo.
La filosofía del fenómeno religioso deduce que tarde o temprano el ser humano hace un acto de confianza a los elementos finitos de sentido común que subyacen en su conciencia para conocer una visión real y total.